Ayudas para las Escrituras
Juan 2–4


“Juan 2–4”, Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento, 2024

Ayudas para las Escrituras

Juan 2–4

Al principio de Su ministerio público, Jesucristo convirtió el agua en vino durante una celebración de bodas en Caná de Galilea. Asistió a la Pascua en Jerusalén y purificó el templo. Predijo Su muerte y Resurrección, y obró milagros. Jesús enseñó a Nicodemo que todos los hombres deben nacer de agua y del Espíritu para entrar en el Reino de Dios. Jesús testificó que había sido enviado por Dios para salvar al mundo. Juan el Bautista testificó que Jesús es el Hijo de Dios. Jesús enseñó a una mujer samaritana, quien lo reconoció como el Mesías. Ella relató su testimonio del Salvador y muchos en Samaria creyeron que Jesús era el Mesías. Sanó al hijo de un noble que estaba muriendo.

Recursos

Antecedentes y contexto

Juan 2:1–11

En la época de la Biblia, ¿iba en contra de los mandamientos beber vino?

Hay muchas referencias en la Biblia a los males de la embriaguez y las bebidas fuertes. Esos versículos no prohíben específicamente el uso del alcohol, pero sí condenan la embriaguez. En nuestros días, el Señor ha revelado la Palabra de Sabiduría, que prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas. Sin embargo, es importante que no juzguemos a las personas de dispensaciones anteriores por los mandamientos que el Señor nos ha dado en la actualidad.

Juan 2:4

¿Estaba Jesús siendo irrespetuoso cuando le dijo a Su madre: “¿Qué tengo yo que ver contigo, mujer?”?

La Traducción de José Smith de este versículo nos ayuda a entender que Jesús de hecho estaba siendo respetuoso. Jesús le preguntó a Su madre qué quería que Él hiciera y también expresó Su voluntad de hacerlo. En el versículo corregido se lee: “Mujer, ¿qué quieres que yo haga por ti? Yo lo haré; pues aún no ha llegado mi hora”.

En los tiempos de Jesús, el título “mujer” era una manera respetuosa de dirigirse a las mujeres adultas. Sus palabras y acciones en el banquete de bodas demuestran que Él “tenía interés en las presiones rutinarias que afrontaban las mujeres. Jesucristo honró a Su madre al ofrecerle ayuda con sus cargas y responsabilidades”.

Juan 2:6

¿Cuánta agua convirtió Jesús en vino?

Tinajas de piedra caliza de la época del Nuevo Testamento en Israel

Los traductores de la versión Reina-Valera de la Biblia utilizaron la medida de un cántaro para expresar la cantidad de líquido que podía contener cada tinaja. Un cántaro equivale a unos 34 litros (9 galones). Entonces, si cada vasija podía contener “dos o tres cántaros”, entonces cada una podía contener entre 68 y 102 litros (18 a 27 galones). Esto significa que seis vasijas podrían haber contenido entre 409 y 613 litros (108 a 162 galones).

Juan 2:13–16

¿Por qué había cambistas en el templo?

Los peregrinos judíos que iban a Jerusalén para la celebración de la Pascua necesitaban comprar animales para ofrecerlos como sacrificio en el templo. Esto formaba parte de su adoración. Además, la ley de Moisés exigía que todo varón judío adulto pagara un impuesto en el templo cada año. Los cambistas y vendedores de animales para sacrificios ofrecían a los visitantes un medio para comprar los animales que necesitaban y pagar el impuesto del templo.

Llevar a cabo este negocio en los patios exteriores del templo era irreverente e irrespetuoso con los propósitos sagrados del templo. Además, los cambistas y los mercaderes de animales aparentemente se beneficiaban cobrando precios excesivos por sus servicios. Como dijo Jesús, habían convertido la casa de su Padre en “cueva de ladrones”.

Juan 2:18–21

¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo: “Destruid este templo, y en tres días lo levantaré”?

Después de que Jesús expulsó a los cambistas del templo, algunos de los líderes judíos le pidieron una señal que demostrara que tenía derecho a echarlos. Jesús respondió diciendo: “Destruid este templo, y en tres días lo levantaré”. Lo malinterpretaron y supusieron que Jesús hablaba del templo. En realidad, Jesús hablaba de Su cuerpo, de Su futura muerte y Resurrección. Después de Su Resurrección, los discípulos de Jesús recordaron esa declaración y creyeron.

Juan 3:1–2

¿Quién era Nicodemo?

Nicodemo era un fariseo y miembro del Sanedrín. El Sanedrín era el “senado judío y la corte superior que se encargaba tanto de los asuntos eclesiásticos como de los civiles”. Es así que Nicodemo ocupaba una posición de influencia política, social y religiosa. De las Escrituras aprendemos que Nicodemo parece haber sido sincero en las preguntas que le hizo a Jesús. Por ejemplo, en Juan 7:45–52 aprendemos que Nicodemo fue ridiculizado cuando defendió al Salvador ante los principales sacerdotes y fariseos. Después de la crucifixión del Salvador, Nicodemo ayudó a José de Arimatea a enterrar el cuerpo del Señor. También contribuyó con ungüentos y especias que se utilizaron para preparar el cuerpo de Jesús para la sepultura.

Juan 3:14–17

¿Cuál es el significado de “la serpiente en el desierto”?

Durante su viaje por el desierto, los israelitas fueron mordidos por serpientes venenosas. El pueblo pidió a Moisés que suplicara al Señor que se llevara las serpientes. En respuesta, Dios ordenó a Moisés que colocara una serpiente de bronce sobre un asta. Todos los que miraron la serpiente de bronce fueron sanados. Jesús utilizó el símbolo de la serpiente de bronce para enseñar que todos debemos acudir a Él para ser salvos. El Libro de Mormón afirma que la serpiente de bronce simboliza el poder del Salvador para salvarnos.

Juan 3:22–26; 4:1–2

¿Efectuó Jesús bautismos?

Las palabras de Juan 3:22 sugieren que el Salvador llevó a cabo bautismos, mientras que Juan 4:1–2 implica que no lo hizo. La Traducción de José Smith de los versículos de Juan 4 aclara esta confusión y proporciona información adicional sobre las intenciones de los líderes judíos hacia el Salvador:

“De manera que cuando los fariseos oyeron decir que Jesús hacía y bautizaba más discípulos que Juan,

más diligentemente buscaron un medio para matarle; pues muchos recibían a Juan como profeta, mas no creían en Jesús.

Esto el Señor lo sabía, aunque él no bautizaba a tantos como sus discípulos,

porque él se lo permitía como ejemplo, prefiriéndose los unos a los otros.

Juan 4:4, 9, 27

¿Cuál era la relación entre los judíos y los samaritanos?

Samaria se convirtió en la capital del Reino del Norte de Israel a principios del siglo IX a. C. Cuando los asirios destruyeron el Reino del Norte (en el año 722 a. C.), se llevaron cautivos a muchos israelitas a Asiria. Luego reubicaron a otros pueblos conquistados en Samaria y la región circundante.

Ese nuevo grupo de personas, conocidas como samaritanos en el Nuevo Testamento, “tenían sangre israelita y sangre gentil, y su religión era una mezcla de creencias y prácticas judías y paganas”. La combinación del paganismo con la adoración de Jehová fue “despreciada por los judíos posteriores”.

La hostilidad entre judíos y samaritanos aumentó como resultado de varios acontecimientos históricos desafortunados. En tiempos de Jesús, las relaciones eran tan malas que algunos judíos de Galilea, cuando viajaban a Jerusalén, preferían hacer la larga caminata alrededor de Samaria en vez de atravesarla. De este modo, “no se arriesgaban a tener ningún contacto con los samaritanos”.

Juan 4:19–23

¿Qué significa que “nuestros padres adoraron en este monte”?

A finales del siglo VI a. C., los samaritanos ofrecieron ayudar a los judíos a reconstruir el templo de Jerusalén, pero estos rechazaron su ofrecimiento. Posteriormente, los samaritanos construyeron un templo rival en el monte Gerizim, en Samaria. Este es el monte al que se refería la mujer junto al pozo cuando dijo: “Nuestros padres adoraron en este monte”.

A finales del siglo II a. C., los samaritanos se negaron a ayudar a los judíos en su rebelión contra los seléucidas. En respuesta, Juan Hircano, un líder judío, destruyó el templo samaritano del monte Gerizim, el cual nunca se reconstruyó. Este acto de destrucción causó que aumentara la animosidad que ya existía entre los samaritanos y los judíos. “También aumentó los esfuerzos [de los samaritanos] por distinguirse de sus vecinos judíos”.

Juan 4:24

¿Por qué dice este versículo que “Dios es Espíritu”?

La Traducción de José Smith de este pasaje brinda una comprensión más clara de lo que el Salvador enseñó en esta ocasión. En ella dice: “Porque a los tales Dios ha prometido su Espíritu. Y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”.

Del mismo modo, los eruditos bíblicos han señalado que, aunque el texto griego original de Juan 4:24 puede traducirse como “Dios es espíritu”, también se puede traducir como “Dios es espiritual” o “Dios [promete] espíritu”. Sabemos, gracias a las revelaciones de los últimos días, que Dios el Padre y Jesucristo tienen cuerpos tangibles o físicos y que el Espíritu Santo es un personaje de espíritu.

La declaración en Juan 4:24 también puede entenderse como un énfasis en la naturaleza de la adoración más que en la naturaleza de Dios. Puesto que Dios es un Ser espiritual, las personas deben adorarlo “en espíritu y en verdad”, no solo por medio de rituales externos realizados en lugares específicos.

Juan 4:27

¿Por qué “se sorprendieron” los discípulos de Jesús “de que hablara con una mujer [samaritana]?”

Para evitar el calor del día, las mujeres que vivían en esta zona solían ir al pozo por la mañana temprano o justo antes de que se pusiera el sol. Para mantener la respetabilidad, iban en grupo.

La mujer samaritana que fue al pozo al mediodía parece haber estado sola. “Solo una ‘mala mujer’ sería tan descarada. O bien es una marginada social, o sabe que pueden encontrarse viajeros en el pozo a mediodía y quiere ponerse en contacto con ellos”.

Como señaló un erudito de la Biblia, es posible que los discípulos de Jesús se hayan maravillado de su interacción con la mujer del pozo por las siguientes razones:

  1. “[Rompió] el tabú social de no hablar con una mujer, particularmente en un lugar deshabitado y sin testigos […].

  2. “Jesús hizo caso omiso de la hostilidad de quinientos años que se había desarrollado entre judíos y samaritanos”.

La disposición de Jesús no solo a hablar con la samaritana, sino a ofrecerle a ella, que estaba cometiendo un grave pecado, el camino de la salvación, es un mensaje de esperanza para todos.

Más información

El milagro de Jesús en Caná

Renacimiento espiritual

  • D. Todd Christofferson, “Nacer de nuevo”, Liahona, mayo de 2008, págs. 76–79

Dios envió a Su Hijo Jesucristo

La mujer junto al pozo

Multimedia

Videos

Jesús convierte el agua en vino” (2:23)

2:26

Jesús purifica el templo” (1:36)

1:36

Jesús enseña a una mujer samaritana” (4:06)

4:6

Imágenes

Hombres asombrados de que Jesús haya convertido el agua en vino

The Marriage at Cana [Las bodas de Caná], por Carl Bloch

Cambistas en la escalinata del templo
Nicodemo habla con Jesús en la noche
Jesús en la cruz; Moisés señala la serpiente en su asta

Composición de Crucifixion [La Crucifixión] y Moses and the Brass Serpent [Moisés y la serpiente de bronce], por Harry Anderson

Jesús y una mujer hablando junto a un pozo