Escuela Dominical: Doctrina del Evangelio
‘Como yo os he amado, que… os améis unos a otros’


Lección 23

“Como yo os he amado, que… os améis unos a otros”

Lucas 22:1–38; Juan 13–15

Objetivo

Inspirar a los miembros de la clase a seguir el ejemplo de Jesús de amar y servir a los demás.

Preparación

  1. Lea los siguientes pasajes de las Escrituras, y medite y ore al respecto.

    1. Lucas 22:7–30. Jesús se reúne con Sus Doce Apóstoles para celebrar la fiesta de la pascua. Instituye la Santa Cena y enseña a los apóstoles que deben servir a los demás.

    2. Juan 13. Jesús lava los pies de los apóstoles y les manda amarse unos a otros.

    3. Juan 14:1–15; 15. Jesús enseña: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”. Se compara a sí mismo con una vid y a Sus discípulos con las ramas de la vid. (Nota: Los versículos de los capítulos 14 y 15 que tratan el tema del Consolador se tratarán en la lección 24.)

  2. Lectura adicional: Mateo 26:1–5, 14–35; Marcos 14:1–2, 10–31.

  3. Si va a utilizar la actividad para despertar el interés, disponga que al principio de la clase venga un solista o un grupo de adultos o niños a cantar “Amad a otros” (Himnos, Nº 203). Si esto no es posible, lleve a la clase una grabación de la canción o prepárese para que los miembros de la clase la canten juntos.

  4. Si tiene disponible el material que se menciona a continuación, utilícelo durante la lección:

    1. Las láminas La Última Cena (62174 002; Las bellas artes del Evangelio, 225) y Jesús lava los pies de los apóstoles (62550 002; Las bellas artes del Evangelio, 226).

    2. Una pequeña planta para ilustrar el análisis de Juan 15:1–8.

  5. Sugerencia didáctica: El cantar o tocar un himno o canción de la Primaria relacionado con el tema de la lección es una buena manera de invitar la presencia del Espíritu durante la lección. El Señor dijo: “…mi alma se deleita en el canto del corazón; sí, la canción de los justos es una oración para mí, y será contestada con una bendición sobre su cabeza”(D. y C. 25:12; véase también Colosenses 3:16). Los himnos y las canciones de la Primaria también pueden ayudar a los miembros de la clase a aprender las doctrinas del Evangelio. (Consulte La enseñanza: el llamamiento más importante, págs. 151–152.)

Desarrollo que se sugiere para la lección

Actividad para despertar el interés

Si lo desea, utilice la siguiente actividad (o una de su preferencia) para comenzar la lección. Escoja la actividad que sea más apropiada para su clase.

Pida al solista o al pequeño grupo que cante “Amad a otros” o toque la grabación o pida a los miembros de la clase que canten juntos el himno (véase la sección “Preparación”).

Explique que el texto de este himno viene de Juan 13:34–35. Pida a los miembros de la clase que busquen este pasaje de las Escrituras, y pida que uno de ellos lo lea en voz alta. Señale que Jesús pronunció estas palabras en la Última Cena. En esta lección se tratará el tema de este mandamiento y de otras cosas que dijo e hizo Jesús durante esa reunión con Sus apóstoles.

Análisis y aplicación de las Escrituras

Al enseñar los pasajes de las Escrituras que se encuentran a continuación, hable con los miembros de la clase acerca de la forma en que las palabras y los hechos del Salvador en la Última Cena demostraron el amor que sentía por Sus apóstoles y por nosotros. Ayúdeles a comprender que Jesús desea que sigamos Su ejemplo de amar y servir a los demás.

1. Jesús instituye la Santa Cena.

Analicen Lucas 22:7–30. Pida a algunos miembros de la clase que lean en voz alta los versículos que usted haya seleccionado. Señale que a esa comida de pascua, la que compartieron Jesús y Sus apóstoles el día antes de la crucifixión de Jesús, con frecuencia se le llama la Última Cena. Muestre la lámina de la Última Cena.

• Cuando Jesús y Sus apóstoles se reunieron para comer la comida de pascua, Jesús introdujo la ordenanza de la Santa Cena. ¿Qué les dijo a los apóstoles en cuanto al propósito de la Santa Cena? (Véase Lucas 22:19–20. Su propósito era ayudarles a recordarle a Él y a recordar Su sacrificio expiatorio.) ¿Por qué nos ayuda a recordar al Salvador el participar de la Santa Cena?

El élder Jeffrey R. Holland dijo: “Desde aquel acontecimiento que tuvo lugar en el aposento alto, en la víspera de Getsemaní y del Gólgota, los hijos de la promesa han estado bajo convenio de recordar el sacrificio de Cristo en esta forma nueva, más perfecta, más santa y personal… Si recordar es lo más importante que debemos hacer, ¿en qué debemos pensar cuando se nos ofrecen esos sencillos y preciosos emblemas?” (Liahona, enero de 1996, pág.76.)

Analicen las respuestas a la pregunta del élder Holland, incluso algunas cosas que él sugirió que recordáramos en cuanto al Salvador (Liahona, enero de 1996, pág. 78).

  1. Su amor y Su fortaleza en el Gran Concilio en los Cielos.

  2. Que Él es el Creador de los cielos y de la tierra.

  3. Todo lo que Él hizo como Jehová en Su vida premortal.

  4. La sencilla grandeza de Su nacimiento.

  5. Sus enseñanzas.

  6. Sus milagros y sanidades.

  7. Que “todas las cosas que son buenas vienen de Cristo” (Moroni 7:24).

  8. El maltrato, el rechazo y la injusticia que Él soportó.

  9. Que Él descendió por debajo de todas las cosas para elevarse por encima de ellas.

  10. Que Él hizo sacrificios y soportó pesares por cada uno de nosotros.

• ¿Por qué es importante que tomemos la Santa Cena todas las semanas? ¿Cómo podemos prepararnos espiritualmente antes de participar de la Santa Cena?

• En la Última Cena, los apóstoles de nuevo contendieron en cuanto a “…quién de ellos sería el mayor” (Lucas 22:24; véase también Mateo 18:1; Lucas 9:46). ¿Por qué a veces queremos que se nos considere mejores que alguien más? ¿Cómo podemos vencer esos sentimientos?

• ¿Qué enseñó el Señor en cuanto a la verdadera grandeza? (Véase Lucas 22:25–27; véase también Mateo 20:25–28.) ¿De qué manera es Él mismo un ejemplo de esta enseñanza? ¿Cómo podemos seguir Su ejemplo?

2. Después de lavar los pies de los apóstoles, Jesús les manda amarse unos a otros.

Lean y analicen los versículos de Juan 13 que usted haya seleccionado. Muestre la lámina de Jesús lavando los pies de los apóstoles. Explique que después de participar de la Última Cena con Sus apóstoles, Jesús lavó los pies de cada uno de ellos (Juan 13:4–5). Usualmente era un sirviente el que desempeñaba esa tarea cuando llegaba un invitado. Un motivo por el cual Jesús lo hizo fue para enseñar a Sus apóstoles acerca de la humildad y el servicio.

• ¿Por qué piensan que Simón Pedro se opuso cuando Jesús empezó a lavarle los pies? (Véase Juan 13:6, 8. Sintió que no era correcto que el Señor actuara como un sirviente.) ¿Cómo respondió Jesús? (Véase Juan 13:8.)

• ¿Qué explicación dio Jesús a los apóstoles en cuanto a por qué les había lavado los pies? (Véase Juan 13:12–17. Les dijo que debían seguir su ejemplo de servicio.) ¿De qué manera les ha dado felicidad el servicio que han prestado a otras personas?

• ¿Qué podemos aprender de las palabras y los hechos de Jesús en cuanto a las cualidades de los buenos líderes? ¿Cómo podemos seguir Su ejemplo cuando tengamos un puesto de líder?

• Durante la Última Cena, Jesús les dijo en repetidas ocasiones a Sus discípulos que se amaran unos a otros (Juan 13:34–35; 15:12, 17). ¿Cuáles son algunas de las cosas específicas que podemos hacer para seguir el ejemplo de amor de Cristo?

3. Jesús enseña: “Yo soy el camino, la verdad, y la vida” y “Yo soy la vid verdadera”.

Analicen Juan 14:1–15; 15. Pida a los miembros de la clase que lean en voz alta los versículos que usted haya seleccionado.

• ¿Por qué estaba preocupado Tomás cuando Jesús les dijo a los apóstoles: “Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino”? (Véase Juan 14:4–5.) ¿Qué le dijo Jesús a Tomás? (Véase Juan 14:6.) ¿Por qué es Jesús el único camino mediante el cual podemos venir a nuestro Padre Celestial?

• Jesús enseñó a Sus discípulos a mostrarse amor los unos por los otros a través del servicio. ¿Qué les dijo que hicieran para demostrar su amor por Él? (Véase Juan 14:15.) ¿Por qué la obediencia demuestra nuestro amor por el Señor?

