Jesse Gause: Consejero del Profeta
La Iglesia de los primeros días experimentó importantes cambios en su organización en un periodo de tiempo relativamente corto. Muchos de esos cambios se pueden seguir al leer las primeras revelaciones que se dieron a las personas en Doctrina y Convenios. Algunas de las primeras revelaciones hacen referencia a organizaciones o personas menos conocidas para el lector moderno. Una de esas revelaciones, dada el 15 de marzo de 1832 (ahora Doctrina y Convenios 81), iba dirigida a una figura relativamente desconocida de la Historia de la Iglesia: Jesse Gause1. Nacido en 1784, Jesse Gause se crio en Pensilvania y vivió un tiempo en Delaware. Se unió a la Sociedad de los Amigos (cuáqueros) en 1806. En 1815 se casó con Martha Johnson, y al año siguiente se había trasladado a Ohio. Cinco años después regresó a Delaware. Tras la muerte de su primera esposa en 1828, se fue a vivir más cerca de sus parientes —que eran miembros de la Sociedad Unida de Creyentes en la Segunda Aparición de Cristo (tembladores)— para que le ayudaran a cuidar de sus hijos. En 1829 se había unido a la fe de los tembladores. Se volvió a casar en 1830 con Minerva Eliza Byram, y se estableció en la comunidad de los tembladores que había en North Union, Ohio, a solo veinticuatro kilómetros de Kirtland, Ohio2.
No se sabe exactamente cómo llegó a bautizarse, pero Jesse pronto se ganó la confianza de José Smith y llegó a ser una persona prominente en la Iglesia. El 8 de marzo de 1832, en Hiram, Ohio, Gause y Sidney Rigdon fueron nombrados consejeros de José Smith en la recién formada Presidencia del Sumo Sacerdocio3. El propio nombramiento de José como Presidente del Sumo Sacerdocio se había producido en el mes de enero4. Esta presidencia fue la precursora de la Primera Presidente de la Iglesia.
Gause no solo actuó como consejero de José Smith, sino que también sirvió una misión, viajó a Misuri por asuntos de la Iglesia y prestó servicio como escriba en el proyecto de revisión de la Biblia, más tarde conocida como la Traducción de José Smith. Como muchos otros miembros en los comienzos de la Iglesia, mostró su dedicación a su nueva fe mediante sus esfuerzos por ayudar en la causa de Sion.
Sidney Rigdon, que se había bautizado en Ohio a finales de 1830 y había servido como escriba de José Smith, ya había sido sujeto y receptor de varias revelaciones. Sin embargo, la revelación que actualmente se encuentra en Doctrina y Convenios 81 fue la primera que se dirigía a Jesse Gause directamente. Aunque no está claro si Gause solicitó expresamente una revelación de José Smith, el texto ofrece una importante aclaración de los deberes de Gause, no solo como miembro de la Iglesia, sino como consejero de José Smith.
La revelación informaba a Gause (y a los futuros lectores) de que las “llaves del reino” pertenecían al oficio de la Presidencia del Sumo Sacerdocio —en este caso al propio José Smith—. También decía que Gause sería bendecido si era “fiel en consejo, en el oficio” al que era nombrado.
Gause había de “[realizar] el mayor beneficio para [sus] semejantes”, incluso orar en público y predicar el Evangelio tanto a los miembros como a los no miembros. Esto, se le dijo, “[adelantará] la gloria de aquel que es tu Señor”. Y, si permanecía “fiel hasta el fin”, recibiría una “corona de inmortalidad”5.
Tal vez con mucha sorpresa, Gause fue excomulgado de la Iglesia menos de un año después de que la revelación le exhortara a perseverar hasta el fin6. Su práctica desaparición de los registros históricos tras sus esfuerzos misionales con Zebedee Coltrin en agosto de 1832 hace difícil entender por qué abandonó la Iglesia7. Dados sus antecedentes tanto en la fe de los cuáqueros como la de los tembladores, es posible que tuviera desacuerdos teológicos con José Smith o con otros miembros de la Iglesia, especialmente a medida que José fue actualizando la doctrina de la Iglesia por medio de revelaciones.
Los lectores modernos de Doctrina y Convenios 81 solo encontrarán el nombre de Jesse Gause en el encabezamiento de la sección. En la época en que se publicó la revelación, en la edición de Doctrina y Convenios de 1835, el nombre de Gause se había reemplazado por el del hombre llamado a ocupar su lugar: Frederick G. Williams. En ediciones posteriores de Doctrina y Convenios se mantuvo a Williams como receptor de esta revelación. Williams, que sustituyó a Gause como consejero en enero de 1833, había sido uno de los primeros conversos y defensores de José Smith. Al igual que Gause y Rigdon, Williams también actuó como escriba y secretario de José Smith.
Los manuscritos de las primeras revelaciones de José Smith sufrieron algunos cambios cuando los primeros líderes de la Iglesia prepararon esos reveladores textos para su publicación en Doctrina y Convenios en 18358. Los cambios eran razonables, ya que algunas de las revelaciones ya no reflejaban el estado actual de la organización de la Iglesia ni su entendimiento doctrinal. Cuando los editores prepararon las revelaciones para su impresión, probablemente vieron la revelación de Doctrina y Convenios 81 no simplemente como un consejo para una persona, sino más bien como una revelación general para un consejero que había de sostener a José Smith. Y, dado que Jesse Gause había abandonado la Iglesia, es comprensible que los editores sustituyeran su nombre por el de Williams en su lugar.
En cierto modo, las primeras revelaciones fueron como fotografías instantáneas que ofrecen a los lectores una ventana a través de la cual conocer el modo en que la revelación continua dio forma a la Iglesia en sus comienzos. En otro sentido, las revelaciones tienen una aplicación más amplia. D. y C. 81 se puede leer en la actualidad no solo como una revelación dirigida a uno de los primeros miembros de la Iglesia, sino también como un consejo para cualquier persona que esté dispuesta a apoyar al Profeta.