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Ezequiel 25–48: Profecías de la Restauración


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Profecías de la Restauración

Ezequiel 25–48

(27-1) Introducción

Después de la caída de Jerusalén, Ezequiel no habló más de los juicios de Dios sobre sus contemporáneos sino de la redención de Israel en los últimos días. Fue como si hubiera hecho todo lo que pudo para detener la destrucción de su pueblo, y cuando ello fue imposible y todos experimentaban el sufrimiento del cautiverio, dirigió sus corazones al futuro y a la fuente de su última esperanza en el Señor.

De manera que los Santos de los Ultimos Días deberían leer y estudiar con entusiasmo las profecías de Ezequiel contenidas en los capítulos 25-48. De las doce visiones de Ezequiel que se explican con detalle, siete fueron dadas después de la caída de Jerusalén y se referían a acontecimientos de los postreros tiempos, tales como el establecimiento del gran reino judío bajo un pastor llamado David, el recogimiento del Israel esparcido, la unificación de todas las tribus de Israel, la unión de la Biblia con el Libro de Mormón, la batalla de Armagedón y el establecimiento de un templo moderno en Jerusalén. Verdaderamente Ezequiel fue un profeta de la Restauración.

COMENTARIOS SOBRE EZEQUIEL 25-48

(27-2) Ezequiel 25-32. Ezequiel profetizó contra naciones extranjeras

Estos ocho capítulos contienen profecías contra varias naciones extranjeras: Amón, Moab, Edom, Filistea, Tiro, Sidón y Egipto. (Véase "El mundo del Antiguo Testamento"y "La Palestina del Antiguo Testamento" en la sección de mapas, a fin de localizar estas naciones.)

"Aunque los profetas dirigieron su atención principalmente a Israel y Judá, todos ellos eran conscientes de que Dios era el Señor de todo el mundo. No hay nación que escape su juicio, y lo que El condena y castiga en su propio pueblo, condena y castiga en otras naciones también. Este conjunto de profecías efectivamente marca la división entre el ministerio de Ezequiel antes y después de la caída de Jerusalén en el año 587 a. C." (David Alexander y Pat Alexander, eds. Eerdmans' Handbook to the Bible, pág. 423.)

Estos capítulos del libro de Ezequiel son semejantes a los que escribieron Isaías y Jeremías, en los cuales se pronunciaron declaraciones proféticas sobre ciertas naciones extranjeras (véase Isaías 13-23; Jeremías 46-51).

(27-3) Ezequiel 25:3. ¿Cuál es el signficado de la interjección "Ea"?

Esa interjección se usa en este pasaje como expresión de un gozo malicioso. Por motivo de que los hijos de Amón se regocijaron cuando Judá cayó y fue profanado el templo, el Señor se disgustó y prometió castigarlos. (Véase Robert Young, Analytical Concordance to the Bible, s.v. "aha"; Ezequiel 26:2; 36:2.)

(27-4) Ezequiel 25:8. ¿Qué se conocía como Seir?

Seir es el nombre original de una cadena montañosa que se extiende a lo largo del lado oriental del Valle de Arabá, desde el Mar Muerto hasta el Golfo de Aqaba. Esta zona era el lugar donde vivían los edomitas, descendientes de Esaú. En la Biblia Seir llegó a ser sinónimo de Edom. Compare esta profecía con respecto a Edom (Ezequiel 25:8-11) con la que se encuentra en Isaías 16:1-5 (donde Sela, que en hebreo significa "la roca" se entiende como el Monte Seir) y la que se encuentra en Jeremías 49:7-22.

(27-5) Ezequiel 25:16. ¿Quiénes eran los cereteos?

El vocablo cereteos se traduciría mejor como "cretenses", rama de la gente de mar de la que los filisteos formaban parte. Los cretenses vivían al sudoeste de Canaán. (Véase C. F. Keil y Delitzsch, Commentary on the Old Testament, 9:1:369.)

(27-6) Ezequiel 26:1-14. El asombroso cumplimiento de una profecía

Korihor, el antiCristo del Libro de Mormón, le dijo a Alma: "Ningún hombre puede saber acerca de lo porvenir" porque "no podéis saber de las cosas que no veis" (Alma 30:13, 15). Una y otra vez en el Antiguo Testamento podemos encontrar ejemplos que demuestran que Korihor estaba equivocado. Los profetas anunciaron con gran detalle muchos acontecimientos futuros. Las profecías de Ezequiel concernientes a Tiro son algunas de las más notables.

Tiro estaba situada sobre la costa de Palestina, más o menos a mitad de camino entre el Monte Carmelo en Israel y Beirut en el Líbano.

Pero fue una característica geográfica peculiar la que hizo que el cumplimiento de la profecía concerniente a Tiro fuera tan notable. Merrill F. Unger hizo notar que Tiro "en una época consistía en dos partes: una firme defensa rocosa sobre la costa, que estaba sobre el continente, y una ciudad levantada sobre una isla pequeña aunque bien resguardada, a kilómetro y medio de la costa" (Unger's Bible Dictionary, s. v. "Tyre", pág. 1121.)

Ezequiel predijo que Nabucodonosor sitiaría a Tiro (véase Ezequiel 26:7-11), pero un escéptico como Korihor podría decir que esta predicción no era nada destacable siendo que Nabucodonosor estaba conquistando casi toda ciudad importante de la región, y Tiro era muy codiciada por su riqueza. Pero "antes de que se hubiera extinguido una generación, de acuerdo con Josefo, Filóstrato y Seder Olam, Nabucodonosor se hizo presente y, como había sido predicho (Ezequiel 26:7-15), puso 'torres… baluarte y escudo… y arietes contra sus muros…' Después de trece años (aproximadamente en el año 605 a. C.), tomó la ciudad, por lo menos la que estaba ubicada sobre el continente, y Tiro quedó en el olvido durante setenta años, tal como lo había anunciado Isaías (23:15)." (Samuel Fallows, ed., The Popular and Critical Bible Encyclopedia and Scriptural Dictionary, s. v. "Tyre", pág. 1682.)

Algunas de las promesas particulares de Ezequiel parecieron quedar sin cumplimiento, incluyendo las siguientes:

"Barreré de ella hasta su polvo" (26:4).

Tiro será "como una peña lisa" (26:4).

"Tendedero de redes será en medio del mar" (26:5).

"Pondrán tus piedras y tu madera y tu polvo en medio de las aguas" (26:12).

"Nunca más serás edificada" (26:14).

Por espacio de casi trescientos años estas profecías parecieron ser inexactas. Nabucodonosor conquistó la ciudad que estaba en el continente, pero no pudo someter a toda la nación por motivo de su posición estratégica en la isla. Después de algunas décadas, Tiro recobró su riqueza y esplendor, aunque la parte que había sido destruida en el continente no fue reconstruida. Así que la fortificación que había en la isla llegó a ser la ciudad principal.

