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Unidad 17, Día 3: Hechos 2


Unidad 17: Día 3

Hechos 2

Introducción

Los discípulos fueron llenos del Espíritu Santo en el día de Pentecostés y fueron bendecidos con el don de lenguas al predicar el Evangelio. Pedro proclamó que Jesús es “Señor y Cristo” (Hechos 2:36) e invitó al pueblo a arrepentirse, bautizarse y recibir el don del Espíritu Santo. Unas 3.000 personas se convirtieron y se bautizaron ese día y siguieron fieles en la Iglesia.

Hechos 2:1–13

Los discípulos de Jesucristo son llenos del Espíritu Santo en el día de Pentecostés

Piensa en la oportunidad más reciente que hayas tenido de hablar en la Iglesia, enseñar una lección o compartir el Evangelio con alguien. ¿Qué te resulta difícil con respecto a hablar, enseñar o testificar a los demás acerca del evangelio de Jesucristo?

A medida que estudias Hechos 2:1–13, busca una verdad que pueda ayudarte cuando te sientas ansioso o con temor con respecto a hablar, enseñar o testificar a los demás acerca del Evangelio restaurado.

Alrededor de una semana después de que el Salvador ascendió al cielo, los judíos de muchas naciones fueron a Jerusalén para participar en la Fiesta de Pentecostés, adorar en el templo y dar gracias a Dios. “Como parte de la ley de Moisés, la Fiesta de Pentecostés o de las Primicias se observaba cincuenta días después de la Fiesta de la Pascua (Levítico 23:16). Dicha fiesta celebraba la cosecha, y en el Antiguo Testamento se le llama la fiesta de la siega o la fiesta de las semanas” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Pentecostés”, escrituras.lds.org).

Lee Hechos 2:1–4 para ver lo que los discípulos de Jesucristo experimentaron el día de Pentecostés.

La expresión “lenguas repartidas” hacer referencia a lenguas que están hendidas o bifurcadas o que tienen la apariencia de una llama de fuego. Al derramarse el Espíritu Santo sobre los discípulos, las “lenguas repartidas, como de fuego” (Hechos 2:3) fueron una manifestación de la presencia del Espíritu.

Juan el Bautista había comparado la recepción del Espíritu Santo con un bautismo “de fuego” (Mateo 3:11; Lucas 3:16). En el antiguo Israel, el fuego a menudo simbolizaba la presencia de Dios. La imagen de las “lenguas repartidas”, que se utilizaba para describir el fuego divino en el día de Pentecostés, simbolizó que los discípulos habían recibido el don del Espíritu Santo, que el Salvador había prometido (véase Hechos 1:8).

Lee Hechos 2:5–8 para ver lo que sucedió cuando los discípulos fueron llenos del Espíritu Santo. Imagínate cómo hubiera sido presenciar ese acontecimiento.

Da un vistazo a Hechos 2:9–11 y cuenta los diferentes grupos de personas o las nacionalidades de quienes escucharon a los discípulos hablar en lenguas por el poder del Espíritu Santo. En el mapa siguiente, localiza algunos de los lugares que se mencionan.

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map, eastern Mediterranean

Fíjate en que cada uno de esos grupos escuchó “las maravillas de Dios” predicadas en su propio idioma (Hechos 2:11). En la actualidad, ¿de qué manera pueden las personas en el mundo escuchar las verdades del Evangelio predicadas en su propio idioma?

Como resultado del estar llenos del Espíritu Santo, los discípulos pudieron compartir las verdades del evangelio de Jesucristo con los demás, incluso en los idiomas de origen de las personas a las que estaban enseñando. Una verdad que podemos aprender de ese relato es que cuando estamos llenos del Espíritu Santo, Él nos ayudará a enseñar y testificar a los demás.

Un muestra de esa verdad es cuando el Espíritu Santo nos ayuda a enseñar el Evangelio a los que hablan idiomas distintos al nuestro.

Para comprender mejor lo que significa estar lleno del Espíritu Santo, mira el siguiente dibujo e imagina que tratas de echar agua en los vasos. Observa por qué sería difícil llenar cualquiera de los vasos.

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drawing of cups

Medita en la forma en la que las copas se podrían comparar a las personas y el agua al Espíritu Santo. ¿Qué podrían representar los obstáculos para llenar los vasos? ¿Qué comportamientos y actitudes pueden impedirnos ser llenos del Espíritu Santo?

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Qué puedes hacer para ser lleno del Espíritu Santo para que Él pueda ayudarte a enseñar y testificar a los demás?

    2. ¿De qué maneras te ha ayudado el Espíritu Santo a enseñar el Evangelio o a compartir tu testimonio con los demás?

    3. ¿En qué forma el participar de la Santa Cena permite que el Espíritu Santo esté con nosotros?

En Hechos 2:12–13 leemos que algunos judíos estaban asombrados por lo que escucharon cuando los discípulos hablaron en lenguas, mientras que otros se burlaron de los discípulos al acusarlos de haber bebido demasiado vino.

Hechos 2:14–47

Pedro testifica de Jesucristo y enseña al pueblo cómo obtener la salvación

Lee Hechos 2:14 para ver quién comenzó a enseñar a la multitud.

Imagina que estás en la situación del apóstol Pedro, que se encuentra ante la multitud. ¿Acerca de qué verdades del Evangelio enseñarías y testificarías? ¿Por qué?

Como se encuentra registrado en Hechos 2:15–35, Pedro declaró que el don de lenguas y otras manifestaciones del Espíritu entre los discípulos eran al menos uno de los cumplimientos y significados de la profecía que pronunció el profeta Joel (véase Joel 2:28–32). Luego, Pedro enseñó y testificó al pueblo utilizando algunas de las palabras y salmos del rey David.

El élder Dallin H. Oaks, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó que Joel 2:28–32 es un ejemplo de un pasaje de las Escrituras que puede tener múltiples significados y cumplimientos:

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Elder Dallin H. Oaks

“… muchas de las profecías y los pasajes doctrinales de las Escrituras tienen varios significados…

“[Un] ejemplo de múltiples significados tiene que ver con la profecía que se halla en el libro de Joel, de que en los últimos días el Señor derramará su Espíritu sobre toda carne y que nuestros hijos e hijas profetizarán (véase Joel 2:28). En el día de Pentecostés, el apóstol Pedro declaró que los hechos que habían presenciado eran los que fueron ‘[dichos] por el profeta Joel’ (Hechos 2:16). Mil ochocientos años más tarde, el ángel Moroni citó esa misma profecía y dijo que ‘todavía no se cumplía, pero que se realizaría en breve’ [José Smith—Historia 1:41]” (“Scripture Reading and Revelation”, Ensign, enero de 1995, pág. 8).

Tanto Pedro como Moroni declararon correctamente que la profecía que pronunció el profeta Joel tenía cumplimiento, significado y aplicación para el día de Pentecostés y en los últimos días.

  1. Lee Hechos 2:22–24, 29–33, 36 y contesta las siguientes preguntas en el diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Cuáles son algunas de las verdades importantes acerca de las cuales Pedro enseñó y testificó?

    2. ¿Qué es lo que te llama la atención sobre el testimonio de Pedro a los judíos?

Considera lo que Pedro dijo e hizo cuando se le preguntó acerca de su relación con Jesús la noche en que el Salvador fue arrestado (véase Lucas 22:54–62).

Piensa en la forma en que las palabras y acciones de Pedro en el día de Pentecostés fueron diferentes de las del incidente en el que negó tres veces que conocía a Jesús. ¿Qué piensas que influyó ese cambio en Pedro?

Lee Hechos 2:37 para ver de qué manera las palabras de Pedro tuvieron efecto en la multitud. (Hechos 2:36–38 es un pasaje de dominio de las Escrituras. Si lo deseas, márcala de una forma particular a fin de poder localizarla fácilmente).

Fíjate en la expresión “se compungieron de corazón”, en Hechos 2:37. La palabra compungieron sugiere que las personas sintieron tristeza y remordimiento debido a que los judíos, como pueblo y como nación, habían crucificado a su Señor, Jesucristo. Pedro no estaba dando a entender que el grupo de judíos de varias nacionalidades a los que él estaba enseñando en el día de Pentecostés fueran los responsables de la crucifixión del Salvador.

Según Hechos 2:37, ¿qué pregunta hizo el pueblo? Reflexiona sobre cómo esa pregunta revela que las personas estaban comenzando a experimentar un cambio de corazón.

Lee Hechos 2:38–41y fíjate en lo que Pedro instruyó que las personas hicieran. La palabra perversa significa rebelde o deshonesta.

Según Hechos 2:41, ¿cómo reaccionó el pueblo a las enseñanzas de Pedro y a su invitación de arrepentirse y bautizarse?

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crowd at baptism in river

Muchos recibieron la verdad y fueron bautizados.

Lee Hechos 2:42–47 para averiguar lo que hicieron los nuevos conversos al evangelio de Jesucristo después de que recibieron la verdad por el poder del Espíritu Santo y fueron bautizados.

¿De qué manera demostraron sus acciones que estaban verdaderamente convertidos?

La expresión “el partimiento del pan” (Hechos 2:42) hace referencia a la participación en la ordenanza de la Santa Cena, y tener “en común todas las cosas” (Hechos 2:44) se refiere a que los santos vivían la ley de consagración, la cual incluía el cuidado de los pobres y los necesitados entre ellos.

Recuerda que antes de escuchar y actuar de acuerdo con las palabras de Pedro, esos judíos no habían aceptado a Jesús como su Salvador ni habían seguido Sus enseñanzas. Reflexiona sobre lo mucho que esas personas habían cambiado.

Un principio que podemos aprender de Hechos 2:37–47 es que a medida que recibimos la palabra de Dios por el poder del Espíritu Santo, nuestro corazón cambiará y seremos convertidos a Jesucristo.

  1. Haz lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. Escribe lo que puede hacer una persona para recibir la palabra de Dios por el poder del Espíritu Santo.

    2. Haz la siguiente pregunta a un familiar, amigo o vecino y anota su respuesta (también podrías escribir tu propia respuesta a la pregunta): A medida que has tratado de aprender y vivir las verdades del Evangelio, ¿de qué manera te ha ayudado el Espíritu a cambiar y llegar a convertirte a Jesucristo?

  2. Toma unos minutos para reflexionar profundamente acerca de lo que puedes hacer para recibir mejor las palabras y enseñanzas de Dios por el poder del Espíritu Santo. ¿Qué cambios específicos puedes hacer al procurar actuar según las impresiones que recibes? Anota tus ideas y sentimientos en el diario de estudio de las Escrituras. Establece una meta con respecto a lo que harás esta semana para recibir mejor las palabras y enseñanzas de Dios por el poder del Espíritu Santo.

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scripture mastery icon
Dominio de las Escrituras: Hechos 2:36–38

Vuelve a leer Hechos 2:38 para buscar qué bendición dijo Pedro que recibirían las personas como resultado de arrepentirse de sus pecados y bautizarse.

De ese versículo aprendemos que cuando tenemos fe en Jesucristo, nos arrepentimos y nos bautizamos, estamos preparados para recibir el don del Espíritu Santo. ¿De qué manera el arrepentimiento y el bautismo preparan a una persona para recibir el don del Espíritu Santo? Del Libro de Mormón aprendemos que somos “santificados por la recepción del Espíritu Santo” (3 Nefi 27:20) y que por medio del Espíritu Santo podemos recibir la remisión de nuestros pecados (véase 2 Nefi 31:17).

  1. Compara Hechos 2:36–38 con el cuarto Artículo de Fe. Encuentra en Hechos 2:36–38 las palabras y frases que muestran o enseñan los primeros principios y ordenanzas del Evangelio. Escribe la primera letra de cada palabra de Hechos 2:38 en tu diario de estudio de las Escrituras (por ejemplo, Y P l d: A y b …). Luego utiliza lo que escribiste para ayudarte a memorizar ese versículo del pasaje de dominio de las Escrituras. Recita el versículo hasta que puedas decirlo de memoria. Imagina que invitas a alguien a bautizarse para que pueda gozar del don del Espíritu Santo en su vida.

  2. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Hechos 2 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: