Ayudas para las Escrituras
Mateo 4; Lucas 4–5


“Mateo 4; Lucas 4–5”, Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento, 2024

Ayudas para las Escrituras

Mateo 4; Lucas 4–5

Jesús pasó cuarenta días ayunando y en comunión con el Padre Celestial en el desierto. Fue tentado por el diablo y se resistió a él. Después de viajar a Galilea, Jesús declaró a las personas de Nazaret que Él era el Mesías. El pueblo de Nazaret lo rechazó. En Capernaúm, Jesús expulsó un espíritu malo de un hombre y sanó a la suegra de Simón Pedro. Jesús viajó por toda Galilea, predicando y sanando. Después de pescar milagrosamente una gran cantidad de peces con la ayuda del Salvador, Pedro, Santiago y Juan abandonaron todo para seguirlo. Jesús sanó a un leproso y a un paralítico. Jesús llamó a Mateo como discípulo y enseñó que había venido a llamar a los pecadores al arrepentimiento.

Recursos

Antecedentes y contexto

Mateo 4:1, 5, 8

¿Qué aclaraciones proporciona la Traducción de José Smith en cuanto a las tentaciones de Jesús?

(Compárese con Marcos 1:12; Lucas 4:1).

En la Traducción de José Smith se hicieron importantes aclaraciones a estos versículos. Jesucristo no fue “al desierto a ser tentado por el diablo” ni el diablo tuvo poder para transportar a Jesucristo con el fin de tentarlo.

Más bien, la Traducción de José Smith enseña que “Jesus fue llevado por el Espíritu al desierto, para estar con Dios. Después de que Jesús “h[ubo] hablado con Dios, tuvo hambre, y quedó solo para ser tentado por el diablo.

“Entonces Jesús fue llevado a la santa ciudad, y el Espíritu le puso sobre el pináculo del templo […].

Y otra vez, Jesús estaba en el Espíritu, y le llevó a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos”.

Mateo 4:2

¿Cuál es la importancia de que Jesús ayunara cuarenta días?

(Compárese con Marcos 1:13; Lucas 4:2).

Ayunar es abstenerse voluntariamente de ingerir alimentos y bebidas durante un tiempo con el fin de acercarse a Dios. Las Escrituras suelen relacionar el ayuno con la oración.

En la antigüedad, las personas ayunaban cuando buscaban fortaleza espiritual, bendiciones, revelación y ayuda de Dios. En ocasiones, el ayuno también acompañaba al arrepentimiento y al duelo.

El Salvador se preparó para su ministerio ayunando cuarenta días y cuarenta noches mientras estaba en comunión con Su Padre. Después vino el diablo para tentarlo o ponerlo a prueba.

En la Biblia, el número cuarenta está asociado a varios acontecimientos destacados. Por ejemplo, Moisés y Elías el Profeta fueron a montañas para ayunar y estar en comunión con el Señor durante cuarenta días. Los israelitas fueron probados en el desierto durante cuarenta años antes de que el Señor les permitiera entrar en la tierra prometida. Un erudito escribió: “En las Escrituras, el número [40] representa un período de adversidad, prueba, probación o duelo”. El número también puede entenderse tanto en sentido literal como figurado. En algunos casos, cuarenta días puede referirse simplemente a un largo período de tiempo.

Mateo 4:5–7

¿Qué era el pináculo del templo?

(Compárese con Lucas 4:9–12).

Maqueta del templo edificado sobre un monte en Jerusalén, rodeado de una serie de patios y muros

Fotografía por James Jeffery

Un muro rodeaba el templo de Jerusalén. Algunos investigadores creen que la esquina suroeste del muro pudo haber sido el pináculo del templo donde Jesús fue tentado. Al parecer, esta esquina proporcionaba el mejor ángulo para contemplar la ciudad. En las ruinas de esa esquina se encontró una plataforma de piedra tallada con una inscripción hebrea. La inscripción indicaba que un heraldo se colocaba en esa plataforma para tocar un cuerno (shofar) y señalar el comienzo de los días festivos.

El lugar que tradicionalmente se ha considerado como el emplazamiento del pináculo del templo es la esquina sureste, que era el punto más alto del muro del templo. La caída desde ese punto hasta el fondo del valle de Cedrón, situado más abajo, era de más de 122 metros (400 pies). “El objetivo de la tentación de Satanás era incitar a Jesús a hacer mal uso de su poder divino arrojándose desde la vertiginosa altura, contando con que los ángeles lo rescataran de la caída (véase Mateo 4:6)”.

Mateo 4:13–16

¿Cuál es la importancia de “la tierra de Zabulón y la tierra de Neftalí”?

Las tierras de Zabulón y Neftalí del Antiguo Testamento se convirtieron en la tierra de Galilea en la época del Nuevo Testamento.

Mapa de Zabulón y Neftalí y mapa de Galilea

Jesucristo pasó la mayor parte de Su vida y ministerio en las aldeas de Galilea. A través de los siglos, se libraron numerosas batallas para asegurar el control sobre esta región. Esa puede ser una de las razones por las que Isaías se refirió al pueblo de esta tierra como “los asentados en región y sombra de muerte”.

Isaías había profetizado que en esa tierra asolada por la muerte resplandecería una “gran luz”. Esa luz es Jesucristo, la Luz del mundo. Mateo quería que sus lectores supieran que el ministerio del Salvador en la tierra de Galilea era el cumplimiento de esa profecía.

Lucas 4:16

¿Qué es una sinagoga?

Las sinagogas eran congregaciones judías, o los edificios donde los judíos se reunían para la adoración y la instrucción. Se desconoce el origen de las sinagogas. La mención de sinagogas en el Libro de Mormón sugiere que pueden haber existido en Israel antes de que Lehi abandonara Jerusalén. La adoración en sinagogas se generalizó después del cautiverio babilónico, cuando los judíos buscaron otras formas de adorar al Señor mientras estaban separados de Su templo.

Una sinagoga era administrada por un principal local, generalmente un escriba. Cada sinagoga contenía “rollos de la ley y otros escritos sagrados, un escritorio de lectura y asientos para los feligreses”. Durante la adoración en el día de reposo, los judíos se reunían en las sinagogas para escuchar la lectura de los textos sagrados de las Escrituras judías.

Lucas 4:18–19

¿De qué manera cumple el ministerio de Jesús la profecía de Isaías 61:1–2?

Jesucristo comenzó Su ministerio en Nazaret cuando fue a la sinagoga y leyó pasajes de Isaías acerca de la misión del Mesías. Luego se identificó a Sí mismo como Aquel que cumplía las profecías.

Los versículos de Isaías hacían referencia a una persona que era “ungida”. Los judíos reconocieron que esto significaba “el Mesías”. Como Mesías, Jesús fue enviado para “sanar a los quebrantados de corazón”. Su sacrificio expiatorio salvaría a quienes ofrecieran un corazón quebrantado y un espíritu contrito y a quienes le siguieran.

Jesucristo fue enviado a “pregonar libertad a los cautivos”. Su Evangelio liberaría a aquellos que estaban en la prisión espiritual, como así también a quienes estaban en esclavitud espiritual. Daría “vista a los ciegos”: restauraría milagrosamente la vista física y espiritual. Iba a “poner en libertad a los quebrantados”.

La palabra griega traducida como “quebrantado” también significa “roto” u “oprimido”. Jesucristo vino a sanar a todos los oprimidos por el pecado y por el diablo. El Salvador habría de “predicar el año agradable del Señor”. Su misión como el Mesías cumplió esa profecía. Él había venido a traer salvación a Su pueblo.

Lucas 4:22–30

¿Por qué rechazaron a Jesús en Nazaret?

(Compárese con Mateo 13:54–58; Marcos 6:1–6).

Las personas de Nazaret “estaban maravillad[as]” ante la declaración de Jesús en la cual Él mismo se identificaba como el Mesías, y se preguntaban: “¿No es este el hijo de José?”. El Salvador se anticipó a la respuesta del pueblo a Su declaración. Reprendió su deseo tácito de ver pruebas de que Él era el Mesías.

El Salvador habló entonces de dos gentiles que experimentaron milagros. El haber resaltado la fe de estos gentiles llenó de ira a los que estaban en la sinagoga. El élder James E. Talmage escribió: “¿Iban a ser comparados con los despreciables incrédulos, y ello por el hijo del carpintero del pueblo que se había criado en su propia comunidad? Presos de una ira diabólica, tomaron a Jesús y lo llevaron a la cumbre del cerro, en las faldas del cual se hallaba situado el pueblo, resueltos a vengar sus sentimientos ofendidos, arrojándolo desde aquellas alturas”.

Aunque Lucas no explica cómo, Jesús pudo escapar de la multitud violenta. Esa experiencia ilustra claramente la verdad de la afirmación del apóstol Juan de que Jesucristo “a los suyos vino, y los suyos no le recibieron”.

Lucas 5:27–30

¿Por qué los judíos despreciaban a los publicanos?

(Compárese con Mateo 9:9–11; Marcos 2:15–16).

A los judíos les molestaba estar bajo el poder romano. También despreciaban a los que recaudaban impuestos para los romanos. A esos recaudadores de impuestos se les llamaba publicanos.

Los publicanos judíos eran considerados traidores y eran rechazados por la comunidad. “Consideraban a los publicanos y sus familiares con tal desdén que no se les permitía tener cargos públicos ni servir como testigos en un tribunal judío”.

Como los fariseos consideraban pecadores a los publicanos, los veían como ritualmente impuros. Es por ello que comer con un publicano amenazaba la pureza de un fariseo.

Más información

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Multimedia

Videos

Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres” (1:52)

1:52

Jesús declara que Él es el Mesías” (3:08)

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Jesús perdona los pecados y sana a un paralítico” (2:58)

2:59

Imágenes

Jesús llama a dos pescadores para que lo sigan

Fishers of Men [Pescadores de hombres], por Simon Dewey

Jesús llama a Pedro y Andrés para que lo sigan

Christ Calling Peter and Andrew [Cristo llama a Pedro y Andrés], por Harry Anderson

Jesús lee las Escrituras en la sinagoga

Jesus in the Synagogue at Nazareth [Jesús en la sinagoga en Nazaret], por Greg K. Olsen

Jesús sana a un hombre enfermo de parálisis
Bajan a un paralítico por el tejado para que vea a Jesús

Christ Healing the Palsied Man [Cristo sana al paralítico], por David Lindsley