Luego, en el año 332 a. C., Alejandro el Grande conquistó el mundo de la región norte del Mediterráneo; se dirigió al sur con sus fuerzas y acampó en las ruinas de la antigua Tiro, aislando a los habitantes de la isla. Se suponía que Tiro había hecho alianza pacífica con los griegos, pero cuando Alejandro solicitó permiso para llevar sus tropas a la ciudad para adorar a sus dioses, se le negó, de manera que sitió la ciudad —tarea difícil ya que la misma estaba a un kilómetro de la costa.

James Hastings describió lo que aconteció: "Se inició el memorable sitio. Alejandro construyó un terraplén (carretera) casi al nivel del agua de unos sesenta metros de ancho hacia la isla, el cual fue destruido repetidamente. Los habitantes de Tiro se defendieron con ardor hasta que Alejandro cercó la ciudad. con 224 naves. Tiro fue asaltada; 8.000 de sus habitantes fueron masacrados, 2.000 fueron crucificados en la costa y 30.000 vendidos como esclavos. Solamente un cabo de tierra sugiere hoy día la existencia de la antigua fortaleza de la isla. El terraplén en el presente tiene un kilómetro y medio de ancho." (A Dictionary of the Bible, s. v. "Tyre".)

Fallows explicó cómo fue que se cumplió la profecía de Ezequiel con respecto a que Tiro sería arrasada y dejada como una roca lisa: "De tal manera fueron arrojadas al mar las ruinas de la antigua Tiro, cuyo lugar exacto donde se levantaba no se ha podido determinar con exactitud, aunque las ruinas de casi cincuenta ciudades próximas a Roma, que dejaron de existir hace casi 2.500 años, testifican que la extinción de toda huella de una ciudad es casi imposible." (Bible Encyclopedia, s. v. "Tyre", pág. 1682.)

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coastlines of Tyre

Costas de Tiro

Hoy día no hay una isla frente a Tiro, pero un cuidadoso examen de la región costera en las cercanías demuestra que hay un pequeño cabo de tierra que se proyecta hacia el mar. Por su posición y por la brisa marina prevaleciente, los pescadores llegan a aquel lugar rocoso para extender allí sus redes y secarlas al sol.

El profeta Ezequiel ciertamente probó ser un verdadero profeta de Dios, según lo expuesto en Deuteronomio 18:18-22, en cuanto a cómo saber o establecer si un profeta habla por el Señor o no.

(27-7) Ezequiel 27:5, 10, 13-14, 16. Lugares geográficos

Senir (Ezequiel 27:5) es el Monte Hermón. Fut (vers. 10) es Libia. Javán (vers. l3) es Grecia. Togarma (vers. 14) es Armenia. Siria (vers. 16) en los tiempos antiguos era conocida como Aram.

(27-8) Ezequiel 28:20-23. "Pon tu rostro hacia Sidón"

Sidón, ciudad hermana de Tiro, también había sido una espina en el costado de Israel. Si los israelitas hubieran seguido el consejo de Moisés de destruir a todos los cananeos (véase Deuteronomio 7:1-5; Jueces 1:31), Tiro y Sidón habrían sido ciudades israelitas por espacio de ocho siglos para cuando Ezequiel vivió, y su historia habría sido muy diferente.

(27-9) Ezequiel 29:1-16. Egipto aprenderá quién es Dios

Alexander y Alexander han explicado cómo llegó Egipto a saber quién era Dios: "Por su insoportable orgullo y por colocarse a sí mismo entre los dioses, Faraón ha expuesto a toda su nación a la ira de Dios. ¡Pero llegará a saber quién es Dios!" (Eerdmans' Handbook, pág. 425.)

Sevene (Ezequiel 29:10) era una ciudad que estaba al sur de Egipto, en el otro extremo del Nilo. Patros (vers. 14) era el nombre del alto Egipto o región sur del país. En una ocasión en que el trono de Egipto fue llevado a Patros, "Egipto se tornó en el más bajo de los reinos" y nunca más fue exaltada entre las naciones que ya se han mencionado. Desde ahí en adelante, Egipto dejó de desempeñar un papel importante en los asuntos mundiales.

(27-10) Ezequiel 29:18-20. Nabucodonosor perdió la ciudad de Tiro

Nabucodonosor no había podido conquistar la ciudad que se levantaba en la isla (véase Comentarios sobre Ezequiel 26:1-14). Cuando el largo sitio de Tiro llegó a su fin, muchos de los habitantes de Tiro recogieron sus riquezas y las llevaron en barcos hasta Cartago; así, Nabucodonosor perdió parte del botín de una de las ciudades más ricas del mundo (véase Adam Clarke, The Holy Bible… with a Commentary and Critical Notes, 4:503).

(27-11) Ezequiel 30:13-17. Lugares donde se llevarían a cabo los juicios del Señor sobre Egipto

Menfis. En el bajo Egipto.

Zoán. Ciudad de Ramsés en el bajo Egipto, en el delta del Nilo.

Tebas. En el alto Egipto.

Avén. Ciudad sagrada de Heliópolis, también llamada On, en el bajo Egipto.

Pibeset. Pueblo del bajo Egipto, llamado también Bubastis, a unos 65 kilómetros de Menfis.

(27-12) Ezequiel 32. La terrible caída de Egipto

El capítulo 32 de Ezequiel está escrito en un estilo poético y figurado y se relaciona con la inminente caída de Egipto y la muerte de su pueblo, especialmente de los líderes —los "astros brillantes" (vers. 8). En el versículo 22 el Señor dice que Asiria ya está en el infierno, que era el lugar hacia donde se dirigía Egipto. La referencia a "lo profundo de la tierra", en los versículos 18 y 24, es típica de la antigua creencia de que el infierno estaba bajo tierra. Faraón se juntaria en el infierno con sus ejércitos y con los reyes de Tiro, Sidón, Damasco, Asiria, Persia, Idumea y otros, y tendría el consuelo de saber que compartían un destino común (véase vers. 31; Clarke, Commentary, 4:510).

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ancient Egypt

(27-13) Ezequiel 33:2-9. liTe he puesto por atalaya a la casa de Israel"

Ezequiel 33:2-9 repite las enseñanzas en cuanto al atalaya, las que se encuentran en Ezequiel 3:17-21. El élder Spencer W. Kimball, en su notable discurso intitulado Love Versus Lust (El amor versus la lujuria), explicó la necesidad de tener un atalaya:

"Estoy seguro de que Pedro, Santiago y Pablo pensaron que era un asunto desagradable tener que estar llamando al pue!Jlo constantemente al arrepentimiento y advirtiéndoles en cuanto a los peligros, pero siguieron adelante sin parar. Así nosotros, vuestros líderes, debemos perseverar en lo mismo. Si vosotros, los jóvenes, no comprendéis, la falta puede ser nuestra en parte. Pero si nosotros planteamos claramente la verdad ante vosotros, entonces quedamos sin culpa [Ezequiel 33:3-6].

"De manera que hoy quiero definir términos y hechos, con el deseo de fortaleceros contra el error, laangustia, el pesar y la tristeza." (Brigham Young University Speeches of the Year, 5 de enero de 1965, págs. 6-7.)

(27-14) Ezequiel 33:12-19. El arrepentimiento del pecado

Ezequiel 33:12-19 dice que las buenas acciones del hombre no eliminarán sus obras de iniquidad. Sin embargo, si un pecador "se convirtiere de su pecado, e hiciere según el derecho y la justicia" (vers. 14), sus pecados no serán tenidos en cuenta al ser juzgado (vers. 16).

El arrepentimiento no debe ser demorado (véase Alma 34:32-34), ni debe ser juguete de todos los días según José Smith. "Pecar y arrepentirse diariamente no es agradable a la vista de Dios" (Enseñanzas del profeta José Smith, pág. 176). También dijo: "El espíritu nunca es demasiado viejo para allegarse a Dios. Todos pueden alcanzar la misericordia y el perdón, si no han cometido el pecado imperdonable…" (Enseñanzas…, pág. 230.)

El élder Spencer W. Kimball comentó también en cuanto a la necesidad de hacer restitución por el pecado, tal como lo destaca Ezequiel en el capítulo 33, versículo 15:

"Cuando una persona se humilla en el dolor, incondicionalmente abandona el mal y confiesa ante los que son asignados por el Señor, debe luego restaurar, tanto como sea posible, aquello que fue dañado. Si robó, debe devolver al justo dueño aquello que fue hurtado. Tal vez una de las razones por las que el asesinato es imperdonable sea que, habiendo tomado una vida, el asesino no puede restaurarla. La restitución plena no es posible. También, habiendo despojado a alguien de su virtud, es imposible devolvérsela.

"Sin embargo, el alma verdaderamente penitente usualmente encontrará alguna forma de hacer restauración en cierta medida. El verdadero espíritu del arrepentimiento así lo demanda. Ezequiel enseñó: [Ezequiel 33:15]…

"El pecador suplicante también debe perdonar a todos los demás las ofensas cometidas en su contra. El Señor no está obligado a perdonar a menos que nuestro corazón esté plenamente limpio de todo odio, amargura y acusaciones contra los demás." (Be Ye Clean, Brigham Young University Speeches of the Year, 4 de mayo de 1954, pág. 11.)

(27-15) Ezequiel 33:21-33. Ezequiel se enteró de la destrucción de Jerusalén

"Las noticias no tomaron de sorpresa a Ezequiel. Para cuando llegó el mensajero, Dios ya le había devuelto el habla, tal como le había prometido (Ezequiel 24:27). Los que quedaron en Judá, lejos de arrepentirse, se ocuparon de apoderarse de las propiedades de otras personas. Y en Babilonia, los exiliados que parecían prestar atención a las palabras de Ezequiel, simplemente venían para divertirse, pues ni creían en ellas ni actuaban de conformidad con ellas: ¡Un estado de cosas deprimentes después de todo lo que había sucedido!" (Alexander y Alexander, Eerdmans' Handbook, pág. 426.)

Es lamentable que los judíos que estaban en Babilonia en aquel momento no apreciaran que "hubo profeta entre ellos" (Ezequiel 33:33).

(27-16) Ezequiel 34:1-10. "¿No apacientan los pastores a los rebaños?"

En un tono muy semejante al de Jeremías (véase Jeremías 23:1-8), Ezequiel condenó a los pastores del rebaño espiritual del Señor, líderes religiosos de aquella época.

En contraste con el cuidado que el Señor tiene para con su rebaño, los pastores de Israel se alimentaban a sí mismos pero no a las ovejas. Los pastores negligentes no fortalecían a los enfermos, ni atendían a los que estaban imposibilitados, ni buscaban a los que se descarriaban o se perdían —todo lo que un verdadero pastor haría por sus ovejas. En cambio, dirigían a las ovejas con energía y crueldad y las dejaban irse errantes para ser presa de las bestias.

El presidente Spencer W. Kimball, en una sesión del sacerdocio durante una conferencia general, impuso sobre los pastores actuales del reino, o sea, los líderes del sacerdocio, la responsabilidad de interesarse por el bienestar del rebaño:

"Conforme leemos y estudiamos las Escrituras, nos damos cuenta de que el Salvador siempre se ha preocupado del bienestar de los miembros de su rebaño, tanto individual como colectivamente. Es acerca de este principio de velar por las necesidades de los miembros de la Iglesia en estos días tan problemáticos, y auxiliarlos, mis hermanos, que deseo hablaros esta noche.

"Obispos y presidentes de ramas, estad alertas a las necesidades de los preciosos individuos y familias que forman vuestra congregación en los barrios y ramas. Vosotros sois los pastores que habéis de alimentar al rebaño. Hasta donde os sea posible, permitid que vuestros consejeros y otros oficiales que sirven y trabajan bajo vuestra dirección dirijan vuestros programas. Si tenéis este propósito en mente, a menudo podréis daros cuenta con anticipación de los problemas de algunos de nuestros miembros que están pasando por serias dificultades, mientras dichos problemas y dificultades sean todavía pequeños y se puedan controlar. Sed conscientes de los pequeños problemas y tirantez de relaciones que podáis observar en las familias, a fin de que podáis brindar la debida atención, consejo y amor cuando más se necesiten. Una hora con un joven o señorita que tiene problemas ahora puede ser la salvación para él o ella, y eso es preferible a los cientos de horas que se puedan pasar luego en su vida, tratando de volverlos al buen camino.

"Como lo hemos dicho muchas veces, delegad aquellas tareas que otros pueden desempeñar, a fin de que estéis libres para efectuar aquellas cosas que sólo vosotros podéis hacer. Los maestros orientadores deben ayudar a velar por el rebaño. Aunque ellos no pueden aconsejar como los obispos y los presidentes lo hacen, pueden brindar la tan necesitada, preventiva y apropiada ayuda, bajo la dirección de los líderes de quórum y los obispados.

"Presidentes de estaca, obispos y presidentes de rama, os ruego que tengáis un interés especial en mejorar la calidad de la enseñanza en la Iglesia. El Salvador nos ha dicho que debemos apacentar su rebaño. (Véase Juan 21:15-17.) Temo que muy a menudo, muchos de nuestros miembros van a la Iglesia, se sientan durante toda una clase o reunión y regresan a sus hogares sin haber recibido la instrucción necesaria. Es muy triste cuando esto pasa en un tiempo cuando sus vidas pueden estar en un período de angustia, tentación o crisis. Todos necesitamos ser tocados y nutridos por el Espíritu, y la enseñanza eficaz es una de las maneras más importantes en que lo podemos lograr. A menudo nos esforzamos en gran manera por traer miembros a la Iglesia, y sin embargo, no velamos debidamente para ver qué es lo que reciben cuando vienen." (Liahona, febrero de 1981, págs. 89-90.)

