Ayudas para las Escrituras
Juan 7–10


“Juan 7–10”, Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento, 2024

Ayudas para las Escrituras

Juan 7–10

Jesús entró en la fase final de Su ministerio terrenal. Asistió a la Fiesta de los Tabernáculos. Enseñó cómo todas las personas pueden conocer la verdad de Sus enseñanzas. Se valió de los símbolos del agua y la luz presentes en la Fiesta de los Tabernáculos para testificar que Él es el Mesías. Además, respondió a los escribas y fariseos que intentaron atraparlo con el caso de una mujer sorprendida en adulterio. Jesús sanó la vista de un hombre ciego de nacimiento. Los líderes judíos intentaron desacreditar Su poder para obrar milagros. Declaró que Él es el buen pastor. Él tiene el poder para dar Su vida y volverla a tomar.

Recursos

Nota: La cita de una fuente no publicada por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no implica que esta o su autor cuenten con el respaldo por la Iglesia ni que representen la posición oficial de la Iglesia.

Antecedentes y contexto

Juan 7:1

¿Qué judíos querían matar a Jesús?

Jesús se había estado quedando en la región de Galilea, donde tuvo éxito en Su ministerio. Había evitado las regiones alrededor de Jerusalén porque estaban muy influenciadas por los líderes judíos que querían matarlo. Los judíos a los que se hace referencia en este versículo son líderes y no el público judío en general.

Juan 7:2, 10, 14

¿Qué era la Fiesta de los Tabernáculos?

La Fiesta de los Tabernáculos era una fiesta rica en simbolismo compuesta de varias ceremonias. Duraba siete días y tenía lugar durante la temporada de cosecha. Era la última fiesta del año y la más alegre debido a su mensaje de liberación.

La gente vivía en refugios temporales durante el festival, a modo de recordatorio de los cuarenta años que Israel pasó en el desierto después de ser liberado de la esclavitud egipcia.

La Fiesta de los Tabernáculos era también una celebración del final de la temporada festiva y de la cosecha final. La reunión en la cosecha ayudaba a Israel a recordar cómo Dios había recogido a Israel de Egipto. La cosecha también era un símbolo de cuando Dios recogerá a todas las naciones con Él.

Juan 7:14–15

¿Por qué se maravillaban los judíos cuando Jesús les enseñaba?

Jesucristo no tenía la formación ni las credenciales que la mayoría de los escribas y maestros tenían en Su época y, aun así, la gente acudía en masa para escucharlo enseñar. Lo llamaban “rabí”, que era “un título honorífico de respeto por un instructor o maestro”. En esta ocasión, incluso los oficiales del templo que lo arrestaron quedaron tan impresionados por las enseñanzas de Jesús que no lo llevaron ante los líderes judíos. “Ya sea que uno considere Sus credenciales o Su forma de actuar, está claro que Jesús era diferente a otros maestros”.

Juan 7:19–24

¿Cómo usaron algunas personas la ley de Moisés para rechazar a Jesús?

Los escribas y fariseos seguían la ley de Moisés, que estaba registrada en la Torá (los primeros cinco libros del Antiguo Testamento). También seguían la ley oral, o “la tradición de los ancianos”. La ley oral era un comentario rabínico de la Torá e incluía reglas adicionales para ayudar a las personas a guardar la ley de Moisés. Esas enseñanzas orales fueron adquiriendo cada vez más importancia a medida que las voces proféticas enmudecían después de Malaquías. Muchos judíos se negaban a escuchar a Jesús porque creían que Él no estaba honrando la ley oral. En una ocasión, Él transgredió la ley oral al sanar a un hombre en el día de reposo. Jesús respondió a Sus críticos diciendo: “No juzguéis según vuestras tradiciones, sino juzgad con justo juicio”.

Juan 7:37–39

¿Cómo utilizó Jesús la Fiesta de los Tabernáculos para enseñar el significado de “agua viva”?

Una de las ceremonias más esperadas de la Fiesta de los Tabernáculos era la procesión diaria. Un sacerdote designado sacaba agua del estanque de Siloé con un cántaro dorado. Luego derramaba el agua sobre el altar del templo o alrededor de él. Esta agua se consideraba “agua viva” porque el estanque de Siloé se alimentaba de un manantial natural. El ritual de sacar agua de Siloé pudo haber representado la capacidad de Dios para limpiar y purificar a Su pueblo.

La imagen del “agua viva” se basaba en una larga tradición israelita. En el clima árido del antiguo Cercano Oriente, el acceso al agua era crucial para sobrevivir. La escasez de agua la convertía en un recurso valioso y en un poderoso símbolo de vida.

El último día de la Fiesta de los Tabernáculos, después de que la multitud habían celebrado el vertido final del agua, Jesús se puso de pie y alzó la voz, diciendo: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba”. Jesús dijo que el “agua viva” brotaría de aquellos que creyeran en Él. Juan explicó que Jesús se refería al don del Espíritu Santo, que aún no se había dado en esa dispensación.

Juan 8:1–6

¿Qué trampa estaban intentando tenderle los escribas y fariseos a Jesús cuando le llevaron a una mujer sorprendida en adulterio?

Al llevar a la mujer sorprendida en adulterio ante el Salvador, los fariseos esperaban atraparlo en lo que pensaban que sería una situación imposible. Bajo la ley de Moisés, el adulterio era una ofensa capital que se castigaba con la lapidación; por lo tanto, si Jesús no consentía que la apedrearan, se le podía acusar de rechazar la ley de Moisés. Por otro lado, si Jesús daba su consentimiento para que la apedrearan, podía despertar el descontento de la gente al abogar por un castigo impopular. También podía ser acusado ante los oficiales romanos de abogar por un castigo que Roma no había autorizado.

Juan 8:11

¿Qué nos enseñan las acciones de Jesús acerca de la ley y el amor?

Jesús no consintió el pecado de la mujer, pero tampoco la condenó. En cambio, le dio tiempo para arrepentirse. De ese relato, el presidente Dallin H. Oaks dijo: “Cuando la multitud avergonzada se retiró, el Salvador aplicó el poder del amor. Misericordiosamente, se negó a condenar a la mujer y ese acto de amor la elevó a una nueva vida. La aplicación de la ley vendría más tarde, cuando ella fuera juzgada por el conjunto de su vida, incluido el arrepentimiento. Pero en esa ocasión previa, el Salvador extendió amor y misericordia al abstenerse de condenar, y luego ratificó la ley diciendo: ‘Vete, y no peques más’ [Juan 8:11]”.

Juan 8:12

¿Qué importancia tenía el entorno cuando Jesús dijo: “Yo soy la luz del mundo”?

En la tarde del primer día de la Fiesta de los Tabernáculos, el público se reunía en el Patio de las mujeres (fuera del patio exterior del templo), donde los sacerdotes encendían cuatro candelabros gigantes. Se decía que la luz de esas lámparas de 21 metros (70 pies) de altura se podía ver en toda Jerusalén.

Después del último día de la Fiesta de los Tabernáculos, Jesús regresó al templo. Mientras enseñaba, se paró cerca de los grandes candelabros, que estaban apagados, y declaró: “Yo soy la luz del mundo”.

El presidente Dallin H. Oaks mencionó tres maneras en las que Jesucristo es la Luz del mundo:

“Jesucristo es la Luz del mundo porque Él es la fuente de la luz que ‘procede de la presencia de Dios para llenar la inmensidad del espacio’ (Doctrina y Convenios 88:12) […].

“Jesucristo es la Luz del mundo también porque Su ejemplo y enseñanzas iluminan el camino por el cual debemos andar para regresar a la presencia de nuestro Padre Celestial […].

“Además, Jesucristo es la Luz del mundo porque Su poder nos persuade a hacer lo bueno”.

Juan 8:37–52

¿Por qué los líderes judíos se jactaban de ser descendencia de Abraham?

Los líderes judíos creían que el ser descendientes de Abraham otorgaba privilegios especiales a la vista de Dios. En respuesta, Jesús los reprendió por no hacer las obras de Abraham. El libro de Génesis registra algunas de las obras de Abraham que contrastan con el comportamiento de los líderes judíos: Abraham convirtió a otras personas al Evangelio, fue un pacificador, fue obediente a Dios, recibió a mensajeros celestiales y ejerció fe en Dios. En lugar de hacer las obras de Abraham, esos líderes buscaban matar a Jesús, el mismo Dios de Abraham.

Juan 8:58–59

¿Por qué los judíos quisieron apedrear a Jesús cuando Él dijo: “Antes que Abraham fuese, yo soy”?

Cuando el Señor se apareció a Moisés en la zarza que ardía, utilizó el nombre “YO SOY”. El nombre Yo Soy significa “Él es” o “Él existe” y está directamente relacionado con el nombre hebreo Yahveh, o Jehová. El nombre Jehová “denota al ‘Inmutable’”. Al utilizar ese nombre, Jesús declaró que Él es Jehová, el mismo Ser que habló a Moisés y que ha estado en comunión con profetas de todas las épocas. Los líderes judíos creían que se trataba de una afirmación blasfema y estaban dispuestos a ejecutar a Jesús por ello.

Juan 9:1–7

¿Qué creían las personas en la época de Jesús acerca de las causas del sufrimiento?

La pregunta de los discípulos sobre la causa de la ceguera del hombre reflejaba una creencia común de que el sufrimiento era el resultado del pecado. Esa creencia incluía el pensar “que el sufrimiento de una persona debe ser la consecuencia directa de un pecado particular suyo o de sus padres”. Jesús rechazó esa creencia y enseñó que la gloria de Dios podía manifestarse por medio del sufrimiento humano.

Juan 9:22–23, 34–35

¿Cuáles eran las consecuencias de ser expulsado de la sinagoga?

Los padres del hombre ciego de nacimiento temían que si decían que era Cristo quien había sanado a su hijo, los expulsarían de la sinagoga. Las sinagogas eran los centros religiosos y sociales de la vida judía y ofrecían acceso a instrucción espiritual, adoración, educación y oportunidades sociales. Ser expulsado de la sinagoga significaba algo más que no tener un lugar donde adorar; significaba perder todas las conexiones culturales y sociales.

Juan 10:1–18

¿Cómo eran los pastores en la época de Jesucristo?

Los pastores protegían y guiaban sus rebaños de ovejas y por lo general le ponían nombre a cada oveja. Cuando los pastores llamaban a sus ovejas, estas reconocían su voz y acudían a ellos. Si un depredador atacaba a las ovejas, los pastores arriesgaban su propia vida para protegerlas. Los pastores eran diferentes de los asalariados; los asalariados cuidaban ovejas a cambio de un salario, no conocían a las ovejas y ciertamente no se arriesgaban a sufrir lesiones personales para protegerlas.

El Antiguo Testamento enseña que Jehová es el Pastor de Israel, el guardián divino de Su pueblo. Al declararse a Sí mismo como el Buen Pastor, Jesús estaba testificando nuevamente que Él es Jehová, el cumplimiento de profecías mesiánicas.

Juan 10:7, 9

¿A qué se refería Jesús cuando dijo: “Yo soy la puerta”?

“Por la noche, los pastores llevaban sus ovejas a un corral o redil”. Los pastores examinaban a cada oveja en busca de lesiones al entrar. Cuando todas las ovejas estaban a salvo dentro del corral, los pastores dormían en la entrada para evitar que los depredadores y ladrones entraran y lastimaran a las ovejas. Al declarar que Él es la puerta, el Salvador demostró Su disposición a “pon[er] [Su] vida por las ovejas”. Él también decidirá en última instancia quién entra en el reino de los cielos. El profeta Jacob, del Libro de Mormón, declaró que “el guardián de la puerta es el Santo de Israel” y que “allí él no emplea ningún sirviente”.

Juan 10:8

¿A quién se refería Jesús cuando dijo que todos los que vinieron antes de Él eran ladrones y salteadores?

Cuando Jesús dijo: “Todos los que vinieron antes de mí eran ladrones y salteadores”, se estaba refiriendo a los falsos profetas. En otros pasajes, Jesús habla positivamente de Sus verdaderos profetas. La Traducción de José Smith añade: “Todos los que vinieron antes de mí, y que no testificaron de mí, eran ladrones y salteadores”.

Juan 10:16

¿Quiénes son las “otras ovejas” de las que Jesús habló?

Como se enseña en el Libro de Mormón, los nefitas son las “otras ovejas” de las que Jesús habló. El Cristo resucitado ministró a los nefitas y les dijo: “Vosotros sois aquellos de quienes dije: Tengo otras ovejas que no son de este redil”. El Salvador había tratado de explicar esto a los judíos, pero “por motivo de la obstinación y la incredulidad”, ellos no lo entendieron.

Juan 10:22–23

¿Qué era la “Fiesta de la Dedicación”?

Jesús fue al templo de Jerusalén durante la “Fiesta de la Dedicación”, también conocida como Hanukkah (Janucá). En hebreo, Hanukkah significa “dedicación”. Esta fiesta celebraba la rededicación del templo de Jerusalén y su nuevo altar alrededor del año 165 a. C. En el año 168 a. C., los soldados griegos recibieron la orden de profanar el templo y acabar con la religión judía. Guerreros judíos, dirigidos por una familia de sacerdotes, expulsaron a los griegos y liberaron al pueblo judío. Cuando los sacerdotes recuperaron el templo, “hicieron arder las lámparas del templo durante ocho días (el tiempo necesario para consagrar más aceite) con el aceite suficiente para un solo día”. Debido a este milagro, a la Fiesta de la Dedicación también se la llama la Fiesta de las Luces. Se celebra durante ocho días en diciembre e en ella se encienden candelabros.

Más información

Lecciones del trato que Cristo dio a la mujer sorprendida en adulterio

Cómo Jesús es el Buen Pastor

Contenido multimedia

Videos

“Vete y no peques más” (3:18)

3:18

“Jesús declara: Yo soy la luz del mundo, la verdad os hará libres” (4:25)

4:25

“Jesús sana a un hombre ciego de nacimiento” (7:46)

7:46

“El Buen Pastor y tengo otras ovejas” (3:19)

3:19

Imágenes

Cosecha de unidad: Celebración del Día de Sucot
una mujer observa a Jesús dibujando en la arena
una mujer mirando hacia arriba la mano extendida de Jesús

Woman Taken in Adultery [Mujer sorprendida en adulterio], por Michael T. Malm

un pastor guiando ovejas
Jesucristo como el Buen Pastor

The Good Shepherd [El Buen Pastor], por J. Kirk Richards.

Cristo recogiendo agua

Rivers of Living Water [Ríos de agua viva], por Eva Koleva Timothy