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Unidad 22, Día 4: 1 Corintios 12–14


Unidad 22: Día 4

1 Corintios 12–14

Introducción

El apóstol Pablo escribió en cuanto los muchos dones del Espíritu. Comparó la Iglesia a un cuerpo físico y explicó que así como el cuerpo necesita cada parte para poder funcionar de manera correcta, la Iglesia necesita que cada uno de sus miembros use sus propios dones del Espíritu para contribuir a ella y para fortalecerla. Pablo aconsejó a los santos que buscaran la caridad y el don espiritual de la profecía.

1 Corintios 12

Pablo enseña en cuanto a los dones espirituales

Lee las siguientes declaraciones y encierra en un círculo la que piensas que es más correcta:

  • Un testimonio se gana.

  • Un testimonio es un don.

Explica tu respuesta:

Al estudiar 1 Corintios 12, busca un principio que te ayude a saber cómo obtener un fuerte testimonio personal de Jesucristo y de Su evangelio.

En 1 Corintios 12:1–2 leemos que el apóstol Pablo quería enseñar a los miembros de la Iglesia de Corinto en cuanto a los dones espirituales.

Lee 1 Corintios 12:3 para determinar cómo podemos saber por nosotros mismos que Jesús es el Señor y Salvador. El profeta José Smith enseñó que la palabra afirmar en 1 Corintios 12:3 se debe entender como saber (véase History of the Church, tomo IV, págs. 602–603).

Utilizando lo que has aprendido en 1 Corintios 12:3, completa la siguiente verdad: Solamente mediante podemos obtener un testimonio personal de que Jesucristo es nuestro Salvador.

El presidente Dieter F. Uchtdorf, de la Primera Presidencia, enseñó en cuanto a nuestra necesidad de recibir un testimonio personal:

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President Dieter F. Uchtdorf

“Un testimonio es una posesión muy preciada, pues no se adquiere sólo mediante la lógica o la razón, no se puede comprar con posesiones terrenales ni se puede dar de regalo, ni se puede heredar de nuestros antepasados. No podemos depender del testimonio de otras personas; sino que debemos saber por nosotros mismos. El presidente Gordon B. Hinckley ha dicho: ‘Todo Santo de los Últimos Días tiene la responsabilidad de llegar a saber por sí mismo, y con certeza, sin lugar a dudas, que Jesús es el Hijo resucitado y viviente del Dios viviente’ (véase “No tengáis miedo de hacer lo bueno”, Liahona, julio de 1983, pág. 124)…

“Recibimos ese testimonio cuando el Espíritu Santo se comunica con nuestro espíritu. Recibiremos una certeza firme y apacible que será la fuente de nuestro testimonio y convicción” (“El poder de un testimonio personal”, Liahona, noviembre de 2006, pág. 38).

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Por qué es importante entender que un testimonio de Jesucristo solo se recibe por medio del Espíritu Santo?

    2. ¿Qué podemos hacer para invitar al Espíritu Santo a nuestra vida y recibir ese testimonio?

Como se encuentra escrito en 1 Corintios 12:4–31, Pablo enseñó a los santos de Corinto que se otorgan muchos dones espirituales para el beneficio de todos los hijos del Padre Celestial y para ayudar a los miembros de la Iglesia a servirse los unos a los otros. Los dones del Espíritu son bendiciones o habilidades que da el Espíritu Santo, y Dios da al menos un don a cada miembro de la Iglesia (véase D. y C. 46:11). Pablo comparó la Iglesia a un cuerpo físico. Al igual que el cuerpo necesita cada parte para poder funcionar de manera correcta, cada miembro de la Iglesia puede usar sus dones espirituales para contribuir a ella y para fortalecerla. Con esa intención, Pablo aconsejó a los santos que “[procuraran], pues, los mejores dones” (1 Corintios 12:31).

1 Corintios 13

Pablo enseña en cuanto a la importancia de tener caridad

Lee las siguientes situaciones hipotéticas y piensa en qué efectos dañinos pueden resultar de esas actitudes o esos comportamientos.

  • Con frecuencia te molesta o te irrita el comportamiento de uno de tus hermanos.

  • Un compañero de clase es grosero contigo, así que piensas que se justifica que tú también seas grosero con él.

  • Tienes envidia de los talentos y los logros de un amigo.

  • A veces te resulta fácil chismear y hablar mal de otras personas de tu cuórum del sacerdocio o de tu clase de las Mujeres Jóvenes.

Al estudiar 1 Corintios 13, busca verdades que te pueden ayudar a evitar actitudes o comportamientos que perturben tu propia felicidad y las relaciones positivas con otras personas.

Lee 1 Corintios 13:1–3 para encontrar un atributo y un don del Espíritu que Pablo tenía en alta estima.

La caridad es “el amor más fuerte, más noble y más elevado, y no tan sólo un sentimiento de afecto” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Caridad”).

Fíjate en estos versículos cómo el apóstol Pablo describió a aquellas personas que tienen otros dones espirituales pero que no tienen caridad (véase también D. y C. 88:125).

Las frases “metal que resuena” y “címbalo que retiñe” en el versículo 1 se refieren a instrumentos que hacen sonidos fuertes. En el contexto de 1 Corintios 13:1, esas frases pueden indicar hablar palabras que están vacías o que no tienen sentido cuando el que las habla no está motivado por la caridad.

Pablo describió las cualidades y las características de la caridad para ayudar a los santos corintios a entender mejor ese don. Lee1 Corintios 13:4–8 y busca las descripciones que hizo Pablo de la caridad. Podrías marcar lo que encuentres.

Piensa en las siguientes explicaciones de las frases que te podrían resultar difíciles de comprender: La frase “es sufrida” (versículo 4) describe a alguien que soporta sus pruebas con paciencia. “… no tiene envidia” (versículo 4) describe a alguien que no está celoso de otras personas. “… no se jacta” (versículo 4) describe a alguien que no es vanidoso. “… no se envanece” (versículo 4), describe la cualidad de ser humilde. “… no se comporta indebidamente” (versículo 5), describe a alguien que no es grosero o desconsiderado. “… no busca lo suyo” (versículo 5) describe la cualidad de poner a Dios y a otras personas antes que a uno mismo. “… no se irrita” (versículo 5) describe a alguien que no se enoja fácilmente. “… todo lo cree” (versículo 7) describe a alguien que acepta toda la verdad.

¿La vida de quién es un ejemplo de todos esos atributos de la caridad que Pablo describió?

En Moroni 7:47 leemos que el profeta Mormón enseñó que “la caridad es el amor puro de Cristo”. Podrías anotar esa definición y la referencia junto a 1 Corintios 13:4–8.

  1. Escoge dos o tres descripciones de caridad de 1 Corintios 13:4–8. En el diario de estudio de las Escrituras, explica de qué manera describen a Jesucristo, y proporciona un ejemplo de Su vida para cada descripción que escojas.

Una verdad que aprendemos de 1 Corintios 13:4–8 es que al procurar obtener el don espiritual de la caridad, llegamos a ser más como nuestro Salvador, Jesucristo.

¿Qué piensas que quiere decir en el versículo 8 que “la caridad nunca deja de ser”?

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Elder Jeffrey R. Holland

El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó una forma en la que la caridad nunca deja de ser: “La vida tiene una porción de temores y fracasos. A veces las cosas se quedan cortas; a veces las personas nos fallan, nuestra economía, nuestros negocios o nuestros gobiernos nos fallan. Pero una hay una cosa en el tiempo y en la eternidad que nunca deja de ser: el amor puro de Cristo” (Christ and the New Covenant, 1997, pág. 337).

En 1 Corintios 13:9–12, leemos lo que el apóstol Pablo enseñó en cuanto a por qué los dones espirituales del conocimiento y de la profecía con el tiempo se desvanecerían. Pablo observó que el conocimiento que está disponible en esta vida es incompleto y que obtendremos un conocimiento perfecto en la eternidad.

Lee 1 Corintios 13:13 para buscar tres dones del Espíritu que Pablo enseñó que permanecen, o sea, que perseveran o que se mantienen constantes.

Según 1 Corintios 13:13, completa la siguiente verdad: ____________________ es el mayor don del Espíritu.

¿Por qué piensas que la caridad es el mayor don del Espíritu?

Como se encuentra escrito en 1 Corintios 14:1, Pablo aconsejó a los santos que “[siguieran] la caridad”. Lee Moroni 7:48 para averiguar lo que Mormón enseñó que su pueblo debía hacer para obtener el don de la caridad.

¿Cómo adquirimos ese y otros dones espirituales? De acuerdo con Mormón, ¿a quién otorga el Padre Celestial el don de la caridad?

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿En qué forma el tener caridad puede mejorar nuestras relaciones con familiares, amigos y compañeros?

    2. ¿Cuándo has visto la caridad en la forma en que alguien te ha tratado a ti o a otras personas?

    3. ¿Cuáles de los atributos de la caridad que se mencionan en 1 Corintios 13:4–7 consideras que son los más difíciles de conseguir? ¿Por qué? Escribe una meta sobre lo que harás para procurar y obtener el don de la caridad.

1 Corintios 14

Pablo enseña que el don de profecía es mayor que el don de lenguas

En 1 Corintios 14:1–3, Pablo aconsejó a los santos que procuraran el don de profecía. Dijo que el don de profecía edifica, o instruye, a otras personas más que el don de lenguas.

“Una profecía consta de palabras o escritos divinamente inspirados, los cuales se reciben mediante la revelación del Espíritu Santo. El testimonio de Jesús es el espíritu de profecía (Apocalipsis 19:10)… Cuando una persona profetiza, habla o escribe aquello que Dios desea que sepa, ya sea para su propio bien o para bien de los demás” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Profecía, profetizar”, scriptures.lds.org).

De 1 Corintios 14:1–3 aprendemos que al enseñar y testificar por inspiración, podemos edificar y consolar a los demás. Una manera en la que podemos exhortar a los demás (véase el versículo 3) es al alentarlos.

Piensa en una ocasión en la que la enseñanza o el testimonio de alguien te haya enseñado, alentado o consolado.

En 1 Corintios 14:4–40, Pablo advirtió a los santos de Corinto en cuanto al don de hablar en lenguas. Advirtió que, si se usaba indebidamente, el don de lenguas no edificaría a la Iglesia, y distraería a los miembros de buscar mejores dones espirituales. Pablo también enseñó que “Dios no es Dios de confusión” (1 Corintios 14:33) y que todas las cosas de la Iglesia se deben hacer en el debido orden.

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado 1 Corintios 12–14 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: