Mateo 5–7 da cuenta de un sermón que el Salvador predicó al inicio de Su ministerio. Este se ha llegado a conocer como el Sermón del Monte. Esta lección abarca Mateo 5, que contiene algunos principios que el Salvador enseñó y que conducen a la felicidad. Él además mandó a Sus discípulos que fueran un ejemplo de rectitud y enseñó la ley mayor.
El Salvador comienza el Sermón del Monte al enseñar las Bienaventuranzas
Imagen
Sermon on the Mount
Jesús enseña el Sermón del Monte
¿Cómo responderías las siguientes preguntas? ¿Eres feliz? ¿Por qué sí o por qué no?
Marca lo que el presidente Dieter F. Uchtdorf, de la Primera Presidencia, dijo sobre la felicidad:
Imagen
President Dieter F. Uchtdorf
“Tan a menudo caemos en la ilusión de que hay algo que no llegamos a alcanzar y que nos traería felicidad: una mejor situación familiar, una mejor situación económica o el final de una prueba difícil…
“Las circunstancias externas realmente no importan ni determinan nuestra felicidad…
“Nosotros sí importamos. Nosotros determinamos nuestra felicidad” (“Lamentos y resoluciones”, Liahona, noviembre de 2012, pág. 23).
Al estudiar Mateo 5, busca principios que ten ayuden a entender lo que brinda la verdadera felicidad.
Lee detenidamente Mateo 5:3–11 en busca de las palabras que se repitan al inicio de cada versículo (si lo deseas, marca la definición de la palabra bienaventurados, que se halla en Mateo 5:3, nota aal pie de página).
Ya que la palabra bienaventurado se traduce del término latino beatus, que significa ser afortunado o feliz, por lo general, a esos versículos se le llama las Bienaventuranzas, vocablo que deriva del español “bienaventurado” (ser feliz o próspero).
Al visitar a los nefitas, Jesucristo predicó un sermón que es similar al Sermón del Monte, que está en Mateo 5. Como introducción al sermón que predicó a los nefitas, el Salvador explicó que la manera de venir a Él es mediante el bautismo y la recepción del Espíritu Santo (véase 3 Nefi 12:1–2). Las Bienaventuranzas que se hallan en Mateo 5:1–12 y 3 Nefi 12:1–12 nos ofrecen el camino para saber cómo venir a Él.
Lee 3 Nefi 12:3–6 para determinar el modo en que el mensaje del Señor que está en esos versículos nos brinda un mayor entendimiento de los pasajes de Mateo 5:3–6.
Escoge una de las Bienaventuranzas de Mateo 5:3–12. En el diario de estudio de las Escrituras, redacta un breve discurso sobre dicha bienaventuranza (si quieres, incluye ideas de 3 Nefi 12). El discurso debe contener lo siguiente:
Indica la bendición que se nos promete por obedecer la bienaventuranza.
Sugiere algunas formas específicas en que podemos vivir de acuerdo con la bienaventuranza.
Expliquen cómo vivir de acuerdo con esa bienaventuranza puede brindarnos felicidad. Si lo deseas, también podrías compartir alguna experiencia que ilustre cómo esa bienaventuranza te ha brindado felicidad.
Quizás hayas notado que cada una de las Bienaventuranzas enseña sobre atributos de Jesucristo. Al vivir de acuerdo con esas enseñanzas, podemos llegar a ser más semejantes a Él. En Mateo 5 aprendemos que a medida que cultivamos atributos cristianos, hallaremos mayor felicidad.
Escoge un atributo de las Bienaventuranzas y fija una meta que te ayude a adquirir ese atributo.
Jesucristo manda a Sus discípulos que sean un ejemplo de rectitud
Piensa en alguien que conozcas, como un familiar o amigo, que sería bendecido por acercarse más al Padre Celestial. Mientras estudies Mateo 5, busca principios que puedan guiarte conforme trates de ayudar a esa persona.
Imagen
salt and shaker
Escribe todos los usos de la sal que puedas recordar:
Amplía la lista después de leer lo que el élder Carlos E. Asay, de los Setenta, dijo sobre la sal:
Imagen
Elder Carlos E. Asay
“[La sal] es fundamental para la salud; las células orgánicas deben contar con ella para poder vivir y funcionar; tiene propiedades antisépticas, es decir, mata los gérmenes; sirve para preservar; es un ingrediente de muchos alimentos y productos. Además, se calcula que la sal tiene más de 14.000 formas…
“La sal… que… tiene sabor… es limpia, pura, incontaminada y útil. En este estado o condición, la sal preserva, sazona, sana y cumple con otras útiles funciones” (véase “La sal de la tierra” , Liahona, julio de 1980, págs. 67, 68).
Lee Mateo 5:13 para saber a quién comparó el Salvador con la sal.
Piensa en el modo en que los discípulos de Jesucristo pueden demostrar las mismas características de la sal en buen estado.
Según el versículo 13, ¿qué ocurre cuándo la sal pierde el sabor?
La palabra sabor no solo se refiere al gusto de esta, sino también a sus cualidades exclusivas que la convierten en una sustancia que sana y preserva.
¿Qué creen que hace que la sal pierda el sabor?
La sal pierde el sabor cuando se mezcla con otros elementos (como la tierra, por ejemplo) y se contamina.
Si la sal representa los discípulos de Jesucristo, ¿qué podrían representar la tierra u otra sustancia contaminante?
De las enseñanzas del Salvador aprendemos que contaminarnos con los pecados del mundo puede impedir que seamos una bendición para otras personas. Si lo deseas, escribe ese principio en el margen de tus Escrituras, cerca de Mateo 5:13.
Imagen
Elder Carlos E. Asay
El élder Asay también nos aconsejó para ayudarnos a evitar contaminarnos con los pecados del mundo: “Quisiera ofrecerles unas pautas sencillas… como medio para que preserven el sabor: Si no es limpio, no lo piensen; si no es verdadero, no lo digan; si no es bueno, no lo hagan“ (véase “La sal de la tierra”, pág. 68).
Piensa en lo que podrías hacer hoy para evitar contaminarte con los pecados del mundo. Recuerda que mediante la fe en Jesucristo y el arrepentimiento puedes llegar a purificarte de cualquier pecado que hayas cometido.
Lee Mateo 5:14–16 y observa cómo el Salvador comparó a Sus discípulos con una vela (Mateo 5:14–16 es un pasaje de dominio de las Escrituras; Sería bueno que lo marcaras de un modo especial para que puedas ubicarlo más adelante.)
En el diario de estudio de las Escrituras, haz un dibujo sencillo de una vela y contesta lo siguiente:
¿Qué significa “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres”?
¿Por qué crees que es importante seguir el mandamiento del Señor que está en Mateo 5:14–16 de ser un ejemplo de rectitud?
En esos versículos aprendemos que nuestro ejemplo recto puede instar a otras personas a acercarse más al Padre Celestial. Podrías anotar ese principio en tu ejemplar de las Escrituras.
Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿En qué oportunidad alguien ha sido un ejemplo de rectitud que les ha ayudado a acercarse más al Padre Celestial?
Medita en lo que puedes hacer tú para dar un mejor ejemplo a tu familia y amigos.
Jesucristo enseña a Sus discípulos cómo llegar a ser perfectos como el Padre Celestial
En Mateo 5:17–20 leemos que Jesucristo enseñó que Él no venía a abrogar (eliminar) las verdades eternas de la Ley de Moisés. Más bien, venía a restaurar la plenitud del Evangelio que se había perdido por la iniquidad y apostasía, a corregir las falsas enseñanzas, y a cumplir las profecías hechas por los profetas del Antiguo Testamento.
Mateo 5:21–48 indica que el Salvador habló sobre diversas leyes y tradiciones que los judíos habían adquirido o agregado a la Ley de Moisés. Al explicar el verdadero significado de las leyes, enseñó una forma de vida más elevada. Los miembros del reino de Dios deben vivir esa ley más elevada. Para ayudarte a distinguir lo que Jesucristo enseñó a Sus discípulos sobre esa ley mayor, realiza la siguiente actividad de emparejamiento:
Vivir la ley solamente al pie de la letra
Modo en que los discípulos de Jesucristo deben vivir
Mientras tengas una “carta” de divorcio, está bien divorciarte de tu esposa (véase Mateo 5:31–32).
Solamente cumplirás los juramentos que hayas hecho en el nombre del Señor (véase Mateo 5:33–37).
“Ojo por ojo, y diente por diente” (véase Mateo 5:38–42).
Solamente debes amar a tu prójimo (véase Mateo 5:43–47).
No deben hacerte falta los juramentos; tu palabra debe bastar.
Ama a tus enemigos.
No te divorcies, excepto por causa de adulterio.
No te enojes.
Vuelve la otra mejilla.
No cometas adulterio en tu corazón al alimentar pensamientos lujuriosos.
Repasa las verdades que has aprendido durante la lección. En renglones separados del diario de estudio de las Escrituras, escribe las palabras Comenzar, Dejar y Seguir. Evalúa tu vida y escoge algo que quieras comenzar a hacer, algo que quieras dejar de hacer y algo que quieras seguir haciendo a fin de aplicar lo que has aprendido en la lección. Junto a la palabra que corresponda en el diario de estudio de las Escrituras, escribe lo que has decidido comenzar a hacer y aquello que has decidido seguir haciendo. Coloca una marca de verificación junto a la palabra Dejar para indicar que has escogido algo que dejarás de hacer.
Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado Mateo 5 y he terminado esta lección el (fecha).s
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: