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2 Reyes 14-20: La caída del reino del norte


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La caída del reino del norte

2 Reyes 14-20

(12-1) Introducción

Se cuenta la historia de dos muchachos que iban en una canoa bajando por el río hacia las cataratas del Niágara. Aunque el agua estaba plácida y calma, se estaban acercando a la zona en la que la corriente iba tomando velocidad al acercarse a la cascada. Un hombre que estaba en la ribera, dándose cuenta del peligro, les gritó: "Muchachos, ¡El salto está a poca distancia!"

Pero los muchachos, que oyeron la advertencia, no prestaron atención al mensaje, siguieron riendo y bromeando, sin preocuparse del peligro.

En la orilla el hombre comenzó a correr, y gritaba desesperado, "¡Muchachos, la caída está muy cerca!"

Pero los jóvenes no escucharon la advertencia. La corriente seguía con cada vez más rapidez hasta que se vieron atrapados en los rápidos y comenzaron a temer. Con toda la fuerza que podían ejercer, intentaron desviar la canoa, pero era demasiado tarde. Cayeron en las cataratas… todo porque rehusaron escuchar la voz de advertencia. (Adaptado de David O. McKay, Gospel Ideals, pág. 512.)

El antiguo Israel puede ser comparado a estos dos muchachos, pues no prestó atención a repetidas advertencias de los profetas. El hecho de que el Señor retirara sus bendiciones no logró detener a Israel en su loca carrera hacia la destrucción. En el año 721 a. C. el reino del norte cayó ante el vigoroso ataque del enemigo asirio, y su pueblo fue llevado cautivo a una tierra extraña. Posteriormente algunos escaparon y fueron a los países del norte; a menudo se les menciona como las diez tribus perdidas. (Véase Temas suplementarios, sección D.)

Este capítulo versará sobre la historia de esta trágica caída. En capítulos anteriores se ha demostrado que el Señor una y otra vez dio clara advertencia a través de los profetas, quienes trabajaron fervorosamente para llevar a Israel a la cordura. Isaías, Miqueas, Joel, Amós, Oseas y probablemente muchos otros amonestaron una y otra vez a un Israel rebelde. Estos capítulos del Antiguo Testamento contestan la siguiente pregunta: ¿Pudo Dios haber hecho más para hacerle volver a El a este pueblo rebelde?

COMENTARIOS SOBRE 2 REYES 14-20

(12-2) 2 Reyes 14-20

Esta sección de estudio comprende el período entre el año 800 a. C. y el 721 a. C. , o sea, un período de ochenta años (véase Temas suplementarios, sección A, donde aparece una cronología de los reyes.)

(12-3) 2 Reyes 14:3-11. ¿Era Amasias un rey recto?

En 2 Crónicas 25:2 se comenta que el corazón de Amasias no era perfecto en lo que hacía. Esta es una forma de decir que era un hombre indeciso, actitud que torna en malas las cosas buenas que se hacen. Su inestabilidad es evidente en (1) el hecho de no haber eliminado los lugares altos empleados para adorar a dioses falsos; (2) su deseo de hacer la guerra con ayuda de los enemigos; y (3) no haber escuchado la advertencia de Joás.

(12-4) 2 Reyes 14:7. ¿Por qué atacó Amasias a Edom?

El reino de Judá había tenido el control de Edom exigiéndole tributo desde los días de David. Sin embargo, durante el reinado de Joram, Edom se rebeló (véase 2 Reyes 8:20). Amasias reunió un gran ejército y nuevamente subyugó a Edom.

(12-5) 2 Reyes 14:8-14. ¿Por qué quería Amasias mirar a la cara al rey Joás?

"Mirar a otro a la cara" es una expresión hebrea que quiere decir hacerle la guerra. Aunque en la versión aquí no aparece ninguna razón por la que Amasias declaró la guerra, la versión paralela de Crónicas explica qué fue lo que ocurrió (véase 2 Crónicas 25:1-13). Cuando estaba reforzando su ejército para luchar contra los edomitas, Amasias contrató a cien mil mercenarios del reino del norte (Israel o Efraín). Un profeta le advirtió que como Israel no gozaba de la gracia de Dios, añadir estos mercenarios al ejército de Judá haría que esta nación perdiera la batalla. Amasias dijo a los hombres que volvieran a su casa, y éstos se sintieron sumamente enojados porque no los dejaron pelear.

En tanto que Amasias fue hacia el sur para pelear contra los edomitas, los mercenarios descargaron su enojo asolando varios pueblos de Judá en su camino hacia el norte. Cuando Amasias supo lo sucedido, declaró la guerra a Israel.

La respuesta de Joás fue un insulto despectivo. En su parábola, Amasias y Judá son el cardo, la hierba que se seca y es llevada por el viento en el calor del verano. Joás e Israel son el cedro, refiriéndose a los cedros del Líbano, árboles gigantes y majestuosos que alcanzaban más de treinta metros de altura. Evidentemente Amasias pedía una princesa real como parte de una disculpa oficial de estado. Joás dijo que él sería como una bestia salvaje y que aplastaría al cardo. Amasias aceptó el desafío y fue derrotado. El relato en 2 Crónicas explica que la derrota se produjo porque Amasias trajo los ídolos de Edom consigo después de la victoria allí y que los adoró. (Véase 2 Crónicas 25:14-16, 20.)

(12-6) 2 Reyes 14:22. Elat

También se le conocía a Elat con el nombre Ezión-geber. Era una zona anteriormente bajo el control de Salomón y utilizado como puerto en el Mar Rojo para su flota de comercio con Ofir y Arabia (véase 2 Reyes 9:26; 2 Crónicas 8:17).

(12-7) No se aplica

(12-8) 2 Reyes 15:5. ¿Por qué el Señor hirió a Uzías, y qué significa "casa separada"?

Un pasaje favorito de los misioneros y maestros es 2 Crónicas 26:16-21. Lo emplean para mostrar que es necesario tener autoridad divina para actuar en las ordenanzas y oficios de la Iglesia. Uzías fue herido porque tomó sobre sí la atribución de efectuar ritos reservados solamente para el sacerdocio. Uzías era un rey relativamente bueno y, como tal, prosperó y llegó a ser fuerte. Pero en ese momento se enorgulleció y usurpó la autoridad del sacerdocio, con resultados desastrosos.

Una "casa separada" se refiere a las casas en las que vivían los leprosos, apartados de la sociedad.

(12-9) 2 Reyes 15:11. Las crónicas de los reyes de Israel

Estos anales no son lo que hoy en día llamamos los libros de las Crónicas del Antiguo Testamento. Estos son los anales de los reyes de Judá. Los anales de los reyes de Israel se perdieron y ahora no contamos con ellos.

(12-10) 2 Reyes 15:19. ¿Quién era Pul?

Pul era el nombre personal del rey Tiglat-pileser III de Asiría. Los reyes de Israel le pagaban tributo y recibían a cambio protección contra Egipto y otras naciones. Pul invadió Israel en el año 733 a. C. y capturó varios pueblos, los que posteriormente fueron administrados por su sucesor, Salmanasar V.

(12-11) 2 Reyes 15:25. ¿Quiénes eran los galaaditas?

Los galaaditas eran, principalmente, de las tribus de Rubén, Gad y Manasés (véase Números 26:29-30; 27:1; 36:1; Josué 17:1, 3; 1 Crónicas 2:21, 23; 7:14-17).

(12-12) 2 Reyes 16:3. ¿Sacrificó Acaz un hijo a Moloc?

Este versículo deja algunas dudas en cuanto a lo que hizo Acaz. ¿Mató a su hijo o solamente lo inició en la adoración de un dios falso? 2 Crónicas 28:3 respalda la idea de un sacrificio humano, y los comentaristas generalmente concuerdan en que Acaz asesinó a algunos de sus hijos en esta forma.

"En lo que concierne a este hecho, aquí tenemos el primer caso de un sacrificio a Moloc entre los israelitas, es decir, uno hecho matando y quemando…

"La ofrenda del hijo a Moloc tuvo lugar, probablemente, durante la severa opresión de Acaz por parte de los sirios, y tenía el propósito de apaciguar la ira de los dioses, tal como hizo el rey de los moabitas en circunstancias semejantes (2 Reyes 3:27). " (C. F. Keil y F. Delitzsch, Commentary on the Old Testament, 3:1:399-400.)

(12-13) 2 Reyes 16:11. "Conforme a todo lo que el rey Acaz había enviado"

Esto significa que Urías ya había mandado hacer el altar cuando el rey Acaz volvió. Evidentemente, cuando Acaz estaba en Damasco, vio un altar, probablemente a algún dios falso, que atrajo su admiración.

Mandó hacer una réplica en Jerusalén e hizo sacar el gran altar del templo para emplear en su lugar el recién construido. (Comparar con 2 Crónicas 28:23-5.)

(12-14) 2 Reyes 16:18. ¿Qué era el "pórtico para los días de reposo"?

Tal vez era un resguardo o un toldo bajo el cual la familia real se sentaba para escuchar la ley los días de reposo. Algunos suponen que era un corredor cubierto que llevaba al templo desde la casa real. (Véase Adam Clarke, The Holy Bible… with a Commentary and Critical Notes, 2:534; Samuel Fallows, ed. , The Popular and Critical Bible Encyclopedia and Scriptural Dictionary, s. v. "covert for the Sabbath".)

(12-15) 2 Reyes 17:6. Destrucción de Samaria

Samaria fue destruida durante el primer o segundo año del reinado de Sargón, quien tomó su nombre oficial de un rey que vivió dos mil doscientos años antes y al cual reclamaba como antepasado. Dio fin a la toma de Samaria iniciada por su antecesor. La fecha es considerada como el año 721 a. C. , pero pudo haber sido el 722.

La destrucción de Samaría, capital del reino del norte, fue predicha por Oseas y Miqueas (véase Oseas 13:16; Miqueas 1:6), y es tratada en más detalle en Temas suplementarios, sección D.

(12-16) 2 Reyes 17:9. ¿Qué quiere decir la expresión "desde las torres de las atalayas hasta las ciudades fortificadas"?

Las torres eran levantadas por los dueños de viñedos (véase 2 Crónicas 26:10) para poder vigilar sus tierras y protegerlas. La expresión sencillamente significa desde las zonas poco pobladas hasta las zonas muy pobladas. Es otra forma de decir que todo Israel, el reino del norte, se había vuelto a la adoración de ídolos.

(12-17) 2 Reyes 17:16. ¿Qué quiere decir la adoración de "todo el ejército de los cielos"?

Esta es la primera vez que esta forma de idolatría se menciona en el reino del norte. Adorar a la hueste del cielo era adorar al sol, la luna y las estrellas, algo que Moisés, por mandato de Jehová, les había prohibido hacer (véase Deuteronomio 4:19; 17:3).

(12-18) 2 Reyes 17:18. ¿Qué tribus fueron llevadas y cuáles quedaron?

La declaración de que "no quedó sino sólo la tribu de Judá" se puede comprender correctamente si sabemos que en esta época Benjamín, Leví y todos los demás israelitas que habían abandonado el reino de Israel, uniéndose al de Judá, estaban incluidos bajo el título de Judá. Las diez tribus llevadas al cautiverio fueron los de Rubén, Simeón, Isacar, Zabulón, Gad, Dan, Aser, Neftalí, Efraín y Manasés. Las tres tribus restantes eran Judá, Benjamín y Leví. Algunos de la tribu de Leví todavía estaban en Israel (con las diez tribus) y algunos de Efraín, Manasés y otras tribus estaban con Judá. De manera que la división no es tan clara como una lectura superficial podría indicar.

(12-19) 2 Reyes 17:24-41. Orígenes de los samaritanos

Poco después que las diez tribus de Israel fueron llevadas al cautiverio, Asiría llevó gente de su propia nación a la zona anteriormente ocupada por los israelitas. Cuando los nuevos residentes dejaron de prosperar, el rey de Asiría envió un sacerdote israelita a la zona para enseñar la adoración de Jehová, aunque estaba libremente mezclada con el paganismo de Asiría (vers. 28-29). Por motivo de que vivían en Samaría y sus alrededores, estos nuevos ocupantes de la tierra llegaron a ser conocidos como samaritanos. Finalmente, los casamientos mixtos de los colonos asirios con aquellos que habían sobrevivido al cautiverio (no todos los israelitas fueron llevados) hicieron que los samaritanos reclamaran las bendiciones del convenio israelita. Los judíos de años posteriores rehusaron aceptar este reclamo por causa de la sangre gentil de los samaritanos y por las tendencias paganas que demostraban tener. Este rechazo llevó a la creciente hostilidad entre judíos y samaritanos, la que era evidente en la época de Jesucristo. (Véase Comentarios sobre Esdras 4-5). Los judíos sencillamente rehusaban relacionarse con los samaritanos, sus vecinos (véase Juan 4:9).

(12-20) 2 Reyes 18:4. ¿Por qué destruyó Ezequías la serpiente de bronce llamada Neustán?

Durante su viaje de cuarenta años en el desierto, los antiguos israelitas a menudo murmuraron contra Dios y Su profeta, Moisés. El Señor envió como castigo entre el pueblo "serpientes ardientes" que resultaron ser una amenaza de gran destrucción. Como medio de salvación física y como símbolo de la salvación espiritual que sería obrada por Jesucristo (véase Juan 3:14-15; 2 Nefi 25:20; Helamán 8:13-15), Moisés hizo una serpiente de bronce, la colocó sobre un palo alto y enseñó a su pueblo que si miraban la serpiente de bronce después de ser mordidos por una serpiente verdadera, recibirían sanidad física (véase Números 21:4-9). La serpiente de bronce fue preservada en Israel y, con el tiempo, llegó a ser objeto de adoración y fue adorada por los israelitas tanto como adoraban a otros ídolos. En sus esfuerzos para erradicar toda forma de idolatría en Judá, el rey Ezequías hizo destruir la serpiente de bronce junto con los ídolos.

El vocablo neustán es de origen hebreo y significa "algo que es de bronce". La implicación puede ser que Ezequías hablaba despectivamente del objeto que era adorado diciendo que solamente se trataba de algo "que es de bronce" y nada más.

(12-21) 2 Reyes 18:13. ¿Qué se sabe de Senaquerib, rey de Asiría?

El relato registrado en 2 Reyes 18:13-19:37 es muy semejante al de Isaías 36-37. Senaquerib era hijo de Sargón II y logró varias conquistas. Las tablillas de arcilla que relataban sus distintas campañas han sido preservadas y descifradas. La parte de una tablilla que se refiere a la conquista parcial de Judá dice lo siguiente: "En cuanto a Ezequías el judío, que no se sometió a mi yugo, cuarenta y seis de sus ciudades fuertes, amuralladas, así como las poblaciones pequeñas de las cercanías, las que no fueron contadas — construyendo una rampa de tierra amontonada y con el aporte de arietes, por el ataque de la infantería, mediante túneles, brechas y [con el uso de] hachas, sitié y tomé [aquellas ciudades]. Les quité y conté como despojo doscientas mil, ciento cincuenta personas, grandes y pequeños, hombres y mujeres, caballos, muías, asnos, camellos, ganado, y ovejas sin número. A él mismo como a un pájaro enjaulado encerré en Jerusalén, su ciudad real. Levanté terraplenes contra él; y al que salía por las puertas de la ciudad lo hice volver a su miseria. " (En la obra de Madeleine S. Miller y J. Lane Miller, Harper's Bible Dictionary, s. v. "Sennacherib".)

El relato de Senaquerib se ajusta bien a los relatos en 2 Reyes 18:13-19:37 e Isaías 36-37.

(12-22) 2 Reyes 18:14. ¿Qué importancia tenía Laquis?

Laquis era una ciudad fortificada en la tierra de Judá que vigilaba el camino principal que iba a Jerusalén desde el sur. Destruyendo a Laquis, los asirios privarían a Judá de todo socorro proveniente de Egipto así como de una de sus fortificaciones más fuertes (véase 2 Crónicas 32:9).

(12-23) 2 Reyes 18:17. ¿Quiénes eran el Tartán, Rabsaris y Rabsaces?

La presente versión de la Biblia nos hace pensar que se trataba de nombres propios, pero los eruditos ahora piensan que eran títulos de oficiales asirios llamados por Senaquerib para negociar los términos del rendimiento de Jerusalén (véase The Interpreter's Dictionary of the Bible, 3:293).

(12-24) 2 Reyes 18:17. ¿Qué era el "acueducto del estanque de arriba" y el "camino de la heredad del lavador"?

El Lavador era el que limpiaba, planchaba y teñía la tela para ganarse la vida. Ya que su trabajo requería mucha agua, la heredad del lavador siempre estaba cerca de una fuente o manantial. La fuente de Gijón era un manantial natural de agua en el Valle del Cedrón. En los primeros tiempos, antes de la ocupación israelita, los habitantes de Jerusalén enviaban a sus mujeres a ese lugar a buscar agua. De pie sobre una plataforma elevada, las mujeres bajaban sus recipientes de cuero en un pozo profundo que llegaba al agua y así sacaban el precioso líquido. Algunos piensan que ese orificio era el "acueducto del estanque de arriba". Cerca de ese lugar estaba la "heredad del Lavador". (Véase Miller y Miller, Harper's Bible Dictionary, s. v. "Gihon"). Se han encontrado restos de una fuente, hecha por el hombre, al oeste de la ciudad, y algunos eruditos piensan que ése pudo haber sido el lugar mencionado.

(12-25) 2 Reyes 18:26. ¿Por qué los líderes judíos quisieron hablar en lenguaje sirio?

Los judíos estaban bajo sitio, con una gran población encerrada en Jerusalén. Los líderes judíos no querían que su pueblo oyera las condiciones asirías por temor de que el pueblo se llenara de pánico y cediera en sus demandas. El Rabsaces no hizo caso de su solicitud sino que habló en voz aún más fuerte (véase 2 Reyes 18:28).

(12-26) 2 Reyes 18:34. ¿A qué se refieren los términos Hamat, Arfad, Sefarvaim, Hena e Iva?

Estos son los nombres de varias ciudades conquistadas por Senaquerib durante sus numerosas campañas militares. Muchas ciudades de los tiempos antiguos tenían sus propias divinidades sobre las que volcaban su fervor en tiempos de dificultades (véase Interpreter's Dictionary of the Bible, 3:296). El Rabsaces desdeñosamente echó a un lado el consuelo principal de los judíos (la idea de que su Dios, Jehová, los salvaría) naciendo notar cuán poco éxito había tenido otros dioses en defender a sus ciudades.

(12-27) 2 Reyes 19:3. ¿Qué significa la expresión "los hijos están a punto de nacer, y la que da a luz no tiene fuerzas"?

"Es una manera de expresar sumo peligro, la circunstancia más desesperada. Si la mujer no tiene fuerza para el trabajo de parto a fin de expulsar a la criatura que trata de salir del vientre, tanto la vida de la criatura como la de la madre entran en peligro, el peligro más grande; y ésta era la situación del pueblo en estos momentos (véase la metáfora semejante en Oseas 13:13). " (Keil y Delitzsch, Commentary, 1:3:442.)

(12-28) 2 Reyes 19. Ezequías oró pidiendo que Israel fuera liberado, e Isaías trajo la respuesta del Señor

En estos versículos y en el relato paralelo que está en Isaías 37 hallamos uno de los relatos más destacados en la historia contenida en las Escrituras. El ejército asirio, con todo su poder y fuerza, rodeó Jerusalén. El reino del norte ya había caído; todo Judá, excepto Jerusalén misma, estaba en manos asirías. No había más que una razón para esperar poder resistir con éxito.

Ezequías había sido un rey recto (véase 2 Reyes 18:4-6), y en esa ocasión confió en Dios una vez más. En una oración sincera y profunda, pidió una solución. El Señor respondió mediante su siervo Isaías, aunque la respuesta debe haber puesto a prueba la fe de Ezequías. Al mismo tiempo que se podían ver las fogatas de los campamentos asirios por todos lados, Isaías prometió que ni una flecha sería arrojada contra Jerusalén, pues el Señor mismo defendería la ciudad (véase 2 Reyes 19:32-34).

Esa misma noche se cumplió la promesa de Isaías. Una plaga misteriosa cayó sobre el campamento asirio, y en la mañana aparecieron muertos 184. 000 asirios. El resto huyó del lugar como un perro con el rabo entre las patas (véase versículos 35-36). Judá pudo decir, como dijo Eliseo: "Más son los que están con nosotros que los que están con ellos" (2 Reyes 6:16).

(12-29) 2 Reyes 19:15. ¿Mora Dios "entre los querubines"?

Esta imagen es tomada del arca del pacto (véase Exodo 25:22).

(12-30) 2 Reyes 19:22-28

El Señor se dirigió a Asiría a través de Isaías. Aunque Asiría había recibido el reconocimiento de todo lo que había hecho, el Señor puso las cosas en su lugar: Asiría no había sido sino un instrumento en sus manos, de manera que El seguía controlándola, y ella estaba a su merced.

(12-31) 2 Reyes 19:35

La traducción hecha por José Smith dice que los que quedaron se levantaron para encontrar que los que habían sido heridos habían muerto.

(12-32) 2 Reyes 20:5-6. ¿Hay un tiempo señalado para morir?

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President Spencer W. Kimball

El presidente Spencer W. Kimball explicó lo siguiente:

"Tal como dice Eclesiastés (3:2), estoy seguro de que hay un tiempo para morir, pero también creo que muchas personas mueren antes de 'su tiempo' debido a que se descuidan, abusan de sus cuerpos, se arriesgan innecesariamente, o se exponen a peligros, accidentes y a la enfermedad.

"De los antidiluvianos, leemos:

" '¿Quiéres tú seguir la senda antigua que pisaron los hombres perversos, los cuales fueron cortados antes de tiempo, cuyo fundamento fue como un río derramado?' (Job 22:15-16.)

"Esta es la declaración que encontramos en Eclesiastés 7:17:

" 'No hagas mucho mal, ni seas insensato; ¿por qué habrás de morir antes de tu tiempo?'

"Yo creo que podemos morir prematuramente, pero muy pocas veces nos sobrepasamos de nuestro tiempo. Una excepción fue Ezequías, rey de Judá, de 25 años de edad, quien fue mucho más piadoso que todos sus sucesores o antecesores.

" 'En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías… y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás. '

"Entonces Ezequías, amando la vida tanto como nosotros, volvió su rostro hacia la pared y lloró amargamente, diciendo:

" '…te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho las cosas que te agradan…'

"El Señor accedió entonces a sus súplicas, diciéndole:

" '… Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano…

" 'Y añadiré a tus días quince años, y te libraré a ti y a esta ciudad de mano del rey de Asiría… ' (2 Reyes 20:1, 3, 5-6.)

