“Los apóstoles sirven en una misión en Gran Bretaña”, Relatos de Doctrina y Convenios, 2024
“Los apóstoles sirven en una misión en Gran Bretaña”, Relatos de Doctrina y Convenios
Julio de 1838–julio de 1841
Los apóstoles sirven en una misión en Gran Bretaña
Confiar en las promesas del Señor
En una revelación a José Smith, el Señor llamó a los apóstoles a una misión al otro lado del océano, a Gran Bretaña. Aunque era difícil para José tener a los apóstoles tan lejos, confiaba en el Señor. También fue difícil para los apóstoles dejar a sus familias, pero el Señor prometió bendecirlos.
Heber C. Kimball y su esposa, Vilate, eran una familia joven, y tenían un bebé de solo un mes de nacido. Muchos miembros de su familia estaban muy enfermos.
Santos, tomo I, pág. 413
Brigham Young también estaba enfermo y su familia era pobre, pero su esposa, Mary Ann, le dijo: “Ve y sirve tu misión, y el Señor te bendecirá”.
Santos, tomo I, págs. 412–413
Brigham comenzó su viaje, pero cuando llegó a la casa de Heber estaba tan débil que no podía caminar. Se quedó con la familia de Heber por unos días.
Santos, tomo I, pág. 413
Mary Ann vino a cuidar de Brigham hasta que él y Heber estuvieron lo suficientemente bien como para marcharse. Los dos estaban muy débiles, pero querían predicar el Evangelio.
Santos, tomo I, pág. 413
Heber y Brigham se despidieron de sus esposas y subieron a la parte trasera de una carreta. Se sentían mal al dejar a sus familias tan enfermas y pobres. Mientras la carreta se alejaba, Heber le dijo a Brigham: “Esto es muy difícil”. Quería ayudar a las familias de ambos a sentirse valientes. Heber le pidió al conductor de la carreta que se detuviera.
Santos, tomo I, pág. 414
Desde el interior de la casa, Vilate escuchó un ruido. Llegó a la puerta, donde Mary Ann estaba de pie. Vieron a Heber y a Brigham de pie en la parte trasera de la carreta, agitando sus sombreros en el aire y gritando: “¡Hurra! ¡Hurra! ¡Hurra por Israel!”. Las mujeres respondieron: “¡Adiós! ¡Que Dios los bendiga!”.
Santos, tomo I, pág. 414
Tras un largo viaje cruzando el océano, Heber y Brigham llegaron a Gran Bretaña. Junto con otros apóstoles, enseñaron a muchas personas acerca de Jesucristo y Su Evangelio. Miles de personas se bautizaron y se unieron a la Iglesia del Salvador.
Santos, tomo I, págs. 417–419
Muchas de las personas que fueron bautizadas en Gran Bretaña se trasladaron a Nauvoo para ayudar a construir la ciudad y el templo. El Señor cumplió Su promesa de cuidar de las familias de Heber y Brigham mientras estaban sirviendo como misioneros.
Santos, tomo I, págs. 447–449