Escuela Dominical: Doctrina del Evangelio
‘Tu fe te ha salvado’


Lección 19

“Tu fe te ha salvado”

Lucas 18:1–8, 35–43; 19:1–10; Juan 11

Objetivo

Ayudar a los miembros de la clase a desarrollar mayor fe en nuestro Padre Celestial y en Jesucristo.

Preparación

  1. Lea los siguientes pasajes de las Escrituras, y medite y ore al respecto.

    1. Lucas 18:1–8. Con la parábola de la viuda y el juez injusto, Jesús enseña la importancia de perseverar en la oración.

    2. Lucas 18:35–43. Un ciego demuestra su fe y Jesús lo sana.

    3. Lucas 19:1–10. Se recibe a Jesús en la casa de Zaqueo.

    4. Juan 11:1–54. Jesús testifica de Su divinidad al levantar a Lázaro de la muerte.

  2. Lectura adicional: Marcos 10:46–52; Lucas 11:5–13; Guía para el Estudio de las Escrituras, “Fe”, págs. 78–80.

  3. Si tiene disponibles las siguientes láminas, utilícelas durante la lección: Jesús sana a un ciego (62145 002; Las bellas artes del Evangelio, 213) y Jesús levanta a Lázaro de la muerte (62148 002; Las bellas artes del Evangelio, 222).

  4. Sugerencia didáctica: El presidente David O. McKay dijo: “Podrán enseñar con eficacia sólo aquello que ustedes mismos sientan” (Gospel Ideals, 1953, pág. 190; véase La enseñanza: el llamamiento más importante, pág. 13). A través del estudio, de la oración y de la obediencia, procure fortalecer su propio testimonio de los principios que enseña. (Consulte La enseñanza: el llamamiento más importante, págs. 12–13.)

Desarrollo que se sugiere para la lección

Actividad para despertar el interés

Si lo desea, utilice la siguiente actividad (o una de su preferencia) para comenzar la lección. Escoja la actividad que sea más apropiada para su clase.

Antes de que el élder Hugh B. Brown partiera en una misión, su madre le dijo:

“Hugh, ¿recuerdas cuando eras pequeño y tenías una pesadilla o despertabas con miedo en la noche? Desde tu cuarto me llamabas: ‘Mamá, ¿estás allí?’, y yo te contestaba y trataba de consolarte y hacer desaparecer tus temores. Ahora, al partir a la misión y al mundo, habrá ocasiones en que te sientas atemorizado, débil, incapaz y solo y habrá ocasiones en que tendrás problemas. Quiero que sepas que puedes llamar a tu Padre Celestial, tal como solías llamarme a mí, y decir: ‘Padre, ¿estás allí? Necesito tu ayuda’. Hazlo con el conocimiento de que Él está allí y estará presto para ayudarte si tú pones de tu parte y vives digno de tus bendiciones. Quiero asegurarte que Él está allí y que contestará tus oraciones y satisfará tus necesidades para tu bien” (relatado por Marvin J. Ashton, “Know He Is There”, Ensign, febrero de 1994, pág. 10).

Explique que en esta lección se estudiarán los relatos de las Escrituras que pueden ayudarnos a desarrollar mayor fe en que nuestro Padre Celestial y Jesucristo nos conocen y nos aman a cada uno.

Análisis y aplicación de las Escrituras

Con la ayuda de la oración, seleccione los pasajes de las Escrituras, las preguntas y los materiales de la lección que mejor satisfagan las necesidades de los miembros de la clase. Analicen la forma en que los pasajes seleccionados se apliquen al diario vivir. Inste a los alumnos a compartir experiencias que hayan tenido que se relacionen con los principios que se encuentran en las Escrituras.

1. Jesús presenta la parábola de la viuda y el juez injusto.

Lean y analicen Lucas 18:1–8. Explique que Jesús presentó esta parábola a un grupo de fariseos.

• Según Lucas 18:1, ¿por qué dio Jesús la parábola de la viuda y el juez injusto? ¿Cómo nos enseña esta parábola “la necesidad de orar siempre”? (Véase Lucas 18:1–8.)

El élder James E. Talmage enseñó: “Jesús no quiso decir que así como el juez impío finalmente cedió a los ruegos, en igual manera lo hará Dios, pero sí indicó que si aun tal persona como este juez, que ‘ni temía a Dios, ni respetaba a hombre’, finalmente escuchó y concedió la súplica de la mujer, nadie debe dudar de que Dios, Justo y Misericordioso, también oirá y contestará” (Jesús el Cristo, 1964, pág. 460).

• ¿Qué significa orar siempre? (Véase Lucas 18:7; Alma 34:27.) ¿Qué bendiciones recibimos cuando oramos siempre? (Véase Lucas 18:7–8; 2 Nefi 32:9; D. y C. 90:24.)

• ¿Por qué es un acto de fe el perseverar en la oración? ¿Qué debemos hacer cuando hayamos perseverado en la oración y sintamos que no recibimos una respuesta?

El élder Richard G. Scott dijo:

“Es un error creer que todas nuestras oraciones recibirán respuesta inmediata; algunas requieren considerable esfuerzo de nuestra parte…

“Cuando le explicamos el problema y la solución que proponemos, a veces el Padre contesta “Sí” y otras veces nos dice que no. A menudo se reserva la respuesta, no por falta de interés en nosotros sino porque El nos ama con un amor perfecto y quiere que apliquemos las verdades que nos ha dado. Para progresar, debemos confiar en nuestra capacidad de tomar buenas decisiones, y hacer lo que sintamos que es correcto. A su debido tiempo, Dios contestará. Él no nos fallará” (Liahona, enero de 1990, pág. 31).

• ¿Qué han aprendido al perseverar en la oración?

2. Un ciego demuestra su fe y Jesús lo sana.

Lean y analicen Lucas 18:35–43. Exhiba la lámina de Jesús sanando al ciego.

• ¿Cómo demostró el ciego cerca de Jericó que tenía fe en el Señor? (Véase Lucas 18:38–42.) ¿Cómo han sido bendecidos ustedes al ejercer su fe en Jesucristo?

• ¿Cómo demostró el hombre su gratitud cuando recibió la vista? (Véase Lucas 18:43; véase también Marcos 10:52.) ¿Cómo podemos demostrar nuestra gratitud al Señor?

3. Se recibe a Jesús en la casa de Zaqueo.

Lean y analicen Lucas 19:1–10.

• ¿Quién era Zaqueo? (Véase Lucas 19:2. Explique que los publicanos eran judíos que trabajaban como cobradores de impuestos para el gobierno romano. En general los judíos sentían antipatía por los publicanos y los consideraban traidores y pecadores.)

• ¿Cómo demostró Zaqueo su gran deseo de ver a Jesús? (Véase Lucas 19:3–4.) ¿Qué le dijo Jesús a Zaqueo después de haberlo visto en el árbol? (Véase Lucas 19:5.) ¿Cuál fue la reacción de Zaqueo a las palabras de Jesús? (Véase Lucas 19:6.) ¿Qué podemos hacer para recibir con gozo al Salvador en nuestro hogar?

• ¿Cómo reaccionaron las personas cuando Jesús fue a quedarse con Zaqueo? (Véase Lucas 19:7.) ¿Qué diferencia hubo entre la reacción de Jesús a Zaqueo y la reacción de los demás? (Véase Lucas 19:5.) ¿Qué podemos aprender del ejemplo que dio Jesús en este relato?

• Muchas personas despreciaban a Zaqueo debido a su profesión de publicano (Lucas 19:2, 7; Guía para el Estudio de las Escrituras, “Publicanos”, pág. 171). ¿De qué manera a veces hacemos juicios similares acerca de otras personas? ¿Por qué es importante que no excluyamos a los demás ni pensemos que somos mejores que ellos? (Véase Alma 5:54–56; 38:13–14.) ¿Cómo podemos superar los sentimientos negativos hacia otras personas?

El élder Joe J. Christensen dijo: “Hay jóvenes que se despiertan todas las mañanas temerosos de ir a la escuela, e incluso de ir a una actividad de la Iglesia, porque les preocupa la forma en que los tratarán. Ustedes tienen el poder de cambiar sus vidas para mejor… el Señor cuenta con que ustedes sean los que los edifiquen y los alienten. Piensen menos en ustedes mismos y más en el poder que tienen de ayudar a los demás, incluso a los miembros de su propia familia” (Liahona, enero de 1997, pág. 43).

4. Jesús levanta a Lázaro de la muerte.

Lean y analicen los versículos de Juan 11:1–54 que usted haya seleccionado. Explique que poco después de que Jesús fuera a la casa de Zaqueo, recibió un mensaje de sus amigas María y Marta informándole que Lázaro, el hermano de ellas que también era un amigo muy querido de Jesús, estaba enfermo (Juan 11:1–5). Dos días más tarde, Jesús instruyó a Sus discípulos que lo acompañaran a Betania, la ciudad de Judea en donde vivían María, Marta y Lázaro (Juan 11:6–7).

• Cuando Jesús regresó a Betania, Lázaro ya llevaba cuatro días de muerto (Juan 11:17). ¿Qué hizo Marta cuando escuchó que venía Jesús? (Véase Juan 11:20.) ¿Qué les llama la atención del testimonio de Marta en cuanto a la misión divina del Salvador? (Véase Juan 11:21–27.)

• ¿Qué hizo Jesús cuando vio que lloraban María y muchas otras personas? (Véase Juan 11:33–34.) ¿Cómo influye este relato en los sentimientos que ustedes tienen por Jesús?

• A pesar de su fuerte testimonio, la fe de María parecía ser débil cuando Jesús pidió que se quitara la piedra del sepulcro de Lázaro (Juan 11:39). ¿Cómo le ayudó Jesús? (Véase Juan 11:40.) ¿Qué aprendemos de esto en cuanto a lo que el Señor espera de nosotros?

• ¿Qué nos enseña la oración de Jesús, antes de levantar a Lázaro, acerca de Su relación con Su Padre? (Véase Juan 11:41–42.) ¿Cómo podemos seguir el ejemplo de Jesús en nuestras propias oraciones personales y familiares?

Exhiba la lámina de Jesús levantando a Lázaro de la muerte, y pida a un miembro de la clase que lea Juan 11:43–44.

• Jesús ya había levantado de la muerte a dos personas (Marcos 5:22–24, 35–43; Lucas 7:11–17). ¿Por qué el levantar a Lázaro de la muerte fue diferente de las dos ocasiones anteriores? (La hija de Jairo y el hijo de la viuda de Naín fueron levantados de la muerte poco después de la separación del cuerpo y el espíritu. No se les había sepultado. Lázaro había estado muerto por cuatro días, y su cuerpo ya estaba en un sepulcro.)

• ¿Por qué fue el milagro de levantar a Lázaro de la muerte un testimonio de la misión divina del Salvador? ¿Qué efecto tuvo este milagro en los que fueron testigos de él? (Véase Juan 11:45–46.) ¿De qué manera fortalece este milagro su fe en el Salvador?

Conclusión

Explique que los principios que se enseñen en los relatos que se han analizado pueden fortalecer nuestra fe en nuestro Padre Celestial y en Jesucristo. Después de repasar brevemente los relatos, lea la siguiente declaración del élder Thomas S. Monson:

“El paso del tiempo no ha alterado la capacidad del Redentor para cambiar la vida del ser humano. Tal como le dijo a Lázaro, nos dice a nosotros ‘…ven…’ Ven, lejos del desaliento de la duda. Ven, lejos de la aflicción del pecado. Ven, lejos de la muerte que trae la incredulidad. Ven, al renacer de una nueva vida. Ven” (Liahona, octubre de 1974, pág. 45).

Inste a los miembros de la clase a buscar maneras de fortalecer su fe en nuestro Padre Celestial y en Jesucristo.

Sugerencias adicionales para la enseñanza

El siguiente material complementa las sugerencias para el desarrollo de la lección. Si lo desea, utilice este concepto como parte de la lección.

La parábola del fariseo y el publicano.

Lean y analicen la parábola del fariseo y el publicano (Lucas 18:9–14).

• ¿Cómo describirían la oración del fariseo en esta parábola? ¿Cómo describirían la del publicano?

• ¿Qué significa que “cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido”? (Véase Lucas 18:14; Éter 12:27.)