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Unidad 15, Día 4: Juan 14–15


Unidad 15: Día 4

Juan 14–15

Introducción

Después de la cena de la Pascua, Jesús enseñó a Sus apóstoles cómo regresar al Padre Celestial y cómo mostrar amor por Él. Jesús luego prometió a Sus apóstoles que les enviaría otro Consolador. Enseñó que Él es la Vid Verdadera y que Sus discípulos son los pámpanos. El Salvador también mandó a Sus discípulos a amarse los unos a los otros y les advirtió en cuanto a la persecución que padecerían por seguirlo.

Juan 14:1–14

El Salvador enseña a Sus apóstoles cómo regresar al Padre Celestial

Imagina que un amigo te pregunta: “Me dijeron que hay muchos caminos al cielo y que las diferentes religiones nos muestran diferentes formas de llegar al reino de Dios. ¿Tú crees que es verdad?” En el espacio en blanco, escribe cómo responderías esa pregunta, y explica por qué crees o no que esa afirmación es verdadera.

Lee Juan 14:1–6 en busca de las enseñanzas del Salvador sobre cómo regresar al reino del Padre Celestial. (Juan 14:6 es un pasaje de dominio de las Escrituras. Si lo deseas, márcalo de una forma especial para poder localizarlo fácilmente).

En Juan 14:6 aprendemos que solo mediante la expiación de Jesucristo y al seguir Su camino podemos entrar en el reino del Padre Celestial.

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿De qué manera es el Salvador el único Camino para regresar al Padre Celestial?

    2. ¿De qué modo es Jesucristo la Verdad?

    3. ¿De qué forma es Jesucristo la Vida?

El camino del Salvador incluye cultivar la fe en Él y en el Padre Celestial; arrepentirse; recibir las ordenanzas de salvación tales como el bautismo y las ordenanzas del templo; y perseverar hasta el fin con fe y obediencia.

Lee Juan 14:7–14 para saber lo que Jesús dijo a Sus discípulos sobre Su relación con el Padre. Podrías marcar las palabras “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre”, que están en el versículo 9.

El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó que el Padre envió a Su Hijo para ayudarnos a conocer, amar y obedecer a nuestro Padre Celestial:

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Elder Jeffrey R. Holland

“En todo lo que Jesús vino a hacer y a decir, incluso Su sufrimiento y sacrificio expiatorio, y en eso especialmente, Él nos estaba enseñando quién es y cómo es Dios nuestro Padre Eterno, cuán intensamente se dedica a Sus Hijos en toda época y en toda nación. Con palabras y con hechos, Jesús intentaba revelarnos y darnos a conocer la verdadera naturaleza de Su Padre, nuestro Padre Celestial.

“En parte, hizo eso porque en aquel entonces, como ahora, todos debemos conocer a Dios más a fondo para amarle con más fuerza y obedecerle más completamente…

“Después de que generaciones de profetas habían intentado enseñar a la familia del hombre la voluntad y el camino de Dios, por lo general con poco éxito, Él, en Su máximo esfuerzo por permitirnos conocerle, envió a la tierra a Su Hijo Unigénito y Perfecto, creado a Su imagen y semejanza, para que sirviera entre mortales y viviera los rigores de la vida cotidiana…

“Jesús… vino… a mejorar la opinión que el hombre tiene de Dios, y a suplicar a los hombres que amen a su Padre Celestial como Él siempre les ha amado y les amará. Ellos tuvieron la oportunidad de comprender el plan de Dios, el poder de Dios, la santidad de Dios, sí, incluso la ira y el juicio de Dios, pero no comprendieron plenamente el amor de Dios y la gran profundidad de Su devoción a Sus hijos, sino hasta que Cristo vino.

