Biblioteca
Estudio individual supervisado: Unidad 19


Lección de estudio individual supervisado

Alma 33–38 (Unidad 19)

Material de preparación para el maestro del curso de estudio individual supervisado

Resumen de lecciones diarias de estudio individual supervisado

El resumen que sigue a continuación de las doctrinas y los principios que los alumnos aprendieron al estudiar Alma 33–38 (unidad 19) no es para enseñarse como parte de la lección. La lección que usted enseñe se concentra solamente en unos cuantos de estos principios y doctrinas. Siga la inspiración del Espíritu Santo al considerar las necesidades de los alumnos.

Día 1 (Alma 33–35)

Alma enseñó a los zoramitas que podemos adorar a Dios continuamente por medio de la oración. Alma entonces enseñó que recibimos la misericordia del Padre Celestial, incluso el perdón de nuestros pecados, gracias a la expiación de Jesucristo. Amulek enseñó a los zoramitas que la expiación infinita y eterna de Jesucristo brinda salvación a toda la humanidad. Los alumnos también aprendieron que, a fin de recibir todas las bendiciones de la Expiación, debemos ejercer fe para arrepentimiento.

Día 2 (Alma 36)

De la relación que Alma da de su conversión, los alumnos aprendieron que el pecado puede llevar a gran dolor y remordimiento. Además, aprendieron que si ejercemos fe en la expiación de Jesucristo, Él nos librará del dolor de nuestros pecados y nos llenará de gozo. Tal como Alma, podemos recibir gran gozo a medida que procuremos llevar a otras personas a Cristo.

Día 3 (Alma 37)

Alma dio a su hijo Helamán el mandato de llevar y preservar los anales sagrados. Al estudiar las palabras de Alma, los alumnos aprendieron que a fin de llevar a cabo Sus propósitos eternos, el Señor obra por medios pequeños y sencillos. También aprendieron que si obedecemos los mandamientos de Dios, prosperaremos. Alma enseñó a su hijo que debemos aprender en la juventud a guardar los mandamientos de Dios y que si prestamos atención a las palabras de Jesucristo, nos dirigirán a recibir la vida eterna.

Día 4 (Alma 38)

Cuando los alumnos estudiaron el consejo de Alma a Shiblón, aprendieron que al ellos empezar en su juventud a ser firmes y fieles en guardar los mandamientos, pueden brindar gran gozo a sus padres. Alma testificó a sus hijos que Dios libra a las personas de las tribulaciones, dificultades y aflicciones cuando soportan todas las cosas con paciencia y confianza en Él. Alma también testificó que a fin de recibir una remisión de nuestros pecados y paz en el alma, debemos implorar misericordia al Señor. Finalmente, los alumnos aprendieron que el cultivar atributos rectos nos prepara para enseñar y para prestar servicio a los demás.

Introducción

Amulek enseñó a los zoramitas que la Expiación es “infinit[a] y etern[a]” (Alma 34:10). Los alumnos aprendieron esa verdad en su estudio semanal, y esta lección les brindará otra oportunidad de entender y valorar la expiación de Jesucristo.

Sugerencias para la enseñanza

Alma 33–35

Alma y Amulek enseñan a los zoramitas en cuanto a la expiación de Jesucristo

Pregunte: ¿Por qué Jesucristo fue el único que podía expiar los pecados del mundo?

Recuerde a los alumnos que, como parte de sus asignaciones semanales, leyeron Alma 34:10–14 y marcaron frases entre las que se encontraban las palabras infinito(a) y eterno. Pida a un alumno que lea los versículos en voz alta y luego pida a los alumnos que compartan las frases que detectaron.

Pida a un alumno que lea las siguientes palabras del élder Russell M. Nelson, del Quórum de los Doce Apóstoles, a fin de ayudarles a entender la forma en que la expiación de Jesucristo es infinita y eterna:

“Su expiación es infinita: no tiene fin. También es infinita en el sentido de que todo el género humano se salvará de la muerte sin fin, y es infinita en el sentido del intenso sufrimiento del Salvador… Es infinita en lo que abarca, porque se hizo una sola vez por todos. Y la misericordia de la Expiación se extiende no sólo a una cantidad infinita de personas, sino también a un número infinito de mundos creados por Él. Es infinita más allá de cualquier escala de dimensión humana y de comprensión mortal.

“Jesús fue el único que pudo haber ofrecido esa Expiación infinita, dado que había nacido de madre mortal y de Padre inmortal. Debido a ese nacimiento singular, Jesús era un Ser infinito” (véase “La Expiación”, Liahona, enero de 1997, págs. 38–39).

Pregunte: ¿Cómo nos ayudan las enseñanzas de Amulek y esta explicación del élder Nelson a entender por qué Jesucristo fue el único que podía expiar los pecados del mundo?

Pida a los alumnos que resuman lo que hayan aprendido hasta ahora de Alma 34 en cuanto a la expiación de Jesucristo. Explique que un principio importante que podemos aprender en esta sección es que la expiación infinita y eterna de Jesucristo hace posible la salvación para toda la humanidad.

Escriba la siguiente frase en la pizarra o en una hoja de papel: Imaginen la vida sin…

Sostenga en alto un artículo que muchos jóvenes valoren (tal como un teléfono celular). Pregunte: ¿Cómo sería la vida sin ese artículo?

En seguida, sostenga en alto una botella o vaso de agua (o algo más que sea esencial para subsistir). Pregunte: ¿Cómo sería la vida sin agua?

Una vez que los alumnos hayan respondido esas preguntas, complete la frase en la pizarra: Imaginen la vida sin la expiación de Jesucristo.

Haga las siguientes preguntas:

  • ¿Cómo se imaginan que las personas ven la vida si no saben de Jesucristo o si no creen que hay un Dios?

  • ¿Cómo se imaginan que sería diferente la vida para ustedes sin la expiación de Jesucristo? (Conceda a los alumnos un momento para meditar la pregunta antes de pedirles que respondan.)

Explique que Alma enseñó a los zoramitas que era necesario que se arrepintieran a fin de llevar las bendiciones de la Expiación a su vida (véase Alma 34:15–17). Pregunte a los alumnos si alguna vez han demorado el arrepentimiento porque temían confesar sus pecados o temían no ser lo suficientemente fuertes para cambiar. Luego pregunte: ¿Por qué es peligroso demorar el arrepentimiento?

Pida a los alumnos que se turnen para leer Alma 34:30–35 en voz alta y que busquen lo que Amulek enseñó en cuanto a la razón por la que no debemos demorar el arrepentimiento. Analicen esos versículos por medio de las siguientes preguntas:

  • Vean Alma 34:32. ¿Por qué debemos arrepentirnos el día de hoy? (Conforme los alumnos respondan, ayúdeles a entender este principio: Esta vida es cuando el hombre debe prepararse para comparecer ante Dios.)

  • Vean Alma 34:33. ¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Qué les sucederá a los que demoren el arrepentimiento?

  • Vean Alma 34:31. ¿Qué promesa se da a los que se arrepientan ahora?

Lea las siguientes palabras del presidente Boyd K. Packer, del Quórum de los Doce Apóstoles:

“No es necesario que sepan todo para que el poder de la Expiación surta efecto en ustedes. Tengan fe en Cristo, ¡y empezará a surtir efecto el mismo día que lo pidan!” (véase “Lavados y purificados”, Liahona, julio de 1997, pág. 10).

Pregunte: ¿Qué les enseñan estas palabras del presidente Packer? ¿Por qué son valiosas para ustedes?

Alma 36

Alma aconseja a su hijo Helamán

Los alumnos estudiaron el consejo de Alma a su hijo Helamán, registrado en Alma 36, y aprendieron sobre el gozo que Alma sintió al arrepentirse sinceramente de sus pecados. Se pidió a los alumnos que leyeran Alma 36:19–22 y que luego escribieran en su diario de estudio de las Escrituras lo que esos versículos les enseñan en cuanto al poder de la Expiación (día 2, asignación 3). Invite a algunos alumnos a compartir lo que escribieron. Concluya con su propio testimonio de la expiación de Jesucristo y del gozo que procede del arrepentimiento.

Siguiente unidad (Alma 39–44)

Pida a los alumnos que piensen en cuanto a la forma en que un amoroso padre preocupado corregiría a su hijo o hija que haya cometido transgresiones sexuales graves. Alma afrontó esa situación y enseñó importantes verdades a su hijo Coriantón, quien había pecado mientras prestaba servicio en una misión.