El apóstol Pedro instó a los santos a estar preparados siempre para testificar de Jesucristo y vivir con rectitud a fin de eliminar las falsas acusaciones hechas contra ellos. Enseñó que Jesucristo predicó el Evangelio en el mundo de los espíritus tras Su muerte. Además, Pedro aconsejó a los ancianos [élderes] de la Iglesia que velaran por la grey de Dios con el mismo cuidado que tendría Jesucristo, el Príncipe de los Pastores.
Pedro aconseja a los santos estar unidos en rectitud y siempre preparados para testificar de Cristo
Lee el siguiente relato que pronunció el presidente Thomas S. Monson:
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President Thomas S. Monson
“Tendremos oportunidades a lo largo de nuestra vida para compartir nuestras creencias, aunque no siempre sabemos cuándo seremos llamados a hacerlo. Esa oportunidad me llegó en 1957 cuando trabajaba en una editorial y me pidieron que fuera a Dallas, Texas, [EE. UU.,] también conocida como ‘la ciudad de las iglesias’, para hablar en una convención de negocios. Después del cierre de la convención, hice un recorrido turístico en autobús por las afueras de la ciudad. A medida que pasábamos por varias iglesias, nuestro chofer comentaba: ‘A la izquierda está la iglesia metodista’ o ‘allí, a la derecha está la catedral católica’.
“Al pasar por un hermoso edificio de ladrillos rojos situado en una colina, el chofer exclamó: ‘Ése es el edificio donde se reúnen los mormones’. Una señora desde el fondo del autobús dijo: ‘Chofer, ¿nos puede decir algo más acerca de los mormones?’.
“El chofer detuvo el autobús a un lado de la calle, se dio vuelta y respondió: ‘Señora, todo lo que sé de los mormones es que se reúnen en ese edificio de ladrillos rojos. ¿Hay alguien en este autobús que sepa algo acerca de los mormones?’” (“Atrévete a lo correcto aunque solo estés”,Liahona, noviembre de 2011, pág. 67).
Si hubieras estado en aquel autobús, ¿qué hubieras hecho o dicho?
¿De qué modo esa clase de oportunidad podría resultarte emocionante? ¿De qué manera podría resultarte difícil?
Al estudiar 1 Pedro 1–17, busca algún principio que pueda ayudarte cuando tengas la oportunidad de compartir el Evangelio.
En 1 Pedro 3:1–11, leemos que el apóstol Pedro exhortó a las esposas a ayudar a conducir al marido no creyente a Cristo mediante sus comportamientos rectos. Aconsejó a los maridos honrar a sus esposas. También aconsejó a los miembros a “[ser]… de un mismo sentir” (véase 1 Pedro 3:8) y a vivir de acuerdo con las normas del Evangelio.
Lee 1 Pedro 3:14–16 para saber lo que Pedro aconsejó a los santos que hicieran cuando hallaran personas que cuestionaran sus creencias o los persiguieran a causa de ellas.
La palabra responder, en el versículo 15, también puede traducirse como “defender” (véase la nota b al pie de página de 1 Pedro 3:15). Pedro exhortó a los santos a compartir y defender sus creencias religiosas. Además, observa que Pedro sugirió que lo hicieran con mansedumbre y reverencia. Mansedumbre significa amabilidad, humildad y paciencia (véase la Guía para el Estudio de las Escrituras, “Mansedumbre, Manso”scriptures.lds.org). La palabra reverencia significa veneración o respeto (véase la nota a al pie de página de 1 Pedro 3:15).
Una verdad que podemos aprender en 1 Pedro 3:15 es que como discípulos de Jesucristo, debemos esforzarnos por estar preparados siempre para compartir y defender nuestras creencias con mansedumbre y reverencia. Podrías escribir o resaltar esa verdad en tus Escrituras junto a 1 Pedro 3:15.
Lee el resto del relato del presidente Monson sobre lo que sucedió en el autobús:
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President Thomas S. Monson
“Esperé a que alguien respondiera. Contemplé la expresión en el rostro de cada persona esperando alguna señal de conocimiento, algún deseo de decir algo. Y nada. Me di cuenta que dependía de mí hacer lo que el apóstol Pedro enseñó: ‘… estad siempre preparados para responder con mansedumbre y reverencia a cada uno que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros’. También me di cuenta de la verdad del adagio que dice: ‘Cuando el momento de la decisión ha llegado, el tiempo de la preparación ha pasado’.
“Durante los siguientes 15 minutos más o menos, tuve el privilegio de compartir mi testimonio sobre la Iglesia y de nuestras creencias con las personas del autobús. Estaba agradecido por mi testimonio y estaba agradecido porque estaba preparado para compartirlo” (“Atrévete a lo correcto aunque solo estés”, pág. 67).
Responde dos de las siguientes preguntas o todas ellas en tu diario de estudio de las Escrituras:
¿Qué cosas puedes hacer para estar siempre preparado para compartir tus creencias?
¿Por qué crees que es importante compartir tus creencias con mansedumbre y reverencia?
¿En qué ocasiones has compartido tus creencias o testimonio con otras personas?
Piensa en cómo te prepararás para compartir y defender tus creencias. Actúa de acuerdo con la inspiración que recibas.
Jesucristo predicó el Evangelio en el mundo de los espíritus después de Su muerte
Imagina que eres un misionero de tiempo completo. Piensa en cómo responderías a alguien que dijera lo siguiente: “Creo que lo que me enseña es verdadero, pero me pregunto sobre las personas que mueren sin tener la oportunidad de oír la verdad. No me parece justo que Dios los castigue o impida que vivan con Él de nuevo si nunca tuvieron la oportunidad de aprender sobre Su plan de salvación”.
Lee 1 Pedro 3:18–20, incluso la Traducción de José Smith que está en la nota a al pie de página de 1 Pedro 3:20. Luego lee 1 Pedro 4:5–6, incluso la Traducción de José Smith que está en la nota a al pie de 1 Pedro 4:6. Al leer, busca las verdades que Pedro enseñó y que podrías compartir con la persona del ejemplo anterior. Los “espíritus encarcelados” que se mencionan en 1 Pedro 3:19 se refiere a aquellos que están en el mundo de los espíritus que no aceptaron el Evangelio ni tuvieron la oportunidad de oírlo mientras estuvieron en la tierra.
¿Qué aprendemos de esos versículos sobre aquellos que están en el mundo de los espíritus que no aceptaron el Evangelio ni tuvieron la oportunidad de recibirlo en esta vida?
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President Joseph F. Smith
Presidente Joseph F. Smith
El presidente Joseph F. Smith se hallaba meditando el significado de 1 Pedro 3:18–20 y 1 Pedro 4:6 cuando recibió una revelación y tuvo una visión de la visita del Salvador al mundo de los espíritus. La revelación se halla en Doctrina y Convenios 138. El presidente Smith vio que Jesucristo, entre el tiempo de Su muerte y de Su resurrección, predicó el evangelio y ministró en persona a los espíritus de las personas rectas en el mundo de los espíritus. Después, Jesucristo organizó y autorizó a siervos rectos para que enseñaran el Evangelio a los espíritus encarcelados (véase D. y C. 138:1–12, 18–19, 27–30).
De acuerdo con 1 Pedro 4:6, ¿por qué se predica el Evangelio a quienes han muerto?
Una de las verdades que aprendemos de ese versículo es que se predica el Evangelio a quienes han fallecido para que tengan las mismas oportunidades que aquellos que oyen el Evangelio en la vida terrenal. (Recuerda que 1 Pedro 4:6 es un pasaje de dominio de las Escrituras. Si lo deseas, márcalo de una forma especial para que puedas localizarlo en el futuro).
Repasa el ejemplo que leíste al principio de esta sección. En el diario de estudio de las Escrituras, escribe cómo utilizarías 1 Pedro 4:6 para responder a la inquietud sobre la que leíste. Incluye tus sentimientos sobre cómo la doctrina de la salvación de los muertos es evidencia de la misericordia y la compasión de Dios por Sus hijos.
En 1 Pedro 4:7–19 leemos que Pedro instó a los santos a tener amor ferviente [caridad], ya que la caridad cubre o evita multitud de pecados. También se refirió a un futuro “fuego de prueba” (1 Pedro 4:12) que los santos tendrían que soportar, y les enseñó a regocijarse al padecer pruebas y persecución debido a su creencia en Jesucristo.
Copia el texto de 1 Pedro 4:6 en una pequeña tarjeta u hoja de papel. Del otro lado, escribe lo que puedes hacer para ayudar a tus antepasados que han recibido el Evangelio en el mundo de los espíritus y están esperando ser liberados de la prisión de los espíritus. En el diario de estudio de las Escrituras, escribe que has cumplido con esa parte de la asignación. Durante la semana entrante, esfuérzate por memorizar 1 Pedro 4:6 al recitarlo cada mañana y cada noche antes de ofrecer tus oraciones personales. Además, repasa lo que has escrito en cuanto a las maneras de participar en la obra de salvación de tus antepasados.
Pedro aconsejó a los ancianos [élderes] que velaran por la grey de Dios y alentaran a los santos a mantenerse firmes en la fe.
Para ayudar a los santos a prepararse para las pruebas que padecerían, el apóstol Pedro enseñó a los élderes de la Iglesia en cuanto a sus responsabilidades como líderes de esta. Lee 1 Pedro 5:1–3 para conocer el consejo que Pedro dio a los élderes de la Iglesia.
“Apacentar la grey de Dios” (versículo 2) significa cuidar y velar por los miembros de la Iglesia. Pedro enseñó que los líderes de la Iglesia deben servir de buena gana y con amor, en vez de mala gana o por el deseo de recibir alguna recompensa. Debían ser un ejemplo para los miembros en lugar de tener “señorío” (versículo 3) sobre ellos.
Una de las verdades que enseñan esos versículos es que los líderes de la Iglesia tienen la responsabilidad de cuidar y velar por la grey de Dios con amor y por medio del ejemplo.
Lee 1 Pedro 5:4 para conocer cómo se refirió Pedro al Salvador.
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Christ holding lamb
¿Qué cualidades y atributos cristianos ayudan a los líderes de la Iglesia a velar y cuidar de los miembros de esta?
¿En qué ocasión se te ha bendecido gracias al amor cristiano o al ejemplo de algún líder de la Iglesia?
A medida que respetes a los líderes de la Iglesia que el Señor ha llamado, confíes en ellos y los obedezcas, ellos ayudarán a apacentarte y cuidar de ti espiritualmente.
En 1 Pedro 5:5–14, Pedro enseñó a los santos a respetar a los élderes, a depositar todas sus ansiedades sobre Jesucristo, y a mantenerse firmes en su fe a pesar de las aflicciones. Pedro les aseguró que si lo hacían, Dios los perfeccionaría y fortalecería.
Escribe lo siguiente en el diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado 1 Pedro 3–5 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: