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Nehemías: Edificador de murallas y voluntades


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Nehemías: Edificador de murallas y voluntades

Nehemías

(32-1) Introducción

Nehemías sobresale como uno de los hombres ilustres del Antiguo Testamento. Al cumplir una misión necesaria en su época, demostró el más elevado nivel de dedicación y coraje, tanto en la materia práctica de reconstruir las murallas de Jerusalén como también en el campo espiritual de la reconstrucción de la vida religiosa de su pueblo.

“El libro de Nehemías contiene la historia del pueblo judío hasta una fecha más cercana a nosotros, más que cualquiera de las otras obras históricas en el canon del Antiguo Testamento. Su interés es múltiple, ya que no solamente describe la reconstrucción de las murallas de Jerusalén, sino también la reconstrucción de la organización eclesiástica judía; y como autoridad en cuanto a los acontecimientos que relata, es de poner orden ya que se basa en información de su tiempo. Y su valor se ve aumentado por el vívido retrato del carácter noble de Nehemías mismo. Su carrera presenta una excepcional combinación de fuerte independencia y humilde confianza en Dios, de penetrante sagacidad y perfecta sencillez de propósito, de persistente oración con la actividad más enérgica posible; y en cuanto a fe religiosa y sabiduría práctica, sobresale notoriamente entre los ilustres personajes de la Biblia.” (J. R. Dummelow, ed., A Commentary on the Holy Bible, pág. 278.)

El libro está escrito en primera persona. Su estilo autobiográfico indica que puede provenir de los propios escritos de Nehemías.

COMENTARIOS SOBRE NEHEMIAS

(32-2) Nehemías 1. ¿Quién era Nehemías? ¿Dónde y en qué momento comienza la narración que él hace?

Poco se sabe en cuanto a la vida personal de Nehemías, excepto que era un judío que nació en exilio después gue Ciro decretó que los judíos podían regresar a su tierra. Como se explicó en Comentarios sobre Esdras y en Temas suplementarios, sección J, solamente quisieron retornar unos pocos de los judíos que estaban en el exilio. La familia de Nehemías debe haber estado entre los que no quisieron hacerlo. Probablemente eran gente de influencia, dado que Nehemías era copero del rey Artajerjes (véase Nehemías 2:1). El asesinato era una amenaza constante para los reyes, y uno de los métodos más eficaces para realizarlo era envenenando la comida y bebida de los monarcas. El copero, persona asignada a confirmar que la comida y bebida del rey no estaba envenenada, ocupaba un puesto de gran confianza y responsabilidad. Aunque estaba en Persia gozando de poder e importancia, Nehemías no había olvidado a su pueblo ni a su tierra. Al enterarse de la triste condición de los suyos, ayunó y oró por su pueblo.

(32-3) Nehemías 2:1-11. El rey envió a Nehemías a Jerusalén

La buena voluntad del rey Artajerjes hacia Nehemías es evidente no solamente en que le dio permiso para regresar sino también en que le dio guardas, una escolta y un salvoconducto para pasar por los territorios “más allá del río”, o sea, al occidente del Eufrates en su regreso a Judá. El rey también le concedió permiso para usar madera de los bosques reales para construir las murallas de Jerusalén así como los portones y su propia casa.

(32-4) Nehemías 2:10. ¿Quién era Sanbalat?

Sanbalat, gobernador de Samaria, y los gobernadores de otras regiones vecinas se oponían a los planes de los judíos para Jerusalén y no estaban de acuerdo con la protección que les daba el rey de Persia. Una amarga enemistad había nacido entre los samaritanos y los judíos que habían regresado con Zorobabel (véase Comentarios sobre Esdras 4). El hecho de que Nehemías regresara con pleno poder de parte del emperador para fortificar la ciudad de Jerusalén fue un golpe para los samaritanos, y abiertamente se opusieron a ello. Sanbalat de Samaria encabezaba el grupo de opositores (véase vers. 19) e hizo necesario que Nehemías pertrechara con armas a quienes trabajaban en las murallas de Jerusalén (véase capítulos 4 y 6).

(32-5) Nehemías 2:12-16. Nehemías recorre las murallas en la noche

Nehemías escribió con tanto detalle su recorrido de reconocimiento y la reconstrucción posterior de las murallas de la ciudad que nosotros tenemos una buena idea de los lugares a los que hizo referencia. El mapa que se incluye aquí muestra dichos lugares.

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Nehemiah’s night walk

Véase en la sección de mapas los mapas de Jerusalén para comparar la ciudad de la época de Nehemías con la ciudad de la época de Jesús.

(32-6) Nehemías 4:16-18. “Cada uno tenía su espada ceñida a sus lomos”

Los nombres de las familias asignadas para reparar las murallas y los portones aparecen en Nehemías 3. Los líderes de los pueblos vecinos estaban enojados porque los judíos estaban fortificando a Jerusalén y volviendo a sus antiguas prácticas religiosas. Sanbalat, el gobernador de Samaria, estaba especialmente irritado. Pero el plan que idearon para atacar y evitar la reparación de las murallas, que ya estaban a la mitad de su altura (véase Nehemías 4:6), fue frustrado por Nehemías, quien había hecho que quienes cuidaban y quienes trabajaban estuvieran armados de día y de noche (vease vers. 21-22). El llamado que Nehemías hizo a los judíos a defender sus familias y hogares (véase vers. 14) es semejante al que hizo Moroni en el Libro de Mormón (véase Alma 43:46-47; 46:12).

Una oposición semejante a la experimentada por Nehemías, y la misma solución, fue la que enfrentaron los hombres de Dios en esta dispensación. Consideremos lo que el presidente George Q. Cannon, consejero de Brigham Young, dijo en cuanto a la persecución en Utah en los alrededores del año 1884, y en cuanto a la construcción del Templo de Nauvoo unos cuarenta años antes: “Da ánimo pensar que, en medio de los asaltos que se realizan contra La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días, y de las amenazas que circulan concernientes a nosotros y a nuestro destino futuro, hay suficiente fe en medio del pueblo para proseguir, sin desánimo y sin cesar, la gran obra que sentimos que nuestro Padre ha impuesto sobre nosotros. No hemos estado en la situación en la que estábamos en Nauvoo cuando allí terminamos nuestro templo, pues en aquel entonces los obreros que trabajaron en él eran como los judíos en los días de Nehemías, cuando emprendieron la reconstrucción de las murallas de Jerusalén, y tenían que trabajar gran parte del tiempo con sus herramientas de trabajo en una mano y en la otra las armas para defenderse. Estábamos rodeados de grupos contrarios y vivíamos en un estado constante de temor por causa de las amenazas que nos hacían, por las confabulaciones y los ataques contra nuestras colonias cercanas en los que incendiaban las casas, destruían los graneros, mataban el ganado y expulsaban a la gente de sus hogares.” (En Journal of Discourses, 25:167.)

(32-7) Nehemías 5. Nehemías efectuó reformas sociales entre su pueblo

La verdadera grandeza de Nehemías se destaca en estos versículos. Una de las razones por las que los judíos todavía estaban en extrema pobreza era la opresión a que los sometían sus antiguos mandatarios. Nehemías pudo haberse aprovechado de igual manera, pero en cambio se enojó por los impuestos excesivos (tributo del rey), por la usura, la esclavitud y la confiscación de la propiedad privada.

Aunque sus predecesores “abrumaron al pueblo” (Nehemías 5:15) o, en otras palabras, pusieron una carga pesada sobre el pueblo, Nehemías mostró su grandeza como gobernador no aceptando salario tomado de los impuestos del pueblo. Era rico y prefirió servir sin remuneración.

Los reyes justos en el Libro de Mormón también fueron conscientes en este sentido y trabajaban para obtener su propio sostén en lugar de sobrecargar a la gente (véase Mosíah 2:14; 29:40).

(32-8) Nehemías 6. ¿Qué importancia tenían las murallas?

Sanbalat trató de arrastrar a Nehemías a una trampa (Nehemías 6:2) mediante una invitación para negociar, pero Nehemías no se dejó engañar. De hecho, ni siquiera se intimidó por las amenazas de Sanbalat de informar al rey Artajerjes de una supuesta rebelión judía.

Se terminó la muralla en cincuenta y dos días (véase vers. 15), y se establecieron guardias para proteger a quienes vivían en la ciudad. La muralla era una protección, pero también era un símbolo físico importante del establecimiento de los judíos como nación. La ciudad santa se transformó en una fuerza unificadora a medida que algunas familias fueron elegidas al azar para vivir en ella (véase Nehemías 11:1-2). Sanbalat y los otros enemigos de Judá comprendieron cabalmente el significado de las murallas y de los esfuerzos que Nehemías, como caudillo, hacía para unificar a su pueblo. Por eso es que la oposición que demostraron era tan persistente.

(32-9) Nehemías 7:63-65. ¿Qué significa ser excluido del sacerdocio?

Los que no podían trazar su genealogía, o quienes trataban de esconderla, no tenían derecho al sacerdocio. La misma situación se menciona en Esdras 2:62.

(32-10) Nehemías 8:1-12. Establecimiento de la sinagoga y la fiesta

Es de importancia particular que Esdras el escriba leyera la ley al pueblo, porque parece que fue ésta la primera vez que una sinagoga, o lugar para leer y exponer las Escrituras, se estableció en Jerusalén después del retorno desde Babilonia. Un erudito comentó el versículo 8 en la forma siguiente: “Los israelitas, habiendo sido sacados del cautiverio en Babilonia, en el que habían estado setenta años, de acuerdo con la predicción de Jeremías (25:11), no solamente eran sumamente corruptos, sino que parece que en general habían perdido el conocimiento del antiguo idioma hebreo a tal punto que cuando se les leyó el libro de la ley, no lo entendieron: pero ciertos levitas ‘ponían el sentido’, es decir, traducían al dialecto caldeo… Parece que el pueblo no solamente ignoraba su antiguo idioma, sino también los ritos y ceremonias de su religión, por haber estado tanto tiempo en Babilonia donde no se les permitía llevarlos a cabo. Siendo así, era necesario no sólo interpretar el idioma sino también explicar el significado de los ritos y ceremonias; y encontramos en el versículo 13 de este capítulo que se habían olvidado de la fiesta de los tabernáculos y todo lo pertinente a esa ceremonia.” (Adam Clarke, The Holy Bible…with a Commentary and Critical Notes, 2:781-82; véase también Temas suplementarios, sección H.)

(32-11) Nehemías 8:10. Cuidado de los pobres

Una vez más la bondad de Nehemías quedó demostrada. No se limitó a invitar a la gente a participar en una festividad religiosa sino también a recordar a los pobres, a compartir su gozo por la bondad de Dios mediante el servicio caritativo.

(32-12) Nehemías 8:13-18. ¿Por qué Nehemías volvió a establecer la fiesta de los tabernáculos?

A menos que comprendamos el significado de la fiesta de los tabernáculos, puede parecer raro que Nehemías le diera tanta importancia a esta celebración. Los mandamientos para su celebración se encuentran en Levítico 23:34-44. El élder Bruce R. McConkie explicó su significado particular:

“Una de las tres grandes festividades a las que la concurrencia de todos los varones israelitas era obligatoria era la fiesta de los tabernáculos, y en todo sentido, era la mayor fiesta en Israel. Se celebraba cinco días después del día de la Expiación y tenía lugar después que los pecados del pueblo elegido habían sido quitados, renovando, y así restaurando, su relación especial de convenio con Jehová. Sobre todas las demás celebraciones, ésta sobresalía por ser una de regocijo, de expresión de testimonio y alabanza al Señor. En todo sentido, es la fiesta de Jehová, la única celebración mosaica que, como parte de la restitución de todas las cosas, será restaurada cuando Jehová venga a reinar personalmente sobre la tierra por mil años. Aún hoy día nosotros realizamos uno de sus principales ritos y lo hacemos en nuestras asambleas solemnes con la expresión del grito de Hosanna, y los adoradores de Jehová tendremos el privilegio de regocijarnos en otros de sus ritos sagrados.

“También conocida como fiesta de las enramadas, porque Israel vivió en enramadas cuando estaba en el desierto, y como la fiesta de la cosecha, porque se realizaba al dar fin a la cosecha, era ocasión de alegre regocijo y de generosa ofrenda de sacrificios. Durante la celebración de la Pascua se ofrecían más sacrificios que en cualquier otra ocasión porque cada familia o grupo mataba un cordero que después comía; pero en la fiesta de los tabernáculos había más sacrificios de becerros, carneros, corderos y machos cabríos ofrecidos por los sacerdotes por el bien de la nación, que en todas las demás celebraciones israelitas juntas. Puesto que esta fiesta celebraba la finalización de la cosecha, representaba la misión de la casa de Israel, que es reunir en el evangelio a todas las naciones para Jehová, empresa que ya se ha puesto en marcha pero que no se completará sino hasta el Milenio cuando ‘Jehová será rey sobre toda la tierra’ y reinará personalmente en ella. Entonces se cumplirá lo que está escrito: (Zacarías 14:9-21). Ese será el día cuando la ley saldrá de Sión y la palabra del Señor de Jerusalén. Manifiestamente cuando la fiesta de los tabernáculos se celebre en ese día, sus ritos y ceremonias serán conforme al nuevo orden del evangelio y no incluirán el orden mosaico del pasado.” (The Promised Messiah, págs. 432-33.)

(32-13) Nehemías 9. Recordando al Señor

Apartados de los extranjeros que había en su medio, los judíos ayunaron, oraron, alabaron al Señor, y repitieron su larga historia y las bendiciones de Dios recibidas a través de las generaciones desde Abraham hasta su época. Los levitas (el grupo del sacerdocio) se encargó de esto y su alabanza a Dios parece haber sido estimulada por el estudio de la Ley. Muchas referencias del capítulo 9 de Nehemías tienen que ver con acontecimientos históricos que se encuentran descritos en los cinco libros de Moisés:

  1. El versículo 6 se refiere a la Creación (Génesis 1).

  2. El versículo 7 se refiere al convenio abrahámico (Génesis 11-17).

  3. Los versículos 9-11 se refieren al Exodo desde Egipto (Exodo 1-14).

  4. El versículo 12 se refiere al pilar de fuego y humo (Exodo 20).

  5. Los versículos 13-14 se refieren a la entrega de la ley (Exodo 20).

  6. El versículo 15 se refiere al maná y al agua que brotó de la roca (Exodo 16-17).

  7. El versículo 17 se refiere a la rebelión de los israelitas (numerosos ejemplos aparecen en Exodo y Números).

  8. El versículo 18 se refiere al incidente del becerro de oro (Exodo 22).

    Las referencias a acontecimientos históricos continúan en esa misma forma.

    Los levitas constantemente se referían a las Escrituras cuando alababan al Señor. Ello es buen indicio del estado espiritual de los exiliados que habían retornado: las Escrituras habían sido abandonadas por demasiado tiempo. Y es buen indicio de la sabiduría de Nehemías y de Esdras, quienes buscaron llevar de nuevo el pueblo al pacto mediante las Escrituras.

(32-14) Nehemías 10:28-39. Los judíos renovaron sus convenios

En su nuevo espíritu de unidad y de orgullo nacional, los judíos hicieron convenios de casarse solamente con gente israelita (véase Nehemías 10:30); de guardar santo el día de reposo (véase vers. 31); de pagar el impuesto del templo instituido por Moisés (véase vers. 31); de hacer ofrendas (véase vers. 33-35); de dedicar el primogénito al Señor (véase vers. 36); de sostener a los levitas y sacerdotes mediante sus diezmos (véase vers. 37-38); y de hacer todo lo necesario para sostener el templo (véase vers. 39). En otras palabras, hicieron convenio de establecer la obediencia a la ley de Moisés.

En Nehemías 10:38 se menciona el “diezmo del diezmo”. Los levitas tenían que diezmar el dinero que recibían para su sostén para el sostén de los sacerdotes. Originalmente el impuesto del templo era medio siclpor cada persona de más de veinte años de edad (véase Exodo 30:13). Esta cantidad fue reducida a una “tercera parte” o a un tercio de siclo. Tales ofrendas seguían en vigencia en tiempos de Jesús (véase Lucas 21:1-4).

(32-15) Nehemías 10:29. ¿Quedó el pueblo bajo pena de maldición?

Es evidente que la protesta y el juramento mencionados en este versículo podían acarrear bendición o maldición, según la obediencia o desobediencia a los mismos.

(32-16) Nehemías 11:1-2. Un diezmo de la gente misma

Luego de echar suertes, una de cada diez familias que estaban en Persia fue a vivir a Jerusalén como diezmo a la Ciudad Santa.

(32-17) Nehemías 13. Nehemías estableció más reformas

Nehemías sacó a los extranjeros que concurrían a las sinagogas (véase Nehemías 13:1-3) y luego limpió el templo de un apóstata residente (véase vers. 4-9). Reforzó el control de la compra y venta en día de reposo (véase vers. 14-21) y además aconsejó a todo Israel a casarse con mujeres de su propio pueblo. Este fue un hombre que dejó un puesto de influencia y de buena remuneración, y por amor a Dios y a su pueblo dedicó su vida a propósitos justos. Ciertamente Nehemías será contado como uno de los siervos elegidos de Dios.

(32-18) Nehemías 13:28-31. ¿Qué acontecimiento se describe en estos versículos, y por qué es significativo

En épocas posteriores los samaritanos consideraban que el Monte Gerizim era el lugar santo mientras que los judíos consideraban que era Jerusalén el lugar de adoración (véase Juan 4:19-22). Aunque no se declara específicamente, el conflicto mencionado en estos versículos del libro de Nehemías es lo que llevó al establecimiento del Monte Gerizim como lugar santo para los samaritanos.

“Después del retorno de los judíos al cautiverio en Babilonia, Gerizim nuevamente llegó a ser un lugar de importancia como centro de la adoración samaritana. Cierto individuo, de nombre Manasés, hijo o nieto de Joiada, sacerdote en Jerusalén (Neh. 13:28), se casó con la hija de Sanbalat el horonita. Por haber rehusado abandonarla, fue expulsado del sacerdocio y se refugió entre los samaritanos, y como miembro de la familia de los sacerdotes, estableció el Monte Gerizim como rival del templo y del sacerdocio (Juan 4:20).” (Bible Dictionary, s. v. “Gerizim”.)

RESUMEN ANALITICO

(32-19) Epoca para adquirir confianza y hacer convenios

Al examinar el Antiguo Testamento, encontrará evidencia, una y otra vez, de que las condiciones pudieron haber sido mejores si el pueblo hubiera cumplido su parte de los pactos (convenios). Pero también puede ver que el Señor nunca pierde el control de las distintas situaciones. Bajo lo que parecían ser las peores circunstancias, los mandatarios, sacerdotes y profetas del Señor recibieron instrucciones de hacer ciertas cosas que tenían como propósito hacerlos merecedores de todas las bendiciones que el pueblo del Señor quería recibir. No parecía posible hacer lo que el Señor pidió del pueblo mediante Zorobabel, Esdras y Nehemías. Sin embargo, con un poquito de esfuerzo de parte de los profetas, la confianza del pueblo aumentó y todos se esforzaron.

El presidente Brigham Young dijo con respecto a la confianza en épocas de pruebas: “La confianza, hermanos, CONFIANZA en nuestro Dios y la confianza de los unos en los otros… Puedo decir que ya la tenemos; pero pienso que un aumento de fe en nuestro Dios y de confianza mutua es cosa deseable. Si pudiéramos obtener esa fe y confianza de los unos en los otros, y en nuestro Dios, a tal punto que al pedir un favor lo hiciéramos con plena seguridad y conocimiento de que recibiríamos, ¿no creéis que éstas nos llevarían directamente a hacer lo necesario en toda transacción y circunstancia de la vida? Ellas nos impulsarían a hacer no solamente lo que se solicita sino mucho más. Si vuestro hermano os pidiera ir con él una milla, iríais con él dos; si os pidiera vuestra túnica, le daríais también la capa. Este principio nos impulsa a hacer todo lo que podemos para llevar adelante el bienestar mutuo, la causa de Dios en la tierra y todo lo que el Señor desea que hagamos; nos prepara e inclina a hacerlo en seguida.” (The Journal of Discourses, 1:115.)

Había los valientes que trabajaron diligentemente; había los de corazón desfalleciente; y había los que eran amargos enemigos de la obra del Señor y sus siervos. Sin embargo, la obra se efectuó y llegó a ser un monumento de la fe y valor de aquellos que habían aceptado su responsabilidad.

Los judíos en la época de Nehemías hicieron votos de renovar los convenios que ellos y sus padres habían hecho. Hoy día algunas personas hacen convenios y lo toman ligeramente, actitud que el presidente Joseph Fielding Smith comentó así:

“Deberíamos comprender sincera y plenamente que ningún requisito, solicitud o mandamiento hecho al hombre por el Padre o el Hijo, se da sino con el propósito de adelantar al hombre en la senda de la perfección eterna. Nunca, en momento alguno, el Señor ha dado un mandamiento que no haya sido para glorificar al hombre y acercarlo a la asociación eterna con el Padre y el Hijo. Somos demasiados los que recibimos los mandamientos del Señor con un espíritu de indiferencia o con la actitud mental de que se han dado con el solo propósito de privarnos de alguna comodidad o placer sin provecho real derivado de la obediencia a ellos.

“Todo convenio, contrato, alianza, obligación y mandamiento que hemos recibido por revelación y que ha venido del Todopoderoso tiene el único propósito de proporcionar la exaltación y perfección del individuo que los acepte en plena fe y obediencia. El que ‘recibe un mandamiento con corazón dudoso, y lo cumple desidiosamente, ya es condenado’ (D. y C. 58:29). Desgraciadamente hay demasiados que reciben en esa forma los convenios” (Doctrina de salvación, tomo I, pág. 150).

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