Escuela Dominical: Doctrina del Evangelio
‘Así que las iglesias eran confirmadas en la fe’


Lección 31

“Así que las iglesias eran confirmadas en la fe”

Hechos 15:36–18:22; 1 y 2 Tesalonicenses

Objetivo

Ayudar a los miembros de la clase a aprender de las enseñanzas de Pablo la manera de compartir el Evangelio y de vivir como santos.

Preparación

  1. Lea los siguientes pasajes de las Escrituras, y medite y ore al respecto.

    1. Hechos 15:36–41; 16; 17:1–15; 18:1–22. Después de resolverse la disputa en cuanto a los conversos gentiles y la ley de Moisés, Pablo y Bernabé se preparan para emprender su segundo viaje misional. Tienen un desacuerdo en cuanto a un compañero misional y deciden separarse. Pablo se lleva a Silas y a Timoteo e inicia sus labores misionales en Macedonia y en Grecia. Con frecuencia son objeto de la persecución pero convierten a muchas personas.

    2. Hechos 17:16–34. Pablo visita Atenas y ve que toda la ciudad está entregada a la idolatría. Testifica ante los filósofos atenienses y predica en el Areópago en cuanto a la naturaleza de Dios, la unidad de la gente como linaje de Dios y la Resurrección.

    3. 1 y 2 Tesalonicenses. Pablo escribe dos cartas a los santos de Tesalónica, ciudad de Macedonia, en las que les da consejos en cuanto a compartir el Evangelio, prepararse para la Segunda Venida y vivir como santos.

  2. Lectura adicional: 1 Corintios 2:4–5, 10–13; Guía para el Estudio de las Escrituras, “Pablo, Epístolas de: 1 y 2 Tesalonicenses”, pág. 156.

  3. Si tiene disponibles los siguientes materiales, utilícelos durante la lección:

    1. Un mapa del segundo viaje misional de Pablo (mapa 6 en la Guía para el Estudio de las Escrituras).

    2. “La Segunda Venida”, segmento de tres minutos del videocasete Nuevo Testamento: Presentaciones en Video (53914 002).

  4. Sugerencia didáctica: Los miembros de la clase tienen la responsabilidad de llegar a la clase preparados para hacer preguntas, para contribuir su conocimiento y sus experiencias y para dar testimonio. Ínstelos a estudiar las Escrituras y a orar todos los días para estar debidamente preparados. Exprese su interés en las contribuciones que hagan a la clase y su agradecimiento por ellas.

Desarrollo que se sugiere para la lección

Actividad para despertar el interés

Si lo desea, utilice la siguiente actividad (o una de su preferencia) para comenzar la lección. Escoja la actividad que sea más apropiada para su clase.

Relate la siguiente historia:

Una noche, mientras vivía con la familia Heywood en Salt Lake City, a fines del siglo 19, John Morgan soñó que viajaba por un camino del estado de Georgia. Reconocía el camino porque lo había recorrido a menudo como soldado en la Guerra Civil de los Estados Unidos. Llegó a una encrucijada y vio de pie a Brigham Young. Aunque el camino de la derecha se dirigía al siguiente pueblo, el presidente Young le dijo que tomara el de la izquierda.

El señor Morgan, quien no era miembro de la Iglesia, le contó el sueño a la hermana Heywood y le preguntó qué pensaba. Ella le dijo que creía que él se uniría a la Iglesia, que serviría en una misión en los estados del sur del país, y que un día se encontraría en el mismo camino que había visto en el sueño. Cuando eso sucediera, debía recordar el consejo de Brigham Young y tomar el camino de la izquierda.

Muchos años más tarde, después de haberse bautizado, John Morgan fue llamado a ser misionero en los estados del sur, y llegó a la bifurcación del camino que había visto en el sueño. Recordó el consejo de tomar el camino de la izquierda, y así lo hizo. Una hora más tarde, se encontró entrando al Valle Heywood, un hermoso lugar con el mismo nombre de la familia con la que se estaba quedando cuando tuvo el sueño años antes.

Al viajar por todo el valle predicando, encontró que las personas estaban preparadas para oír el Evangelio. Después de escuchar sus enseñanzas, varias familias mencionaron que un desconocido había pasado por el valle diez días antes, pidiendo permiso de marcar sus Biblias. El desconocido les había dicho que llegaría otro mensajero para explicarles los pasajes marcados. John Morgan había explicado esos pasajes al enseñar el Evangelio. Durante las siguientes semanas, el élder Morgan enseñó y bautizó a veinte de las veintitrés familias que vivían en el valle. (Bryant S. Hinckley, The Faith of Our Pioneer Fathers, 1956, págs. 242–244.)

• ¿Qué contribuyó al éxito de John Morgan como misionero? (Entre las respuestas se podría mencionar que estaba dispuesto a trabajar con esmero, escuchaba el Espíritu y el corazón de la gente estaba preparado para aceptar el Evangelio.)

Explique que en esta lección se hablará del apóstol Pablo, quien, al igual que John Morgan, escuchó el Espíritu y tuvo éxito en la misión. En su segundo viaje misional, Pablo padeció muchas persecuciones pero también encontró a muchas personas preparadas para recibir el Evangelio de Jesucristo.

Análisis y aplicación de las Escrituras

Al enseñar en cuanto al segundo viaje misional de Pablo, analice lo que podemos aprender de él acerca de enseñar el Evangelio, de prepararnos para aprender el Evangelio y de fortalecer nuestro testimonio.

1. Pablo, Silas y Timoteo predican en Macedonia y Grecia.

Analicen Hechos 15:36–41; 16; 17:1–15; 18:1–22. Pida a algunos miembros de la clase que lean los versículos que usted haya seleccionado. Si lo desea, recuérdeles que Lucas fue el autor del libro de Hechos. Aparentemente, él acompañó a Pablo en algunos de sus viajes misionales, porque a menudo escribe en la primera persona plural (nosotros) al referirse a los hechos de Pablo y de sus compañeros misionales (Hechos 16:10).

• Durante su segundo viaje misional, Pablo predicó en muchas ciudades de Macedonia y de Grecia, entre ellas Filipos, Tesalónica, Berea, Corinto y Atenas. (Señale estos lugares en el mapa.) ¿Cómo dirigió el Espíritu a Pablo y a sus compañeros durante el viaje? (Véase Hechos 16:6–10; 18:9–11.) ¿Cómo les ha guiado el Espíritu a ustedes en sus esfuerzos por servir al Señor?

• En las Escrituras se relata que Lidia escuchó y creyó las palabras de Pablo porque el Señor le había abierto el corazón (Hechos 16:14–15). ¿Por qué es necesario tener un “corazón abierto” para convertirse al Evangelio? (Véase Mosíah 2:9; D. y C. 64:34.) Pida a los miembros de la clase que hablen de las experiencias que hayan tenido en las que el Señor les abrió el corazón (o el de algún conocido suyo) al Evangelio.

• ¿Por qué fueron encarcelados Pablo y sus compañeros en Tiatira? (Véase Hechos 16:16–24.) ¿Cómo quedaron en libertad? (Véase Hechos 16:25–26.) ¿Cómo se valieron de esa experiencia como una oportunidad misional? (Véase Hechos 16:27–34.) ¿Cuáles son otros ejemplos, de la historia de la Iglesia o de su propia vida, en los que la persecución ha dado como resultado un bien?

• ¿Qué enseñó Pablo a las personas de Tesalónica cuando pasó tres días de reposo en la sinagoga con ellos? (Véase Hechos 17:1–3.) ¿Cuál fue el resultado de las enseñanzas de Pablo en Tesalónica? (Véase Hechos 17:4–10.)

• ¿Cómo recibieron las enseñanzas de Pablo las personas de la sinagoga de Berea? (Véase Hechos 17:10–12. La frase “con toda solicitud” significa que recibieron el Evangelio con diligencia y con el afán de servir.) ¿Cómo podemos nosotros recibir el Evangelio “con toda solicitud”?

2. Pablo predica a los filósofos atenienses en el Areópago.

Lean y analicen los versículos de Hechos 17:16–34 que usted haya seleccionado. Explique que después que Pablo partió de Berea, llegó a Atenas, que en ese entonces era el centro de la cultura mundial. Los filósofos de ese lugar consideraban a Dios como un ser o poder abstracto, y no como el Padre literal de nuestros espíritus. Ellos adoraban las creaciones de Dios en lugar de adorar a Dios en sí. Reemplazaron la revelación con la lógica y el debate, y valoraban la sabiduría de los hombres por encima de las verdades de Dios.

• Los filósofos de Atenas “en ninguna otra cosa se interesaban sino en decir o en oir algo nuevo” (Hechos 17:21). ¿Cómo es evidente esa tendencia en nuestros días? ¿Qué peligros puede haber al siempre estar buscando “algo nuevo”?

• ¿Qué enseñó Pablo a los atenienses en cuanto a Dios? (Véase Hechos 17:22–31.) ¿Por qué es importante saber que “linaje [de Dios ]somos” (Hechos 17:28). ¿Cómo nos ayuda a amar y adorar a Dios el comprender Su verdadera naturaleza y Su papel como nuestro Padre?

• Pablo contradijo el razonamiento y la lógica de los filósofos con un sincero testimonio de Dios, nuestro Padre. Al enseñar el Evangelio, ¿por qué es un testimonio sincero más convincente que la lógica y el razonamiento? (Véase 1 Corintios 2:4–5, 10–13.)

• ¿Por qué escucharon los filósofos a Pablo? (Véase Hechos 17:18–21.) ¿Cómo piensan que esa motivación afectó la forma en que respondieron al mensaje de Pablo? (Véase Hechos 17:32–33.) ¿Cómo podemos prepararnos para escuchar y comprender las palabras de los líderes de la Iglesia?

3. Pablo escribe cartas de consejo a los santos de Tesalónica.

Lean y analicen los versículos de 1 y 2 Tesalonicenses que usted haya seleccionado.

• Pablo estaba preocupado por los santos de Tesalónica pero no pudo regresar a visitarlos, así que envió a Timoteo (1 Tesalonicenses 2:17–18; 3:1–2, 5–7). Después del regreso de Timoteo, Pablo escribió dos cartas dando consejo y ánimo a los santos de Tesalónica. ¿Qué podemos aprender de los esfuerzos de Pablo en beneficio de los nuevos miembros de la Iglesia?

• ¿Qué enseña Pablo en 1 Tesalonicenses 1:5 y 2:1–12 en cuanto a la manera de enseñar el Evangelio a otras personas? (Escriba en la pizarra las respuestas de los miembros de la clase.) ¿Cómo les ha ayudado a enseñar el Evangelio el seguir esos principios?

• ¿Qué dudas de los santos tesalonicenses se ven reflejadas en las explicaciones que les dio Pablo acerca de la Segunda Venida? (Véase 1 Tesalonicenses 4:13–18; 5:1–3.) ¿Qué dijo Pablo a los tesalonicenses que sucedería antes de la Segunda Venida? (Véase 2 Tesalonicenses 2:1–4.) ¿Cómo se cumplió esa profecía? (Véase D. y C. 1:15–16; 112:23; José Smith—Historia 1:19.)

• ¿Qué dijo Pablo a los santos tesalonicenses que debían hacer para prepararse para la Segunda Venida? (Véase 1 Tesalonicenses 5:4–8.) ¿Qué debemos hacer nosotros para prepararnos para la Segunda Venida?

Si va a utilizar la presentación en video “La Segunda Venida”, muéstrela ahora. Analicen brevemente el consejo del élder Packer y el del élder Maxwell en cuanto a prepararnos para la Segunda Venida pero no preocuparnos de cuándo ocurrirá.

• ¿Qué consejos dio Pablo a los tesalonicenses en cuanto a vivir como santos? (Véase 1 Tesalonicenses 4:9–12; 5:11–22.) Escriba en la pizarra las respuestas de los alumnos. Según lo indique el Espíritu, analicen algunos puntos de los consejos que haya anotado. En el análisis pueden mencionar que podemos seguir más íntegramente el consejo y que seremos bendecidos si lo hacemos.

Conclusión

Dé testimonio de las verdades que enseñó Pablo en cuanto a las cualidades que deben poseer los misioneros de éxito y los Santos de los Últimos Días compasivos. Inste a los miembros de la clase a tratar de desarrollar esas cualidades a fin de que puedan prepararse a sí mismos y a otras personas para la Segunda Venida del Señor.

Sugerencia adicional para la enseñanza

El siguiente material complementa las sugerencias para el desarrollo de la lección. Si lo desea, utilice este concepto como parte de la lección.

La enseñanza del Evangelio con la actitud correcta.

Pida a los miembros de la clase que lean 1 Tesalonicenses 2:2–3. Señale que Pablo dijo que se debe enseñar el Evangelio con denuedo, sin engaño ni trucos. El élder James E. Talmage agregó que debemos enseñar audazmente la verdad sin criticar ni atacar las creencias de los demás. Relate la siguiente historia a fin de ilustrar este concepto: Cuando el élder Talmage era estudiante, una vez se le acercó un hombre que ofrecía venderle una excelente lámpara de aceite. El élder Talmage ya tenía una lámpara que sentía que satisfacía sus necesidades, pero permitió que el vendedor subiera a la habitación para darle una demostración.

“Entramos a mi habitación, y encendí con una cerilla mi bien despabilada lámpara. Mi visitante habló muy bien de ella, incluso me dijo que era la mejor lámpara de su tipo y que nunca había visto una lámpara mejor despabilada. Subió y bajó la mecha y declaró que estaba perfectamente ajustada.

“ ‘Ahora’, me dijo, sacando su propia lámpara de una bolsa, ‘con su permiso voy a encender mi lámpara’…Su luz iluminaba el rincón más remoto de mi habitación. Su brillantez hacía palidecer la flama de mi lámpara. Hasta el momento de esa demostración tan convincente, nunca me había dado cuenta de la tenue obscuridad en la que había vivido, trabajado, estudiado y luchado”.

El élder Talmage compró la nueva lámpara, y posteriormente sugirió lo que podemos aprender del vendedor de lámparas en cuanto a la enseñanza del Evangelio: “El hombre que quería venderme una lámpara no criticó la mía, sino colocó su luz más brillante al lado de mi flama más débil, y yo me apresté a obtenerla.

“A los siervos misionales de la Iglesia de Jesucristo no se les envía hoy a atacar ni a ridiculizar las creencias de los hombres, sino a poner ante el mundo una luz superior mediante la cual será evidente la tenuidad ahumada de las flamas vacilantes de los credos que hacen los hombres. La obra de la Iglesia es constructiva, no destructiva” (citado en Story Gems, de Albert L. Zobell, hijo, 1953, págs. 45–48; véase también The Parables of James E. Talmage, comp. por Albert L. Zobell, hijo, 1973, págs. 1–6).