Agosto–octubre de 1840

Los santos aprenden acerca del bautismo por los muertos

Esperanza para familiares que no fueron bautizados

Jane Neyman vivía en Nauvoo. Fue a un funeral donde habló José Smith. El funeral hizo que Jane pensara en su hijo Cyrus. Había muerto y no había sido bautizado. Jane estaba preocupada por Cyrus. Ella sabía que tenemos que ser bautizados para vivir con el Padre Celestial.

Santos, tomo I, pág. 429

José sabía cómo se sentía ella. Solía preguntarse lo mismo de su hermano Alvin, quien también había muerto sin ser bautizado.

Santos, tomo I, pág. 429

En el funeral, José compartió algo que Dios le había enseñado. Dijo que cuando alguien ha muerto sin haber sido bautizado, nosotros podemos ser bautizados por esa persona.

Santos, tomo I, págs. 429–430

¡Jane estaba tan feliz al escuchar eso! Poco después del funeral, fue al río con un élder de la Iglesia. Él la bautizó por Cyrus.

Santos, tomo I, pág. 430

Unas semanas más tarde, José enseñó a los santos más acerca del bautismo por los muertos. Dijo que muchas personas que habían muerto querían ser bautizadas. Ellos querían seguir a Jesucristo. Estaban esperando y deseando que los miembros de su familia que aún estaban vivos se bautizaran por ellos.

Doctrina y Convenios 128:15–19; Santos, tomo I, pág. 432

Los santos corrieron al río de inmediato. Fueron bautizados en representación de personas a las que amaban. Hyrum Smith fue bautizado a favor de Alvin. Más tarde, el Señor enseñó que el bautismo por los muertos debía hacerse en el templo, que alguien debía llevar un registro de cada bautismo y que los hombres debían ser bautizados por los hombres y las mujeres por las mujeres.

Doctrina y Convenios 124:29–32; 127:5–12; 128:1–9; Santos, tomo I, págs. 432–433