“La Sociedad de Socorro”, Relatos de Doctrina y Convenios, 2024
“La Sociedad de Socorro”, Relatos de Doctrina y Convenios
Marzo de 1842
La Sociedad de Socorro
Las mujeres de Nauvoo sirven al Señor
Margaret Cook vivía en Nauvoo. Trabajaba para Sarah Kimball, ayudándola con la costura. Mientras ella trabajaba, les gustaba hablar del nuevo templo que se estaba construyendo en Nauvoo. Estaban entusiasmadas por el templo.
Santos, tomo I, pág. 456
Un día, Margaret notó que muchos de los hombres que construían el templo tenían ropa vieja y gastada. Se preguntaba si ella y Sarah podrían trabajar juntas para coser camisas nuevas para los hombres. A Sarah le gustó la idea. Ella y Margaret hablaron con otras mujeres sobre la posibilidad de formar un grupo para ayudar a los trabajadores.
Santos, tomo I, pág. 457
El profeta José dijo que el Señor estaba contento con su idea y que tenía algo aún mejor para ellas. José invitó a las mujeres a reunirse con él el 17 de marzo de 1842. Haciendo uso de la autoridad del sacerdocio, organizó a las mujeres de la Iglesia. Decidieron llamar a su grupo la Sociedad de Socorro Femenina de Nauvoo.
Santos, tomo I, págs. 457, 459–460
José pidió a la Sociedad de Socorro que ayudara a las personas a prepararse para las bendiciones del templo y la vida eterna. Debían ser ejemplos de seguir a Jesús.
Santos, tomo I, pág. 461
José también dijo que la Sociedad de Socorro debía encontrar a las personas pobres y ayudarlas. Incluso las mujeres pobres querían ayudar a las personas necesitadas.
Santos, tomo I, pág. 458
Se organizó la Sociedad de Socorro. Emma Smith fue llamada a ser la presidenta. Llamó a dos consejeras, Sarah Cleveland y Ann Whitney. También llamó a una secretaria, Eliza R. Snow.
Santos, tomo I, pág. 459
El Señor ayudó a Emma a cumplir con su llamamiento. Emma enseñó a las mujeres que podían hacer grandes cosas en el servicio del Señor. Quería que cada una de ellas buscara maneras de hacer el bien. Lo más importante, les dijo, era amar a otras personas de la manera en que Jesús lo hizo. Muchas mujeres de Nauvoo se unieron a la Sociedad de Socorro.
Doctrina y Convenios 25:3, 7; Santos, tomo I, pág. 460
Ayudaron a las personas a prepararse para las bendiciones del templo y ayudaron a muchas familias necesitadas en Nauvoo. Desde entonces, mujeres de todo el mundo se han unido a la Sociedad de Socorro. Continúan sirviendo a las personas y ayudándolas a recibir las bendiciones del templo.
Santos, tomo I, pág. 460