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Bienvenidos al Nuevo Testamento


Bienvenidos al Nuevo Testamento

¿Qué es el Nuevo Testamento?

El Nuevo Testamento contiene los escritos de los primeros apóstoles y discípulos de Jesucristo que escribieron bajo la inspiración del Espíritu Santo. Contiene los cuatro Evangelios, que son los testimonios que Mateo, Marcos, Lucas y Juan tenían de Jesucristo como el Mesías prometido —el Salvador y Redentor— y el Señor resucitado. Los cuatro Evangelios narran partes de la vida de Jesús y son un registro de muchas de Sus enseñanzas. El Nuevo Testamento contiene doctrinas y principios que el Salvador y Sus apóstoles enseñaron para ayudar a los demás a aprender la forma de regresar a vivir con Dios el Padre y obtener la vida eterna. Para los Santos de los Últimos Días, la Biblia, junto con el Libro de Mormón, Doctrina y Convenios, y la Perla de Gran Precio, constituyen las Sagradas Escrituras (véase Artículos de Fe 1:8).

El élder Bruce R. McConkie, del Cuórum de los Doce Apóstoles, resumió el importante contenido del Nuevo Testamento: “El Nuevo Testamento… narra el cumplimiento de las antiguas promesas; relata el nacimiento, ministerio y sacrificio expiatorio del Mesías prometido; expone las doctrinas salvadoras de Su evangelio sempiterno; registra el crecimiento y la expansión de la causa del Evangelio en el día meridiano; predice el alejamiento universal de la fe que una vez se dio a los santos; promete una restauración gloriosa del Evangelio en los últimos días; y profetiza, con imágenes dramáticas y gráficas, los acontecimientos que precederán, que acompañarán y que sucederán a la segunda venida del Hijo del Hombre. Su propósito principal es dar testimonio de Cristo” (A New Witness for the Articles of Faith, 1985, pág. 392).

¿Por qué es importante estudiar el Nuevo Testamento?

Al igual que todas las Escrituras, el Nuevo Testamento enseña y testifica de Jesucristo y de Su divinidad. Juan declaró que su propósito al escribir su Evangelio era persuadir a los demás a “que [crean] que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, [tengan] vida en su nombre” (Juan 20:31). Al estudiar el Nuevo Testamento, aprenderás sobre el notable nacimiento del Salvador, serás testigo de Sus milagros y curaciones, oirás las verdades sublimes de Su evangelio, y revivirás los días de Su sacrificio expiatorio, crucifixión y gloriosa resurrección. A medida que estudies la vida y las enseñanzas del Salvador, aprenderás a acudir a Él para recibir esperanza, perdón, paz y felicidad eternas. Un estudio sincero del Nuevo Testamento puede fortalecer tu fe en Jesucristo y ayudarte a confiar en Sus enseñanzas y expiación.

El élder L. Tom Perry, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó que el Nuevo Testamento “… es el centro de la historia de las Escrituras, tal como el Salvador mismo debe ser el centro de nuestras vidas. ¡Debemos comprometernos a estudiarlo y a atesorarlo!

“Hay perlas invaluables de sabiduría que podemos encontrar en nuestro estudio del Nuevo Testamento” (“El día de reposo y la Santa Cena”, Liahona, mayo de 2011, pág. 6).

Las siguientes son algunas de las invaluables perlas de verdad y sabiduría que se encuentran en el Nuevo Testamento:

  • Jesucristo es “el camino y la verdad y la vida”, y por medio de Él puedes llegar a conocer al Padre Celestial (véase Juan 14:6–7).

  • El Espíritu Santo es “el Consolador… [quien te] enseñará todas las cosas, y [te] recordará todo” (Juan 14:26).

  • Los discípulos de Jesucristo tienen la responsabilidad de proclamar el Evangelio en todo el mundo (véase Mateo 28:19).

  • El Salvador continúa dirigiendo Su Iglesia mediante la revelación que da a Sus siervos escogidos (véase Hechos 1:2).

  • Eres progenie, o hijo, de Dios (véase Hechos 17:28–29).

  • Debido a la resurrección del Salvador, todos triunfarán sobre la muerte y vivirán de nuevo(1 Corintios 15:21–26).

  • Si careces de sabiduría, puedes preguntar a Dios en oración, y Él te responderá (véase Santiago 1:5–6).

  • Los santos fieles que venzan la maldad recibirán la vida eterna (véase Apocalipsis 3).

Una experiencia de la vida del profeta José Smith proporciona un ejemplo de cómo el estudio del Nuevo Testamento puede influir y afectar tu vida. Cuando era joven, José luchó bajo la dificultad de saber por sí mismo cuál de las iglesias estaba en lo cierto. Acudió a la Biblia, y un día leyó un pasaje en Santiago 1:5. Más tarde escribió: “Ningún pasaje de las Escrituras jamás penetró el corazón de un hombre con más fuerza que este en esta ocasión, el mío. Pareció introducirse con inmenso poder en cada fibra de mi corazón. Lo medité repetidas veces” (José Smith—Historia 1:12).

Después de leer y reflexionar en esas palabras del Nuevo Testamento, José decidió actuar con respecto a la verdad que aprendió y de preguntarle a Dios, como enseñó Santiago. Su decisión dio como resultado su extraordinaria Primera Visión. A medida que estudies con diligencia el Nuevo Testamento, tú también podrás sentir que el Espíritu Santo te toca el corazón y te ayuda a reconocer maneras de aplicar esas doctrinas y principios en tu vida.

A medida que estudies con oración el Nuevo Testamento, actúa conforme a las impresiones del Espíritu Santo. Al hacerlo, puedes llegar a convertirte más plenamente al Señor. La verdadera conversión se logra al continuar actuando de acuerdo con las doctrinas que sabes que son verdaderas y guardas los mandamientos, día a día, mes tras mes, durante el resto de tu vida.

