“Una revelación para Emma”, Relatos de Doctrina y Convenios, 2024
“Una revelación para Emma” Relatos de Doctrina y Convenios
Julio de 1830
Una revelación para Emma
Escogida por el Señor para hacer Su obra
La vida estaba cambiando muy rápidamente para Emma y José. El Señor le dijo a José que debía dejar de centrarse en la agricultura. En lugar de ello, José debía dedicar su tiempo a enseñar a las personas acerca de Jesucristo y a ayudar al crecimiento de la Iglesia del Señor.
Doctrina y Convenios 24:7–9; Santos, tomo I, pág. 98
Emma tenía muchas preguntas acerca de este cambio. No sabía qué debía hacer mientras José estuviera sirviendo al Señor. ¿Ayudaría ella también al Señor y a Su Iglesia?
Santos, tomo I, pág. 98
El Señor le habló a Emma mediante una revelación dada a José. La llamó “Emma Smith, hija mía”. Le dijo a Emma que Él la había escogido y la había llamado para hacer Su obra. Ella era una mujer especial, y Él tenía grandes cosas para que ella hiciera.
El Señor le pidió a Emma que viajara con José. El Señor dijo que Emma explicaría las Escrituras y enseñaría a los miembros de la Iglesia. Le dijo a Emma que lo pusiera a Él en primer lugar en su vida y que guardara sus convenios. Le prometió a Emma que tendría Su Espíritu. Él quería que ella aprendiera, progresara y recibiera Sus bendiciones.
Doctrina y Convenios 25:2, 6–10, 15
El Señor también le dijo a Emma que a Él le encanta oír cantar a Sus hijos. Dijo que las canciones de Sus santos son como una oración para Él. Le pidió a Emma que hiciera un libro de himnos para que los santos pudieran cantar juntos. Emma encontró muchas canciones hermosas sobre el Señor y Su Evangelio y las puso en un himnario.
Doctrina y Convenios 25:11–12; Santos, tomo I, págs. 224–226
La vida de Emma y José siguió cambiando, pero Emma sabía que el Señor la amaba y tenía un propósito para ella. Sirvió al Señor y a las personas que la rodeaban. Ella ayudó a que la Iglesia de Jesús creciera.
Doctrina y Convenios 25:13–15; Santos, tomo I, págs. 224–227