• Al enseñar a Sus apóstoles, Jesús se valió del símbolo de la vid (Juan 15:1–8). ¿A quién simbolizan la vid, el labrador (jardinero) y los pámpanos (ramas)? (Véase Juan 15:1, 5.)

Si llevó una planta a la clase, muéstrela ahora.

• ¿Qué sucede con una hoja o rama que es cortada del resto de la planta? ¿Por qué son similares nuestra relación con el Salvador y la de una hoja o rama con la planta principal?

• En la comparación del Salvador, ¿qué hace el labrador con los pámpanos (ramas) de la vid que no dan fruto? (Véase Juan 15:2.) ¿Qué hace con los pámpanos que sí dan fruto? (Nótese que la palabra limpiará se refiere a la purificación.) ¿Cómo se aplica esto a nosotros?

• Jesús enseñó: “…el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:5). ¿Qué experiencias han tenido que les han mostrado la veracidad de este pasaje?

• Según Juan 15:13, ¿cuál es una de las máximas demostraciones de amor? ¿Qué nos dice esto acerca del amor que el Salvador tiene por nosotros?

Conclusión

Testifique que Jesucristo nos ama y que desea que nos amemos y sirvamos los unos a los otros. Inste a los miembros de la clase a recordar la Expiación de Cristo y Su amor por nosotros cada semana durante la Santa Cena.

Sugerencias adicionales para la enseñanza

El siguiente material complementa las sugerencias para el desarrollo de la lección. Si lo desea, utilice uno o más de estos conceptos como parte de la lección.

1. Tomar sobre nosotros el nombre de Cristo.

Al hablar de la Santa Cena, tal vez deseen analizar las preguntas que aparecen a continuación sobre el tema de tomar sobre nosotros el nombre de Cristo. Algunas de las respuestas que se sugieren se han adaptado de un discurso pronunciado por el élder Dallin H. Oaks en la conferencia general de abril de 1985 (véase Liahona, julio de 1985, págs. 77–80).

• ¿Cuándo tomamos sobre nosotros el nombre de Cristo?

  1. Cuando nos bautizamos en Su Iglesia (2 Nefi 31:13; Mosíah 25:23; Moroni 6:3; D. y C. 18:22–25; 20:37).

  2. Cuando renovamos nuestros convenios bautismales al tomar la Santa Cena (Moroni 4:3; 5:2; D. y C. 20:77, 79).

  3. Cuando proclamamos nuestra creencia en Él.

  4. Cuando tomamos sobre nosotros la autoridad de actuar en Su nombre y ejercemos dicha autoridad.

  5. Cuando tomamos parte en las sagradas ordenanzas del templo.

• ¿Qué prometemos cuando tomamos sobre nosotros el nombre de Cristo?

  1. Mostramos que estamos dispuestos a hacer la obra de Su reino y que estamos comprometidos a servirle a Él hasta el fin (D. y C. 20:37; Moroni 6:3).

  2. Prometemos seguirle a Él con verdadera intención, obedeciéndole y arrepintiéndonos de nuestros pecados (2 Nefi 31:13; Mosíah 5:8).

• ¿Qué nos promete Jesucristo cuando tomamos Su nombre sobre nosotros? (Llegamos a ser hijos e hijas suyos, y llevamos Su nombre. Los que sean llamados por Su nombre en el último día serán exaltados; véase Mosíah 5:7–9; 15:12; Alma 5:14; 3 Nefi 27:5–6; D. y C. 76:55, 58, 62.)

2. Presentación en video.

En el quinto segmento de “Costumbres del Nuevo Testamento”, una selección del videocasete Nuevo Testamento: Presentaciones en video (53914 002), se incluye información en cuanto a las fiestas que se celebraban en los tiempos del Nuevo Testamento. Si muestra este segmento, se les facilitará a los miembros de la clase visualizar la Última Cena y comprender la referencia que se hace al discípulo que estaba “recostado al lado de Jesús” (Juan 13:23).

3. Presentación por un miembro de la clase.

Para algunas personas, en especial los jóvenes, quizás sea difícil comprender comparaciones como “Yo soy la vid verdadera”. Para dar una ilustración más personal del amor que tiene Jesucristo por nosotros, pida a uno o dos miembros de la clase que relaten una experiencia que hayan tenido en la que sintieron el amor del Salvador que les daba fuerza, así como la vid da fuerza a sus hojas o pámpanos (ramas). Haga la asignación por lo menos con una semana de anticipación, y anime a los participantes a buscar la inspiración del Espíritu Santo a fin de escoger una experiencia apropiada.