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Zacarías: Preparativos para el glorioso regreso del Señor


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Preparativos para el glorioso regreso del Señor

Zacarías

(33-1) Introducción

Cuando Dios da una tarea, los fieles se mueven con prisa y diligencia para completar la obra asignada. Aunque a veces es fácil comenzar, no siempre resulta fácil o conveniente acabar la obra. El tiempo pasa y la dejadez nos roba el tiempo.

Así fue con la antigua Judá. Cuando Ciro, rey de Persia, concedió permiso para que los judíos regresaran de su exilio en Babilonia, también concedió que reconstruyeran la muralla de la ciudad y el santo templo de Jerusalén. Los judíos que retornaron comenzaron a trabajar casi en seguida. Pero un buen comienzo no siempre significa que habrá un buen fin. La obra del templo se demoró hasta que el Señor envió a Hageo y a Zacarías para animar al pueblo. Con el ánimo que ellos impartieron, el pueblo comenzó anhelosamente a dar fin a la obra. Aunque nunca fue tan magnífico como el Templo de Salomón, el segundo templo vino a ser un símbolo de devoción y obediencia a los que hicieron sacrificios para edificarlo a la gloria del Señor.

COMENTARIOS SOBRE ZACARIAS

(33-2) Zacarías 1:1. ¿Quién era Zacarías?

Zacarías era hijo de Berequías, quien era "hijo de Iddo" (vers. 1). Iddo era uno de los "sacerdotes y levitas" que acompañaron a Zorobabel, hijo de Salatiel, cuando abandonaron el exilio en Babilonia (véase Nehemías 12:1, 4, 7).

Algunos confunden a Zacarías con el Zacarías mencionado en el Nuevo Testamento (véase Mateo 23:35; Lucas 11:51). El profeta José Smith enseñó que son dos personas diferentes (véase Enseñanzas del profeta José Smith, pág. 318).

(33-3) Zacarías 1:2-6. ¿Se cumple siempre la palabra del Señor?

Zacarías les dijo a los que retornaban del exilio que eran testigos del cumplimiento de la palabra de Dios que dio mediante los profetas a sus padres (véase Marcos 13:31; Lucas 21:33). C. F. Keil y F. Delitzsch sugirieron que Zacarías dijo: "Vuestros padres ciertamente murieron hace mucho tiempo, y tampoco viven los profetas, ni pueden vivir, para siempre; pero a pesar de esto, las palabras de los antiguos profetas se cumplieron en el caso de vuestros padres. Las palabras y decretos de Dios pronunciados por los profetas llegaron a los padres, de manera que se vieron obligados a confesar que Dios realmente había hecho con ellos lo que El había amenazado hacer, es decir, había ejecutado el castigo anunciado." (Commentary on the Old Testament, 10:2:226.)

Zacarías rogó al pueblo que no resistiera las palabras de los profetas como lo habían hecho sus antepasados.

(33-4) Zacarías 1:8-17. Primera visión de Zacarías

Esta es la primera de siete visiones concedidas a Zacarías. "El motivo de las visiones es la creciente impaciencia de los exiliados que habían regresado. No percibían señales de la presencia de Dios, ni del interés de El por las dificultades y trabajos que ellos enfrentaban. Hageo les había asegurado que en poco tiempo Dios sacudiría los reinos y llenaría de gloria a su pueblo (véase Hageo 2:6, 7). Pero el tiempo pasaba y no había señales de ello. La gente comenzó a perder la fe en Dios. Estas visiones de Zacarías llegaron en medio de una gran crisis. Para sus compatriotas fueron un brillante panorama de esperanza, revelando la maravillosa providencia de Dios y su amor por su pueblo.

"La primera visión les asegura que Dios conoce cada detalle de sus circunstancias. Sus mensajeros están siempre alertas, trayendo nuevas a su Rey de todas las partes de la tierra." (J. R. Dummelow, ed., A Commentary on the Holy Bible, pág. 601.)

(33-5) Zacarías 1:8. ¿Cuál es el significado o simbolismo de los caballos de distintos colores?

"El varón que cabalgaba sobre un caballo alazán probablemente sea el ángel del Señor (compare con vers. 11; véase también Introducción a Exodo, en el manual anterior). En esta escena, representada en el fondo del valle, es el protector del pueblo de Dios. Los aspectos de la divina providencia están representados en las diferencias de color de los caballos celestiales. El rojo representa batalla y derramamiento de sangre (compare con Apoc. 6:4); el blanco representa victoria y paz (compare con Apoc. 6:2); overo es la representación de la secuela de confusión en el intranquilo período posterior al fin de las hostilidades (compare Apoc. 6:5-8)." (D. Guthrie y J. A. Motyer, eds., The New Bible Commentary: Revised, pág. 789).

(33-6) Zacarías 1:9-11. Misión de los jinetes

"Los jinetes enviados por Dios ahora regresan e informan que la tierra no se conmueve, sino que está quieta y descansada. De esto no debemos inferir que los jinetes fuesen enviados con el único y exclusivo propósito de obtener información con respecto al estado de la tierra para luego comunicárselo al Señor. Habría sido sumamente superfluo y sin sentido enviar toda una hueste, en caballos de distintos colores, con ese único fin. Su misión fue, más bien, participar activamente en la agitación de las naciones, si las había, y dirigir aquella agitación para alcanzar el fin que Dios perseguía, y ello en la forma indicada por el color del pelo de los caballos; esto es, de acuerdo con [Apocalipsis 6], los que estaban montados en caballos alazanes, por la guerra y derramamiento de sangre; los que estaban en los overos, por el hambre, la peste y otras plagas; y finalmente los que estaban en caballos blancos, por la victoria y la conquista del mundo/' (Keil y Delitzsch, Commentary, 10:2:234.)

(33-7) Zacarías 1:12-17. Restauración de Jerusalén

Durante setenta años Jerusalén estuvo en ruinas después de la terrible destrucción por mano de los babilonios en tiempos de Sedequías, rey de Judá. Zacarías ahora profetizó con respecto a una época en la que la tierra de Judá prosperaría de nuevo. Ciudades cubrirían la tierra, y Jerusalén sería edificada otra vez y adornada con un templo. El Señor aceptará una vez más a su pueblo y poseerá Jerusalén. Aquí vemos una profecía dualista. Jerusalén volvió a construirse bajo la guía de Zorobabel, Esdras y Nehemías y otra vez llegó a ser la capital de la nación judía. Pero en el año 70 d. C., Roma destruyó la ciudad y a los judíos como nación. No fue sino en 1948 que Israel una vez más llegó a ser nación independiente y que Jerusalén llegó a ser sede del gobierno para los judíos por segunda vez. El 13 de diciembre de 1949, el gobierno is-raelí anunció: "Jerusalén era y seguirá siendo la eterna capital de Israel" (Encyclopedia Judaica, 9:1486).

(33-8) Zacarías 1:16. "La plomada será tendida sobre Jerusalén"

Esta fue una forma de decir que la ciudad sería medida y construida de acuerdo con esa medida (véase Jeremías 31:38-40).

(33-9) Zacarías 1:18-19. ¿Qué son los cuernos?

"El cuerno es un símbolo de poder [comparar con Amós 6:13]. Los cuernos simbolizan las potencias del mundo que se levantan en hostilidad contra Judá y la dañan… Los cuatro cuernos que se ven simultáneamente [tal vez] representan a la sucesión de naciones. Esto se ve más claramente en las visiones de Daniel [Daniel 2 y 7] en las que no solamente Nabucodonosor vio la imagen colosal en un sueño [Daniel 2], sino también Daniel vio ascender simultáneamente del mar las cuatro bestias, que simbolizan los cuatro imperios que surgieron en sucesión uno después de otro. Es a estos cuatro imperios que se refieren los cuatro cuernos de esta visión… Zacarías los ve en pleno desarrollo de su poder, con el cual han oprimido y aplastado al pueblo de Dios…y mediante el que se destruirán a sí mismas." (Keil y Delitzsch, Commentary, 10:2:238-39.)

No está claro cuáles son los cuatro imperios representados en esta profecía. Si la profecía se refería a los imperios del pasado que participaron en el esparcimiento, serían Asiría, Babilonia, Persia y Media, pero si Zacarías estaba mirando hacia el futuro, tal como sucedió con Daniel, los cuatro imperios serían Asiría, Babilonia, Grecia y Roma. Persia y Media quedarían omitidos por motivo de que fueron responsables del retorno de los exiliados.

(33-10) Zacarías 1:20-21. ¿Cuál es el propósito de los carpinteros?

El Señor le dijo a Zacarías que los carpinteros harían temblar y derribarían a los cuatro cuernos. Tal como lo explicaron Keil y Delitzsch: "La visión no muestra qué poderes usará el Señor para este propósito. Sencillamente muestra al pueblo de Dios que toda potencia hostil…que se ha levantado o que se levantará contra él será juzgada y destruida por el Señor." (Commentary, 10:2:241.)

(33-11) Zacarías 2:1-5. ¿Por qué Jerusalén no debía ser medida?

"En el futuro Jerusalén va a parecerse a un territorio abierto, cubierto de ciudades sin murallas y de pueblos; no será más una ciudad rodeada de muros; de ahí que será extraordinariamente extendida por la multitud de hombres y ganado con la cual será bendecida (comparar con Isaías 49:19-20; Ezequiel 38:11). Además… Jerusalén no tendrá entonces muralla protectora a su alrededor. Jehová le será como muralla de fuego que la rodea, es decir, una defensa de fuego que consumirá a todos los que se atrevan a atacarla (comparar con Isaías 4:5; Deuteronomio 4:20). Jehová también será la gloria en medio de Jerusalén, es decir, llenará la ciudad con su gloria (comparar con Isaías 60:19)." (Keil y Delitzsch, Commentary, 10:2:245.)

No ha sido sino hasta en los tiempos modernos que Jerusalén creció más allá de sus murallas.

(33-12) Zacarías 2:8. ¿Cuál es el significado de la expresión "la niña de su ojo"?

"La niña de ojo (Lit. abertura en la cual se encuentra el ojo, o más probablemente la pupila del ojo, lo que más se protege) es la expresión en lenguaje figurado usada para denotar la posesión más preciada, y en este sentido se ha aplicado a la nación de Israel desde [Deuteronomio 32:10]." (Keil y Delitzsch, Commentary, 10:2:248.)

(33-13) Zacarías 3. ¿Quién era el sumo sacerdote Josué?

La mayoría de los eruditos concuerdan en que el Josué mencionado aquí era el sumo sacerdote de aquel momento. Pero en la manera típica de los judíos, aquí hay dualismo. Josué (en hebreo Yeshua, en griego Ji-ai-sus, en español Jesús) fue un símbolo de Jesucristo, el gran Sumo Sacerdote (véase Hebreos 4:14). El capítulo es, definidamente, mesiánico en su naturaleza.

"De las promesas de un glorioso futuro para la ciudad y el pueblo de Dios, Zacarías se vuelve a los medios por los cuales las mismas se logran. Dios levantará un perfecto Mediador sacerdotal, del cual Josué y sus colaboradores son una representación." (Guthrie y Motyer, New Bible Commentary, pág. 790.)

(33-14) Zacarías 3:2. ¿En qué sentido Israel es "un tizón arrebatado del incendio"?

"Probablemente ésta sea una expresión usada corrientemente como proverbio. Israel, como nación, había sido rescatada del horno en Babilonia (confr. con Amós 4:11) para llegar a ser antorcha que iluminará a las naciones." (Guthrie y Motyer, New Bible Commentary, pág. 791.)

(33-15) Zacarías 3:3-5. ¿Cuál es el simbolismo de "vestiduras viles"?

"Josué es enfrentado por Satanás [véase Zacarías 3:1]… no en razón de ninguna ofensa personal ni en su vida privada o doméstica, sino en su capacidad oficial de sumo sacerdote, y por pecados que tenían que ver con su oficio, o por ofensas que involucraban a la nación [Levítico 4:3]; aunque no sólo como el portador de los pecados del pueblo ante el Señor, sino como cargado con los propios además de los del pueblo. La vestidura sucia que tenía puesta indica esto [Zacarías 3:3]". (Keil y Delitzsch, Commentary, 10:2:251.)

