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Lección 45: Jacob 3–4


Lección 45

Jacob 3–4

Introducción

En Jacob 3, leemos el final de un sermón que Jacob le dio a su pueblo. Brevemente, Jacob ofreció consuelo y les hizo promesas a los puros de corazón. También reprendió a los orgullosos y a los del pueblo que no eran castos, y les advirtió en cuanto a las consecuencias que sufrirían si no se arrepentían. Jacob 4 contiene palabras que Jacob fue inspirado a escribir para las personas que algún día leerían su registro. Testificó de la expiación de Jesucristo y exhortó a sus lectores a reconciliarse con Dios el Padre mediante la Expiación. Con voz de amonestación, habló acerca de los judíos que rechazarían a Jesucristo y la sencillez de Su evangelio.

Sugerencias para la enseñanza

Jacob 3

Jacob consuela y aconseja a los puros de corazón e insta a los demás a arrepentirse

Invite a los alumnos a que piensen acerca del consejo que les darían a personas que se encontraran en las siguientes situaciones:

  1. Una jovencita se esfuerza por llevar una vida recta, pero sufre porque su padre es alcohólico.

  2. Un joven hace su mejor esfuerzo por vivir el Evangelio, pero pasa por dificultades debido al divorcio de sus padres.

  3. Una jovencita trata diligentemente de amar a su familia, pero tiene dificultades en su casa por causa del egoísmo de su hermana y sus actos desconsiderados.

Invite a los alumnos a leer la primera oración de Jacob 3:1 en silencio. Pídales que indiquen quiénes son los primeros a los que Jacob se dirige en este capítulo.

Explique que Jacob había estado hablándoles directamente a las personas que eran culpables del orgullo y de pecados sexuales. Luego dirigió su atención a las personas justas que estaban pasando pruebas por la iniquidad de otros. Pida a los alumnos que lean Jacob 3:1–2 en silencio. Pídales que busquen cuatro cosas que Jacob les pidió a los puros de corazón que hicieran.

  • ¿Cuáles son las cuatro cosas que Jacob exhortó que hicieran los puros de corazón? (“Confia[r] en Dios con mentes firmes,… ora[r] a él con suma fe,… [levantar su] cabeza y recibi[r] la placentera palabra de Dios, y deleita[rse] en su amor”.) ¿Qué les prometió Jacob a los puros de corazón si permanecían fieles? (Que serían consolados en sus aflicciones y protegidos de sus enemigos.)

  • ¿Qué piensan que podemos hacer nosotros para recibir la palabra de Dios?

Con relación a la pregunta sobre las promesas que Jacob hace a los puros de corazón, asegúrese de que los alumnos comprendan que Dios consolará a los puros de corazón en sus aflicciones. Quizá tenga que explicar que el verbo consolar significa aliviar la pena o aflicción de alguien. Para ayudar a los alumnos a meditar en cuanto a esta verdad y motivarlos a aplicarla, haga esta pregunta:

  • ¿Cómo los ha consolado el Señor a ustedes?

  • ¿De qué manera el orar con fe los ha ayudado durante una época de pruebas?

  • ¿En qué momento la palabra de Dios los ha ayudado a sentir Su amor?

Explique que, después de hablarles a los puros de corazón, Jacob volvió a dirigirse a aquellos que no lo eran.

Pida a un alumno que lea Jacob 3:3–4 en voz alta. Pida a la clase que le diga qué instó Jacob a hacer a los impuros.

  • ¿Qué sucedería si el pueblo de Jacob no se arrepentía?

Señale que Jacob declaró que los lamanitas eran más justos que algunos de los nefitas de aquella época. Pida a los alumnos que lean Jacob 3:5–7 en silencio y que busquen las indicaciones de que los lamanitas eran más justos que algunos de los nefitas.

  • ¿En qué aspectos los lamanitas eran más justos que algunos de los nefitas?

  • ¿Qué principios aprendemos de Jacob 3:7 en cuanto a las relaciones familiares? (El esposo y la esposa deben amarse el uno al otro y los padres deben amar a sus hijos.)

  • ¿Cuáles son algunas de las consecuencias que pueden sobrevenir cuando los integrantes de la familia no se aman unos a otros y no cumplen con sus responsabilidades familiares?

Pida a los alumnos que lean Jacob 3:10 en silencio y que busquen las advertencias que Jacob les hizo específicamente a los padres nefitas.

  • ¿Qué advertencia les hizo Jacob a los padres nefitas?

  • ¿Consideran que es importante que los miembros de la familia sean buenos ejemplos los unos para los otros?

Lea Jacob 3:11–12 en voz alta para los alumnos. Quizá tenga que explicar que en el versículo 11 la frase “estimulad las facultades de vuestras almas” se refiere a la necesidad de despertar espiritualmente. En Jacob 3:12, la frase “la fornicación y la lascivia” se refiere a los pecados sexuales. Cuando lea estos versículos, ponga énfasis en “las terribles consecuencias” de los pecados sexuales. Además, recuerde a los alumnos las promesas que Jacob les hizo a los puros de corazón (véase Jacob 3:1–2). Ayude a que los alumnos entiendan que la mejor manera de recibir las bendiciones prometidas es siendo puros de corazón siempre. No obstante, las personas que hayan cometido pecados sexuales pueden buscar la ayuda de su obispo o presidente de rama, quien los ayudará a arrepentirse, llegar a ser limpios mediante la expiación de Jesucristo y recibir las bendiciones que se prometieron a los puros de corazón.

Jacob 4

Jacob testifica de que, por medio de la expiación de Jesucristo, podemos reconciliarnos con Dios

Antes de la clase, coloque una lámina pequeña de Jesucristo en el centro de la pizarra. Alrededor de la lámina, escriba algunas palabras que representen las cosas que podrían distraer a la gente del Salvador y Su evangelio. Por ejemplo, podría incluir algunas cosas buenas —como los estudios, los deportes y los amigos—, que son importantes, pero que no deben convertirse en el centro principal de nuestra vida. También podría incluir otras cosas —como la pornografía, la música inapropiada y las drogas—, que dañan nuestro espíritu y nos alejan del Salvador.

Pida a los alumnos que vayan a Jacob 4:14. Explique que este versículo incluye la frase “traspasar lo señalado”. El élder Neal A. Maxwell, del Quórum de los Doce Apóstoles, enseñó que en este versículo “lo señalado es Cristo” (“Jesús de Nazaret, Salvador y Rey”, Liahona, agosto de 1976, pág. 19). Quizá desee invitar a los alumnos a que escriban esta declaración en sus ejemplares de las Escrituras, junto a Jacob 4:14.

Después de compartir esta explicación, pida a un alumno que lea Jacob 4:14–15 en voz alta.

  • ¿Qué creen que quiere decir traspasar lo señalado? (Centrar nuestra vida en cualquier cosa que no sea el Salvador y Su evangelio.)

  • Según Jacob, ¿cuáles fueron las actitudes y los hechos que impidieron que los judíos aceptaran a Jesucristo?

Explique que, aunque Jacob estaba refiriéndose específicamente a los pecados de algunos judíos, Jacob 4:14–15 puede aplicarse también a nosotros y puede servirnos de advertencia. Para que los alumnos vean cómo se aplica esto, haga las siguientes preguntas:

  • ¿Por qué a veces las personas rechazan las “palabras de claridad” y buscan, por el contrario, cosas que no pueden comprender? ¿Cuáles son algunos de los peligros de pasar por alto las verdades sencillas del Evangelio?

  • ¿Qué más podríamos agregar en la pizarra que sean ejemplos de cosas que nos distraen del Salvador y Su evangelio? (Agregue las respuestas de los alumnos a las palabras que usted ya había escrito en la pizarra.)

Borre las palabras que había escrito en la pizarra y anote esta pregunta: ¿Qué podemos hacer nosotros para no traspasar lo señalado y mantenernos centrados en Jesucristo?

