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Unidad 8, Día 2: Marcos 6–8


Unidad 8: Día 2

Marcos 6–8

Introducción

Jesús fue rechazado en la ciudad en que creció, Nazaret. Envió a los Doce Apóstoles a predicar el Evangelio. Se dio muerte a Juan el Bautista por orden de Herodes Antipas. Jesús alimentó milagrosamente a una multitud de más de cinco mil personas, caminó sobre el agua, calmó una tempestad y sanó a los enfermos. Después sanó compasivamente a una niña poseída por un demonio, al igual que a un hombre que era sordo y tartamudo. Alimentó a cuatro mil personas cerca del mar de Galilea y viajó a Betsaida, donde sanó en etapas a un hombre ciego.

Marcos 6:1–44

Jesús es rechazado en Nazaret y envía a los Doce Apóstoles; se narra la muerte de Juan el Bautista; Jesús alimenta milagrosamente a más de cinco mil personas

Considera la siguiente situación: Un misionero recién llamado está muy nervioso por dejar su hogar y partir a su misión. A esa persona se le dificulta discursar en público y estar en entornos sociales.

¿Qué le dirías a ese joven o a esa jovencita?

Conforme estudies Marcos 6, busca un principio que le sería útil a ese misionero, y a todos nosotros, cuando sentimos que somos inadecuados para hacer lo que el Señor nos ha pedido.

Marcos 6:1–13 relata cómo Jesús fue rechazado en la ciudad en que creció, Nazaret. (Eso se verá con mayor detalle cuando estudies Lucas 4:14–30). Mientras se encontraba ahí, envió a los Doce Apóstoles a predicar el Evangelio de dos en dos. Al predicar el Evangelio, también echaron fuera demonios y sanaron a los enfermos. Marcos también mencionó que los apóstoles del Salvador ungían a los enfermos con aceite.

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man having hands laid on his head

Cuando Herodes Antipas oyó acerca de los muchos milagros que Jesús llevaba a cabo, temió que Juan el Bautista se hubiera levantado de los muertos y estuviera efectuando esos milagros (véase Marcos 6:14). (En Marcos 6:17–29 aprendemos que anteriormente Herodes, para satisfacer a su esposa, había mandado decapitar a Juan el Bautista).

Marcos 6:30–33 relata que los Doce Apóstoles regresaron de predicar el Evangelio, y Jesús y los apóstoles abordaron una barca para viajar a un lugar donde pudieran estar solos y descansar. Sin embargo, la gente de varios pueblos cercanos viajó a donde Jesús llegaría y lo estaban esperando cuando llegó.

Lee Marcos 6:34, para averiguar cómo respondió el Salvador a la multitud, aunque Él y sus discípulos procuraban descansar y estar a solas.

Medita en una experiencia en la que hayas visto un ejemplo actual de alguien que sacrificó tiempo personal para servir a los demás como lo hizo Jesús.

Después de enseñar todo el día a la multitud, el Salvador efectuó un gran milagro. Lee Marcos 6:35–44 y Mateo 14:18 y numera en orden cronológico los siguientes acontecimientos. (Las respuestas se encuentran al final de la lección).

  • El Salvador multiplicó lo que los discípulos llevaron, haciéndolo suficiente y sobrepasando lo que se necesitaba.

  • Los discípulos dijeron que tenían cinco panes y dos pescados.

  • Los discípulos propusieron enviar a la gente a comprar alimento.

  • El Salvador les preguntó a los discípulos qué podían proveer.

  • El Salvador les dijo a los discípulos que alimentaran a la gente.

  • La multitud no tenía nada que comer.

  • El Salvador les pidió a los discípulos que le dieran a Él lo que tenían.

El texto griego de Marcos 6:44 deja claro que la frase “cinco mil hombres” significa cinco mil varones adultos. Entonces, el número de los que fueron alimentados fue mayor, considerando que también estaban presentes mujeres y niños (véase Mateo 14:21).

Presta atención a que antes de efectuar ese milagro, el Salvador primero pidió a Sus discípulos que le dieran a Él los cinco panes y los dos pescados —todo lo que tenían. El Salvador multiplicó esa comida para alimentar a la multitud.

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large multitude on hillside

Un principio que podemos aprender de ese relato es que cuando le brindamos al Salvador todo lo que tenemos, Él puede magnificar nuestra ofrenda para lograr Sus propósitos.

Si bien el Salvador no nos ha pedido que le llevemos toda la comida que tenemos, Él invita a aquellos que procuran cumplir Sus propósitos a que le den todos sus deseos, habilidades, talentos, aptitudes, fortalezas, dones y esfuerzos (véanse 2 Nefi 25:29; Omni 1:26).

  1. Considera nuevamente la situación del misionero nervioso recién llamado que se mencionó anteriormente, y contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. Según el principio que se mencionó, ¿qué crees que ese misionero podría hacer para darle al Salvador todo lo que tenía? ¿Qué crees que haría el Salvador?

    2. ¿Qué otras situaciones podría enfrentar un joven miembro de la Iglesia en las que le puede ser de utilidad conocer ese principio?

    3. ¿Cómo ha magnificado el Señor tus esfuerzos para lograr Sus propósitos?

Marcos 6:45–56

Jesús camina sobre el agua y sana a los enfermos

Marcos 6:45–56 relata que después de alimentar a más de cinco mil personas, Jesús instruyó a Sus discípulos que navegaran en una barca hacia el otro lado del mar de Galilea. Entonces mandó a la multitud que se fuera y Él fue a un monte a orar. Durante la noche surgió una tormenta, y el Salvador contemplaba desde el monte a Sus discípulos que luchaban contra el viento. Entonces caminó sobre el agua hacia ellos y calmó la tormenta. La información en esos versículos se trató anteriormente con más detalle durante tu estudio de Mateo 14.

Marcos 7:1–8:21

Jesús reprende a los fariseos, sana a los afligidos y alimenta a cuatro mil personas

A medida que estudies Marcos 7–8, busca lo que el Salvador nos enseñó que debemos hacer cuando vemos a alguien en necesidad.

En Marcos 7:1–23 leemos que el Salvador reprendió a los fariseos por seguir tradiciones incorrectas y les enseñó a ellos y a Sus discípulos que es “de dentro, del corazón” (Marcos 7:21) que los malos pensamientos y acciones comienzan y, por consiguiente, contaminan a alguien.

El élder Bruce R. McConkie, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente acerca de “la tradición de los ancianos” (Marcos 7:5):

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Elder Bruce R. McConkie

“Con el paso de los años se agregaron a la ley mosaica ordenanzas rabínicas e interpretaciones de los escribas y maestros. Esas tradiciones se consideraban formalmente más importantes y tenían más fuerza vinculante que la ley misma. Entre ellas, como supuestos guardianes en contra de la impureza ceremonial, se encontraban los lavamientos rituales que Jesús y Sus discípulos habían ignorado.

“Ese mismo proceso de transformar la verdad en tradiciones —de cambiar la ley de Dios en ‘las doctrinas y los mandamientos de los hombres’ [Traducción de José Smith, Marcos 7:7, de la versión del rey Santiago de la Biblia en inglés], con las interpretaciones y las modificaciones de maestros no inspirados— es precisamente lo que se llevó a cabo en la gran apostasía de la era cristiana. Los escribas y sacerdotes de la cristiandad primitiva agregaron a las doctrinas puras y sencillas de Cristo cosas tales como: vender indulgencias, que liberaban a los inicuos de sus pecados pasados y los autorizaban a cometer crímenes futuros sin sanción divina; perdonar pecados (supuestamente) por medio de confesiones repetidas y superficiales [no sinceras]; orar a… santos en vez de al Señor; adorar imágenes; …prohibir que los sacerdotes y otros oficiales de la iglesia se casaran… usar títulos ministeriales elaborados, incrementar [aumentar] el tesoro de la iglesia por medio de las apuestas; etc.

“Para algunos, todas estas y muchas otras tradiciones semejantes tienen más importancia que la ley de Dios como la dio originalmente el Maestro. De hecho, en la actualidad la llamada iglesia cristiana está fundada en gran parte en las tradiciones de los ‘ancianos’ en vez de las revelaciones del cielo” (Doctrinal New Testament Commentary, 3 tomos, 1965–1973, tomo I, págs. 366–367).

En Marcos 7:24–30 leemos que Jesús sanó a la hija de una mujer griega, que estaba poseída por un demonio. Recuerda que en ese tiempo, la misión del Salvador era con la casa de Israel, no con los gentiles, y aun así Él ayudó compasivamente a esa mujer gentil que estaba necesitada y tenía fe en Él.

Localiza las ciudades de Tiro y Sidón y el mar de Galilea en Mapas bíblicos Nº 11, “La Tierra Santa en los tiempos del Nuevo Testamento”. Después de que el Salvador se fue de Tiro y de Sidón, viajó al lado este del mar de Galilea, a la región de Decápolis, que era un área habitada principalmente por gentiles.

Lee Marcos 7:31–37 para averiguar cómo el Salvador mostró compasión hacia el hombre que era sordo y que no podía hablar bien.

Lee Marcos 8:1–3 para localizar una necesidad que Jesús observó.

En el versículo 2 presta atención a cómo se sintió el Salvador con respecto a la multitud.

Lee Marcos 8:4–9 para saber qué hizo el Salvador aun cuando no se le había pedido que lo hiciera.

De la compasión y las acciones del Salvador hacia la multitud hambrienta, aprendemos que podemos seguir el ejemplo del Salvador al darnos cuenta de las necesidades de los demás y después ayudarles a satisfacerlas.

La hermana Linda K. Burton, Presidenta General de la Sociedad de Socorro, enseñó que a fin de seguir el ejemplo del Salvador para servir a los hijos de Dios, necesitamos “observar primero y luego… servir” (“Primero observa; luego sirve”, Liahona, noviembre de 2012, pág. 78). Si lo deseas, escribe esa frase en tu ejemplar de las Escrituras junto a Marcos 8:4–9.

Orar y pedir la ayuda del Padre Celestial y el mantener nuestros pensamientos centrados en los demás en vez de en nosotros mismos nos puede ayudar a comprender mejor las necesidades de los demás y ayudar a satisfacerlas. Recuerda que algunas necesidades quizás no sean inmediatamente evidentes.

¿Qué puede interponerse entre nuestra capacidad para fijarnos en las necesidades de los demás y ayudar a satisfacerlas?

Lee la siguiente declaración del presidente Thomas S. Monson:

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President Thomas S. Monson

“¿Cuántas veces se han sentido conmovidos al ver las necesidades de otras personas? ¿Cuántas veces han tenido la intención de ser la persona que ofrece ayuda? Sin embargo, cuántas veces se ha interpuesto el diario vivir, y han dejado que la ayuda la den otros, pensando que ‘seguramente alguien se encargará de esa necesidad’.

“Nos encontramos tan ocupados en la vida cotidiana; no obstante, si diésemos un paso atrás y mirásemos bien lo que estamos haciendo, quizás nos daríamos cuenta de que nos hallamos sumidos en cosas que carecen de importancia. En otras palabras, muchas veces pasamos casi todo el tiempo atareados con cosas que en el gran plan de la vida no tienen demasiada relevancia, y descuidamos lo que es más importante” (“¿Qué he hecho hoy por alguien?” Liahona, noviembre de 2009, pág. 85).

  1. Escribe en tu diario de estudio de las Escrituras sobre alguna ocasión en la que te percataste de una necesidad, hiciste una pausa y ayudaste a alguien. También, escribe acerca de una ocasión en la que alguien percibió una de tus necesidades y te ayudó a satisfacerla.

Ora para estar al tanto de oportunidades que te ayuden a satisfacer las necesidades de otras personas hoy y en el futuro.

En Marcos 8:10–21 leemos que después de alimentar milagrosamente a las cuatro mil personas, Jesús navegó con Sus discípulos a una ciudad llamada Dalmanuta. Ahí los fariseos le pidieron que les mostrara una señal. Jesús se negó a darles una señal, y como aprendemos en la Traducción de José Smith, les enseñó que “señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás; Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra” (Traducción de José Smith, Marcos 8:12; de la versión del rey Santiago de la Biblia en inglés], ).

Marcos 8:22–38

Jesús sana gradualmente a un hombre ciego

En Betsaida, un hombre ciego fue llevado ante el Salvador para ser sanado. Lee Marcos 8:22–26 para saber cómo sanó el Salvador a ese hombre.

Presta atención en el versículo 24 a que después de la primera vez que el Salvador puso Sus manos sobre el hombre ciego, él pudo ver, pero no claramente.

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Jesus laying hands on man’s eyes

Leemos en Marcos 8:25 que después de que el Salvador puso Sus manos sobre el hombre por segunda vez, la visión del hombre fue restaurada completamente.

¿Por qué es importante comprender que algunas bendiciones, tales como el obtener un testimonio del Evangelio o recibir una sanación física o espiritual, con frecuencia vienen gradualmente o en etapas, en vez de inmediata y repentinamente?

En Marcos 8:27–38 leemos la declaración de Pedro de que Jesús es el Cristo. El Salvador les dijo a Sus discípulos que aún no hiciesen pública Su identidad como el Cristo o Mesías. También comenzó a enseñarles acerca de Su inminente sufrimiento y muerte en Jerusalén.

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Marcos 6–8 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro:

  • La secuencia correcta de las respuestas a la actividad de esta lección: 7, 5, 2, 4, 3, 1, 6. (Adaptado de New Testament Teacher Manual [manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 2014], pág. 68).