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Lección 113: Helamán 13


Lección 113

Helamán 13

Introducción

Algunos años antes del nacimiento del Salvador, el Señor envió a un profeta lamanita llamado Samuel a predicar el arrepentimiento a los nefitas. Samuel declaró a los nefitas de Zarahemla las alegres nuevas de la redención por medio de la expiación de Jesucristo. También los acusó de rechazar a los profetas y denunció su disposición de procurar la felicidad en la iniquidad. Además, les advirtió sobre la destrucción que les sobrevendría si no se arrepentían.

Sugerencias para la enseñanza

Helamán 13

Samuel advierte a los nefitas sobre su destrucción si no se arrepienten

Antes de la clase, prepare hojas para entregar según se indica al final de la lección. Quizás desee dividir la hoja de papel en tres y entregar cada parte a un grupo distinto. También antes de la clase, copie la siguiente reseña de Helamán 13 en la pizarra.

Helamán 13:1–4. El Señor llama a Samuel el Lamanita a predicar a los nefitas.

Helamán 13:5–23. Samuel advierte a los nefitas sobre la destrucción que les sobrevendrá si no se arrepienten.

Helamán 13:24–39. Samuel advierte al pueblo sobre las consecuencias de rechazar a los profetas y rehusar arrepentirse.

Imagen
Samuel el Lamanita sobre la muralla

Comience la clase mostrando la lámina Samuel el Lamanita sobre la muralla (62370; Libro de obras de arte del Evangelio, 2009, N° 81). Pregunte a los alumnos si saben por qué los nefitas querían matar a Samuel. Después que respondan, explique que en Helamán 13–16 se habla del profeta lamanita que se llamaba Samuel. Ese relato es singular, puesto que es la única ocasión en el Libro de Mormón en que leemos sobre un profeta lamanita que llama a los nefitas al arrepentimiento. En esos momentos, los lamanitas eran más rectos que los nefitas. Utilice la reseña de la pizarra para ofrecer a los alumnos un breve resumen de Helamán 13.

Divida a la clase en tres grupos (si es posible, los grupos deben tener la misma cantidad de alumnos). Entregue a cada alumno una copia de las preguntas asignadas a su grupo (se hallan al final de la lección). Indique a los alumnos que estudiarán una parte de Helamán 13 individualmente y luego se enseñarán unos a otros lo que hayan aprendido. Pida a cada alumno que se prepare para enseñar los principios que se hallan en los pasajes de las Escrituras asignados y que prepare las repuestas de las preguntas correspondientes. Bríndeles la oportunidad de escribir las respuestas, si lo desean (la actividad permitirá que todos los alumnos participen y ofrecerá un entorno cómodo en el que podrán compartir sus sentimientos, ideas y testimonios con los demás).

Después de que los alumnos hayan tenido suficiente tiempo para leer individualmente, organícelos para que trabajen en grupos de tres personas. Si es posible, los grupos deben incluir un alumno que haya estudiado Helamán 13:1–7, 11, otro que haya estudiado Helamán 13:17–23 y otro que haya estudiado Helamán 13:24–33. Conceda suficiente tiempo para que cada alumno pueda compartir sus respuestas con los demás miembros del grupo. Durante los breves análisis en grupo, recorra el salón y supervise las respuestas. Según resulte apropiado, aporte sus ideas a los análisis que escuche.

Cuando los alumnos hayan tenido tiempo para enseñarse mutuamente, invite a algunos a compartir con toda la clase un principio verdadero o alguna reflexión que hayan aprendido de otro alumno durante la actividad.

Reseñe Helamán 13:9–14 al explicar que los nefitas iban a ser destruidos en 400 años (véase Helamán 13:9–10) y que la única razón por la que no habían sido destruidos todavía era que aún moraban entre ellos algunas personas justas (véase Helamán 13:13–14). Testifique que el Señor envió a Samuel a los nefitas, y que éste habló lo que el Señor puso en su corazón al invitar a los nefitas a arrepentirse y volver al Señor (véase Helamán 13:11).

Invite a un alumno a leer Helamán 13:27–28 en voz alta. Pida a los alumnos que vayan siguiendo la lectura en silencio para determinar el modo en que los nefitas habían respondido ante los falsos profetas.

  • Según Samuel, ¿cómo respondieron los nefitas frente a quienes enseñaban falsedades? ¿Por qué creen que algunos de ellos aceptaron su exhortación mientras que otros la rechazaron?

  • ¿De qué modo pueden verse en nuestros días las afirmaciones y actitudes que leemos en Helamán 13:27?

Pida a un alumno que lea en voz alta la siguiente declaración del presidente Ezra Taft Benson:

“Las decisiones que tomamos cuando el profeta nos dice lo que necesitamos saber, pero preferiríamos no escuchar, son una prueba de nuestra fidelidad” (“Catorce razones para seguir al profeta”, Liahona, junio de 1981, pág. 4).

  • ¿Qué consejos de los profetas podrían ser difíciles de seguir para algunas personas hoy en día?

  • Mencionen un ejemplo de un consejo profético que hayan escogido obedecer. ¿De qué modo se les ha bendecido por haber seguido ese consejo?

Invite a los alumnos a escribir en el cuaderno o diario de estudio de las Escrituras sobre un aspecto en el que pueden mejorar en cuanto a seguir el consejo de los profetas vivientes.

Después que hayan tenido suficiente tiempo para escribir, pida a un alumno que lea Helamán 13:33–37 en voz alta. Pida a los alumnos que vayan siguiendo la lectura en silencio para determinar lo que los nefitas que no se arrepintieron experimentarían con el tiempo y lo que dirían en cuanto a sí mismos. Luego invite a otro alumno a leer Helamán 13:38 en voz alta. Pida a los alumnos de la clase que determinen cuál fue la triste verdad que Samuel manifestó sobre las futuras generaciones de los nefitas.

  • ¿Qué triste verdad declaró Samuel sobre las futuras generaciones de los nefitas?

  • ¿Qué creen que quiso decir Samuel cuando dijo que sus “días de probación ya pasaron”? (Las futuras generaciones de los nefitas postergarían su arrepentimiento hasta que sería demasiado tarde para arrepentirse; y puesto que no querían arrepentirse, sus pecados provocarían su destrucción.)

  • ¿Por qué está mal buscar “la felicidad cometiendo iniquidades”? (Ayude a los alumnos a ver que la verdadera felicidad llega sólo cuando guardamos los mandamientos de Dios.)

  • ¿Cuáles son algunas de las formas en las que las personas buscan la felicidad cometiendo iniquidades?

Recuerde a los alumnos otros relatos del Libro de Mormón en los que las personas hayan persistido en su rebelión e iniquidad hasta que se les endureció el corazón al punto de no sentir la influencia del Espíritu Santo (algunos ejemplos son el de Lamán y Lemuel, quienes habían “dejado de sentir” [1 Nefi 17:45] y se rehusaban a escuchar a Dios; y el del rey Noé y su pueblo, quienes se negaban a arrepentirse a pesar de la amonestación del profeta Abinadí). Samuel recalcó que la negativa de los nefitas a arrepentirse llevaría a la destrucción de su pueblo en generaciones futuras.

Ayude a los alumnos a comprender que, individualmente, hay esperanza para todas las personas que decidan arrepentirse. Podemos recibir el perdón del Señor y evitar que se nos endurezca el corazón mediante el arrepentimiento . Para ayudar a los alumnos a comprender que podemos corregir nuestro curso por medio del arrepentimiento, lea las siguientes palabras del presidente Dieter F. Uchtdorf, de la Primera Presidencia:

“Durante mi capacitación para ser capitán de vuelo, tuve que aprender a pilotar un avión cruzando grandes distancias. Para volar sobre vastos océanos, cruzar extensos desiertos e ir de un continente a otro, se debe realizar una planificación cuidadosa con el fin de llegar a destino a salvo. Algunos de esos vuelos directos tienen una duración de hasta 14 horas y cubren unos 14.500 kilómetros.

“Durante vuelos tan largos, existe un punto comúnmente conocido como el punto de retorno seguro, en el cual se debe tomar una importante decisión. Hasta ese momento, el avión tiene el combustible necesario para dar vuelta y regresar al aeropuerto de partida con seguridad. Una vez que el piloto ha pasado el punto de retorno seguro, ha perdido esa alternativa y debe seguir adelante. Es por eso que se habla de ese punto como el punto sin retorno.

“…Satanás quiere que pensemos que al pecar hemos rebasado el ‘punto sin retorno’ y que ya es demasiado tarde para cambiar de rumbo…

“…Con el fin de que perdamos la esperanza, que nos sintamos tan miserables como él y que creamos que ya no nos es posible obtener el perdón, Satanás podría incluso usar de manera engañosa las palabras de las Escrituras que hacen hincapié en la justicia de Dios, para insinuar que no hay misericordia…

Cristo vino para salvarnos. Si hemos tomado el camino equivocado, la expiación de Jesucristo nos brinda la seguridad de que el pecado no es un punto sin retorno. Si seguimos el plan de Dios para nuestra salvación, es posible lograr un retorno seguro” (“El punto de retorno seguro”, Liahona, mayo de 2007, pág. 99).

  • ¿Cómo podrían las palabras del presidente Uchtdorf brindar esperanza a alguien que ha pecado?

Inste a los alumnos a meditar las verdades que hayan analizado. Aliéntelos a obedecer todos los susurros que hayan recibido del Espíritu Santo. Testifique que quienes den oído a la invitación del Señor de arrepentirse lograrán la felicidad.

Nota: Prepare las siguientes hojas para entregar a los tres grupos que se describen anteriormente en la lección.

Grupo 1: Helamán 13:1–7, 11

Los profetas comunican los mensajes que Dios les pone en el corazón.

  1. ¿Qué versículos creen que enseñan esa verdad?

  2. ¿Qué mensaje puso Dios en el corazón de Samuel?

  3. ¿Por qué creen que pudo haber sido difícil para Samuel comunicar ese mensaje?

  4. ¿Qué efecto esperaba Samuel que tuviera el mensaje en los nefitas?

  5. ¿En qué ocasiones han sentido que se inspiró a uno de sus padres o a algún líder de la Iglesia a comunicarles un mensaje? ¿Qué influencia tuvo eso en ustedes?

  6. ¿Qué otras verdades se pueden hallar en esos versículos?

Grupo 2: Helamán 13:17–23

Cuando no nos acordamos del Señor, estamos propensos al orgullo y la iniquidad.

  1. ¿Qué versículos creen que enseñan esa verdad?

  2. ¿Qué maldición dijo Samuel que sobrevendría a los nefitas si persistían en la iniquidad?

  3. ¿A qué otros pecados había conducido el amor de los nefitas por las riquezas?

  4. ¿Cuáles son algunas cosas que conducen al orgullo y al pecado en las que los jóvenes podrían poner el corazón?

  5. ¿Por qué creen que es esencial “[acordarnos] del Señor [nuestro] Dios en las cosas con que [nos] ha bendecido”? (Véase Helamán 13:22.)

  6. ¿Qué otras verdades se pueden hallar en esos versículos?

Grupo 3: Helamán 13:24–33

Si rechazamos las palabras de los profetas del Señor, sentiremos remordimiento y pesar.

  1. ¿Qué versículos creen que enseñan esa verdad?

  2. Según Samuel, ¿por qué rechazaban los nefitas a los profetas verdaderos?

  3. ¿Por qué creen que algunas personas aceptan a los falsos profetas, tal como lo describió Samuel?

  4. ¿Cuáles son algunas enseñanzas específicas de los profetas y apóstoles vivientes?

  5. ¿Cuáles son algunos de los “guías insensatos y ciegos” (Helamán 13:29) que los profetas y apóstoles vivientes nos han exhortado a evitar?

  6. ¿Qué otras verdades se pueden hallar en esos versículos?

Comentarios e información de contexto

Helamán 13:3. “Todas las cosas que le vinieran al corazón”

El profeta Samuel no decidió por sí mismo lo que predicaría a los nefitas. En Helamán 13:3 leemos que enseñó “todas las cosas que le [vinieron] al corazón”. El presidente Boyd K. Packer, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó el modo más frecuente en que recibimos tales revelaciones:

“La revelación se recibe en palabras que sentimos, más bien que en las que oímos. Nefi les dijo a sus hermanos desobedientes que habían recibido la visita de un ángel: ‘… habíais dejado de sentir, de modo que no pudisteis sentir sus palabras’ [1 Nefi 17:45; cursiva agregada].

“Las Escrituras están repletas de expresiones como estas: ‘El velo fue retirado de nuestras mentes, y los ojos de nuestro entendimiento fueron abiertos’ [D. y C. 110: 1]; ‘Hablaré a tu mente y a tu corazón’ [D. y C. 8:2]; ‘Yo te iluminaré la mente’ [D. y C. 6:15]; ‘Expresad los pensamientos que pondré en vuestro corazón’ [D. y C. 100:5]. Hay cientos de pasajes que enseñan en cuanto a la revelación” (véase “Revelación personal: El don, la prueba y la promesa”, Liahona, enero de 1995, pág. 69).

Helamán 13:23–29. Seguir al profeta viviente

El élder M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles, recalcó la importancia de seguir a los profetas y apóstoles vivientes:

“Mis queridos hermanos y hermanas, les ruego que pongan atención a lo que han enseñado… Pongan en práctica las enseñanzas que los ayudarán a ustedes y a su familia. Llevemos todos a nuestros hogares, sin importar las circunstancias familiares, las enseñanzas de los profetas y apóstoles, a fin de fortalecer nuestras relaciones el uno con el otro y con nuestro Padre Celestial y con el Señor Jesucristo. Les prometo, en el nombre del Señor, que si escuchan, no solo con sus oídos, sino también con el corazón, el Espíritu Santo les manifestará la verdad de los mensajes dados por [el Presidente de la Iglesia], sus consejeros, los apóstoles y los demás líderes de la Iglesia. El Espíritu les indicará lo que deben hacer en forma individual y como familia, con objeto de seguir nuestro consejo para que se fortalezcan sus testimonios y tengan paz y gozo” (véase “Recibiréis su palabra”, Liahona, julio de 2001, pág. 82).

Helamán 13:38. No puede hallarse la felicidad cometiendo iniquidades

Samuel advirtió a los nefitas que si persistían en buscar felicidad cometiendo iniquidades, serían destruidos. El élder Richard G. Scott, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó que la felicidad solo llega por medio de la rectitud:

“¿Te has dado cuenta de cómo actúa Satanás para capturar la mente y las emociones con imágenes destellantes, música estridente y la estimulación de todos los sentidos físicos al extremo? Con diligencia, él se esfuerza por llenar la vida con acción, diversiones y estímulos para que nadie se pueda detener a reflexionar en las consecuencias de sus tentadoras invitaciones. ¡Piénsalo! Algunos se sienten tentados a violar los mandamientos más básicos de Dios debido a que las acciones seductoras se representan como aceptables; se las hace parecer atractivas e incluso deseables; no parecen tener serias consecuencias, sino una dicha y felicidad perdurables; pero debes tener en cuenta que esas actuaciones están controladas por libretos y actores, y que las consecuencias de las decisiones que se toman son a la vez manipuladas para que sean lo que el productor quiere.

“La vida no es así. Sí, el albedrío moral permite que tú elijas lo que desees, pero no puedes controlar las consecuencias de esas elecciones. A diferencia de las creaciones falsas del hombre, nuestro Padre Celestial determina las consecuencias de tus elecciones. La obediencia proporcionará felicidad, mientras que la violación de Sus mandamientos no lo hará” (“Cómo vivir bien en medio de la creciente maldad”, Liahona, mayo de 2004, pág. 102).

Helamán 13:38. “Eternamente tarde ya”

El presidente Spencer W. Kimball enseñó:

“Es verdad que el gran principio del arrepentimiento siempre está disponible, mas para el impío y el rebelde la anterior expresión tiene graves reservas. Por ejemplo, el pecado tiende intensamente a arraigar hábitos y a veces conduce a los hombres al trágico punto irreversible. Sin arrepentimiento, no puede haber perdón; y sin perdón, todas las bendiciones de la eternidad penden de un hilo. A medida que el transgresor se hunde más y más en su pecado, y el error se arraiga más profundamente y se debilita la voluntad para cambiar, la situación va cobrando una desesperanza cada vez mayor, y él continúa su descenso hasta que, o se niega a volver a subir, o ha perdido la facultad para hacerlo” (El milagro del perdón, 1977, pág. 115).