(27-17) Ezequiel 34:23-31. ¿Quién es David el príncipe?

Véase Comentarios sobre Isaías 11:1.

(27-18) Ezequiel 35. Edom será destruida

¿Por qué el Señor trata tan duramente al pueblo de Edom, los descendientes de Esaú y así también de Abraham e Isaac? La respuesta se hace patente cuando se analiza el capítulo 35. El pueblo de Edom odiaba a los hijos de Israel y causó mucho derramamiento de sangre (véase versículo 5), intentó apoderarse de sus tierras (véase versículos 10, 12), habló contra el Señor (véase versículo 13) y se regocijó de la desolación de Israel (véase versículo 15).

Edom, como nación, fue destruida, dando así más evidencia de que el Señor cumple sus promesas. Aunque la nación ya no existe, Edom, o Idumea (véase el versículo 15), ha venido a ser símbolo del mundo inicuo que existe hoy día (véase D. y C. 1:36; también Jeremías 49:7-22; Abdías 1; y Comentarios sobre Jeremías 49; Abdías 1).

(27-19) Ezequiel 36. La casa de Israel será recogida en sus propias tierras

Los únicos versículos de Ezequiel 36 que no tratan temas de los últimos días son los que explican porqué el Señor esparció a Israel (véase versículos 16-22).

No ha ocurrido ninguno de los siguientes acontecimientos, aunque hoy día es la época en la que estas profecías se están cumpliendo:

Los hombres que se multiplicarán en la tierra serán de toda la casa de Israel y no solamente de Judá (véase versículo 10).

Israel andará sobre la tierra, la que nunca más le matará a los hijos (véase versículos 12, 13-14).

Los que retornen serán recogidos de entre los paganos y de todos los países (véase versículo 24).

Serán limpiados de su inmundicia (véase versículo 25).

Se convertirán al Señor y recibirán de su Espíritu (véase versículos 26-27).

Los versículos 28 a 38 explican que la restauración de Israel será notable y que se hará por los motivos que el Señor tiene, no porque Israel la haya merecido (véase versículo 32). El Israel del futuro debe ser espiritualmente digno y debe someterse a la voluntad del Señor.

(27-20) Ezequiel 37:1-14. ¿Es la visión de Ezequiel sobre el valle de los huesos, una visión que se refiere a la resurrección o a la renovación de la casa de Israel?

A menudo las declaraciones proféticas son de naturaleza doble. Tal es el caso de la alegoría tan conocida que habla de los huesos secos que estaban esparcidos. Lo bueno de la profecía está en que el Señor puede revelar a los que son espiritualmente alertas más de una verdad en una sola profecía.

Sidney B. Sperry escribió el siguiente comentario en cuanto a la naturaleza dual de esta profecía: "Se verá en este pasaje que la doctrina de la resurrección de los muertos… se utiliza para simbolizar la restauración de los exiliados de Israel a su propia tierra. Los exiliados son representados —me parece a mí- como una nación sin esperanza (sus huesos están secos) de volver a vivir. Pero el Señor les muestra que pueden ser restaurados mediante su poder tal como los muertos serán levantados en la resurrección. La doctrina de la resurrección se da por sentada, aunque algunos autores sostienen que la idea de la resurrección no era conocida por los hebreos en tan temprana época. Pero el hecho de que Ezequiel hable de ella tal como lo hizo indica que era un principio que Israel comprendía. Todo verdadero profeta comprendería el principio de la resurrección, así creemos los Santos de los Ultimos Días, e Israel había tenido muchos profetas antes de la época de Ezequiel." (The Voice of Israel's Prophets, págs 225-26.)

El significado simbólico de esta profecía en lo que tiene que ver con el recogimiento de Israel es evidente: Los huesos representan a Israel en su estado perdido y esparcido; las tumbas indican dónde está Israel así como su condición de muerte espiritual. El espíritu, o ruach en hebreo (véase Ezequiel 37:9), significa el nuevo espíritu de rectitud que la gente tendrá cuando resucite, esto es, cuando sea restaurada de su estado caído. La fuente de esta nueva vida será el Espíritu Santo.

Pero el relato de Ezequiel con respecto a la Resurrección es literal y también es simbólico del recogimiento futuro de Israel. El élder Bruce R. McConkie testificó en esta forma: "Nada hay más real, más literal, más personal que la resurrección tal como Ezequiel la vio en visión. Vio que los muertos vivían otra vez, que vivían literal y personalmente, cada uno llegando a tener la forma física que había tenido en el estado mortal. A cada uno de ellos le sucedió lo mismo que le sucedería a su Señor, cuando, habiendo salido de su valle de huesos secos, se puso de pie en el aposento alto con sus discípulos, comió delante de ellos y les permitió tocar su cuerpo físico. La voz del Señor vino a este pueblo en esta forma: 'He aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel.' (Ezequiel 37:1-14.) Aquel que hará todo esto, como ahora sabemos con certeza, es el Señor Jesucristo, el Dios de Israel." (The Promised Messiah, págs. 270-72.)

(27-21) Ezequiel 37:15-20. ¿Cuál es el simbolismo de los dos palos que son juntados?

Este pasaje constituye otro ejemplo de la naturaleza dual de la profecía. Sperry explicó: "¿Cuál es el significado de estos 'palos' y cuál es su importancia? La mayoría de los comentaristas creen sencillamente que cada uno representa a uno de los dos reinos, Judá e Israel (Efraín), los que serán juntados o unidos bajo la dirección del Señor. Este acto simboliza la reunión de Efraín y de Judá en un solo reino… Sin embargo, los Santos de los Ultimos Días insistimos en que tal interpretación no es completa… Lo que sostenemos es que cada uno de los palos representa un tomo de Escrituras, o conjunto significativo de escritos. La Biblia representa las Escrituras de Judá. Para una persona que no sea de nuestra fe, esta conclusión puede parecer razonable, pero inmediatamente preguntará qué conjunto de escritos representa el palo de Efraín, a lo cual nosotros respondemos que se trata del Libro de Mormón. Los anales nefitas son la historia de los descendientes de José en este continente, de aquel José que fue vendido a Egipto." (Voice of Israel's Prophets, págs. 226-227.)

Doctrina y Convenios y el Libro de Mormón afirman que la profecía de Ezequiel se relaciona con la unión de la Biblia y el Libro de Mormón. En Doctrina y Convenios 27:5 se enseña que el Libro de Mormón es el palo de Efraín. El Libro de Mormón, en 1 Nefi 13:40-41; 2 Nefi 29:10-14 y Mormón 7:8-9, habla de los anales de los judíos y de los nefitas, que son reunidos en uno.

La señal que Jesucristo dio a los nefitas de que la restauración de las tribus de Israel estaría próxima era cuando saliera a luz el Libro de Mormón, lo que haría posible la combinación de ambos anales (véase 3 Nefi 20:46; 21:1-7; 29:1). Esta verdad es respaldada por el élder Bruce R. McConkie en esta forma: "Por motivo de que (el Libro de Mormón) salió a luz, tal como la visión de Ezequiel tan clanmente lo había establecido, el Israel de los últimos días será recogido, su pueblo será limpiado delante del Señor, El hará con ellos una vez más un pacto sempiterno del evangelio, y su tabernáculo y templo estarán en medio de ellos para siempre jamás. (Ezequiel 37:15-28.)" (The Promised Messiah, pág. 146.)

(27-22) Ezequiel 37:15-17. ¿Cuál era el significado del vocablo palo en la antiguedad?

Los eruditos en asuntos bíblicos que no son Santos de los Ultimos Días han insistido en que la interpretación tradicional cristiana del vocablo palo debe ser "vara o cetro", en lugar de un conjunto de anales escritos. Dicen que la unión de los dos cetros tribales vívidamente simboliza la reunificación de las tribus divididas. Pero como Keith H. Meservy señaló, los descubrimientos de estos últimos tiempos respaldan la interpretación de los Santos de los Ultimos Días:

"Sorprendentes descubrimientos recientes confirman lo correcto de la interpretación dada por José Smith en una forma que era imposible hacer en 1830. Pero antes de comentar estos nuevos descubrimientos, echemos una rápida mirada a algunos aspectos lingüísticos. Tanto palo, en algunas versiones, como vara, en la versión griega llamada la Septuaginta, son traducciones poco comunes del vocablo etz… cuyo significado básico es madera.

"La nación moderna de Irak incluye la mayor parte del territorio de Mesopotamia, antigua tierra de los reinos de Asiria y Babilonia. Cuando Ezequiel fue llamado a servir como profeta, en el año 593 a. C., vivía en el exilio en Babilonia… Al recorrer sus calles seguramente veía al típico escriba haciendo presión con un estilete afilado sobre tablillas de arcilla húmeda con el fin de hacer complejos escritos conocidos por nosotros con el nombre de cuneiformes (en forma de cuña). Pero hoy día los eruditos saben que había en Mesopotamia otra clase de anales: papiros, pergaminos y tablillas de madera. Aunque solamente las de arcilla han sobrevivido a los milenios, los escritores han hecho mención de estos otros escritos en las tablillas de arcilla.

"Los arqueólogos modernos sabían lo que eran los papiros y los pergaminos, ¿mas qué eran las 'tablillas de madera'? ¿Cómo podían escribir en madera con el sistema cuneiforme?… "…Hace años… San Nicolo (un arqueólogo) mencionó que los romanos y los griegos recubrían con cera tablillas de madera con fines de guardar anales en ellas. Estas tablillas eran cortadas de tal manera que la superficie quedaba hundida con una (especia de) pestaña que sobresalía en los cuatro bordes y que servía para mantener la capa de cera en su lugar. Los escribas hacían sus anotaciones en la cera. Los bordes levantados protegían los escritos cuando se juntaban las tablillas.

"¿Es posible que los babilonios hayan hecho lo mismo?… Cinco años más tarde… en el territorio que había sido la antigua Asiria, se hizo un descubrimiento que confirmó esta teoría.

"El descubrimiento, bajo la dirección del arqueólogo Max Mallowan, ocurrió en una capa de cieno en lo profundo de un pozo de Nimrud, ciudad conocida como Cala en la Biblia… Al finalizar el día de trabajo, los obreros habían encontrado… fragmentos de dos juegos completos de tablillas, uno de marfil y el otro de madera de nogal, cada uno compuesto por dieciséis tablillas…

"Las superficies de éstas habían sido cortadas de tal manera que dejaban un reborde de poco más de un centímetro sobresaliendo en todo el perímetro de cada una. La superficie hundida, que quedaba a unos tres milímetros por debajo del reborde, servía de base para una capa de cera, de la cual todavía había adheridos algunos trozos… en tanto que otros se encontraron mezclados con el cieno…

Las tablillas que servían como tapas tenían en ambos lados marcas como de bisagras, dando evidencia de que las dieciséis tablillas de cada juego originalmente habían estado unidas como si fuese un biombo. Todo el conjunto componía un registro tan extenso que Mallowan pudo anunciar su descubrimiento como el ejemplar más antiguo de un libro…

"Teniendo presentes estos antecedentes, podemos ver cómo es que podríamos traducir los versículos 15 al 17 del capítulo 37 de Ezequiel:

" 'Estas fueron las palabras que el Señor me dijo: Hombre, toma una tablilla de madera y escribe en ella, "Judá y sus asociados de Israel". Luego toma otra tablilla y escribe en ella: "José, la tablilla de madera de Efraín y todos sus asociados de Israel."

" 'Luego júntalas para formar una sola tablilla, y entonces serán una tablilla plegadiza en tu mano.'

"Esta traducción es fiel en lo que respecta al lenguaje y cultura de Ezequiel según lo conocemos." ("Ezekiel's Sticks," Ensign, septiembre de 1977, págs. 24-26.)

(27-23) Ezequiel 37:26-28. Un templo en Jerusalén, en los últimos días

En el capítulo 37 versículos 26 al 28, Ezequiel profetizó en cuanto a un santuario o templo que sería parte de la gran reunificación de Israel. Poco después de esta visión, el profeta recibió una visión con mucho detalle de cómo sería el nuevo templo en Jerusalén (véase Ezequiel 40-48). El presidente Joseph Fielding Smith dijo: "Ezequiel predijo la edificación de un templo en Jerusalén, el cual será usado para la administración de ordenanzas después del recogimiento de Israel tras su larga dispersión y cuando los de ese pueblo sean limpiados de sus transgresiones." (Doctrina de Salvación, tomo II, pág. 230.)

(27-24) Ezequiel 38-39. La batalla de Gog y Magog

El siguiente comentario hecho por el élder Bruce R. McConkie resume los acontecimientos de la batalla de Armagedón:

"Nuestro Señor vendrá otra vez en medio de la batalla de Armagedón, o en otras palabras, en el transcurso de la gran guerra entre Israel y Gog y Magog. En el momento de la Segunda Venida, todas las naciones de la tierra estarán en batalla, y la lucha se estará llevando a cabo en la zona de Jerusalén y de Armagedón. (Zac. 11; 12; 13; Apoc. 16:14-21.) Las profecías no dan los nombres de las naciones modernas que estarán peleando por y en contra de Israel, pero la designación de Gag y Magog se da a la combinación de naciones que estén intentando vencer y destruir al resto de la simiente escogida del Señor.

