Ayudas para las Escrituras
Mateo 21–23; Marcos 11; Lucas 19–20; Juan 12


“Mateo 21–23; Marcos 11; Lucas 19–20; Juan 12”, Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento, 2024

Ayudas para las Escrituras

Mateo 21–23; Marcos 11; Lucas 19–20; Juan 12

Jesucristo comió con el principal de los publicanos, llamado Zaqueo. María ungió los pies de Jesús en anticipación de Su muerte y sepultura. Jesucristo entró cabalgando en Jerusalén como el Mesías reconocido mientras la multitud exclamaba “Hosanna”. Purificó el templo, maldijo una higuera y resistió el desafío de los sumos sacerdotes y ancianos en el templo. Enseñó sobre el dinero del tributo, el matrimonio y Su Resurrección. Enseñó los dos grandes mandamientos y las parábolas de los dos hijos, de los labradores malvados y de la fiesta de bodas del hijo del rey. Jesús preguntó a los líderes judíos: “¿Qué pensáis del Cristo?”. Denunció la hipocresía y lamentó la destrucción próxima de Jerusalén.

Recursos

Nota: La cita de una fuente no publicada por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no implica que esta o su autor cuenten con el respaldo por la Iglesia ni que representen la posición oficial de la Iglesia.

Antecedentes y contexto

Mateo 21:1–11

¿Por qué fue significativa la entrada triunfal del Salvador?

(Compárese con Marcos 11:1–11; Lucas 19:28–40; Juan 12:12–19).

La entrada triunfal del Salvador en Jerusalén cumplió la profecía de que el Salvador entraría en Jerusalén sobre un pollino como el Mesías y rey de Israel prometido. Entró en Jerusalén siguiendo el modelo de los reyes de la antigüedad. Mientras el Salvador cabalgaba sobre un pollino hacia el monte del templo, la gente exclamaba: “Hosanna”. Hosanna es una palabra hebrea que “significa ‘sálvanos’ y que se usa en la alabanza y la súplica”. El pueblo tendió sus mantos y ramas de palma a lo largo del camino del Salvador, lo cual era la costumbre para dar la bienvenida a un nuevo rey. Sus acciones indicaban que “reconoc[ían] que el Cristo era el tan largamente esperado Mesías”.

Mateo 21:12–16, 23–27

¿Por qué cuestionaron los líderes judíos la autoridad del Salvador?

Los sacerdotes reclamaban tener autoridad basados en su linaje; los escribas, en su educación; y los ancianos, en su posición social y riqueza. Los principales sacerdotes y los ancianos afirmaban su autoridad sobre el templo. Los sacerdotes del templo supervisaban el intercambio de dinero que tenía lugar en el templo. Jesús desafió su autoridad cuando volcó las mesas y se refirió al templo como Su casa. Luego, mientras Jesús enseñaba en el templo, los líderes judíos le lanzaron un dramático desafío al preguntarle: “¿Con qué autoridad haces esto?”.

Mateo 21:17–22

¿Qué podemos aprender de la maldición del Señor a la higuera?

Jesucristo maldijo la higuera por tener “hojas solamente” y esta se secó y murió. Jesús explicó a Sus discípulos que si tenían fe, también tendrían poder para hacer grandes cosas. Si bien este acontecimiento demuestra el poder de Dios en la tierra, puede haber otros simbolismos. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento, la higuera es un símbolo de Judá e Israel, lo que sugiere que la maldición de la higuera “fue un pronunciamiento de juicio sobre Jerusalén e Israel”.

Mateo 21:23; 22:17, 28, 36

¿Qué esperaban lograr los líderes judíos al hacerle preguntas en público a Jesús?

Los judíos del siglo I vivían en una cultura que valoraba el honor. Una persona podía tener honor por nacimiento, ascendencia, posición, poder o conexiones sociales. También podían perder el honor a través de desafíos públicos. En estas situaciones, se valoraba ser inteligente y persuasivo. Si la persona cuestionada no respondía lo suficientemente bien según el criterio de los espectadores, perdía influencia dentro de la comunidad.

Los líderes judíos intentaron socavar el honor y la influencia de Jesús al cuestionarlo públicamente. Las respuestas del Salvador fueron tan profundas que los acusadores fueron silenciados y no osaron preguntarle nada más. Con su honor en juego, los oponentes del Señor recurrieron a un método diferente de humillación pública: tratar a Jesús como un criminal y condenarlo a muerte.

Mateo 21:28–46

¿Cuál es el mensaje de las parábolas de los dos hijos y de los labradores malvados?

Jesucristo utilizó las parábolas de los dos hijos y de los labradores malvados para testificar de Su divinidad como el Hijo de Dios. En cada una de ellas, el Salvador condena a quienes cuestionaron Su autoridad y abusaron de su propia autoridad.

Mateo 22:2–14

¿Qué podemos aprender de la parábola de la fiesta de bodas?

Las bodas judías de la antigüedad incluían la reunión del cortejo nupcial que, por lo general, se dirigía con la pareja a la casa del novio para celebrar una fiesta. Esta procesión se solía realizar de noche y la fiesta de bodas podía durar varios días. La celebración “podía incluir canciones, música, poemas de amor y baile”.

Mediante esta parábola, Jesús enseñó a los líderes judíos que Israel había sido invitado a la fiesta alegórica de Dios. Esta parábola destacaba varias maneras en las que Israel había rechazado la invitación de Dios. Jesús declaró que Dios tendría nuevos invitados a Su fiesta.

Puede parecer duro que el hombre fuera expulsado de la fiesta de bodas por llevar la ropa equivocada pero, dado que estos invitados venían de la calle, es probable que el rey les hubiera proporcionado la ropa adecuada. El élder David A. Bednar enseñó que el hombre “no solo no llevaba ropa de boda, sino que decidió no ponérsela. Se negó con rebeldía a vestirse apropiadamente para la ocasión”. En otras palabras, el hombre insultó al rey al rechazar el regalo del rey.

La Traducción de José Smith relaciona la afirmación: “Muchos son los llamados, pero pocos los escogidos” con no llevar puesta la vestimenta de boda. El élder Bednar realizó una observación: “Una persona puede incluso aceptar la invitación y sentarse en el banquete, y, sin embargo, no ser escogida para participar porque no tiene la vestimenta de boda apropiada que consiste en tener fe en el Señor Jesucristo y en Su gracia divina, aquella que convierte. De este modo, tenemos tanto el llamado de Dios como nuestra respuesta individual a ese llamado, y muchos pueden ser llamados, pero pocos escogidos”.

Mateo 22:15–22

¿Qué dilema plantearon los fariseos con la pregunta: “¿Es lícito dar tributo a César, o no?”?

César, o el emperador romano, requería que todos los varones adultos pagaran un impuesto censal. Los judíos despreciaban esos impuestos porque se usaban para la gloria del Imperio romano. La falta de pago del impuesto era vista como rebelión contra Roma; pagar el impuesto era una ofensa a los judíos.

Mateo 22:23–30

¿Qué enseñó el Salvador cuando dijo: “En la resurrección ni se casan ni se dan en casamiento”?

Al igual que los fariseos antes que ellos, los saduceos también querían atrapar a Jesús en sus palabras. Por esto, le hicieron a Jesús una pregunta sobre el matrimonio que pensaban que sería imposible que Él respondiera y que justificaría su creencia de que no había resurrección. Los saduceos le preguntaron a Jesús con qué hermano estaría casada una mujer en la resurrección si hubiera estado casada con siete hermanos en la vida terrenal, pregunta que se relaciona con la práctica del matrimonio por levirato bajo la ley de Moisés. Los matrimonios por levirato permitían que una viuda sin hijos se casara con el hermano de su esposo fallecido para preservar el nombre y el linaje de su esposo. Esta “práctica […] creó un matrimonio temporal para hacer frente a las necesidades sobrevenidas debido a la muerte, pero que era innecesario en el mundo venidero, en el que la muerte ya no existiría”. La respuesta de Jesús concuerda con lo que se enseña en Doctrina y Convenios 132:15–16. Este pasaje enseña que cuando un hombre y una mujer se casan por el período “mientras él esté en el mundo, y ella con él, ninguna validez tendr[á] su […] matrimonio cuando mueran”.

Mateo 22:40

¿Qué eran “la ley y los profetas”?

Véase la entrada “Escrituras” en la sección “Términos importantes del Nuevo Testamento” de la introducción.

Mateo 22:41–46

¿Cómo desafió el Salvador las creencias tradicionales sobre el Mesías?

Jesucristo hizo referencia a un salmo inspirado de David en el que David llamaba al Mesías su Señor. Se había profetizado que el Mesías sería del linaje de David. Tradicionalmente, los fariseos creían que el Mesías sería un rey terrenal que liberaría a la nación de Israel, pero David sabía que el Mesías sería el Hijo de Dios, por lo que se refirió al Mesías como su Señor. El Salvador utilizó este salmo para enseñar a los fariseos que, de acuerdo con sus propias Escrituras, Cristo era más que tan solo el hijo de David; era también el Hijo de Dios.

Mateo 23:1–3

¿Qué importancia tenía la cátedra de Moisés?

una silla oficial hecha de piedra, llamada la cátedra de Moisés

Una silla oficial en una sinagoga, llamada la cátedra de Moisés

La cátedra de Moisés puede referirse a un asiento físico a la cabeza de la sinagoga, el cual representaba a Moisés como maestro de la ley. Parece que Jesús no estaba en desacuerdo con lo que enseñaban los escribas y fariseos, sino con la forma en que vivían.

Mateo 23:5

¿Qué eran las filacterias y los flecos de los mantos?

La palabra griega filacteria significa “guardián, cuidador”. Las filacterias son pequeñas cajas de cuero que van atadas a la frente y al brazo. Dentro de ellas hay pequeños rollos de pergamino con enseñanzas de las Escrituras. Los flecos de los mantos eran borlas que se ponían en el dobladillo o en las esquinas de la ropa para recordar a Dios y Sus leyes.

Jesús criticó a los fariseos por usar cajas y borlas más grandes para presumir de su supuesto compromiso superior con Dios.

un hombre con filacterias modernas alrededor del antebrazo y la frente

Fotografía por James Jeffery

Mateo 23:13–33

¿Qué es un hipócrita?

La palabra hipócrita es una palabra griega que significa actor de teatro, “farsante, falso o insincero”. Los hipócritas son aquellos que son engañosos en sus acciones, o “fraudes”. El Señor denunció a los escribas y fariseos por no vivir acorde a lo que enseñaban. El Salvador pronunció ocho ayes sobre los escribas y fariseos debido a su hipocresía. Un ay es una gran aflicción que conduce a la miseria.

Mateo 23:15

¿Qué era un prosélito?

Los prosélitos eran gentiles convertidos al judaísmo. El proceso de conversión incluía “la circuncisión [para los varones], el bautismo y un sacrificio”.

Mateo 23:23–24

¿Qué estaba enseñando Jesús cuando habló acerca de diezmos, mosquitos y camellos?

Los israelitas hacían ofrendas para ayudar a mantener el templo y a los sacerdotes, las cuales podían ser en dinero o en cultivos específicos, entre ellos pequeñas especias como la menta, el anís y el comino. Jesús observó que los fariseos podían pagar el diezmo con pequeñas especias, pero descuidaban asuntos importantes como el juicio, la misericordia y la fe.

Debido a que los mosquitos eran considerados insectos impuros, algunos judíos colaban sus bebidas para evitar ingerirlos accidentalmente. Bajo la ley de Moisés, los camellos también se consideraban impuros para comer. El Salvador utilizó los ejemplos de pagar el diezmo en especias, colar mosquitos y comer camellos para enseñar a los fariseos que se estaban centrando en las cosas equivocadas.

Mateo 23:27–28

¿Qué eran los sepulcros blanqueados?

Una persona que pisaba una tumba era considerada ritualmente impura bajo la ley de Moisés y, para evitar esto, las tumbas se pintaban de blanco para hacerlas más visibles. Un sepulcro recién pintado parecía limpio por fuera, pero por dentro había un cadáver en descomposición. Ninguna cantidad de pintura exterior podía cambiar lo que sucedía en el interior. El Salvador utilizó esta imagen para describir la hipocresía. Preocuparse por las apariencias externas es parte de la naturaleza humana, pero el Salvador desea cambiar nuestro corazón.

cementerio con tumbas pintadas de blanco

Mateo 23:29–30

¿Por qué adornaban los judíos sus sepulcros?

En la época del Nuevo Testamento, los judíos adornaban o decoraban los sepulcros de personas importantes para honrarlos.

Juan 12:1–8

¿Por qué fue significativo que María ungiera a Jesucristo?

(Compárese con Mateo 26:6–13; Marcos 14:3–9).

Marcos y Mateo registraron que una mujer cuyo nombre no se menciona ungió la cabeza de Jesucristo el día anterior a la Última Cena. Esta mujer anónima era probablemente María de Betania. Juan registró que María ungió los pies del Salvador justo antes de la entrada triunfal del Salvador.

La unción de Jesucristo por parte de María demostró su confianza y fe en que Él era el Mesías. Marcos registró que ella quebró un frasco de alabastro, sacrificando tanto un recipiente valioso como todo su contenido. El ungüento era nardo puro, un perfume caro importado de las montañas del Himalaya. El perfume tenía un valor de más de trescientos denarios (aproximadamente el salario de un año para un trabajador promedio).

Jesús declaró que las acciones de la mujer serían “para memoria de ella” en todo el mundo. Esta declaración predijo la futura propagación del Evangelio por todo el mundo. Los Evangelios de Mateo y Marcos parecen dar a entender que esa mujer fue la primera discípula en reconocer la muerte inminente del Salvador.

Juan 12:25

¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo: “El que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará”?

Al igual que en Lucas 14:26, la palabra griega traducida como “aborrece” en este versículo es miseō, que puede significar “una fuerte aversión, desaprobación o indiferencia hacia alguien o algo”. En estos versículos, el sentido es el de indiferencia hacia una cosa en comparación con otra. En otras palabras, Jesús está enseñando a Sus discípulos que no pueden tener lealtades divididas entre Él y los miembros de su familia. Jesús quiere que confiemos en Él y lo pongamos en primer lugar en nuestra vida.

Más información

La entrada triunfal de Jesucristo

La parábola de la fiesta de bodas

La hipocresía

Contenido multimedia

Videos

“La entrada triunfal del Señor en Jerusalén” (1:06)

1:6

“Jesús purifica el templo” (1:36)

1:36

“Filacterias” (1:07)

1:8

Imágenes

María ungiendo los pies del Salvador

Mary Anoints the Feet of Christ [María unge los pies de Cristo], por Robert T. Barrett

Jesucristo purificando el templo
Jesucristo entrando en Jerusalén durante Su última semana

Triumphal Entry [La entrada triunfal], por Walter Rane

los principales sacerdotes hablando de cómo destruirían a Jesucristo

The Chief Priests Take Counsel Together [Los principales sacerdotes deliberan juntos], por James Tissot

Notas

  1. Véase Zacarías 9:9–10.

  2. Véase 1 Reyes 1:33–40; véase también Thomas A. Wayment, “The Triumphal Entry”, en The Life and Teachings of Jesus Christ, editado por Richard Neitzel Holzapfel y Thomas A. Wayment, tomo II, From the Transfiguration through the Triumphal Entry, 2006, págs. 401–404.

  3. Guía para el Estudio de las Escrituras, “Hosanna”, Biblioteca del Evangelio.

  4. Véase Adele Berlin y Marc Zvi Brettler, editores, The Jewish Study Bible, 2.ª edición, 2014, pág. 726, nota sobre 2 Reyes 9:13.

  5. Guía para el Estudio de las Escrituras, “Hosanna”.

  6. Véase Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento, “Entre el Antiguo y el Nuevo Testamento”.

  7. Véase James E. Talmage, Jesús el Cristo, 1975, pág. 558.

  8. Véase Mateo 21:12–13.

  9. Mateo 21:23.

  10. Mateo 21:19.

  11. Véase Mateo 21:20–22.

  12. Véase Jeremías 8:13.

  13. Trevan G. Hatch, “Messianism and Jewish Messiahs in the New Testament Period”, en New Testament History, Culture, and Society: A Background to the Texts of the New Testament, editado por Lincoln H. Blumell, 2019, pág. 82; véase también Eric D. Huntsman, “Reflections on the Savior’s Last Week”, Ensign, abril de 2009, pág. 56.

  14. Amy B. Hardison, “The Sociocultural Context of the Sermon on the Mount”, en The Sermon on the Mount in Latter-day Scripture, editado por Gaye Strathearn, 2010, págs. 25–30.

  15. Véase Mateo 22:46.

  16. Véase Rick B. Jorgensen, “The Savior’s Questions: Teachings from the Last Week of His Life”, Religious Educator, tomo X, nro. 2, 2009, págs. 37–39.

  17. Véase Mateo 25:1–13.

  18. Véase Earl D. Radmacher y otros, editores, NKJV Study Bible, 2007, pág. 1525, nota sobre Mateo 22:2.

  19. Mark D. Ellison, “Family, Marriage, and Celibacy in the New Testament”, en Blumell, New Testament History, Culture, and Society, pág. 536.

  20. David A. Bednar, “Vístete de tu poder, oh Sion”, Liahona, noviembre de 2022, pág. 93.

  21. Véase Kenneth L. Barker y otros, editores, NIV Study Bible: Fully Revised Edition, 2020, pág. 1682, nota sobre Mateo 22:11; James E. Talmage, Jesús el Cristo, págs. 567–568.

  22. Véase Traducción de José Smith, Mateo 22:14 (en Mateo 22:14, nota b al pie de página). Compárese con Doctrina y Convenios 121:34–46.

  23. David A. Bednar, “Vístete de tu poder, oh Sion”, pág. 94.

  24. Véase Michael D. Coogan y otros, editores, The New Oxford Annotated Bible: New Revised Standard Version, 5.ª edición, 2018, págs. 1417–1418, nota sobre Mateo 22:17.

  25. Véase Michael R. Trotter, “Judea as a Roman Province, AD 6–66”, en Blumell, New Testament History, Culture, and Society, págs. 145–146.

  26. Véase Harold W. Attridge y otros, editores, The HarperCollins Study Bible: New Revised Standard Version, Including the Apocryphal/Deuterocanonical Books, 2006, pág. 1706, nota sobre Mateo 22:17.

  27. Véase Mateo 22:15.

  28. Véanse Mateo 22:23; Marcos 12:18; Lucas 20:27.

  29. Véanse Bible Dictionary, “Levirate marriage”; Deuteronomio 25:5–10; Mark D. Ellison, “Family, Marriage, and Celibacy in the New Testament”, pág. 542.

  30. Mark D. Ellison, “Family, Marriage, and Celibacy in the New Testament”, pág. 542.

  31. Doctrina y Convenios 132:15.

  32. Véase Salmo 110:1.

  33. Véanse 2 Samuel 7:11–16, 25–29; Salmo 89:3–4, 35–37; Mateo 1:1.

  34. Véanse Lucas 4:20; Radmacher y otros, NKJV Study Bible, pág. 1528, nota sobre Mateo 23:2.

  35. Mateo 23:3.

  36. Tremper Longman III y Mark L. Strauss, The Baker Expository Dictionary of Biblical Words, 2023, pág. 1155.

  37. Véanse Bible Dictionary, “Phylacteries”; Éxodo 13:2–16; Deuteronomio 6:4–9; 11:13–21.

  38. Véanse Números 15:38; Radmacher y otros, NKJV Study Bible, pág. 1528, nota sobre Mateo 23:5.

  39. Véase Mateo 23:13, nota a al pie de página.

  40. Longman y Strauss, The Baker Expository Dictionary of Biblical Words, pág. 1152.

  41. Coogan y otros, The New Oxford Annotated Bible, pág. 1392, nota sobre Hechos 6:2.

  42. Bible Dictionary, “Proselytes”.

  43. Attridge y otros, The HarperCollins Study Bible, pág. 1708, nota sobre Hechos 23:24.

  44. Véase Levítico 11:4.

  45. Véase Números 19:16.

  46. Mesías, o Cristo, significa literalmente “el ungido” (véase Longman y Strauss, The Baker Expository Dictionary of Biblical Words, pág. 1157).

  47. Véase Coogan y otros, The New Oxford Annotated Bible, págs. 1423, 1459, notas sobre Mateo 26:7, Marcos 14:3.

  48. Véase Coogan y otros, The New Oxford Annotated Bible, pág. 1542, nota sobre Juan 12:3.

  49. Véanse Juan 12:5; D. Kelly Ogden y Andrew C. Skinner, Verse by Verse: The Four Gospels, 2006, pág. 458.

  50. Mateo 26:13; véase también Marcos 14:9.

  51. Longman y Strauss, The Baker Expository Dictionary of Biblical Words, págs. 388–389.