Ayudas para las Escrituras
Mateo 8; Marcos 2–4; Lucas 7


“Mateo 8; Marcos 2–4; Lucas 7”, Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento, 2024

Ayudas para las Escrituras

Mateo 8; Marcos 2–4; Lucas 7

Jesús efectuó muchos milagros en Galilea y en sus alrededores. Sanó a un leproso, al siervo de un centurión, a la suegra de Pedro y a un paralítico. El Salvador echó fuera demonios y calmó una tormenta en el mar de Galilea. Esos milagros ilustran el poder y la autoridad del Salvador sobre todas las cosas. Después de que el Salvador sanó a un hombre en el día de reposo, algunos judíos comenzaron a conspirar para destruirlo. El Salvador nos enseñó que el día de reposo es un día para hacer el bien. Demostró ternura y compasión cuando devolvió la vida al hijo de una viuda, y perdonó a una mujer arrepentida que lavó Sus pies con sus lágrimas.

Recursos

Antecedentes y contexto

Mateo 8:2

¿Qué era la lepra?

(Compárese con Marcos 1:40; Lucas 5:12).

Véase la sección “Marcos 1:40–45. ¿Qué era la lepra?”.

Mateo 8:5–9

¿Por qué no quería el centurión que el Salvador entrara en su casa?

(Compárese con Lucas 7:2–8).

Un centurión era un oficial del ejército romano al mando de entre cincuenta y cien hombres. Por lo general, a los judíos no les gustaban los centuriones porque simbolizaban el poder romano. Sin embargo, Lucas destacó varias cualidades admirables de aquel centurión. Era desinteresado y bondadoso. Centró su petición en las necesidades de su siervo, a quien tenía en gran estima.

El centurión demostró verdadera humildad al considerarse indigno de acudir a Jesús en persona o de que Jesús entrara en su casa. Y el centurión probablemente sabía que los judíos devotos no solían tener contacto estrecho con los gentiles, como comer con ellos o entrar en sus casas.

El Salvador respondió: “Ni aun en Israel he hallado tanta fe”. Esa declaración corresponde con la declaración de Jesús de que Él era el Mesías ungido para todos los que lo aceptaran.

Mateo 8:20

¿Por qué se refirió Jesucristo a sí mismo como el “Hijo del Hombre”?

Tal como se registra en el Nuevo Testamento, Jesús a menudo usaba el título “Hijo del Hombre” para referirse a Sí mismo. Es un título del Mesías. Aunque no podemos decir con certeza por qué Jesús utilizaba ese título, las que siguen son algunas posibles razones:

En primer lugar, el libro de Daniel contiene una profecía acerca de la venida del “Hijo del Hombre”. Jesús pudo haber utilizado ese título para mostrar que Él era el que cumpliría esa profecía.

En segundo lugar, otro nombre de Dios el Padre es “Hombre de Santidad”. Al llamarse a sí mismo el Hijo del Hombre, Jesús hizo una declaración abierta de Su parentesco divino con el Padre. Cristo es el Hijo del Hombre de Santidad.

En tercer lugar, el uso del título Hijo del Hombre fue una forma en que Jesucristo reveló la naturaleza del Padre Celestial. El profeta José Smith explicó: “¡Dios una vez fue como nosotros ahora; es un hombre glorificado, y está sentado sobre Su trono allá en los cielos! […]. Digo que, si lo vieran hoy, lo verían en la forma de un hombre, así como ustedes se hallan en toda la persona, imagen y forma misma de un hombre; porque Adán fue creado a la misma imagen y semejanza de Dios”.

Mateo 8:24

¿Qué sabemos acerca de las tormentas en el mar de Galilea?

(Compárese con Marcos 4:37; Lucas 8:23).

“La singular geografía del mar de Galilea hace que sea susceptible a tormentas de viento. Con 21 kilómetros [13 millas] de largo y 13 kilómetros [8 millas] de ancho, el mar se encuentra a una altura de 210 metros [690 pies] por debajo del nivel del mar, rodeado de colinas. Algunas de las colinas se elevan hasta 610 metros [2000 pies] sobre el mar. Al atardecer, el aire cálido y húmedo sobre el agua a menudo se eleva, mientras que el aire más fresco de las colinas desciende rápidamente, creando vientos de gran velocidad sobre la superficie del agua. Además, el mar de Galilea es relativamente poco profundo, con una profundidad máxima de 43 metros (141 pies), lo cual tiende a producir olas más grandes cuando las velocidades del viento son altas”.

Marcos 2:2–5

¿Qué esfuerzos fueron necesarios para llevar al hombre paralítico hasta el Salvador?

Parte inferior del techo de una casa antigua reconstruida en Israel

Fotografía por James Jeffery

Estar “paralítico” significaba estar paralizado. Cuando cuatro personas llevaron al paralítico a la casa donde Jesús enseñaba, se encontraron con que había demasiada gente para entrar. Las casas del primer siglo en Capernaúm estaban construidas con paredes de piedra y cubiertas por un techo plano hecho de vigas de madera, paja y tierra apisonada. Los que llevaban al hombre subieron al tejado e hicieron una gran abertura en el barro y la paja. Luego bajaron al hombre hasta el Salvador. La declaración “al ver Jesús la fe de ellos se refiere probablemente a la fe combinada de los cinco hombres, como lo demuestran sus esfuerzos conjuntos para lograr llegar hasta el Salvador.

Marcos 2:15–17

¿Qué tenía de significativo que Jesús comiera con publicanos y pecadores?

En los tiempos del Antiguo y del Nuevo Testamento, compartir una comida con otras personas significaba mucho más que simplemente comer o beber juntos. Era una señal de hermandad. Indicaba que existía un vínculo de amistad y paz o que al menos se ofrecía dicho vínculo. A veces, durante las comidas, el Salvador invitaba a las personas a arrepentirse y cambiar.

En varias ocasiones, judíos piadosos criticaron a Jesús por comer con personas a las que consideraban pecadoras. Entre estos supuestos pecadores se encontraban los que no seguían las tradiciones judías y los publicanos o recaudadores de impuestos. Algunos judíos creían que comer con esas personas amenazaba su propia pureza.

Marcos 2:23–28

¿Por qué se oponían los escribas y fariseos a las acciones de los discípulos en el día de reposo?

El día de reposo diferenciaba a los israelitas de todos los demás pueblos. Otras culturas tenían lugares santos, leyes de sacrificio y diversas costumbres religiosas, pero solo los israelitas observaban el día de reposo.

En tiempos de Jesús, el día de reposo era un tema ampliamente debatido. Cuando los discípulos del Salvador recogieron algo de grano en el día de reposo mientras caminaban por un campo, los líderes judíos consideraron que era una violación del día de reposo. Jesús les recordó a los líderes judíos que David comía el pan del tabernáculo. Al recordarles esto, el Salvador estableció “el significado del día de reposo para los seres humanos, y Su señorío sobre él”.

En nuestros días, también se nos ha aconsejado recordar el propósito del día de reposo y no crear largas listas de lo que se debe y no se debe hacer en ese día.

Marcos 3:6

¿Quiénes eran los herodianos?

Véase “Los herodianos y los zelotes” en la sección “¿Qué sucedió entre el Antiguo y el Nuevo Testamento?” en la introducción.

Marcos 3:22–27

¿Quién es el “hombre fuerte” de esta analogía?

(Compárese con Mateo 12:29; Lucas 11:21–22).

Los escribas y fariseos acusaron a Jesús de utilizar el poder del diablo para expulsar demonios. El Salvador explicó que el hombre que puede vencer y atar a un hombre fuerte debe ser aun más fuerte que él. En este contexto, el “hombre fuerte” representa al diablo. Jesús es el que es “más fuerte que él”, el que puede vencer y atar al diablo. La capacidad del Salvador para expulsar demonios debería haber dejado claro a Sus acusadores que Él tiene poder sobre Satanás.

El élder James E. Talmage explicó: “Cristo había acometido la fortaleza de Satanás, y había echado fuera a sus espíritus malvados de los cuerpos humanos que sin ningún derecho habían ocupado. ¿Cómo podría haber logrado Cristo hacer esto si primeramente no hubiera atado al ‘hombre fuerte’, el amo de los demonios, el propio Satanás?”.

Marcos 4:26–29

¿Cuál es el significado de la parábola de la semilla que crece?

Esta parábola nos enseña acerca de la asociación entre Dios y nosotros. El hombre planta semillas en un entorno en el que pueden crecer, pero luego debe esperar a que ese crecimiento tenga lugar. A medida que el tiempo pasa, la tierra que Dios creó gradualmente “fructifica”. Como escribió el apóstol Pablo, el hombre puede plantar y regar, pero es Dios quien milagrosamente “da el crecimiento”. Solo Dios puede hacer que las cosas crezcan. Ese principio se aplica al crecimiento espiritual de las personas y al crecimiento de la Iglesia en todo el mundo.

Lucas 7:11

¿Qué esfuerzos hizo el Salvador para llegar a la aldea de Naín?

“Naín era una pequeña aldea agrícola en tiempos de Jesús […]. El pueblo en sí estaba apartado de las rutas transitadas. Un simple camino era todo lo que había para acceder a él. Durante la época de Jesús, este asentamiento era pequeño y relativamente pobre y así ha permanecido desde entonces. En algunos momentos de su historia, ese pueblo tenía nada más que 34 casas y solamente 189 personas […].

“Lucas comienza su relato señalando que Jesús estaba en Capernaúm el día antes y había sanado al siervo del centurión (véase Lucas 7:1–10). Luego, nos enteramos de que un día ‘después’ (versículo 11; cursiva agregada), el Salvador fue a una ciudad llamada Naín, acompañado por un numeroso grupo de discípulos. Esta cadena de acontecimientos es muy importante. Capernaúm está situada en la orilla norte del mar de Galilea, 183 metros (600 pies) por debajo del nivel del mar. Naín está aproximadamente a 48 km (30 millas) al suroeste de Capernaúm, a 213 metros (700 pies) sobre el nivel del mar, por lo que se requiere hacer un arduo camino cuesta arriba hasta Naín. Para ir a pie desde Capernaúm hasta Naín, se tardaba al menos uno o dos días […]. Esto significa que Jesús probablemente tuvo que levantarse muy temprano o posiblemente viajar a pie durante la noche para interceptar el cortejo fúnebre el día ‘después’”.

La disposición del Salvador para hacer este largo y difícil viaje tal como lo hizo es un ejemplo de Su cuidado y preocupación por la viuda de Naín y por todos nosotros.

Mapa de Galilea

Ilustración por Keith Beavers

Lucas 7:12

¿Qué desafíos podría haber enfrentado la viuda de Naín cuando murió su único hijo?

La muerte de un hijo único sería una tragedia para cualquiera, pero especialmente para una viuda en tiempos del Nuevo Testamento. Además de su angustia emocional, es posible que también se haya enfrentado a la ruina económica. Las mujeres dependían en gran medida de sus parientes varones para recibir apoyo y protección. Cuando una mujer se casaba, pasaba a formar parte de la familia de su esposo. En caso de fallecimiento del esposo, su cuidado solía delegarse en su hijo primogénito. El primogénito recibía una herencia de su padre para cuidar del resto de la familia. Cuando el hijo de la viuda murió, ella se quedó sin heredero. A menos que tuviera otros parientes de los que depender, es posible que se viera en una situación de indigencia económica.

Lucas 7:24–30

¿Por qué no hay “mayor profeta que Juan el Bautista”?

Véase la sección “Mateo 11:7–15. ¿Qué hizo que Juan el Bautista fuera tan gran profeta?”.

Lucas 7:37–38, 44

¿Cuál era la costumbre de lavar los pies de un invitado?

Mientras Jesús cenaba con un fariseo llamado Simón, se le acercó una mujer con fama de pecadora. Aunque no estaba invitada al banquete, la mujer pudo entrar en la casa de Simón porque la costumbre permitía que personas no invitadas e incluso extraños entraran en una casa a la hora de la comida. La mujer lavó los pies del Salvador con sus lágrimas y los ungió con perfume.

Lavar los pies de un invitado era un acto de hospitalidad en el antiguo Israel. Era una tarea que generalmente se asignaba a una sierva. Si la casa no tenía siervos, el anfitrión proporcionaba agua para que los invitados se lavaran sus propios pies. Esta costumbre continuó hasta la época del Salvador.

A diferencia de la mujer, Simón no le había ofrecido a Jesús agua para lavarse los pies. No le había dado un beso de saludo ni ungido la cabeza de Jesús con aceite. Jesús contrastó la falta de Simón en realizar estos actos de cortesía habituales para un invitado con las humildes ministraciones de la mujer.

Más información

Jesús calmó la tormenta

El día de reposo

La viuda de Naín

  • Keith J. Wilson, “En los momentos de desánimo, recuerden a la viuda de Naín”, Liahona, abril de 2019, págs. 12–17

Multimedia

Videos

La viuda de Naín” (2:22)

2:22

Calma la tempestad” (2:16)

2:16

Jesús perdona los pecados y sana a un paralítico” (2:58)

2:59

Imágenes

Jesús calma la tempestad

Stilling the Storm [Se calma la tempestad], por Ted Henninger

Jesús sana al hombre enfermo de parálisis
Jesús resucita al hijo de la viuda de Naín
Una mujer lava los pies del Salvador con sus lágrimas

Washing Jesus’s Feet [Lavamiento de los pies de Jesús], por Brian Call