"Los capítulos 38 y 39 del libro de Ezequiel contienen muchos detalles en cuanto a esta gran batalla. Se debe notar que tendrá lugar 'al cabo de años'; que tendrá como campo 'los montes de Israel' contra quienes se hallan congregado en la tierra de su antigua herencia; que la tierra de Israel estará indefensa, porque sus moradores habitarán en ciudades sin muro; que Gog y Magog vendrán 'de las tierras del norte' con tropas en tales cantidades como 'para cubrir la tierra' como si fuera una nube; que entonces vendrá el Señor y todos los hombres temblarán ante su presencia; que habrá un terremoto tan tremendo como no se ha conocido antes, el cual derribará las montañas; que habrá pestilencia, sangre, fuego y azufre que descenderán sobre los ejércitos; que las fuerzas de Gog y Magog serán destruidas sobre los montes de Israel; que la Cena del Gran Dios tendrá lugar mientras las bestias y las aves comen la carne y beben la sangre de los que hayan caído (Apocalipsis 19:17-18; D. y C. 29:18-21); y que la casa de Israel estará siete meses sepultando a los muertos y siete años quemando las armas de guerra que quedarán esparcidas.

"Considerando todo esto y mucho más que proféticamente se ha anunciado en cuanto a las grandes batallas finales en la Tierra Santa, ¿es de sorprender que quienes están al tanto de las Escrituras e iluminados espiritualmente observen con tanto interés los acontecimientos mundiales a medida que las condiciones continúan empeorándose en Palestina, Egipto y en el Cercano Oriente?" (Mormon Doctrine, págs. 324-325.)

Al principio puede resultar motivo de confusión el hecho de que la batalla conocida como la batalla de Armagedón se refiera a Gog y Magog, ya que la última gran batalla al final del Milenio es llamada por Juan batalla de Gog y Magog (véase Apocalipsis 29:7-9). Pero el nombre de Gog y Magog se emplea para ambas conflagraciones porque simboliza una alianza de grandes potencias del mal. El presidente Joseph Fielding Smith aclaró este punto en la forma siguiente: "Antes de la venida de Cristo se efectuará la gran guerra, a veces llamada Armagedón, según lo declara Ezequiel, capítulos 38 y 39. Después del Milenio se efectuará otra guerra de Gog y Magog." (Doctrina de Salvación, pág. 44.)

Naturalmente la batalla vista por Ezequiel será uno de los más grandes acontecimientos de la historia mundial, y, por lo tanto, no es de sorprender que los profetas hablen de ella una y otra vez. Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel, Joel, Zacarías y Juan el Revelador, todos la mencionan dando detalles y se hace referencia a ella en distintos pasajes de las Escrituras modernas. (Véase Temas suplementarios, sección I.)

(27-25) Ezequiel 38:1-2. Gog y Magog

Los vocablos Gog y Magog a menudo se usan juntos, como por ejemplo en Apocalipsis 20:8. De ahí que mucha gente supone que los términos se refieren a dos pueblos así designados. Ezequiel 38:1-2 muestra claramente que Gog es el nombre de una persona y Magog la tierra de la cual procede. Técnicamente Gog de Magog es la forma correcta de decirlo. Sin embargo, a través de los siglos, estos nombres han llegado a significar la combinación de naciones que lucharán contra Israel en los últimos tiempos. (Véase Comentarios sobre Ezequiel 38-39.)

(27-26) Ezequiel 38:2-6. Nombres antiguos y sus equivalentes modernos

Ezequiel específicamente les dijo a sus lectores de dónde provendría Gog, el gran líder o líderes militares y políticos de los últimos días, así como con quiénes harían alianza en la guerra contra Israel. Empleó nombres que eran corrientes en tiempos del Antiguo Testamento y que en su mayoría ya no tienen sentido para los lectores modernos. Por lo tanto, el bosquejo que se encuentra más adelante será útil en la identificación de los participantes en la guerra final. (Véase Hastings, Dictionary of the Bible; Fallows, Bible Encyclopedia; Encyclopedia Judaica, "Magog, Meschech, Tubal, Persia, Ethiopia, Libya, Gomer, Togarmah"; Keil y Delitzsch, Commentary, 9:2:159-60.)

Imagen
Ezekiel

Tablillas de madera, llamadas palos

El que estas naciones provinieran prácticamente de todo el mundo conocido en la época de Ezequiel apoya la enseñanza de que todas las naciones lucharán contra Israel (comparar con Zacarías 14:2).

(27-27) Ezequiel 38:22. "Haré llover sobre él… piedras de granizo"

En la misma forma que Ezequiel, Juan el Revelador también vio grandes tormentas de granizo cayendo sobre el gran ejército en Armagedón. Dijo que el peso de cada piedra de hielo era como el peso de un talento (véase Apocalipsis 16:21), que equivale a poco más de 34 kilogramos, o sea, 75,6 libras (véase Bible Dictionary, s.v. "weights and measures"). Ezequiel 38:22 es el versículo al que se hace referencia en Doctrina y Convenios 29:21.

(27-28) Ezequiel 39:11. ¿Dónde se encuentra el Valle de Hamón-gog?

Ezequiel 39:11 describe un acontecimiento futuro y no es una referencia a algún lugar conocido en aquella época de Ezequiel. Hamón es el vocablo hebreo que significa multitud (véase William Wilson, Old Testament Word Studies, s.v. "multitude"). El nombre Hamón-gog significa entonces "la multitud de Gag", indicando que el valle será llamado así por el elevado número de los que allí serán sepultados. Puesto que la batalla final se centra alrededor de Jerusalén (véase Temas suplementarios, sección 1), se supone que el valle de Hamón-gog está en sus proximidades.

(27-29) Ezequiel 40-44. La visión del futuro templo

En una de las visiones más sobresalientes en el Antiguo Testamento, Ezequiel tuvo el privilegio de ser arrebatado por el Espíritu hasta la ciudad santa de Jerusalén para contemplar sobre el cerro del templo el magnífico santuario que será edificado allí en los últimos días. En Ezequiel 40:3, Ezequiel fue presentado a un "varón" que le mostró el templo y sus medidas. Este "varón" probablemente era un mensajero autorizado, y no el Señor.

El élder James E. Talmage describió las características principales de este templo, en estas palabras:

"En el año veinticinco del cautiverio babilónico, y mientras el pueblo de Israel todavía se hallaba exiliado en tierra extraña, la palabra del Señor vino al profeta Ezequiel; y el poder de Dios reposó sobre él y vio en visión un templo glorioso, cuyo plan describió en detalle. En cuanto a que si el profeta mismo consideró el diseño que le fuera mostrado como algo que subsiguientemente se realizaría, o como un ideal de mucha grandeza pero irrealizable, no se declara. Cierto es que el templo de la visión no se ha construido aún.

Antiguo Nombre

Equivalente moderno

Notas

Magog (vers. 2)

Las regiones al norte y este del Mar Negro y la Crimea, territorios ahora ocupados por la URSS o sus satélites.

Magog estaba habitada antiguamente por los escitas, un pueblo bárbaro que dominaba la técnica de la guerra brutal y rápida. En este sentido Magog es símbolo de la naturaleza guerrera de aquel pueblo.

Mesec (vers. 2)

El pueblo de Mesec antiguamente era llamado musqui. Algunos lingüísticos piensan que ellos dieron el nombre a Moscú (Moskva en ruso). Esta zona es hoy día territorio de la URSS.

Tanto Mesec y Tubal, como Magog, eran descendientes de Jafet (véase Génesis 10:2) y los tres siempre aparecen relacionados. Parecen haber sido pueblos vecinos.

Tubal (vers. 2)

Se supone que esta región era próxima a la de Mesec, y probablemente estaba en las cercanías del Mar Negro, del Cáucaso y Turquía.

Al suponer que Gog significa ser de Magog, los nombres Mesec y Tubal dan la idea de que Gog no es un solo individuo sino una nación o grupo de líderes que actúan en común acuerdo.

Persia (vers. 5)

Irán

En la época de Ezequiel, Persia todavía no era gran imperio, de manera que sus territorios no eran tan extensos como lo serían más tarde.

Etiopía (vers. 5)

Región sur del continente africano.

Cus en hebreo normalmente representaba a toda el Africa que estaba al sur de Egipto y de los países de la costa norte de ese continente.

Libia (vers. 5)

Los países de Africa del norte.

Libia (Fut en hebreo) generalmente designaba todo el norte de Africa menos Egipto. Incluía las zonas ahora ocupadas por Libia, Tunez, Marruecos y Argelia.

Gomer (vers. 6)

La mayoría de los países de la Europa moderna y partes de Asia menor.

Gomer, otro descendiente de Jafet (véase Génesis 10:2), es considerado como antepasado del pueblo conocido por los historiadores clásicos como los cimerios. Estos dieron origen a pueblos tales como los tracios, galos, celtas, bretones y a las tribus teutónicas.

Togarma (vers. 6)

Asia Menor

Togarma era hijo de Gomer (véase Génesis 10:3), y los armenios se dicen descendientes de él. Aunque el país es hoy día bastante pequeño, Armenia incluía lo que hoy es parte del sur de la URSS, Turquía y Siria.

"En la mayor parte de sus características esenciales, el ideal de Ezequiel era muy parecido al plan del Templo de Salomón; por cierto, tan parecidos son que muchos de los detalles descritos por Ezequiel se han aceptado como los del espléndido edificio destruido por Nabucodonosor. Un rasgo predominante del templo que Ezequiel describió fue la amplitud de sus recintos y la simetría no sólo de la Santa Casa, sino de sus edificios anexos. La superficie habría de ser un cuadrado de quinientos codos, rodeado de un muro y provisto de una entrada y arcos por los otros tres lados; hacia el poniente, el muro no habría de tener ni arcos ni puerta. Dentro de cada una de las entradas había pequeñas cámaras provistas de portales. En el atrio exterior había otras cámaras. Toda la construcción estaba sobre una elevación y se llegaba a cada una de las puertas por siete gradas. En el atrio interior se hallaba el gran altar, delante de la Casa, ubicado en el centro de un atrio de cien codos en cuadro. Había amplio espacio para toda variedad de sacrificios y ofrendas, y para el alojamiento de los sacerdotes, cantores y todos los que tomaran parte en el ritual sagrado. El edificio principal se componía de un pórtico, un lugar santo y un santuario interior o Lugar Santísimo; y a éste, más elevado que los demás, se llegaba por unas gradas. El plano tenía por objeto lograr una exclusividad mayor aún que la que había distinguido el espacio sagrado del Templo de Salomón, y los dos atrios ayudaban a este fin. El servicio del templo se prescribió en detalle; las ordenanzas del altar, los deberes de los sacerdotes, el ministerio de los levitas, los reglamentos respecto de las ofrendas y las fiestas —todo se explicó.

"El propósito inmediato de esta revelación, manifestada en la visión del profeta, parece que fue despertar en el pueblo de Israel la comprensión de su estado caído y un concepto de la gloria que había perdido." (La Casa del Señor, págs. 38-39.)

(27-30) Ezequiel 40:45-46. ¿Quiénes son los hijos de Sadoc?

El mensajero celestial explicó que los levitas que cuidarían de la santa casa serían los hijos de Sadoc, quien era un justo sumo sacerdote de la época de Salomón. Sadoc reemplazó a Abiatar (véase 1 Reyes 2:26-27, 35) por su lealtad a David y Salomón y fue el primer sumo sacerdote que ofició en el Templo de Salomón. Aparentemente el Señor quiso que los descendientes del justo Sadoc oficiaran en el templo que en los últimos días se edificará en Jerusalén (véase Ezequiel 44:15; 48:11).

(27-31) Ezequiel 43:1-5; 44:4. La gloria de Dios llena el templo

La gloria de Dios se manifiesta en el brillo .Y poder de su divina presencia. Se espera que la glona del Señor llenará su santa casa en Jerusalén. Indudablemente su gloria ha llenado todos los templos que se han construido en su nombre y mediante su autoridad. (Véase Números 9:15-18; 2 Crónicas 5:13-14; Esdras 6:14-16; D.y C. 124:27-28,38-41.)

(27-32) Ezequiel 43:18-27. ¿Qué clase de sacrificios se ofrecerán en el templo?

"Cuando se construyan estos templos, lo más probable es que se dispondrán medios para algunas ceremonias y ordenanzas que puedan efectuar los del Sacerdocio Aarónico, y se proporcionará un lugar donde los hijos de Leví puedan ofrecer sus sacrificios en justicia. Así tendrá que ser, porque todas las cosas se han de restaurar. Hubo ordenanzas que en Israel antiguo se efectuaron en el tabernáculo mientras anduvieron en el desierto, y después de que quedó establecido en Silo, en la tierra de Canaán, y más tarde en el templo construido por Salomón. El Señor nos ha informado que tal fue el caso, y ha dicho que en esos edificios se efectuaron ordenanzas en bien del pueblo…

"Estamos viviendo en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, en el cual todas las cosas se han de juntar en una, y todas las cosas han de ser restauradas desde el principio. Aun esta tierra ha de ser restaurada a la condición en que existía antes de la transgresión de Adán. Ahora bien, para ser una restauración total, la ley de sacrificio tendrá que restaurarse, pues de lo contrario no serían restauradas todas las cosas que el Señor decretó. Será necesario, por tanto, que los hijos de Leví, que ofrecieron los sacrificios cruentos [sangrientos] en Israel antiguamente, ofrezcan de nuevo tal sacrificio para integrar y completar esta ordenanza en esta dispensación. En los días de Adán se instituyó el sacrificio por derramamiento de sangre, y por necesidad tendrá que ser restaurado.

"Se efectuará el sacrificio de animales para completar la restauración cuando se construya el templo de que se ha hablado; al principio del Milenio, o en la restauración, se efectuarán sacrificios cruentos el tiempo necesario para completar la plenitud de la restauración en esta dispensación. Más tarde los sacrificios serán de alguna otra naturaleza." (Doctrina de salvación, tomo III, págs. 89-90.)

(27-33) Ezequiel 45:1-8; 47:13-48:29. ¿Cómo se repartirá el territorio entre las tribus de Israel?

De acuerdo con la visión de Ezequiel tocante al futuro, la Tierra Santa se dividirá en franjas que correrán entre el Mediterráneo en el oeste y el Mar Muerto y el Jordán sobre el este. Cada una de las doce tribus recibirá una franja de territorio quedando una franja en el medio para el príncipe, la ciudad y los levitas, esto es, los sacerdotes. José recibirá una doble porción (Ezequiel 47:13) ya que Efraín y Manasés, los hijos de José, llegaron ambos a ocupar el lugar de tribus de Israel. La ciudad tendrá doce portones, uno por cada tribu (incluyendo a Leví y uno para José). Sobre el norte estarán las tribus de Rubén, Judá y Leví; sobre el este estarán José, Benjamín y Dan; al sur, Simeón, Isacar y Zebulón; sobre el oeste estarán Gad, Aser y Neftalí. Jerusalén entonces será llamada el Señor está allí (Jehová-sama; véase Ezequiel 48:35). Allí habrá un recogimiento de las tribus esparcidas de Israel, y el templo que Ezequiel vio en visión será el lugar central para esa congregación de pueblos.

Con respecto a las herencias de los descendientes de José en Palestina, Sperry comentó: "Para los Santos de los Ultimos Días es de interés saber que se ha tomado en cuenta a las tribus de Efraín y de Manasés en la repartición de las tierras de la herencia. Es evidente en la visión de Ezequiel que no todos los descendientes de José tendrán su herencia en el continente americano, como algunos hemos pensado. Tenemos base para creer, no obstante, que la mayoría de la simiente de José tendrá su parte en este continente (véase Eter 13:5-12), pero Ezequiel claramente implica que parte de la descendencia morará en Palestina." (Voice of Israel's Prophets, págs. 236-37.)

(27-34) Ezequiel 47:1-12. Aguas que surgen del templo

José Smith el Profeta proclamó: "Judá ha de volver, Jerusalén ha de ser reedificada, junto con el templo, y debe salir agua de debajo del templo y han de ser sanadas las aguas del Mar Muerto. Se precisará algún tiempo para reedificar las murallas de la ciudad, el templo, etc., y todo esto debe hacerse antes que el Hijo del Hombre aparezca." (Enseñanzas, pág. 347.)

Las aguas que surgirán desde abajo del templo y la sanidad del Mar Muerto puede ocurrir cuando el Señor mismo ponga sus pies sobre el Monte de los Olivos, haciendo que esta montaña se parta en dos y creando un gran valle (véase Zacarías 14:4; D. y C. 133:20-24; Temas suplementarios, sección I.)

(27-35) Ezequiel 47:22-23. ¿Quiénes son estos extranjeros?

Indudablemente habrá conversos que no son de la sangre de Israel que recibirán una herencia por su devoción al evangelio. Entonces serán adoptados en la casa de Israel. Estos extranjeros pueden ser algunos de los pueblos gentiles que aceptarán el evangelio en los últimos días.

(27-36) Ezequiel 48:31-34. Los portones de la ciudad

Véase Apocalipsis 22:13-17 en cuanto a los requisitos que una persona debe llenar para entrar por los portones de la ciudad santa.

(27-37) Ezequiel 48:35. Jerusalén será llamada santa

En la versión inspirada (traducción de la Biblia hecha por José Smith) se lee que el nombre de la ciudad, desde ese día, será Santa, pues el Señor estará allí. El templo será construido como símbolo para Israel, en Palestina, de que el Señor está con su pueblo.

RESUMEN ANALITICO

(27-38) Aplicación de las profecías en esta época

Estos capítulos han mostrado la gran visión profética con la que el Señor bendijo a Ezequiel. Ciertamente El confiaba en Ezequiel y sabía que su profeta entre los exiliados en Babilonia se iba a ocupar de que estas preciosas verdades fuesen cuidadosamente escritas y entregadas a las naciones de la tierra.

¿Se regocija usted cuando lee las profecías de Ezequiel? ¿No arde su alma dentro de su pecho al comprender que el Señor está al frente de los asuntos de los hombres y que El nuevamente llevará a su pueblo Israel a las tierras de promisión y quitará la iniquidad de en medio del pueblo? ¿Se emociona al saber que El protegerá a Israel de los enemigos y castigará a los malvados, y que se edificará un grande y magnífico templo sobre el Monte Moríah, en la ciudad santa de Jerusalén, para la tribu de Judá? Si hubiera usted estado en presencia de los judíos en Babilonia, habría reconocido a Ezequiel como un profeta verdadero? (Ezequiel 33:33.)

Ciertamente no podemos dar por sentado que las profecías de Ezequiel se cumplirán, simplemente porque han sido profetizadas, sino que tenemos que hacer como hizo Nefi cuando escuchó la descripción hecha por Lehi de la visión del árbol de la vida y buscar una confirmación personal de la veracidad de la visión que Ezequiel recibió del Señor (véase 1 Nefi 10:17). Ezequiel mismo aprendió por ese mismo principio (véase Ezequiel 44:5).

A medida que nos esforzamos por conocer la veracidad de lo que los profetas han revelado, debemos recordar que el obtener ese conocimiento nos llevará tiempo. El Señor ha dicho: "Daré a los hijos de los hombres línea por línea, precepto por precepto, un poco aquí y un poco allí; y benditos son aquellos que escuchan mis preceptos y prestan atención a mis consejos, porque aprenderán sabiduría." (2 Nefi 28-30.)

Aparte algunos minutos para reflexionar y orar en cuanto a la importancia del gran mensaje de Ezequiel. "Atesorad estas cosas en vuestro corazón, y reposen en vuestra mente las solemnidades de la eternidad." (D. y C. 43:34.)