"En nuestra propia época también ocurrió un caso excepcional de prolongación de vida, el cual tuvo lugar en noviembre de 1881:

"Un tío mío, llamado David Patten Kimball, salió de su hogar en Arizona, rumbo al desierto del Río Salado (Salt River). Había dejado todos sus libros de contabilidad en orden y todas sus cuentas ajustadas, y le había expresado a su esposa su presentimiento de que tal vez no regresaría de aquel viaje. Anduvo perdido en el desierto por dos días y tres noches, sufriendo indecibles agonías de la sed y del dolor. En ese lapso de tiempo, fue al mundo de los espíritus y, tal como lo describió más tarde en una carta fechada el 8 de enero de 1881, dirigida a su hermana, estando en aquel lugar, vio a sus padres. La carta decía así: 'Mi padre… me dijo que podía quedarme allí, si así lo deseaba, pero yo le supliqué que me dejara quedarme con mi familia [en la tierra] por algún tiempo más, el suficiente para dejarlos bien establecidos, para arre-pentirme de mis pecados, y prepararme más enteramente para el cambio. Si no hubiera sido por eso, jamás hubiera vuelto a casa, a excepción de mi cuerpo muerto. Por último, acordamos que yo me quedaría en la tierra por dos años más [después de esa fecha] para hacer todo el bien que pudiera en ese período de tiempo, al final del cual él vendría para recogerme… También mencionó a otros cuatro, a quienes también recogería… 'Dos años después de aquella experiencia en el desierto, [mi tío] falleció de muerte natural y según parece, sin ningún dolor. Minutos antes de morir, vio hacia arriba y clamó: 'Padre, Padre,' Aproximadamente un año después de su muerte, también fallecieron los otros cuatro hombres mencionados. (La fe precede al milagro, págs. 103-104; véase también D. y C. 42:48.)

(12-33) 2 Reyes 20:11. ¿Qué era el "reloj de Acaz"?

Acaz era el padre del rey Ezequías. Durante su vida inventó un mecanismo especial para medir el tiempo. El instrumento parece haber consistido en una serie de líneas graduadas, o grados, sobre el que había una columna. A medida que la tierra movía en su rotación, el sol arrojaba una sombra en determinado ángulo y así se medía el paso de las horas (véase William Smith, A Dictionary of the Bible, s. v. "dial").

RESUMEN ANALITICO

(12-34) Una lección de la historia

Hay pocos contrastes más dramáticos en la historia del mundo que el que acabamos de estudiar en estos capítulos. En un período de veinte años el poderoso ejército asirio rodeó las capitales de ambos reinos: Israel y Judá. En el primer caso, los asirios lograron la victoria y regresaron a sus hogares cargados de despojos de guerra y arreando delante de sí como ganado a los dolientes restos de un pueblo antes orgulloso. Detrás de ellos quedaba una nación en ruinas humeantes. En el segundo caso, el mismo ejército asirio volvió a su tierra diezmado y sorprendido. No llevaron botín ni cautivos y dejaron atrás a 184. 000 de sus hermanos muertos sobre los cerros que rodeaban a Jerusalén.

Hay muchas lecciones profundas que deben ser aprendidas de estos acontecimientos. Lea las siguientes referencias y conteste las preguntas al considerar las lecciones que podríamos aprender en esta comparación.

  1. Lea Levítico 26:3-8 y Deuteronomio 28:7, 10. ¿En qué forma se cumplieron estas profecías en el caso de Judá?

  2. Lea Levítico 26:14, 17, 37-39 y Deuteronomio 28:20, 25, 33, 36, 41. ¿Cómo se cumplieron estas profecías en el caso del reino de Israel, o el reino del norte?

  3. ¿Cuál cree usted que fue el factor que produjo la diferencia entre la experiencia de Judá y la de Israel frente a Asiría? (Véase 2 Reyes 17:6-18; 18:1-7.)

  4. Lea Doctrina y Convenios 54:10; 88:83; Proverbios 8:17. ¿En qué forma se relacionan estos pasajes de las Escrituras con las oraciones de Ezequías pidiendo liberación?

  5. Si se le pidiera presentar un discurso en la reunión sacramental sobre lo que los Santos de los Ultimos Días pueden aprender de este período de la historia israelita, ¿qué diría?