“Al alimentar al hambriento, sanar al enfermo, reprender la hipocresía, suplicar por fe, Cristo nos demostraba cómo es el Padre, que es ‘misericordioso y lleno de gracia, tardo en airarse, sufrido y lleno de bondad’ [Lectures on Faith, 1985, pág. 42]. Con Su vida, y especialmente con Su muerte, Cristo declaraba: ‘La compasión que les estoy demostrando es de Dios, así como mía’” (“La grandiosidad de Dios”, Liahona, noviembre de 2003, págs. 70–72).

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Dominio de las Escrituras: Juan 14:6

  1. Memorizar el pasaje de dominio de las Escrituras de Juan 14:6 te ayudará a contestar preguntas como la del principio de esta lección. Memoriza el pasaje repitiéndolo en voz alta varias veces. Después repítelo de memoria a algún familiar o amigo. Luego, escribe He memorizado Juan 14:6 en el diario de estudio de las Escrituras, y pide a quien te oyó recitarlo de memoria que firme tu diario.

Juan 14:15–31

Jesús instruye a Sus apóstoles sobre el modo de mostrar su amor por Él

Piensen en alguien a quien quieran. ¿Cómo demuestras tu amor por esa persona?

Lee Juan 14:15 para saber lo que Jesús dijo a Sus apóstoles que hicieran para mostrar su amor por Él. (Juan 14:15 es un pasaje de dominio de las Escrituras. Si lo deseas, márcalo de una forma especial para poder localizarlo en el futuro).

De acuerdo con lo que Jesús enseñó a Sus apóstoles, completa la siguiente verdad: Mostramos nuestro amor por Jesucristo al .

Piensa en cómo el guardar cada uno de los siguientes mandamientos demuestra tu amor por Jesucristo: santificar el día de reposo, honrar a tu padre y a tu madre, pagar el diezmo y amar al prójimo.

Detente tres o cuatro minutos y piensa detenidamente lo bien que demuestras tu amor por el Salvador al guardar Sus mandamientos.

Lee Lucas 14:16–17, 26 en busca de lo que el Salvador prometió a Sus apóstoles.

La frase “otro Consolador”, que está en el versículo 16, se refiere al Espíritu Santo. Ya que el Salvador había sido un Consolador para Sus apóstoles durante Su ministerio terrenal, llamó al Espíritu Santo otro Consolador. Por alguna razón, el Espíritu Santo no obraba plenamente durante el ministerio terrenal de Jesús, aunque sí lo hacía tanto antes como después del ministerio terrenal del Salvador (véase Bible Dictionary en la edición SUD de la Biblia en inglés, “Holy Ghost”).

El élder Bruce R. McConkie, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó la función del Espíritu Santo como el Consolador:

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Elder Bruce R. McConkie

“En tanto que Jesucristo ha estado con ellos, Él ha sido su Consolador; Él ha hablado paz a sus almas; quienes estaban cargados con los pesares, padecimientos y dificultades del mundo vinieron a Él y hallaron descanso para sus almas. Él consoló a la viuda y fue padre para el huérfano. Sus palabras elevaron las almas creyentes a nuevas alturas de serenidad y paz. Ahora se va, mas enviará a otro Consolador —el Espíritu Santo— para que permanezca con los fieles para siempre.

“Para todos los hombres, salvo para quienes oyeron Su voz en la vida terrenal, el Espíritu Santo es el primer Consolador. Ese miembro de la Trinidad habla paz a las almas de los justos en todas las épocas. El Espíritu Santo ‘es el don de Dios para todos aquellos que lo buscan diligentemente, tanto en tiempos antiguos como en el tiempo en que se manifieste a Sí mismo a los hijos de los hombres’ (1 Nefi 10:17), así como también en los tiempos por venir. Él es el espíritu de verdad —como también lo es Cristo— pero el mundo no puede recibir el Espíritu Santo, porque el Espíritu no morará en tabernáculos impuros” (The Mortal Messiah: From Bethlehem to Calvary, 4 tomos, 1979–1981, tomo IV, págs. 74–75).

Según Juan 14:16–17, 26, ¿cuáles son las tres cosas que el Espíritu Santo puede hacer por nosotros? Para responder la pregunta, completa la siguiente verdad: El Espíritu Santo .

  1. Responde una o más de las siguientes preguntas en el diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿En qué ocasión has sentido que el Espíritu Santo te consolaba?

    2. ¿En qué ocasión has sentido que el Espíritu Santo te enseñaba?

    3. ¿En qué ocasión te ha ayudado el Espíritu Santo a recordar algo?

Lee Juan 14:18–23 en busca de la promesa del Salvador a quienes muestren amor por Él al guardar Sus mandamientos.

De esos versículos aprendemos que si guardamos los mandamientos, el Padre Celestial y Jesucristo estarán con nosotros.

Lee Doctrina y Convenios 130:3 para saber lo que significa que el Padre Celestial y Jesucristo estén con nosotros.

Lee Juan 14:27 para conocer las palabras de aliento del Salvador a Sus apóstoles.

Medita en la diferencia que hay entre la paz que el Salvador brinda y la paz que el mundo ofrece.

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Elder Bruce R. McConkie

El élder McConkie describió la paz que el Salvador ofrece: “[Es] una paz interior que nace de la firme convicción de la divinidad del reino terrenal del Señor; una paz que lleva la certeza de un mundo venidero mejor; una paz que mora en el alma de los hombres aunque estén en medio de la guerra y la conmoción”(Doctrinal New Testament Commentary, 3 tomos, 1965–1973, tomo I, pág. 742).

En Juan 14:28–30 aprendemos que Jesús dijo a Sus apóstoles que debían regocijarse porque Él estaba a punto de dejarlos para regresar a nuestro Padre Celestial. Como lo aclara la Traducción de José Smith, Jesús también les dijo que Satanás no tenía poder sobre Él ya que Él había vencido al mundo, pero que el diablo podría influir en ellos debido a que aún no habían terminado su obra sobre la tierra (véase Traducción de José Smith, Juan 14:30 [en nota a al pie de página de Juan 14:30]).

Lee Juan 14:31 para saber cómo mostró el Salvador Su amor por el Padre. Si lo deseas, marca lo que encuentres.

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Dominio de las Escrituras: Juan 14:15

  1. Fíjate cuánto demoras en memorizar Juan 14:15. Repítelo en voz alta. Luego escríbelo de memoria en el diario de estudio de las Escrituras.

Vuelve a leer Juan 14:31 para ver el ejemplo que Jesucristo nos dio sobre el principio que enseñó en Juan 14:15. Observa las palabras “¡Levantaos, vámonos de aquí!” (Juan 14:31). Es probable que el Salvador se refiriera a salir del aposento alto, donde se había celebrado la Última Cena, para luego a cumplir con Su deber a Dios en Getsemaní y en el Gólgota. El mandamiento más difícil que el Padre dio al Hijo fue que Jesús padeciera y muriera por nosotros (véase 3 Nefi 27:13–14). Piensa en los mandamientos y las normas del Señor que te son difíciles de obedecer. Medita en la forma en que obedecer esos mandamientos muestra tu amor por el Salvador. En tu diario personal, escribe la meta de ser obediente en lo que hayas pensado.

Juan 15:1–11

Jesús explica que Él es la Vid Verdadera

Imagina recordar tu vida dentro de 60 años. Encierra en un círculo cuál de las siguientes palabras te gustaría que describiera mayormente tu vida: exitosa, infeliz, dichosa, útil, improductiva, fructífera, productiva, plena, fracaso.

Jesús utilizó la metáfora de una vid para ayudar a Sus discípulos a entender la manera de tener una vida fructífera, productiva y plena.

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Lee Juan 15:1–5 para ver lo que representan los diferentes elementos de la metáfora.

De esos versículos aprendemos que la viña representa a Jesucristo y los pámpanos, a Sus discípulos. El fruto puede representar las obras y acciones rectas que los discípulos de Jesucristo deben realizar. Escribe los significados junto a los rótulos de la imagen. El labrador que menciona el Salvador en Juan 15:1 es el Padre Celestial. Un labrador es alguien que cuida una viña.

Si quieres, marca cada vez que aparezcan las palabras permaneced o permanece en Juan 15:4–5. La palabra permanecer, tal como se la usa en esos versículos, significa mantenerse firme y permanentemente sujeto a Jesucristo y Su Iglesia.

En Juan 15:5 se nos enseña que si permanecemos en el Salvador, produciremos obras rectas.

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En Juan 15:6–8 aprendemos que el Salvador enseñó que quienes no permanecen en Él son como un pámpano que se ha cortado: se seca y muere. Las personas que permanecen en Jesucristo producen buenas obras que glorifican a Dios.

¿Qué podemos hacer para permanecer en el Salvador o estar firmemente ligados a Él?

Lee Juan 15:9–11 para saber lo que Jesús enseñó a Sus discípulos que hicieran y las bendiciones que recibirían. Si lo deseas, marca lo que encuentres.

El Padre y el Hijo nos aman con un amor perfecto y eterno, y guardar Sus mandamientos nos permite recibir una plenitud de las bendiciones que Ellos desean darnos amorosamente (véanse 1 Nefi 17:35; D. y C. 95:12; 130:20–21).

En Juan 15:10–11 aprendemos que si guardamos los mandamientos, permaneceremos en el amor del Salvador y recibiremos una plenitud de gozo.

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Por qué crees que permanecer en el Salvador nos permite recibir una plenitud de gozo?

    2. ¿Por qué piensas que quienes permanezcan en el Salvador producirán buenas obras?

Piensa en algunas formas en que puedes mantenerte firmemente ligado al Salvador para así recibir mayor gozo.

Juan 15:12–17

Jesús manda a Sus discípulos que se amen el uno al otro

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Elder Russell M. Nelson

El presidente Russell M. Nelson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo: “Sin duda, la mejor evidencia de que adoramos a Jesús es emularlo” (“La misión y el ministerio de Jesucristo”, Liahona, abril de 2013, pág. 24).

Adorar es mostrar gran amor y respeto, y emular significa imitar o copiar.

Lee Juan 15:12 para saber cómo nos pidió el Salvador que lo emuláramos. Si lo deseas, marca lo que encuentres.

Lee Juan 15:13–17 para conocer el modo en que el Salvador nos ha amado. En el versículo 13, si quieres, marca lo que el Salvador dijo que es la manifestación más grande de amor.

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Elder Claudio R. M. Costa

Subraya lo que el élder Claudio R. M. Costa, de la Presidencia de los Setenta, sugirió que hagamos para dar nuestra vida por quienes amamos: “Podemos dar nuestra vida por nuestros seres queridos sin morir físicamente por ellos, sino más bien al vivir por ellos: al dar de nuestro tiempo, al estar siempre presentes en sus vidas, al prestar servicio, al ser amables, cariñosos y al demostrar amor verdadero a los de nuestra familia y a todos los hombres, como lo enseñó el Salvador” (“No dejen para mañana lo que puedan hacer hoy”, Liahona, noviembre de 2007, pág. 74).

Piensa en alguien que haya dado su vida de alguna de esas formas por ti.

Juan 15:18–27

Jesús advierte a Sus discípulos sobre la persecución que sufrirán por testificar de Él

Después de que el Salvador enseñó a Sus discípulos acerca de permanecer en Él y mostrar amor el uno por el otro, les enseñó lo que les sucedería por relacionarse con Él. En Juan 15:18–25 aprendemos que el mundo, o las personas pecaminosas, aborrecerán a los apóstoles. Jesucristo dijo que quienes lo aborrecen también aborrecen al Padre, y que tendrán que rendir cuentas por sus decisiones.

A pesar del odio y de la persecución de los demás hacia Sus discípulos, Jesucristo proporcionó formas de que el mundo recibiera un testimonio de Él. Lee Juan 15:26–27 para buscar a los testigos que darían testimonio de Jesucristo al mundo.

  1. Escribe lo siguiente en el diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Juan 14–15 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: