“Mateo 5; Lucas 6”, Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento, 2024
Ayudas para las Escrituras
Mateo 5; Lucas 6
Cerca del comienzo de Su ministerio público, el Salvador enseñó el Sermón del Monte que se encuentra en Mateo 5–7. También enseñó el Sermón del Llano que se encuentra en Lucas 6:17–49. Algunos creen que son el mismo sermón registrado por diferentes autores. También es posible que Jesús pronunciara este sermón o partes de él en distintas ocasiones. El Salvador dio un sermón similar a Su pueblo en las Américas después de Su Resurrección. Para comenzar Su Sermón del Monte, el Señor enseñó las Bienaventuranzas. Declaró que la ley de Moisés se había cumplido en Él y enseñó Su ley superior.
Recursos
Antecedentes y contexto
¿Qué son las Bienaventuranzas?
(Compárese con Lucas 6:20–26).
En el comienzo de Su Sermón del Monte, el Salvador identificó los atributos que conducen a la verdadera felicidad. Estas enseñanzas se conocen como las Bienaventuranzas, palabra que proviene del latín beatus, que significa “ser bendecido” o “ser feliz”.
El presidente Harold B. Lee enseñó: “En Su Sermón del Monte, el Maestro nos revela en cierto modo Su propio carácter, que fue perfecto […] y, al hacerlo, nos da un plan detallado de acción para seguir en nuestras propias vidas […].
“En el incomparable Sermón del Monte, Jesús nos indica ocho maneras definidas e inconfundibles de recibir [verdadero] regocijo […]. En realidad, representan la constitución de una vida perfecta”.
¿Qué significa ser “la sal de la tierra”?
La sal se ha utilizado durante miles de años para realzar el sabor, conservar los alimentos y curar heridas. Según la ley de Moisés, la sal se utilizaba en los sacrificios. Los sacerdotes israelitas echaban sal sobre las ofrendas de grano (harina) y de carne antes de colocarlas sobre el altar. El Antiguo Testamento utiliza la expresión “convenio de sal” para indicar la naturaleza eterna de los convenios entre Dios y sus hijos. La sal se asociaba con la preservación, la sanación y el hacer convenios.
La revelación moderna enseña que los que hacen convenios con el Señor y los guardan son “la sal de la tierra”. Al esforzarse por guardar sus convenios, los discípulos de Cristo llegan a ser una influencia positiva en el mundo. Ayudan a preservar al mundo de la decadencia moral. También ayudan a traer sanación y salvación a los hijos de Dios.
La sal puede perder su sabor por la mezcla y la contaminación. Cuando la sal se corrompe, se vuelve inútil. A diferencia de la sal, cuando los discípulos de Jesucristo cometen errores, aunque sean graves, pueden recuperar su “sabor” o pureza mediante la misericordia del Salvador y Sus dones del arrepentimiento y el perdón.
¿Cómo cumplió Jesucristo “la ley [y] los profetas”?
“La ley” se refiere a los primeros cinco libros de Moisés en el Antiguo Testamento. “Los profetas” se refiere a los libros del Antiguo Testamento que fueron escritos por profetas y que recibieron su nombre. Juntos, “la ley” y “los profetas” se refieren a dos secciones principales del Antiguo Testamento. Ambas apuntan a Jesucristo y encuentran su cumplimiento en Él.
El presidente Jeffrey R. Holland explicó: “Es crucial entender que a la ley de Moisés se le agregaron, y por tanto incluía, muchos elementos básicos del Evangelio de Jesucristo, pues el Evangelio había existido antes que la ley. La intención no fue nunca hacerla algo aparte o separado del Evangelio de Jesucristo, ni ciertamente nada que se opusiera a dicho Evangelio. Era más elemental que el Evangelio completo […], pero su propósito nunca fue ser diferente de la ley mayor. Ambas debían llevar a las personas a Cristo”. Más adelante, Jesús enseñó a los lamanitas y a los nefitas que “la ley que se dio a Moisés tiene su fin en mí”.
¿Qué son las jotas y las tildes?
Una jota es la letra más pequeña del alfabeto griego. Una tilde es un pequeño trazo o marca en un idioma escrito. El Salvador hizo referencia a la jota y la tilde para indicar que Él cumpliría cada parte de la ley de Moisés, hasta el más mínimo detalle.
¿Qué significa “raca”?
La palabra raca proviene de una palabra aramea que significa persona imbécil, tonta o cabeza hueca. Las palabras raca y necio eran insultos utilizados como términos de abuso o menosprecio.
¿Qué significa “reconc[iliarse] pronto con [nuestro] adversario”?
La frase griega para “reconciliarse con” implica que debemos “tener pensamientos bondadosos o tener una buena disposición” hacia un adversario. Así que el Salvador nos aconseja aquí que cambiemos rápidamente nuestra manera de pensar para tener pensamientos bondadosos hacia alguien con quien no nos llevemos bien.
¿Qué significa “mira[r] a una mujer para codiciarla”?
La ley de Moisés condenaba el adulterio, que consiste en tener relaciones sexuales con alguien fuera del convenio matrimonial. Jesús enseñó una ley mayor, que es que las mujeres y los hombres no deben codiciarse el uno al otro. La palabra griega para “codiciar” indica un anhelo que despierta el deseo sexual. Jesús sigue Su advertencia contra la lujuria con metáforas de sacarse un ojo o una mano que pudieran hacernos pecar. El Señor no estaba sugiriendo autolesionarse; más bien, Jesús utilizó esta metáfora para recalcar la importancia de desechar nuestros pecados y controlar nuestros pensamientos y deseos.
Cuando el Señor advirtió contra la lujuria en el Libro de Mormón, enseñó simplemente: “He aquí, os doy el mandamiento de que no permitáis que ninguna de estas cosas entre en vuestro corazón”.
¿Qué enseñó el Salvador sobre los juramentos?
Los judíos de la época de Jesús creían que estaba mal quebrantar un juramento o una promesa hecha en el nombre del Señor. Se consideraba menos grave quebrantar un juramento hecho en nombre del templo, de la ciudad de Jerusalén o de alguna otra cosa. Jesús enseñó que en nuestras interacciones con otras personas no debemos jurar por nada ni por nadie. Debemos cumplir nuestra palabra, ya sea que hayamos hecho una promesa o no. Si decimos que sí o que no, eso debería ser suficiente. Los discípulos de Jesucristo deben ser íntegros y cumplir su palabra.
¿Qué enseñó Jesús en estos versículos en cuanto a la venganza?
En tiempos del Antiguo Testamento, existía una ley para tratar a los que hacían daño a otros, conocida como “ojo por ojo”. El objetivo de esta ley era garantizar que el castigo por las injusticias cometidas fuera justo y equitativo, es decir, que no fuera demasiado severo. Pretendía evitar que la gente buscara una venganza excesiva. Sin embargo, Jesús introdujo una ley mayor que nos enseña a tratar la injusticia y la falta de respeto con amabilidad.
¿Consentía el Antiguo Testamento el odio hacia nuestros enemigos?
(Compárese con Lucas 6:27).
El mandamiento “amarás a tu prójimo” se encuentra en Levítico 19:18, pero ningún pasaje del Antiguo Testamento nos manda “odiar a nuestro enemigo”. Parece que el Salvador se refería a un dicho común en Su época. El descubrimiento de los Manuscritos del mar Muerto en 1946 reveló que al menos algunos judíos de la época de Cristo enseñaban que debían amar a los demás miembros de su comunidad, pero odiar a los forasteros.
¿Qué significa el mandato del Salvador de ser perfectos?
Muchos se han sentido abrumados por el mandato del Salvador de ser perfectos. Parece un requisito imposible. Sin embargo, la palabra griega traducida aquí como “perfecto” significa “completo, íntegro [o] plenamente desarrollado”.
Refiriéndose a esa palabra griega, el presidente Russell M. Nelson enseñó: “Sírvanse notar que la palabra no implica ‘sin errores’, sino ‘alcanzar un objetivo distante’”. Continuó diciendo: “La perfección que el Salvador espera de nosotros es mucho más que actuar sin errores. Es la expectativa eterna […] de que fuésemos perfectos para que de esa forma pudiéramos morar con [Dios y Jesucristo] en las eternidades venideras [véase Juan 17:23–24]”.
Las Escrituras nos enseñan que somos hechos perfectos por medio de Jesucristo. El profeta Moroni invitó a sus lectores a “veni[r] a Cristo, y perfecciona[rnos] en él”. Además, enseñó que “lleg[amos] a ser santos, sin mancha” por medio de la gracia y la misericordia de Jesucristo. José Smith aprendió que los que heredan el reino celestial son aquellos que son “justos hechos perfectos mediante Jesús”. Llegar a ser perfectos como nuestro Salvador y nuestro Padre Celestial es un don que proviene de Ellos.
Más información
El Sermón del Monte
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Russell M. Nelson, “Se necesitan pacificadores”, Liahona, mayo de 2023, págs. 98–101
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Dallin H. Oaks, “Amad a vuestros enemigos”, Liahona, noviembre de 2020, págs. 26–29
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Jeffrey R. Holland, “Sed, pues, vosotros perfectos… con el tiempo”, Liahona, noviembre de 2017, págs. 40–42
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Dieter F. Uchtdorf, “Portadores de luz celestial”, Liahona, noviembre de 2017, págs. 78–81
Multimedia
Videos
“El Sermón del Monte: La ley mayor” (2:21)
Imágenes
Sermon on the Mount [El Sermón del Monte], por Harry Anderson
Sermon on the Mount [El Sermón del Monte], por Carl Bloch