Acerca del Nuevo Testamento

La Biblia no es un libro; es una colección de libros. El término griego del cual se deriva la palabra biblia significa “los libros”. “La Biblia cristiana contiene dos partes, conocidas familiarmente como el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Biblia”, scriptures.lds.org). La palabra que se tradujo como testamento también se podría traducir como convenio. Es por eso que el Nuevo Testamento es el nuevo convenio.

En el contexto del Evangelio, un convenio es un acuerdo especial entre el Señor y una persona o un grupo. El Antiguo Convenio, o el viejo convenio, es la ley que el Señor dio a Su pueblo en la antigüedad. “Cuando el Salvador vino en el meridiano de los tiempos, Él restauró el evangelio a los judíos en Palestina. Ya que se habían desviado, incluso de la ley de Moisés, era un nuevo convenio para ellos” (Bible Dictionary, “Bible”).

El Nuevo Testamento se divide comúnmente en los Evangelios, los Hechos de los Apóstoles, las epístolas de Pablo, las epístolas universales, y el libro de Apocalipsis.

  1. Los Evangelios. A los libros de Mateo, Marcos, Lucas y Juan se les llama los Evangelios, y cada uno lleva el nombre de su autor. La palabra Evangelio significa “buenas nuevas”. Aunque los cuatro Evangelios varían en detalles y en perspectiva, todos ellos narran acontecimientos de la vida del Salvador y de Su ministerio terrenal entre los judíos. Los cuatro Evangelios enseñan y testifican que Jesucristo es el Hijo de Dios y el Salvador del mundo. “Los registros de Mateo, Marcos y Lucas presentan una recopilación algo similar de material y tienen bastante fraseología en común, al igual que ideas principales similares, y por lo tanto a veces se los denomina los ‘Evangelios Sinópticos’ (que significa ‘similar’). Aun así, cada uno de ellos es único y contiene muchos detalles que no aparecen en los otros. El registro de Juan es bastante diferente de los otros tres en vocabulario, fraseología y presentación de los acontecimientos” (Bible Dictionary, “Gospels”).

  2. Los Hechos de los Apóstoles. Pablo escribió Los Hechos de los Apóstoles, y es un relato del crecimiento de la Iglesia bajo la dirección de Pedro y de los otros apóstoles (véase Bible Dictionary, “Acts of the Apostles”).

  3. Las epístolas de Pablo. Las epístolas, o cartas, de Pablo llevan el nombre de la rama de la Iglesia o de la persona o grupo a quien se escribió la carta. Las epístolas de Pablo están organizadas “por su extensión y en orden descendente, de la más larga (Romanos) a las más breve (Filemón). Hay una excepción a la regla en el caso de la epístola a los Hebreos, que se colocó en último lugar ya que algunas personas han cuestionado si la escribió Pablo o no” (Bible Dictionary, “Pauline Epistles” [en inglés]).

  4. Las epístolas universales. A los libros de Santiago hasta Judas a menudo se les llama las epístolas universales, ya que, con excepción de 2 y 3 Juan, no están dirigidas a ninguna persona o rama específica de la Iglesia. Llevan el nombre de sus autores. (Véase Bible Dictionary, “General Epistles”, en inglés).

  5. El libro de Apocalipsis. El libro de Apocalipsis lo escribió el apóstol Juan, quien también escribió el Evangelio y las epístolas que llevan su nombre. Es el relato que hizo Juan de una revelación que recibió del Señor. (Véase Bible Dictionary, “Revelation of John”, en inglés).

La Traducción de José Smith y José Smith–Mateo

El Señor mandó al profeta José Smith que hiciera una traducción, o revisión, de la Versión del Rey Santiago de la Biblia. La Traducción de José Smith, (que a veces se abrevia TJS) no es una traducción de la Biblia de un idioma a otro; más bien, contiene cambios que el Señor inspiró al profeta que hiciera en el texto de la Biblia.

José Smith comenzó su traducción en junio de 1830 y la completó en julio de 1833, aunque siguió haciendo modificaciones al manuscrito hasta poco antes de su muerte en 1844 (véase Bible Dictionary, “Joseph Smith Translation”, en inglés). Mientras que algunas partes de la traducción del profeta José Smith se publicaron durante su vida, la traducción inspirada completa de la Biblia la publicó por primera vez en 1867 la Iglesia Reorganizada de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (ahora conocida como la Comunidad de Cristo). Desde 1979, en la edición Santo de los Últimos Días en inglés de la Versión del Rey Santiago de la Biblia se hallan cientos de pasajes doctrinalmente significativos de la Traducción de José Smith en las notas al pie de página y en el apéndice. (Véase de Robert J. Matthews, “Joseph Smith’s Efforts to Publish His Bible ‘Translation’”, Ensign, enero de 1983, págs. 57–64; Guía para el Estudio de las Escrituras, “José Smith, Traducción de [TJS]”). Desde 2009, en la edición Santo de los Últimos Días de la Biblia en español, versión Reina-Valera, también se encuentran pasajes en las notas al pie de página y en el apéndice. En 2015 se publicó la edición Santo de los Últimos Días de la Biblia en portugués.

José Smith—Mateo, en la Perla de Gran Precio, es un extracto de la Traducción de José Smith (Traducción de José Smith, Mateo 23:39–24:55). Es la traducción inspirada de Mateo 23:39–24:55.

La Traducción de José Smith contribuye a nuestra comprensión del Nuevo Testamento al restaurar algunas de las verdades claras y preciosas que se perdieron de la Biblia (véase 1 Nefi 13:20–41) y al añadir los comentarios y aclaraciones del Señor.