La ropa vil representaba al pecado. El cambio de ropa simboliza dejar los hábitos viejos y ponerse nueva ropa —la cual sería la ropa de la rectitud.

(33-16) Zacarías 3:8-10. ¿Quién es el Renuevo?

Véase Comentarios sobre Isaías 11:1. Esta es, evidentemente, una referencia mesiánica.

(33-17) Zacarías 4:2. ¿Qué representa el candelabro?

El candelabro representa a Judá, que ha retornado del exilio en Babilonia (véase Dummelow, Commentary, pág. 603).

(33-18) Zacarías 4:3, 11-14. ¿Quiénes son los dos olivos?

Los dos olivos representan a Josué y a Zorobabel (véase Bruce R. McConkie, Doctrinal New Testament Commentary, 3:510).

Josué y Zorobabel pueden considerarse como símbolos del Mesías "porque como hombres llenos del Espíritu pueden conferir la bendición de Dios a la iglesia y al estado, y son un modelo del Mesías como Sacerdote y Rey" (Guthrie y Motyer, New Bible Commentary, pág. 791). Juan usó la misma figura en Apocalipsis 11:4, de manera que puede ser dualista en su significado.

(33-19) Zacarías 4:7. ¿Cuál es el significado del monte delante de Zorobabel?

La montaña representa los obstáculos que se interpusieron ante Zorobabel al intentar completar el templo. El monte se tornó en llanura; esto es, los obstáculos fueron quitados y Zorobabel pudo completar su obra en el templo (véase Keil y Delitzsch, Commentary, 10:2:270-72).

(33-20) Zacarías 4:10. "Los ojos de Jehová"

El profeta José Smith cambió esta frase por siervos del Señor. Comparar con Apocalipsis 4:8; D. y C. 77:4.

(33-21) Zacarías 5:1-4. ¿Cuál es el significado del "rollo que volaba"?

El rollo era un papiro o libro que Zacarías vio pasando por el aire. "El rollo que volaba parece representar las principales disposiciones de la ley, tanto morales como religiosas, y simboliza el ejemplo divino de santidad. Su vuelo por los cielos muestra de dónde viene el juicio y también la velocidad de su ejecución. Hay dos pecados particulares que reciben condenación, uno a cada lado del rollo, según la fuerza del idioma hebreo. La maldición se desciende sobre todo ladrón y mentiroso, pues el robo y la mentira son pecados típicos de una comunidad pobre (confr. 7:9, 10, 8:17). Tan penetrante y permanente es el castigo que entra y consume la misma estructura de la casa del pecador como si el edificio fuera contaminado de lepra (confr. con Lev. 14:45)." (Guthrie y Motyer, New Bible Commentary, pág. 792.)

(33-22) Zacarías 5:6-11. La séptima visión

Para comprender esta visión es necesario comprender varios símbolos.

Efa. Recipiente redondo que era uno de los más grandes usados como medida de capacidad entre los judíos.

Talento de plomo. Lo que en estos versículos aparece como "tapa de plomo" en otras versiones parece como "talento de plomo". La palabra "tapa" pudo haberse usado porque ése fue el fin que se le dio al talento a que se hace referencia. El talento era la mayor medida de pesa. Un talento de plomo sugiere la idea de algo muy pesado.

Mujer. Símbolo de Israel y sus pecados.

Sinar. Símbolo de Babilonia o el mundo (véase Génesis 10:10).

En la visión Zacarías vio que la mujer era puesta en un efa, cubierta con un tapa de plomo y llevada a Babilonia. "Se le consideraba a Babilonia como lo opuesto a Sión y asiento de todo lo malo, especialmente de pecados tales como el fraude, y los juramentos falsos. La visión es sorprendente. Dios no solamente perdona los pecados de su pueblo sino saca a éste de su tierra para que no lo engañen más." (Dummelow, Commentary, pág. 604.)

(33-23) Zacarías 6:1-8. ¿Cuál era la misión de los cuatro siervos?

El profeta José Smith cambió la frase "cuatro vientos" (vers. 5) por "cuatro siervos". Este cambio es vital para comprender estos versículos, pues los siervos del Señor son poseedores del sacerdocio que trabajan para llevar a cabo los propósitos de Dios.

Los siervos venían de entre dos montañas (dos lugares donde el Señor juzgará a las naciones) que estaban hechas de bronce (símbolo de firmeza; véase Keil y Delitzsch, Commentary, 10:2:286-87). Los cuatro siervos pasaron por la tierra en carros tirados por caballos de distintos colores (véase Comentarios sobre Zacarías 1:8). Los caballos negros, los únicos que no se mencionan anteriormente, parecen representar a la muerte o el luto.

Juan el Revelador también habló de cuatro siervos, o ángeles, que estaban en los cuatro rincones (ángulos) de la tierra (véase Apocalipsis 7:1-3). El 6 de diciembre de 1832, el Salvador le dijo al profeta José Smith que estos ángeles clamaban ante El día y noche pidiendo permiso para segar la tierra y quemar la cizaña (véase D. y C. 86:4-7). Zacarías 6:7 dice que los ángeles no podrían salir sobre la tierra mientras el Señor no les diera autorización para hacerlo.

El presidente Wilford Woodruff, sesenta y un años después que el Salvador se presentó a José Smith, declaró que el Señor había soltado a los ángeles destructores y que estaban sobre la tierra separando la cizaña del trigo en preparación para el incendio que pronto tendría lugar. "Dios ha mantenido sujetos, por mucho tiempo, a los ángeles de la destrucción, no fuera que segaran el trigo junto con la cizaña. Pero quiero deciros ahora, que estos ángeles han salido de las puertas del cielo y están sobre este pueblo y esta nación ahora y están volando sobre la tierra esperando para derramar los juicios. Y desde este mismo día esos juicios serán derramados. Las calamidades y las dificultades están aumentando en la tierra y hay un significado en ello. Recordad esto y meditadlo. Si hacéis lo que tenéis que hacer, y yo hago lo que tengo que hacer, tendremos protección y pasaremos a través de las aflicciones en paz y seguridad." ("The Temple Workers' Excursión", Young Woman's Journal, agosto de 1894, págs. 512-13; cursiva agregada.)

El presidente Joseph Fielding Smith dijo:

"Ahora deseo comentar algo con relación a la declaración hecha por el presidente Woodruff referente a esta parábola (la parábola del trigo y la cizaña de D. y C. 86).

"El Señor dijo que estos ángeles serían enviados al final de la cosecha, y la cosecha es el fin del mundo. Bien, eso debería hacernos reflexionar seriamente. Y los ángeles han estado rogando, como os lo he leído, delante del Señor para ser enviados a su misión. Hasta 1893 el Señor les dijo que no, y luego los dejó libres. De acuerdo con la revelación del presidente Woodruff, el Señor los mandó a cumplir con esa misión.

"¿Qué sacamos en conclusión? Que estamos en la época del fin. Este es el tiempo de la cosecha. Este es el tiempo anunciado de lo que se llama el fin del mundo." (The Signs of the Times, págs. 11-21.)

(33-24) Zacarías 6:9-15. Un símbolo mesiánico

"Un grupo de judíos acababa de llegar de Babilonia. Zacarías recibe instrucciones de tomar parte de la plata y del oro que ellos habían traído para el templo, y hacer con ella un juego de coronas para Josué, el sumo sacerdote. En esta forma será, más cabalmente, un símbolo del que vendrá, que es Sacerdote y Rey para su pueblo." (Dummelow, Commentary, pág. 605.)

(33-25) Zacarías 7:1-14. La rectitud es más importante que los ritos

Este capítulo nos da la razón por la que el Señor se negó a escuchar las oraciones de Judá y permitió que Nabucodonosor esparciera a los judíos durante un tiempo. Comienza con la pregunta de que si los judíos que habían retornado de Babilonia debían continuar observando las festividades y ayunos que habían observado estando en el exilio como recordatorio del incendio de Jerusalén y del templo por Nabucodonosor. "La respuesta de Zacarías, que dirige a todo el pueblo (vers. 5) es de especial importancia si tenemos en cuenta su profundo interés en el templo; nos muestra que, como los primeros profetas, es decir, los anteriores al exilio… se preocupaba mucho más por la rectitud que por los ritos externos. Su ayuno, les recuerda, como sus comidas y lo que bebían, en ningún modo influye en Dios, sino que en ellos mismos. Su demanda, expresada por esos profetas, era por algo muy distinto: verdadera justicia (confr. con Amós 5:24), bondad (confr. con Amós 5:24), misericordia (confr. con Oseas 6:6) y piedad en sus relaciones sociales por el ánimo que se negaría a explotar a los indefensos miembros de la sociedad o alimentar maliciosos designios contra ellos (vers. 9-11). Esta ley profética (vers. 12), aunque dada a través del Espíritu Divino, la habían rechazado obstinadamente, volviendo la espalda testarudamente (vers. 11), como un animal que no quiere sobrellevar el yugo, con el resultado de que Jehová se sintió indignado (vers. 12), los esparció entre las naciones extranjeras (vers. 14), y abandonó el encantador territorio a la desolación." (Frederick Cari Eiselen, ed., The Abingdon Bible Commentary, pág. 824.)

(33-26) Zacarías 7:5, 8:19. ¿Cuál era el propósito de las conmemoraciones?

Mientras los judíos estaban en cautiverio en Babilonia, celebraban cuatro festividades diferentes en memoria de los acontecimientos que se produjeron cuando Babilonia atacó y destruyó a Jerusalén.

Una se celebraba en el décimo mes, el mes en el que los babilonios pusieron sitio a Jerusalén (véase Jeremías 39:1).

La segunda, celebrada en el cuarto mes, conmemoraba la destrucción de Jersusalén (véase Jeremías 39:2; 52:67).

La tercera celebración, efectuada en el quinto mes, rememoraba la destrucción del templo (véase Jeremías 52:12-14).

La cuarta se producía en el séptimo mes para conmemorar el asesinato de Gedalía, el rey títere que los babilonios pusieron sobre Judá después de la destrucción de Jerusalén (véase 2 Reyes 25:25).

Zacarías hizo recordar al pueblo que ellos habían establecido las celebraciones para recordar tragedias, pero ni una sola vez se acordaron del Señor con festividades mientras estaban en cautiverio.

(33-27) Zacarías 8:1-8. ¿Qué es lo que Zacarías vislumbra aquí?

Mirando a Jerusalén tal como la veía durante el período en que el pueblo de Dios estaba esparcido en la tierra, Zacarías habló de una ciudad quebrantada, desprovista de ancianos y jóvenes. La visión que le dio el Señor le permitió ver un día futuro en el que Jerusalén será "Ciudad de Verdad, y el monte de Jehová (el templo)" se levantará de nuevo. "Ancianos y ancianas" "han de morar… en las calles de Jerusalén" y "las calles de la ciudad estarán llenas de muchachos y muchachas que jugarán en ellas" (vers. 4-5).

"Así como Joel y los demás profetas, Zacarías vigorosamente condenó los pecados de Israel, y sin embargo predijo la restauración de la gracia de Dios como recompensa por el arrepentimiento y apego a sus leyes… Era un optimista que gustaba de deleitarse en las cosas luminosas y hermosas de la vida, aunque no tenía temor de reconocer y hacer conocer los males que había de corregir. Le gustaba pensar en Jerusalén restaurada a su gloria de otrora, llena de muchas familias de niños felices y con prosperidad y paz abundantes; con el odio y el egoísmo erradicados y el amor y tierno cuidado de Dios guiando a sus hijos…

"Demasiado a menudo la gente se siente inclinada a considerar el aspecto negativo de los mensajes de los profetas. Un poco de atención nos llevará a comprender que el lado positivo sobrepasa al tenebroso y revela una esperanza para el futuro en que Dios y el bien triunfarán y el mundo saldrá en rectitud tal como El desea. Zacarías fue uno cuyas visiones de luz sobrepasan a las de muchos otros." (Roy A. Welker, Spiritual Values of the Old Testament, págs. 308-9.)

(33-28) Zacarías 8:11-17. Promesa a Judá

El Señor prometió recoger a Judá (véase Zacarías 8:13) y restaurar al pueblo a la tierra de Jerusalén. Los cielos no seguirían sellados, y la sedienta tierra se tornaría productiva. Así como las promesas de castigos se cumplieron para con sus padres, con la misma seguridad se cumplirán las promesas de bendición (véase vers. 14-15).

El Señor requerirá entonces, como siempre, que su pueblo obedezca sus mandamientos y ande en continua rectitud (véase vers. 16-17).

(33-29) Zacarías 8:20-23. ¿Cuándo se cumplirá esta profecía?

Llegará el día en la historia de la tierra en que la obra se extenderá de ciudad en ciudad. Mucha gente llegará entonces a la tribu de Judá para obtener de ella el conocimiento de estas bendiciones. Esta profecía se cumplirá cuando la tribu de Judá vuelva el corazón al Dios de Israel, acepte la responsabilidad del sacerdocio y obedezca los mandamientos. Entonces la paz llegará para una tierra y pueblo que conocieron bien las dificultades.

Es muy posible que el vocablo judío se use aquí para referirse a un verdadero israelita y no necesariamente a un descendiente de la tribu de Judá (véase Romanos 2:28-29; 9:6; 2 Nefi 30:2).

(33-30) Zacarías 9:1-8. Enemigos de Judá

Muchos eruditos especializados en temas bíblicos interpretaron estos versículos como cumplidos en la época de Alejandro el Grande. Cierto es que Alejandro el Grande destruyó, aproximadamente en el año 332 a. C., las ciudades mencionadas. Es fácilmente explicable que el sentido de estos versículos es más amplio que esa interpretación tan limitada. "El profeta sencillamente se refiere a Damasco y Hamat en términos generales; y es solamente en el caso de las ciudades fenicias y filisteas en que procede a una descripción especial de su caída desde su elevada eminencia, porque estaban más próximas al reino de Israel y representaban la potencia del reino del mundo y su hostilidad para con el reino de Dios, por una parte en el desarrollo mundano de su propio poder, y parcialmente en su hostilidad hacia la nación del pacto. La visión es específica en su descripción en toda su extensión, dando ejemplo de hechos generales mediante ciudades en particular. Esto también es evidente en el anuncio de salvación para Sión en los versículos 8 al 10, en que podemos ver el derrocamiento de las naciones hostiles a Israel en íntima relación con el establecimiento del reino mesiánico. También la segunda mitad de nuestro capítulo lo confirma, en que la conquista de la potencia imperial por el pueblo de Dios queda establecida en las victorias de Judá y Efraín sobre los hijos de Javán. Es evidente que los distintos pueblos y ciudades específicamente nombrados se presentan sencillamente como representantes del poder imperial, lo que se ve en la distinción hecha en este versículo entre la humanidad y todas las tribus de Israel." (Keil y Delitzsch, Commentary, 10:2:325-26.)

(33-31) Zacarías 9:11. ¿Qué relación especial tuvo este versículo con la vida de Jesús?

Después de enunciar una amenaza de juicio sobre las naciones malvadas que rodeaban a Judá, Zacarías escribió un pasaje que tanto Mateo como Juan consideraron plenamente cumplido en la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén montado en un pollino (comparar Zacarías 9:9 con Mateo 21:1-11 y Juan 12:12-15).

(33-32) Zacarías 9:11-12. ¿Quiénes son los presos?

El élder Bruce R. McConkie lo explicó así: "Fue de éstos que Zacarías profetizó cuando, como parte de una declaración mesiánica más prolongada, habló de 'prisioneros de la esperanza'; fue de ellos que declaró que 'el Señor su Dios los salvará'. Presenta el mensaje mesiánico en estas palabras: 'Por la sangre de tu pacto serás salva' —esto es, por causa del convenio del evangelio, el cual está en vigor gracias al derramamiento de la sangre de Cristo— 'he sacado tus presos de la cisterna en que no hay agua' (Zac. 9:11-16). 'Donde no hay agua' —¡Cuán apta y concisamente esto concreta la idea de que el agua salvadora, la cual es el bautismo, es una ordenanza terrena y no puede ser efectuada por los seres espirituales mientras están en el mundo de los espíritus. ¿No dijo Pablo respecto a esto: '¿Qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos?' (1 Corintios 15:29." (The Promised Messiah, pág. 241.)

(33-33) Zacarías 9:13-17. Judá y Efraín son bendecidas

Llegará un día en que Judá y Efraín serán una — todo Israel unido. El Señor defenderá a su pueblo, Israel, contra Grecia (el mundo). En ese día, Israel se tornará en corona de piedras preciosas y estandarte para todo pueblo. (Véase Comentarios sobre Isaías 11:13-14.)

(33-34) Zacarías 10:1-12. Seguir al verdadero Pastor

Jesucristo es el verdadero pastor de las almas de los hombres (véase Juan 10:7-15). Tiene control sobre los elementos de la naturaleza y poder para salvar eternamente a los hombres. Sin embargo, había quienes preferían respaldarse en pastores falsos. Se volvían hacia los adivinos e ídolos para pedir lluvia. Pero quienes así hagan encontrarán que no tienen un verdadero pastor (véase vers. 1-2). Los que siguen a Cristo, por otra parte, encontrarán un Dios que se ocupa de su pueblo (véase vers. 3), y quien los usa para realizar sus propósitos en la tierra (véase vers. 4-5), y que restaurará a Judá y Efraín a su justo lugar ante el Señor (véase vers. 6-12).

Imagen
triumphal entry

Entrada triunfal de Jesús a Jerusalén

(33-35) Zacarías 10:4. ¿Cuál es el significado de los símbolos aplicados a Judá?

"De él se repite cuatro veces en este versículo. Judá proveerá la piedra angular de seguridad. En Isaías 28:16 esto es un sentido figurado utilizado con respecto al rey David. La clavija o clavo, era el clavo de cabeza curva que se ponía en una pared para colgar los implementos de guerra así como utensilios caseros. Este es el atributo de la confianza (confr. con Isaías 22:23). El arco de guerra se refiere al verdadero poder del liderato (confr. con Oseas 1:5). Todo apremiador (lit. opresor); usualmente el vocablo se emplea en un sentido negativo, pero aquí se usa en forma positiva. Su príncipe-caudillo no oprimirá mediante impuestos injustos ni impondrá cargas aplastantes demasiado grandes como para ser sobrellevadas por los pobres, pero demandará un tributo justo de parte de sus enemigos derrotados. Osterly atribuyó los títulos mencionados a Simón, Judás y Jonatán Macabeos, pero cada uno de los cuatro es, indudablemente, mesiánico. La referencia final se dirige al León de la tribu de Judá, por cuya ayuda su pueblo conquistará todo enemigo." (Guthrie y Motyer, New Bible Commentary, pág. 796.)

(33-36) Zacarías 10:10-11. Recogimiento de Israel

"Egipto, como hemos visto (Oseas 9:3; comparar con 8:13), se presenta en todos los pasajes mencionados simplemente como prototipo de la tierra de esclavitud, en razón de haber sido la tierra en la que Israel vivió en los tiempos antiguos bajo la opresión del mundo pagano. Se presenta a Asur (Asiria) en la misma forma, como la tierra en la cual las diez tribus estuvieron desterradas después. Este significado típico [simbólico] se hace perfectamente patente en el versículo 11, dado que la redención de Israel, saliendo de los países citados, está allí demostrada por medio del símbolo de la liberación de Israel de la esclavitud de Egipto bajo la guía de Moisés… Los efrainitas han de retornar a la tierra de Galaad y del Líbano; la primera representando al territorio de las diez tribus en los tiempos antiguos al oriente del Jordán, y ésta al del oeste (comparar Miqueas 7:14)." (Keil y Delitzsch, Commentary, 10:1:351-52.)

(33-37) Zacarías 11. Armagedón

Los capítulos 11, 12 y 13 de Zacarías tratan la batalla de Armagedón y sus consecuentes horrores (véase Bruce R. McConkie, Mormón Doctrine, págs. 74, 324-25; Joseph Fielding Smith, Doctrina de salvación, 3:44—45). Ezequiel también se refirió a esta batalla (véase Ezequiel 38-39). Esta batalla tendrá lugar antes de la segunda venida del Salvador.

Zacarías 11 es un prefacio a los capítulos 12 y 13, en que Zacarías profetiza acerca de la batalla de Armagedón (véase Temas suplementarios, sección I).

(33-38) Zacarías 11:1-3. Destrucción del reino político de Judá

"Los cedros y cipreses del Líbano y las encinas de Basán son figuras que denotan lo que es elevado, glorioso y poderoso en el reino de la naturaleza y de la humanidad, y solamente se deben relacionarse a las personas con respecto a puestos elevados en oficios de estado. En consecuencia llegamos a lo siguiente como idea de estos versículos: La tierra de Israel, con todas sus criaturas gloriosas y poderosas, se tornará desolada. Y bien, siendo que la desolación del territorio también significa la desolación del pueblo que vive en él, y de sus instituciones, la destrucción de los cedros, cipreses, etc., incluye la destrucción de todo lo elevado y exaltado en la nación y reino; de manera que en este sentido la devastación del Líbano representa la destrucción figurada del reino israelita, o la disolución de la existencia política de la antigua nación del pacto. Este juicio fue ejecutado sobre esa tierra y pueblo de Israel por el poder imperial de Roma. Esta referencia histórica es manifiesta en la descripción que surge de los hechos mediante los cuales esta catástrofe se lleva a cabo." (Keil y Delitzsch, Commentary, 10:2:356-57.)

(33-39) Zacarías 11:4-14. ¿Qué significa la expresión "Apacienta las ovejas de la matanza"?

"Ovejas de la matanza es una expresión que puede aplicarse a un rebaño que va a ser carneado, o que está destinado a ser muerto en el futuro." (Keil y Delitzsch, Commentary, 10:2:358.)

Luego estos mismos autores explicaron el significado de la frase:

"Pero aunque un rebaño sea destinado a la matanza, no se le alimenta sólo con ese fin, sino, por lo general, para que rinda beneficios a su dueño. Además, el sentido figurado de apacentar nunca se usa en las Escrituras en el sentido de preparación para la destrucción, sino que siempre denota cuidado y afecto para la preservación; y en el caso que tenemos ante nosotros, el pastor alimenta al rebaño que se le confía matando a los tres pastores malos; y no es sino hasta que el rebaño se impacienta por su cuidado que él rompe los cayados de pastor, y establece su oficio pastoral para entregarlo a la destrucción… Jehová entregó a Israel en manos de las naciones del mundo, o poderes imperiales, para castigarlo por sus pecados. Pero como esas naciones abusaron del poder que les fue dado y buscaron destruir totalmente a la nación de Dios, a la cual solamente tenían que castigar, el Señor en calidad de pastor toma bajo su cuidado a su pueblo, porque no perdonará más a las naciones del mundo, i.e., no les permitirá más obrar a voluntad con su pueblo sin que ellas reciban su correspondiente castigo. La terminación de ese perdón temporario será evidente en el hecho de que Dios hace que las naciones se destruyan a sí mismas mediante guerras civiles y que sean heridas por reyes tiránicos… Ellos las hieren y destrozan, i.e., devastan la tierra mediante la guerra civil y la tiranía, sin intervención alguna de parte de Dios para rescatar a los habitantes de la tierra, o a las naciones más allá de los límites de Israel… ni pone restricción alguna sobre la tiranía y la autodestrucción." (Keil y Delitzsch, Commentary, 10:2:360-61.)

(33-40) Zacarías 11:11-13. Treinta piezas de plata

El verdadero Pastor, el único que podría salvar a Israel de los juicios inminentes, sería vendido por treinta piezas de plata por su propio pueblo.

Imagen
thirty pieces of silver

Traicionado por treinta piezas de plata

(33-41) Zacarías 11:15-17. Un pastor insensato

"El capítulo predice las terribles aflicciones de los judíos, después de su rechazo del Mesías, y la caída final de sus amos… [El pastor insensato] Ocupa su lugar gracias a un llamamiento divino (vers. 16) y los hechos escandalosos que su corazón inicuo le enseña ejecutar son el tenebroso juicio del Señor sobre un pueblo que ha rechazado al verdadero pastor." (Guthrie y Motyer, New Bible Commentary, pág. 798.)

(33-42) Zacarías 12:3. "Jerusalén… piedra pesada"

"Las naciones que emprendan la tarea de tomar y dirigir a Jerusalén encontrarán que les resultará difícil. Probablemente la idea sea la de levantar y llevar una piedra de gran tamaño que es demasiado pesada para un hombre y su fuerza." (Dummelow, Commentary, pág. 610.)

(33-43) Zacarías 12:11. "Llanto de Hadad-rimón en el Valle de Meguido"

"En el versículo 11, la profundidad y amargura del pesar en razón del relato de la muerte del Mesías se representan comparándolo al llanto de Hadad-rimón. Jerónimo dice con respecto a esto: 'Hadad-rimón es una ciudad cercana a Jerusalén, la cual antiguamente se llamaba así, pero ahora se le conoce como Maximi-lianópolis, en el campo de Meguido, donde el buen rey Josías fue herido por el faraón Ñeco'… El llanto de Hadad-rimón es, por lo tanto, el lamento por la calamidad que recayó sobre Israel en Hadad-rimón con la muerte del buen rey Josías, el cual fue mortalmente herido en el Valle de Meguido, de acuerdo con [2 Crónicas 35:22-24], de tal forma que muy pronto entregó el espíritu. La muerte de éste, el más pío de todos los monarcas de Judá, fue lamentada por el pueblo, especialmente por los miembros rectos de la nación, tan amargamente, que Jeremías no sólo compuso una elegía a su muerte, sino que otros cantores, hombres y mujeres, lo lloraron en endechas que se incluyeron en una recopilación de cantos elegiacos preservados en Israel hasta mucho después del cautiverio [2 Crónicas 35:25]. Zacarías compara el lamento por haber dado muerte al Mesías, con este gran duelo nacional." (Keil y Delitzsch, Commentary, 10:2:390.)

(33-44) Zacarías 12:11-14. "En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén"

En aquel día habrá gran duelo debido a por lo menos tres razones: (1) Muchos judíos habrán sido muertos por los ejércitos sitiadores; (2) las familias serán esparcidas y no podrán comunicarse unas con otras; (3) los judíos salvados comprenderán que aquel a quien por tanto tiempo han rechazado y a quien sus progenitores persiguieron y mataron es ciertamente el Mesías que tanto tiempo esperaron.

El presidente Joseph Fielding Smith dijo: "Entonces lo aceptarán como su Redentor, cosa que nunca han querido hacer. Entonces será el tiempo del cual se habla en este pasaje de Zacarías en que toda la familia llorará por separado; la casa de David, la casa de Natán, los judíos. Caerán, rasgarán sus vestimentas, llorarán y lamentarán porque no estuvieron anhelosos de aceptar al Hijo de Dios, sino que aceptaron las enseñanzas de sus padres y rechazaron a su Redentor y Mesías. Entonces caerán a sus pies y lo adorarán. Después de estos días vendrá su redención y la edificación de Jerusalén. Ellos recibirán otra vez su territorio y todo hombre vivirá bajo su propia vid y de su propia higuera, y aprenderán a amar al Señor, obedecer sus mandamientos y a andar en la luz, y El será su Dios y ellos serán su pueblo. Ese día está a nuestras puertas." (Signs of the Times, págs. 171-72.)

(33-45) Zacarías 13. Más sobre Armagedón

Zacarías todavía contemplaba la gran batalla final. La explicación de estos versículos se encuentra en Temas suplementarios, sección I.

(33-46) Zacarías 13:7. ¿Quién es el pastor que sería herido?

El Pastor de Israel es Jesucristo. Las ovejas son aquellos que conocen su voz, o sea, los miembros de la Iglesia (véase James E. Talmage, Jesús el Cristo, págs. 639-40).

"La ofensa de parte de los discípulos se produjo cuando Jesús fue apresado y todos huyeron. Esta huida fue un preludio de la dispersión del rebaño en el momento de la muerte del pastor. Pero el Señor hizo volver su mano sobre sus discípulos. La promesa Tero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea' (Marcos 14:28) es una exposición práctica del retorno de la mano sobre los pequeñitos, lo cual muestra que la expresión debe entenderse aquí en un buen sentido y que comenzó a cumplirse con el recogimiento de los discípulos por parte del Salvador resucitado. Este cumplimiento especial ciertamente no dio fin al sentido de los versículos que tenemos ante nosotros, sino que tuvieron un cumplimiento mucho más general en la totalidad de la nación de Israel." (Keil y Delitzsch, Commentary, 10:2:399.)

(33-47) Zacarías 14:12-15. Destrucción del ejército

Véase el comentario sobre el Armagedón en Temas suplementarios, sección I.

(33-48) Zacarías 14:16-19. ¿Habrá "paganos" o aquellos que no son israelitas que sobrevivirán a Armagedón?

José Smith el Profeta enseñó: "Mientras conversaba en casa del juez Santiago Adams esa noche, dije: Cristo y los santos resucitados reinarán en la tierra durante los mil años. Probablemente no morarán sobre la tierra, pero la visitarán cuando les plazca o lo precise su administración. Habrá hombres inicuos sobre la tierra durante los mil años. Las naciones paganas que se nieguen a adorar serán visitadas con los juicios de Dios, y por último han de ser destruidas de sobre la tierra." (Enseñanzas, págs. 328-29.)

El élder Bruce R. McConkie comentó: "Durante el Milenio, no obstante, el Señor usará las fuerzas de la naturaleza para dirigir la atención de la gente hacia la verdad. 'Los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos', dice Zacarías, 'no vendrá sobre ellos lluvia.' (Zac. 14:16-19.)" (Mormon Doctrine, pág. 499.)

(33-49) Zacarías 14:20-21. ¿Por qué las campanillas de los caballos tendrán grabadas las palabras "Santidad a Jehová"?

En un hermoso sentido figurado, Zacarías enseñó que en el Milenio la paz y la rectitud prevalecerán a un grado en el que todo (simbolizado por cosas triviales como los arreos de los caballos y las ollas de barro) será santo y puro y "no habrá más mercader en la casa de Jehová de los ejércitos" (vers. 21).

RESUMEN ANALITICO

(33-50) "Se solicita acabadores"

Cuando los judíos volvieron de Babilonia, se les dio permiso para reconstruir Jerusalén y el templo del Señor. La gente comenzó anhelosamente, pero su celo pronto se desvaneció, la obra se demoró, y muy poco después cesó.

Supongamos que nuestro Salvador no hubiera sido un individuo perseverante. ¿En qué condición nos encontraríamos, por no haber acabado El su obra? Pero el Señor es un gran acabador, aun de tareas desagrables. El nos dijo que aunque su carne se inclinaba a no beber la amarga copa, igualmente "bebí y acabé mis preparativos para con los hijos de los hombres" (D. y C. 19:19). Hablando acerca de su relación con el Padre, Jesús dijo: "Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra" (Juan 4:34).

Debemos aprender a acabar nuestras asignaciones tal como lo hizo el Señor. El es nuestro gran ejemplo. Solamente al dar fin a los preparativos para su retorno llegamos a manifestarle la clase de amor que El manifiesta por nosotros al efectuar la expiación por nuestros pecados.

El élder Thomas S. Monson hizo esta interesante analogía en cuanto a quienes completan sus tareas:

"Un miércoles me detuve ante el elegante escaparate de una prestigiada mueblería, y lo que llamó mi atención por un momento no fue un sofá bellamente diseñado ni una silla de apariencia confortable que estaba a su lado; tampoco la bella lámpara que pendía del techo. En vez de eso, mis ojos se posaron sobre un pequeño letrero colocado en un rincón, a la derecha del cristal. Su mensaje era breve: 'Se solicita acabadores de madera'.

"El almacén necesitaba algunas de aquellas personas que poseen el talento y destreza para dar los últimos toques de lijado, pulido y barnizado a los finos y caros muebles que la firma fabricaba y vendía. 'Se solicita acabadores.' Las palabras permanecieron en mi mente al retornar a las actividades del día.

"En la vida, como en los negocios, siempre hay necesidad de esas personas que podrían llamarse acabadoras. Sus filas no son numerosas, sus oportunidades son muchas, y su contribución es grande.

"Desde el principio hasta la actualidad, una pregunta fundamental permanece en todo aquel que está en la carrera de la vida: ¿Fallaré o terminaré? Dependiendo de la respuesta, están reservadas bendiciones de gozo y felicidad aquí en la mortalidad y la vida eterna en el mundo venidero." (En Discursos de Conferencias Generales, 1970-1972, pág. 257.)

El élder Monson indicó seis señales que caracterizan a un verdadero acabador:

"Cambian los tiempos, las circunstancias varían, pero las verdaderas muestras de un 'acabador' permanecen. Observadlas bien, porque son vitales para nuestro éxito.

  1. La marca de la visión. Se ha dicho que las puertas de la historia giran sobre pequeños goznes, y así sucede con la vida. Constantemente estamos tomando pequeñas decisiones, y el resultado de ellas determina el éxito o el fracaso de nuestra vida. Es por esto que vale la pena mirar hacia adelante, fijar un curso, y estar, por lo menos parcialmente, listos para cuando llegue el momento de la decisión. Los que van a terminar tienen la capacidad de visualizar sus objetivos.

  2. La marca del esfuerzo. La visión sin el esfuerzo es como una ilusión, el esfuerzo sin visión es cansancio infructuoso; pero la visión aunada al esfuerzo alcanzará el galardón.

    "Es necesaria la capacidad de hacer el segundo esfuerzo, cuando los problemas de la vida nos abaten…

  3. La marca de la fe. Hace mucho tiempo el salmista escribió: 'Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre. Mejor es confiar en Jehová que confiar en príncipes.' (Salmo 118:8-9.) Reconoced que la fe y la duda no pueden coexistir, porque la una rechaza a la otra.

  4. La marca de la virtud. '… Y que la virtud engalane tus pensamientos incesantamente' (D. y C. 121:45). Este consejo del Señor nos proveerá de fortaleza a través de nuestra emprendedora carrera.

  5. La marca del valor. El valor se torna en una virtud viva y atractiva cuando no se limita a la voluntad de morir valientemente, sino a la determinación de vivir decentemente. Tened el valor:

    " 'De lo imposible soñar;

    al mal combatir sin temor;

    luchar contra el miedo invencible

    y dispuesto al infierno arrastrar;

    quitar la maldad del error;

    amar la pureza sin par;

    luchar, con los brazos abiertos y lograr

    la estrella inalcanzable.' (Joe Darion, "The Impossible Dream" —El sueño imposible.)

    "Y así llegaréis a ser acabadores.

  6. La marca de la oración. Cuando las cargas de la vida se hacen más pesadas, cuando las desgracias ponen a prueba nuestra fe; cuando el dolor, la tristeza y la desesperación causan que la luz de la esperanza vacile y mitigue su luz, la comunicación con nuestro Padre Celestial provee la paz.

    "Estas marcas serán como una lámpara a nuestros pies durante nuestro viaje a través de la vida. Siempre señalando hacia adelante y elevándonos hacia donde el Señor pidió: '… ven, sigúeme' (Lucas 18:22)." (En Discursos de Conferencias Generales, 1970-1972, pág. 258.)

    Considere ahora en qué forma estas seis señales de un verdadero acabador podrían aplicarse en su vida. Podría anotarlas en su diario y luego establecer metas para cada una.

    Algún día, y no sabemos cuándo, Cristo volverá. Nos corresponde a todos vivir fielmente y así prepararnos para ese gran acontecimiento. Que podamos decir con Pablo: "He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida." (2 Timoteo 4:7.)

    La segunda venida del Señor será una dramática terminación (acabamiento) de su obra antes del Milenio. Quienes obren y esperen su venida no se sentirán desilusionados. Pero solamente los acabadores, los que perseveren hasta el fin, se encontrarán allí.