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Unidad 19, Día 2: Hechos 15


Unidad 19: Día 2

Hechos 15

Introducción

Algunos miembros de la Iglesia de Judea viajaron a Antioquía y enseñaron a los gentiles conversos que debían circuncidarse para ser salvos. Pablo y Bernabé presentaron el asunto a los apóstoles en Jerusalén; ese acontecimiento, al que en ocasiones se llama la Conferencia Apostólica [o el Concilio de Jerusalén] se realizó en el 49–50 d. C., aproximadamente. En la conferencia, Pedro dio testimonio de que Dios salvaría a los judíos y gentiles fieles, sin importar si estuviesen circuncidados. Jacobo [Santiago] ratificó las palabras de Pedro valiéndose de las Escrituras. Los apóstoles enviaron cartas a los miembros de la Iglesia de Antioquía, Siria y Cilicia para explicar que la circuncisión no era necesaria para la salvación. Pablo escogió a Silas como compañero de misión y ambos se embarcaron en una segunda misión.

Hechos 15:1–29

Mediante palabras de consejo inspiradas, Pedro y otros apóstoles determinan que la circuncisión ya no es obligatoria

Escribe al menos cinco decisiones importantes que deberás tomar ahora y en el futuro:

Piensa en cómo contestarías las siguientes preguntas:

  • ¿Por qué es prudente procurar la ayuda de Dios al tomar decisiones importantes?

  • ¿Qué puedes hacer para conocer cuál es la voluntad de Dios para ti?

Al estudiar Hechos 15, busca verdades que puedan guiarte al procurar conocer la voluntad de Dios para ti.

Para comprender mejor Hechos 15 es importante saber que, mientras Pablo y Bernabé visitaban a los santos de Antioquía, algunos judíos de Judea que se habían convertido al cristianismo hicieron ciertas afirmaciones sobre lo que los gentiles conversos debían hacer para ser salvos. A esos hombres y a otras personas semejantes a ellos se les ha llegado a conocer como “judaizantes” debido a que insistían en que los gentiles conversos también debían convertirse al judaísmo.

Lee Hechos 15:1 para saber lo que aquellos hombres de Judea afirmaban que todos los conversos gentiles debían hacer para ser salvos.

Como parte del convenio que concertó con Abraham, Dios mandó que se circuncidara a todo varón que entrara en el convenio con Él. “Para realizar la circuncisión, se cortaba la carne del prepucio de los varones, tanto los infantes como los adultos. Aquellos que la recibían gozaban de los privilegios del convenio y tomaban sobre sí las responsabilidades de éste” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Circuncisión”scriptures.lds.org). La circuncisión llegó a ser una señal o un recordatorio del convenio que el pueblo había hecho con Dios. Aquella práctica se reinstituyó en la época de Moisés y continuó entre quienes pertenecían a la casa de Israel creyente hasta los tiempos del Salvador.

Lee Hechos 15:2–3 para conocer lo que sucedió después que Pablo y Bernabé oyeron la afirmación de esos hombres de que los conversos gentiles tenían que circuncidarse. Las palabras “una disensión y contienda no pequeña… con ellos” (Hechos 15:2) significa que los miembros de la Iglesia discutieron con Pablo y Bernabé al afirmar que los gentiles tenían que circuncidarse.

Según el versículo 2, ¿qué dispusieron que debía hacerse?

Lee Hechos 15:4–6 para averiguar lo que sucedió cuando Pablo y las otras personas llegaron a Jerusalén. Las palabras “para examinar este asunto”, en el versículo 6, se refieren a deliberar juntos en consejo.

Lee Hechos 15:7–11 para saber lo que Pedro dijo al consejo. La expresión “y tras mucha discusión”, que está en el versículo 7 significa que los apóstoles habían debatido mucho la cuestión de la circuncisión.

  1. Contesta la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Qué crees que Pedro quiso decir cuando dijo que Dios “ninguna diferencia hizo entre nosotros [los conversos judíos] y ellos [los conversos gentiles]” (Hechos 15:9)?

Pedro era el apóstol de mayor antigüedad sobre la tierra y, por lo tanto, estaba autorizado para hablar en nombre del Señor. La declaración inspirada de Pedro de que los Gentiles no tenían que circuncidarse es un ejemplo de cómo el Señor guía Su Iglesia al revelar Su voluntad a Sus apóstoles (véase Hechos 1:2).

En esos versículos aprendemos las siguientes verdades: Podemos conocer la voluntad del Señor por medio de Sus profetas y apóstoles vivientes. Podrías escribir o marcar esa verdad en tus Escrituras, cerca de Hechos 15:6–7.

En la actualidad, ¿cuáles son algunas formas en que los apóstoles vivientes nos ayudan a conocer las revelaciones que han recibido?

Lee Hechos 15:12–15 para determinar cómo reaccionó la multitud a la declaración de Pedro de que la circuncisión ya no era necesaria para la salvación.

Pedro presidió la conferencia y, al parecer, Jacobo dirigió la reunión. Jacobo era medio hermano de Jesucristo y el primer obispo de la congregación de la Iglesia en Jerusalén. Tal como se indica en Hechos 15:16–18, Jacobo citó al profeta Amós (véase Amós 9:11–12) para mostrar que la declaración de Pedro concordaba con las palabras de los profetas, como constaba en las Escrituras.

Según lo que Jacobo enseñó, aprendemos la siguiente verdad: Podemos conocer la voluntad del Señor mediante el estudio de las Escrituras. Podrías escribir o marcar esa verdad en tus Escrituras junto a Hechos 15:15–18.

Lee Hechos 15:19–20 para conocer lo que Jacobo aconsejó que hicieran los líderes de la Iglesia.

La palabra juzgo, en el versículo 19, significa propongo o recomiendo. Jacobo expresaba su apoyo a las normas que Pedro, quien presidía la Iglesia, había anunciado en Hechos 15:7–11 (véase Bruce R. McConkie, Doctrinal New Testament Commentary, 3. tomos, 1965–1973, tomo II, pág. 143). En Hechos 15:20, observa las partes de la ley de Moisés que Jacobo dijo que los conversos debían seguir cumpliendo.

Lee Hechos 15:22–27 para ver la decisión del consejo.

El consejo decidió enviar cartas a los miembros de la Iglesia a fin de declararles que la circuncisión no era requisito para la salvación y que esta era la decisión unánime de los apóstoles. La Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles observan esas mismas prácticas en nuestra época para proporcionar guía inspirada a los miembros de la Iglesia.

De los sucesos que se narran en Hechos 15 aprendemos la siguiente verdad: Al deliberar en consejo y procurar revelación de Dios, los líderes de la Iglesia reciben inspiración sobre los problemas difíciles.

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Elder D. Todd Christofferson

Para comprender mejor cómo se aplica esa verdad a la Iglesia hoy en día, considera las siguientes palabras del élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles. Tras usar como ejemplo Hechos 10 y Hechos 15 para ilustrar cómo el Salvador puede “dirigirse Él mismo a Sus siervos en forma individual o en consejo”, el élder Christofferson dijo: “Hoy día se siguen esos mismos modelos en la Iglesia restaurada de Jesucristo. El Presidente de la Iglesia puede anunciar o interpretar doctrinas basadas en la revelación que haya recibido (véase, por ejemplo, D. y C. 138). La interpretación doctrinal también se puede recibir por medio del consejo combinado de la Primera Presidencia y del Cuórum de los Doce Apóstoles (véase, por ejemplo, Declaración Oficial 2). Las deliberaciones en consejo incluirán con frecuencia la consideración de los libros canónicos, las enseñanzas de los líderes de la Iglesia y prácticas anteriores. Pero al final, al igual que en la Iglesia del Nuevo Testamento, el objetivo no es simplemente lograr el consenso entre los miembros del consejo, sino la revelación de Dios. Es un proceso en el que se toma en cuenta tanto la razón como la fe para obtener la disposición y la voluntad del Señor” (véase “La doctrina de Cristo”, Liahona, mayo de 2012, págs. 87, 88).

Lee Hechos 15:28–29 para averiguar lo que los apóstoles y ancianos escribieron en las cartas dirigidas a los miembros de la Iglesia. La expresión “no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias”, que está en el versículo 28, significa que la gente no tenía que obedecer ningún requisito adicional que procediera de personas y no de Dios.

Según Hechos 15:28, ¿cómo conocían los apóstoles la voluntad de Dios concerniente a los requisitos para los conversos gentiles?

El Espíritu Santo no solo había inspirado a los apóstoles mientras deliberaban en consejo, sino que también les había confirmado que su decisión era correcta. En Hechos 15:28 aprendemos que una forma en que podemos conocer la voluntad del Señor es mediante la inspiración del Espíritu Santo.

  1. Repasa la lista de decisiones importantes que hiciste al comenzar la lección. En el diario de estudio de las Escrituras, explica cómo utilizarás las palabras de los profetas modernos y de las Escrituras para recibir la guía del Señor en tus circunstancias actuales y futuras.

Hechos 15:30–41

Pablo y otras personas entregan la carta de los apóstoles a los miembros de la Iglesia de Antioquía

En Hechos 15:30–41 se explica que varios líderes de la Iglesia entregaron la carta de los apóstoles a los miembros de la Iglesia de Antioquía. Luego, tras predicar en Antioquía, Pablo pidió a Bernabé que lo acompañara a visitar los lugares donde habían predicado durante su primera misión. Bernabé quería que Marcos fuera con ellos, pero Pablo se negó porque este los había dejado durante la primera misión. Después hubo cierta contención entre esos dos nobles líderes de la Iglesia, que se resolvió cuando Bernabé decidió ir con Marcos a Chipre, y Pablo eligió a Silas como compañero de misión y partió en su segunda misión.

No es pecado estar en desacuerdo con otras personas. Cuando se ilustra en este relato, en vez de ser contenciosos debemos procurar hallar soluciones a nuestros desacuerdos juntos.

  1. Escribe lo siguiente en el diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Hechos 15 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: