“Se organiza la Iglesia de Jesucristo”, Relatos de Doctrina y Convenios, 2024
“Se organiza la Iglesia de Jesucristo”, Relatos de Doctrina y Convenios
Abril de 1830
Se organiza la Iglesia de Jesucristo
Una gozosa reunión de la Iglesia
El Libro de Mormón se había impreso y el poder del sacerdocio de Dios se encontraba de nuevo en la tierra. El Señor le dijo a José Smith que era tiempo de organizar la Iglesia de Jesucristo.
Santos, tomo I, pág. 85
El 6 de abril de 1830, unas cuarenta personas, entre hombres y mujeres, se reunieron en la casa de la familia Whitmer para organizar la Iglesia. El Señor llamó a José y Oliver para dirigir Su Iglesia. José y Oliver les pidieron a las personas que levantaran la mano para demostrar que los sostenían como sus líderes.
Doctrina y Convenios 20:1–3; Santos, tomo I, pág. 85
Luego, José y Oliver bendijeron la Santa Cena. La repartieron a las personas para ayudarlas a recordar a Jesucristo. José y Oliver pusieron las manos sobre la cabeza de las personas que habían sido bautizadas. Las confirmaron miembros de la Iglesia y les dieron el don del Espíritu Santo.
Doctrina y Convenios 20:75–79; Santos, tomo I, pág. 85
El Señor le dio a José un mensaje para la nueva Iglesia. Les dijo que escribieran lo que sucedía en la Iglesia. Dijo que José Smith era Su profeta. Les prometió a los miembros de la Iglesia que si obedecían los mandamientos que Él le había dado a José, los bendeciría; El diablo no tendría poder sobre ellos.
Doctrina y Convenios 21:1–6; Santos, tomo I, pág. 86
¡Las personas estaban muy felices de tener la Iglesia de Jesucristo! Después de la reunión, más personas fueron bautizadas, incluidos la madre y el padre de José. Cuando su padre salió del agua, José le dio un gran abrazo. “¡He vivido hasta ver a mi padre bautizarse en la Iglesia verdadera de Jesucristo!”, dijo.
Santos, tomo I, pág. 86
Más tarde, esa noche, José fue al bosque para estar a solas. Tenía el corazón lleno de gozo. Habían pasado diez años desde la primera vez que había visto al Padre Celestial y a Jesucristo. Muchas cosas habían sucedido desde entonces. ¡José estaba muy agradecido de haber ayudado a restaurar, o traer de regreso, la Iglesia de Jesucristo!
Santos, tomo I, pág. 86