“Mateo 28; Marcos 16; Lucas 24; Juan 20–21”, Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento, 2024
Ayudas para las Escrituras
Mateo 28; Marcos 16; Lucas 24; Juan 20–21
El Señor resucitado se apareció a María Magdalena y a otras mujeres, a dos discípulos que caminaban hacia Emaús y a los apóstoles. También se apareció a siete de Sus discípulos a orillas del mar de Galilea, donde encargó a Pedro que apacentara Sus ovejas. El Salvador predijo el martirio de Pedro y que Juan el Amado sería trasladado. Comisionó a los Doce para que enseñaran y bautizaran en todas las naciones. Entonces, ascendió al cielo y se sentó a la diestra de Dios.
Recursos
Antecedentes y contexto
¿Qué función desempeñaron las mujeres como testigos de la Resurrección del Salvador?
(Compárese con Marcos 16:1–14; Lucas 24:1–12; Juan 20:1–2, 11–18).
Después del día de reposo, un grupo de discípulas fue al sepulcro del Salvador. Se les aparecieron ángeles y les dijeron que Jesucristo no estaba allí, sino que había “resucitado”. María Magdalena fue a Pedro y Juan y exclamó que el cuerpo del Salvador había desaparecido “y no sabemos dónde le han puesto”. Pedro y Juan fueron al sepulcro para ver por sí mismos. Después de la partida de ellos, María permaneció sola ante el sepulcro vacío. Tras un breve intercambio con dos ángeles, el Cristo resucitado se le apareció. María se convirtió en el primer ser mortal en verlo. Luego, el Salvador se apareció a otras mujeres fieles. Ellas, a su vez, testificaron a los apóstoles que lo habían visto y habían tocado Sus pies. Bajo la ley judía, a las mujeres generalmente no se les permitía ser testigos. El hecho de que varias mujeres estuvieran entre los primeros testigos de la Resurrección del Salvador demuestra el valor que Jesucristo da a las mujeres dentro de Su reino.
¿Qué influencia tuvo la Resurrección del Salvador sobre cuándo se observaba el día de reposo?
En la época del Antiguo Testamento, el pueblo del convenio observaba el día de reposo el día sábado. Esto se hacía debido a que Dios descansó de la obra de la creación en el séptimo día y “lo santificó”. Aunque el Antiguo Testamento no habla de la observancia del día de reposo antes de la época de Moisés, “el día de reposo es un principio eterno y habría existido desde los días de Adán”. Debido a que Jesucristo resucitó el primer día de la semana, los primeros cristianos se congregaban el domingo para celebrar Su Resurrección. Este llegó a conocerse como el día del Señor. Estos primeros cristianos estaban divididos en cuanto a si el día de reposo debía observarse el sábado o el domingo. Para distinguirse del judaísmo, los cristianos llegaron a preferir el domingo.
¿Por qué les costó a los discípulos creer que Jesús había resucitado?
(Compárese con Marcos 16:11–14; Lucas 24:1–11).
El presidente James E. Faust enseñó: “Quizás no se debería criticar a los Apóstoles por no haber creído que Jesús, luego de crucificado y enterrado en una tumba, había regresado a la tierra como un ser glorificado; jamás había sucedido algo similar en la historia humana. Era algo completamente nuevo; era una experiencia diferente al día en que habían visto levantarse a la hija de Jairo (véase Marcos 5:22, 24, 35–43), al joven de Naín (véase Lucas 7:11–15) o a Lázaro (véase Juan 11:1–44). Todos ellos volvieron a morir después. Jesús, sin embargo, se había transformado en un ser resucitado”.
¿Qué experimentó Jesucristo después de Su Resurrección?
El presidente Russell M. Nelson enseñó: “Momentos antes de Su Crucifixión, Él dijo: ‘Al tercer día seré perfeccionado’ [Lucas 13:32, cursiva agregada]. Reflexionen en esta declaración. El Señor, sin pecados ni errores —quien, según nuestras normas mortales, ya era perfecto—, proclamó que Su propio estado de perfección estaba aún en el futuro. Su perfección eterna llegaría después de Su Resurrección y de recibir ‘toda potestad […] en el cielo y en la tierra’ (Mateo 28:18; véase también Doctrina y Convenios 93:2–22)”.
¿Escribió Marcos los últimos versículos de su Evangelio?
Los primeros manuscritos más fiables del Evangelio de Marcos no contienen Marcos 16:9–20. El estilo del idioma griego que se usa en estos versículos difiere del resto de Marcos. Esto sugiere que los versículos podrían haber sido escritos por otra persona. Esa adición pudo haber sido un intento de armonizar el relato de Marcos con los otros tres Evangelios. Sin importar cuáles sean las razones para las variaciones entre los manuscritos, la Iglesia acepta el mensaje de Marcos 16 como Escritura inspirada.
¿Por qué era importante que los testigos tocaran al Cristo resucitado?
En la época del Nuevo Testamento, “la mayoría de la gente rechazaba la noción de una resurrección corpórea [física] y eterna”. Incluso los seguidores más cercanos del Señor tuvieron dificultades para comprender el significado de la Resurrección. Para reafirmar la realidad de Su Resurrección física, Jesucristo permitió que los testigos tocaran Su cuerpo. En el Evangelio de Lucas aprendemos que Jesús invitó a Sus discípulos a tocarle las manos y los pies como evidencia de Su Resurrección física. Cuando comió delante de ellos, aceptaron plenamente la realidad de Su Resurrección. Ocho días después de ese acontecimiento, Tomás también tocó el cuerpo del Señor.
¿Por qué le dijo Jesús a María Magdalena: “No me toques”?
En la versión Reina-Valera de la Biblia, al igual que en la del rey Santiago en inglés, se afirma que Jesucristo le dijo a María Magdalena que no lo tocara. Otras traducciones de la Biblia, incluida la Traducción de José Smith, indican que Jesús le dijo a María que no lo retuviera. Una traducción más literal del griego sería: “Deja de aferrarte a mí”. Por lo tanto, es posible que el Salvador simplemente le haya estado indicando que lo dejara ir para que pudiera presentarse ante Su Padre.
¿Por qué “sopló” Jesús sobre Sus discípulos?
Tanto en hebreo como en griego, la palabra “espíritu” también conlleva el significado de “aliento” o “viento”. El presidente Harold B. Lee enseñó que ese acontecimiento probablemente se refería a “la confirmación y la comisión de recibir el Espíritu Santo […] mediante la imposición de manos”. El Espíritu Santo se derramó sobre los discípulos en el día de Pentecostés.
¿Qué sabemos acerca del poder de los apóstoles para perdonar los pecados?
De este pasaje, el presidente Lorenzo Snow enseñó: “Los apóstoles y los setentas fueron ordenados por Jesucristo para administrar las ordenanzas del Evangelio […]. Por consiguiente Cristo les dice a los apóstoles: A quienes perdonéis los pecados, les serán perdonados; y a quienes se los retengáis, les serán retenidos [véase Juan 20:23]; es decir, a todo hombre que viniera en humildad, habiéndose arrepentido sinceramente de sus pecados y recibiera el bautismo de [manos de] los apóstoles, se le perdonarían los pecados mediante la sangre expiatoria de Jesucristo, y recibiría el Espíritu Santo mediante la imposición de manos; mas quienes se negaran a recibir ese orden de cosas de los apóstoles, conservarían sus pecados sobre sí”. El Salvador dio ese poder a Sus apóstoles tanto en tiempos antiguos como modernos.
¿Estaba Pedro desnudo cuando estaba pescando?
Algunas traducciones de la Biblia indican que Pedro estaba desnudo cuando estaba pescando. El término griego para “despojado de [su ropa]” no siempre significa “desnudo”, sino que puede significar “ligeramente cubierto” o “sin ropa exterior”. Es posible que Pedro solo llevara puesta una prenda interior o taparrabos mientras realizaba la ardua labor de pescar. Dado que los judíos consideraban saludar a alguien como un “acto religioso”, es posible que Pedro se pusiera su prenda exterior para prepararse para saludar al Salvador.
¿Cuál fue la importancia de las tres invitaciones del Salvador a Pedro?
Tres años antes de ese encuentro con el Salvador, Pedro y Andrés estaban pescando en el mar de Galilea. Al llamarlos, Jesús les dijo: “Síg[an]me”. Ahora, después de la muerte y Resurrección del Salvador, Pedro y otros apóstoles regresaron al mismo mar para ir a pescar. Una vez más, Jesús se acercó a ellos y compartió una comida con ellos. Durante la comida, Jesús hizo tres invitaciones a Pedro. Expresando esa experiencia en sus propias palabras, el presidente Jeffrey R. Holland explicó la intención de la invitación del Salvador de la siguiente manera: “Pedro, ¿por qué estás aquí? ¿Por qué estamos otra vez en esta misma playa, cerca de estas mismas redes, teniendo la misma conversación? ¿No fue obvio en aquel entonces y no es obvio ahora que si quiero pescar, puedo conseguir peces? Lo que necesito, Pedro, son discípulos; y los necesito para siempre. Necesito que alguien alimente mis ovejas y salve mis corderos. Necesito que alguien predique Mi Evangelio y defienda Mi fe. Necesito a alguien que me ame, que verdaderamente me ame, y que ame lo que nuestro Padre Celestial me ha comisionado hacer […]. De modo que, Pedro, por segunda, y supuestamente la última vez, te pido que dejes todo esto y vayas a enseñar y testificar, a trabajar y servir fielmente hasta el día en que hagan contigo exactamente lo que hicieron conmigo”.
¿Qué sabemos sobre la muerte de Pedro?
En este pasaje, parece que se le dice a Pedro que al seguir a Jesús se sometería a una posterior crucifixión a manos de los romanos. La tradición cristiana primitiva dice que Pedro fue crucificado durante la persecución de la Iglesia bajo el gobierno de Nerón (probablemente entre los años 64 y 68 d. C.). Según la tradición, Pedro fue crucificado cabeza abajo.
¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo: “Si quiero que él se quede hasta que yo venga”?
El Salvador mencionó anteriormente que había algunos que no probarían la muerte hasta que lo vieran venir de nuevo. Después de que Jesús profetizó acerca de la muerte de Pedro, este preguntó acerca del destino de Juan. El Salvador pareció indicar que Juan permanecería hasta la Segunda Venida. La revelación moderna enseña que el discípulo Juan no ha muerto y que permanecerá hasta que Cristo regrese.
Más información
La Resurrección
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D. Todd Christofferson, “La Resurrección de Jesucristo”, Liahona, mayo de 2014, págs. 111–114
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Para leer más discursos de líderes de la Iglesia sobre la Resurrección, véase el tema “Resurrección” en la colección de la conferencia general en la Biblioteca del Evangelio.
Ministrar
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Jeffrey R. Holland, “El primer y grande mandamiento”, Liahona, noviembre de 2012, págs. 83–85
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Robert D. Hales, “Ser un cristiano más cristiano”, Liahona, noviembre de 2012, págs. 90–92
Contenido multimedia
Videos
“Cómo hallar esperanza por medio de la Resurrección de Cristo” (4:39).
“Jesús resucita” (4:01)
“Apacienta mis ovejas” (5:44)
Para ver videos adicionales, véase “Pascua de Resurrección”, en la Biblioteca Multimedia.
Imágenes
The Resurrection [La Resurrección], por Harry Anderson
Ilustración por Dan Burr
Christ at Emmaus [Cristo en Emaús], por Walter Rane
Feed My Sheep [Apacienta mis ovejas], por Kamille Corry
Go Ye Therefore [Por tanto, id], por Harry Anderson