Escriba las siguientes referencias de las Escrituras en la pizarra: Jacob 4:4–5; Jacob 4:6–7; Jacob 4:8–9; Jacob 4:10; Jacob 4:11–13. Explique que en Jacob 4, Jacob menciona principios que pueden ayudarnos a permanecer centrados en Jesucristo. Dé a los alumnos la asignación de trabajar en grupos de dos para buscar estos principios en uno de los pasajes de las Escrituras que anotó en la pizarra. (Según la cantidad de alumnos que haya en su clase, quizá tenga que asignar un mismo pasaje a más de un grupo de alumnos o bien tenga que pedirle a un grupo que lea más de un pasaje.)

Cuando hayan pasado algunos minutos, invite a los alumnos a que den sus respuestas. Mientras lo hacen, quizá sea bueno hacer preguntas que los ayuden a pensar más a fondo acerca de lo que han aprendido de esos versículos. Con el fin de ayudarle a guiar el análisis, las siguientes preguntas se han organizado de acuerdo con los versículos asignados:

  • Jacob 4:4–5. ¿De qué manera les han ayudado los testimonios de los profetas a centrarse en Jesucristo? ¿De qué forma han sido fortalecidos gracias al testimonio que otras personas tienen del Salvador? Jacob dijo que la obediencia de su pueblo a la ley de Moisés “[orientaba sus] almas hacia” el Señor. ¿De qué manera nuestro esfuerzo por recibir las ordenanzas del sacerdocio y por guardar los mandamientos orienta nuestras almas hacia el Señor?

  • Jacob 4:6–7. ¿En qué forma la revelación a los profetas nos ayuda a obtener esperanza y fe en Jesucristo? ¿De qué forma ha fortalecido su fe la revelación personal o el testimonio espiritual que han recibido? ¿Por qué piensan que es importante recordar que únicamente por medio de la gracia del Señor podemos llevar a cabo Su obra?

  • Jacob 4:8–9. ¿Por qué piensan que es importante reconocer que las obras del Señor son “grandes y maravillosas”? ¿De qué manera la obra del Señor como Creador de la tierra influye en tu testimonio de Él? ¿Qué significa para ustedes el no “despreci[ar]… las revelaciones de Dios”? ¿Cómo podemos demostrarle al Señor que valoramos las revelaciones que Él ha dado?

  • Jacob 4:10. ¿Cuáles son algunos ejemplos de las formas en que una persona puede “no procur[ar] aconsejar al Señor, [sino más] bien acepta[r] el consejo de su mano”?

  • Jacob 4:11–13. Como se mencionó en la lección 35, el verbo reconciliar significa restituir la armonía. ¿De qué manera la Expiación nos ayuda a restituir la armonía entre nosotros y el Padre Celestial? Jacob nos recordó la importancia de enseñar acerca de la Expiación al preguntar: “¿Por qué no hablar de la expiación de Cristo…?”. ¿De qué forma podemos seguir este principio al expresar nuestro testimonio con otras personas y cuando tengamos otras oportunidades de enseñar el Evangelio? Al compartir nuestro testimonio, ¿por qué es importante hacerlo de modo tal que las personas puedan entender? ¿Cómo es que el Espíritu nos ayuda a lograr eso?

Asegúrese de que, al concluir este análisis, el siguiente concepto quede claro: Por medio de la expiación de Jesucristo, podemos ser llenos de esperanza y reconciliarnos con Dios.

Comparta sus sentimientos de gratitud por el Salvador y Su expiación. Testifique que Jesucristo es “lo señalado”: aquello en lo que debemos centrar nuestra vida. Para dar fin a la lección, pida a los alumnos que piensen en lo que harán para centrarse en el Salvador durante los próximos días. Quizá desee recomendarles que escriban su plan en el diario de estudio de las Escrituras. Considere invitar a algunos alumnos a que le cuenten al resto de la clase cuál es su plan.

