“José y Sidney aprenden sobre el cielo”, Relatos de Doctrina y Convenios, 2024
“José y Sidney aprenden acerca del cielo”, Relatos de Doctrina y Convenios
Febrero de 1832
José y Sidney aprenden sobre el cielo
Una visión de las bendiciones de Dios para Sus hijos
Un día, José Smith y Sidney Rigdon estaban leyendo la Biblia. Leyeron acerca de lo que les sucede a las personas después de morir. José y Sidney pensaron en lo que leyeron y quisieron saber más.
El Señor les dio una visión asombrosa. Vieron al Padre Celestial y a Jesucristo rodeados de ángeles. Oyeron una voz que dijo que Jesús es el Hijo de Dios. La voz dijo que Jesús murió por nosotros y luego resucitó; volvió a la vida. Gracias a que Él resucitó, nosotros también resucitaremos.
Doctrina y Convenios 76:19–24, 39–43,
José y Sidney aprendieron que después de resucitar, viviremos en uno de tres lugares del cielo llamados reinos. Las personas que no acepten el Evangelio de Jesucristo irán al Reino Telestial. El Señor comparó ese reino con la luz de las estrellas.
José y Sidney también aprendieron acerca de un reino llamado el Reino Terrestre. Este reino es para las personas que llevan una vida buena pero que no obedecen plenamente el Evangelio de Jesucristo. No son fuertes en su fe en Él. El Señor comparó este reino con la luz de la luna.
El reino más alto es el Reino Celestial. Las personas de este reino hicieron convenios, o promesas, con Dios y guardaron sus convenios. Se arrepintieron y siguieron a Jesucristo. Viven con el Padre Celestial y con Jesús para siempre y llegan a ser como Ellos. El Señor comparó este reino con la luz del sol.
El Señor les dijo a José y a Sidney que no relataran todo lo que habían visto en su visión. Pero sí quería que escribieran sobre una parte de ello y lo compartieran con otras personas. Muchos miembros de la Iglesia estaban entusiasmados por contarle a la gente acerca de la visión.
Doctrina y Convenios 76:113–119; Santos, tomo I, pág. 150–151
Pero a algunas personas no les gustó la visión. Era diferente de lo que creían. Pero la mayoría de los santos estaban agradecidos de saber acerca de esta revelación. Les mostró que el Padre Celestial ama a Sus hijos y ha preparado una manera para que regresen a Él.
Santos, tomo I, págs. 150–151