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Lección 86: Alma 25–26


Lección 86

Alma 25–26

Introducción

Después de destruir la ciudad de Ammoníah, los lamanitas tuvieron muchas batallas más con los nefitas y fueron derrotados. Al haber sufrido grandes bajas, muchos lamanitas abandonaron sus armas de guerra, se arrepintieron y se unieron a los anti-nefi-lehitas. Al concluir los hijos de Mosíah y sus compañeros su misión de catorce años entre los lamanitas, Ammón alaba al Señor y expresa su gratitud por la bendición de ser instrumentos en las manos de Dios para llevar el Evangelio a los lamanitas.

Sugerencias para la enseñanza

Alma 25:1–12

Se cumplen las profecías de Abinadí y Alma

Antes de la clase, dibuje el siguiente cuadro en la pizarra:

Profecía

Cumplimiento de la profecía

Alma 9:12. ¿Qué profetizó Alma al pueblo de Ammoníah?

Alma 25:1–2 (véase también Alma 16:2–3, 9–11)

Mosíah 17:14–19. ¿Qué profetizó Abinadí que ocurriría con los descendientes del rey Noé y sus sacerdotes?

Alma 25:4–9

Escriba la palabra confianza en la pizarra. Pida a los alumnos que mencionen personas en las que con frecuencia depositamos nuestra confianza (Algunas posibles respuestas comprenden el Señor, los profetas, los padres, los maestros y los asesores). Pregunte a los alumnos:

  • ¿Por qué es más fácil confiar en algunas personas que en otras?

  • De todas las personas que están sobre la tierra hoy, ¿en quién les es más fácil confiar?

Diga a los alumnos que Alma 25 demuestra que la palabra del Señor a Sus profetas se cumplirá siempre. Explique que se valdrán del cuadro de la pizarra para estudiar dos profecías de profetas del Libro de Mormón y el cumplimiento de éstas. Pida a los alumnos que copien el cuadro en sus cuadernos o diarios de estudio de las Escrituras. Dígales que escriban las respuestas a las preguntas en la primera columna valiéndose de las referencias a pasajes de las Escrituras que se proporcionan. Indíqueles que escriban el cumplimiento de las profecías en la segunda columna. Invite a algunos alumnos a explicar lo que hayan encontrado.

Pida a un alumno que lea Alma 25:11–12 en voz alta. Indique al resto de la clase que acompañe la lectura en silencio para determinar lo que Mormón dijo que ocurrió con las palabras de Abinadí. Tal vez desee sugerir a los alumnos que marquen la frase “se cumplieron estas palabras”, en el versículo 12.

  • ¿Qué significa la frase “se cumplieron estas palabras”?

Tal vez desee sugerir a los alumnos que escriban D. y C. 1:38 en sus Escrituras, junto a Alma 25:12. Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 1:38 en voz alta. Pida a la clase que siga la lectura en silencio para buscar alguna frase que se asemeje a “se cumplieron estas palabras” (“será cumplida”).

  • ¿Qué aprendemos en Alma 25:1–12 sobre las profecías y promesas hechas por los profetas? (Escriba la siguiente verdad en la pizarra: Se cumplirán todas las palabras inspiradas de los profetas.)

Destaque que los ejemplos del cuadro demuestran que las amonestaciones de los profetas a las personas inicuas se cumplirán siempre. Los profetas también hacen promesas a quienes se vuelven al Señor. Dichas promesas también se cumplirán. Para ayudar a los alumnos a ver la aplicación de ese principio en sus vidas, lea la siguiente declaración de la Primera Presidencia de Para la Fortaleza de la Juventud. Pida a los alumnos que presten atención a las promesas que se extienden a quienes observan las normas del folleto.

“Las normas de este folleto les ayudarán con las decisiones importantes que están tomando ahora y las que tomarán en el futuro. Les prometemos que, si guardan los convenios que han hecho y estas normas, serán bendecidos con la compañía del Espíritu Santo, su fe y testimonio serán más firmes y disfrutarán de mayor felicidad” (Para la Fortaleza de la Juventud, folleto, 2011, pág. II).

  • ¿Qué ha prometido la Primera Presidencia?

  • ¿En qué ocasiones han visto el cumplimiento de esas promesas?

Alma 25:13–17

Muchos lamanitas se arrepienten y se unen a los anti-nefi-lehitas

Pida a un alumno que lea Alma 25:13–14 en voz alta. Pida a la clase que acompañe la lectura en silencio para determinar lo que muchos lamanitas hicieron tras darse cuenta de que no podían derrotar a los nefitas.

  • ¿Qué les llama la atención de la actitud de los lamanitas?

Pida a los alumnos que lean Alma 25:17 en silencio y busquen cómo se sentían los hijos de Mosíah en cuanto al éxito que habían tenido entre los lamanitas.

  • ¿De qué modo el éxito de los hijos de Mosíah es un ejemplo del cumplimiento de las palabras del Señor? (Si los alumnos necesitaran ayuda para responder, remítalos a Mosíah 28:5–7 y Alma 17:11.)

Alma 26

Ammón se regocija en las misericordias del Señor para con él, sus hermanos y los lamanitas

Muestre algunas herramientas o instrumentos (por ejemplo, un martillo, un destornillador, una llave, un bolígrafo o lápiz, un pincel, una tijera, una computadora o un instrumento musical). Explique que a las herramientas también puede llamárseles instrumentos.

  • ¿Qué cosas puede hacer un artesano o artista habilidoso con el instrumento correcto?

  • ¿Qué piensan que signifique que alguien sea un instrumento en las manos del Señor?

Invite a algunos alumnos a turnarse para leer en voz alta Alma 26:1–5, 12. Pida a la clase que determinen las maneras en que Ammón y sus compañeros misioneros fueron instrumentos en las manos de Dios.

  • ¿Qué llevó a cabo el Señor por medio de Ammón y sus compañeros misioneros?

  • ¿Cómo expresarían con sus propias palabras Alma 26:12? ¿Cómo se relacionan las palabras de Ammón en ese versículo con ser un instrumento en las manos del Señor?

Invite a los alumnos a leer Alma 26:11, 13, 16 en silencio para contar todas las ocasiones en que aparezcan las palabras gozo y regocijar en alguna de sus formas. Tal vez desee sugerir que los alumnos marquen dichas palabras en sus Escrituras. Invite a un alumno a leer Alma 26:13–16 en voz alta y pida a la clase que busquen las razones por las que Ammón dijo que se regocijaba.

  • ¿Por qué se regocijaba Ammón?

  • ¿Qué principios podemos aprender de esos versículos? (Los alumnos podrían mencionar muchos principios diferentes. El siguiente principio podría servir como resumen de los comentarios de ellos: Sentimos gozo al servir fielmente al Señor y Sus hijos. Tal vez desee anotar este principio en la pizarra.)

  • ¿Por qué creen que sentimos gozo al estar al servicio del Señor?

Escriba las siguientes preguntas y referencias de pasajes de las Escrituras en la pizarra (quizás desee escribirlas antes de la clase). Divida a los alumnos en equipo de dos. Pida a cada grupo que escoja y lea alguno de los pasajes y que analicen cómo responder a la pregunta correspondiente.

Alma 26:17–20. ¿Qué clase de personas eran Ammón y sus hermanos antes de llegar a convertirse?

Alma 26:23–25. Según lo que los nefitas dijeron a Ammón y sus hermanos, ¿cómo eran los lamanitas antes de llegar a convertirse?

Conceda tiempo a algunos alumnos para que expliquen sus respuestas a dichas preguntas. Invite a los alumnos a leer Alma 26:23–29 en silencio y determinar los obstáculos que Ammón y sus hermanos afrontaron en su servicio al Señor y los lamanitas?

  • ¿Cuáles de esos obstáculos creen que podrían afrontar los misioneros hoy?

  • Según Alma 26:27, 30, ¿qué motivó a Ammón y sus compañeros misioneros a seguir prestando servicio? (El consuelo y las promesas del Señor, y el deseo de “ser el medio de salvar a algún alma”.)

Pida a los alumnos que lean Alma 26:31–34 en silencio y que determinen cuáles fueron algunos de los resultados de la labor de los hijos de Mosíah. Cuando hayan tenido suficiente tiempo para leer, pídales que expliquen lo que hayan encontrado.

Pida a un alumno que lea Alma 26:35–37 en voz alta. Indique a la clase que sigan la lectura en silencio, meditando sobre las razones que ellos podrían tener para regocijarse en la bondad de Dios.

  • ¿Qué mensajes notan en esos versículos?

Indique que uno de los muchos mensajes de esos versículos es que el Señor es misericordioso con todos los que se arrepienten y creen en Su nombre. Para ayudar a los a alumnos a sentir la veracidad e importancia de ese principio, lea las siguientes palabras del presidente Boyd K. Packer, del Quórum de los Doce Apóstoles:

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Presidente Boyd K. Packer

“Muchos de los que han cometido faltas graves nos escriben cartas, preguntando: ‘¿Podré ser perdonado alguna vez?’

“La respuesta es ‘¡Sí!’

“El Evangelio nos enseña que por medio del arrepentimiento se logra el alivio del tormento y la culpa. Con excepción de unos pocos que han optado por la vía de la perdición luego de haber conocido la plenitud, no existen un hábito, una adicción, una rebelión, una transgresión, ni una ofensa en los cuales no pueda cumplirse la promesa de un perdón completo” (“La luminosa mañana del perdón”, Liahona, enero de 1996, pág. 21).

Testifique sobre el poder de la Expiación para posibilitar el perdón de los pecados, pequeños o grandes, de quienes tengan fe en Jesucristo y se arrepientan. Testifique además del gozo que recibimos en nuestra vida al servir de instrumentos en las manos del Señor.