Evaluación para el dominio de las Escrituras

La repetición ayuda a los alumnos a que recuerden dónde se encuentran los pasajes de dominio de las Escrituras. Una forma de fomentar la repetición es usar las tarjetas de dominio de las Escrituras (artículo número 32335 002; también está disponible como archivo PDF en si.lds.org). Si no tuviera acceso a estas tarjetas, ayude a los alumnos a que hagan las suyas propias, con palabras clave de los pasajes en uno de los lados de cada tarjeta y la referencia en la cara opuesta. Divida a los alumnos en grupos de dos. Dígales que dediquen unos minutos a hacerse preguntas entre ellos con las tarjetas. Por ejemplo, mientras uno de los alumnos lee las palabras clave, el otro indica de qué referencia de las Escrituras se trata. Recomiende a los alumnos que usen esas tarjetas a menudo para evaluarse ellos mismos o los unos a los otros.

Nota: Dado que esta lección no es muy larga, quizá quede tiempo para realizar esta actividad de repaso de dominio de las Escrituras. Puede realizar la actividad al principio de la clase, como un intermedio entre las secciones de la lección o al final de la clase. Organice esta actividad de manera tal que sea breve y quede tiempo para la lección. Si desea ver otras actividades de repaso, consulte el apéndice de este manual.

Comentarios e información de contexto

Jacob 4:4. Los profetas del Antiguo Testamento testificaron de Jesucristo

Más de cuatrocientos años antes del nacimiento de Jesucristo, Jacob dijo que todos los profetas que lo habían precedido habían testificado del Salvador (véase Jacob 4:4). Quizá alguno se pregunte por qué el Antiguo Testamento no contiene más información acerca de Jesucristo. El élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de los Doce Apóstoles, citó la explicación de Nefi, en la cual dijo que “cosas claras y de gran valor” habían sido “quita[das]” de la Biblia (véase 1 Nefi 13:26–29), y entonces hizo esta observación:

“No cabe duda de que las verdades más claras y de más valor que fueron quitadas de la Biblia, en particular del Antiguo Testamento, eran declaraciones claras e inequívocas sobre la misión de Jesucristo y su función preordenada como Mesías y Salvador del mundo y sobre lo relacionado con los convenios de Su evangelio, los cuales se han enseñado, desde la época de Adán, durante todas las dispensaciones que siguieron. Por esta razón, el propósito principal del Libro de Mormón es restaurar para la familia universal de Dios ese conocimiento crucial de la función de Cristo en la salvación de todo hombre, mujer y niño que viva, que haya vivido o que vivirá sobre la tierra” (Christ and the New Covenant: The Messianic Message of the Book of Mormon, 1997, págs. 6–7).

Jacob 4:5. Adorar al Padre en el nombre de Jesucristo

Los escritos de Jacob dan una visión importante de la ley de Moisés y el Antiguo Testamento. En Jacob 4:5, aprendemos que los profetas que vivieron antes de la época de Jacob adoraban al Padre Celestial en el nombre de Jesucristo, lo cual prueba que sabían que el Padre y el Hijo eran personas independientes. Las palabras de Jacob indican que la ley de Moisés era mucho más que un simple conjunto de estrictos mandamientos y códigos legales, como sostienen algunos eruditos modernos. La ley de Moisés testificaba de Jesucristo y guiaba a las personas justas a la santificación por medio de Su expiación.

Jacob 4:10. “Aceptad el consejo de su mano”

El presidente Marion G. Romney, de la Primera Presidencia, explicó la importancia de conocer y seguir el consejo del Señor:

“No creo que haya muchos miembros de la Iglesia que a sabiendas sigan la persuasión del mundo o su propio consejo en lugar de escuchar al Señor; sin embargo, cuando no nos mantenemos al tanto de lo que aconseja el Señor, tendemos a poner nuestros propios consejos en el lugar de los de Él. De hecho, no tenemos más opción que seguir nuestros propios consejos cuando no sabemos cuáles son las instrucciones del Señor” (Libro de Mormón, Manual del alumno, Religión 121–122, pág. 125).