Manuales y llamamientos
Cómo empezar la lección


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Cómo empezar la lección

Antes de que comience un concierto sinfónico, la audiencia suele escuchar una confusa combinación de sonidos. Todos losmúsicos se preparan al mismo tiempo para el concierto afinando sus instrumentos y ensayando individualmente las piezas musicales. Pero cuando el director entra en el escenario y levanta su batuta, todos se quedan en silencio, atentos y listos para trabajar juntos y tocar bella música.

Tal como un director de orquesta que unifica a sus músicos al comenzar un concierto, usted debe conciliar a los miembros de su familia o de su clase al empezar la lección. Antes de que dé comienzo a la lección, podría ser que algunos estén leyendo algo, que otros estén sentados con tranquilidad y aun que otros estén conversando entre sí. Podrían escucharse varias conversaciones al mismo tiempo. Aun después de la primera oración algunas personas probablemente no estarán concentrándose completamente para participar en la lección. Y aunque se necesita más que simplemente levantar una batuta, hay varias maneras sencillas de lograr que todos presten atención a lo que habrá de enseñarles.

Pautas para comenzar una lección

Las introducciones a las lecciones tienen que lograr mucho más que captar la atención de los alumnos. Si una introducción no se relaciona con la lección, probablemente les distraerá en vez de ayudarles a concentrarse. Por ejemplo, si un maestro de Escuela Dominical dice una broma al comienzo de la lección, los miembros de la clase podrían prestarle atención pero también podría hacerles pensar en cosas que los distraiga en lugar de conducirlos hacia los principios que planea enseñarles. Usted debe evitar toda disculpa (tales como “no me siento bien preparado”) y cualquier expresión que no conduzca directamente a la lección.

A medida que enseñe las diferentes lecciones, no emplee siempre el mismo mé-todo para comenzarlas. La variedad agregará interés y un elemento de sorpresa a cada una de ellas. Usted podría considerar algunos de los métodos descritos en las páginas 181–209 de esta guía. Asimismo, en las pá-ginas 101–103 encontrará pautas para escoger métodos apropiados y eficaces.

Ejemplos de cómo empezar con eficacia las lecciones

Empleando una lección práctica

Usted podría utilizar objetos para enseñar principios del Evangelio (véase“Comparaciones y lecciones prácticas”,págs. 184–186). Por ejemplo, para empezar una lección acerca de cómo escoger cosas que sean las más importantes para el alma, podría mostrar un verdadero billete monetario junto con uno de los que se usan en juegos infantiles o un simple trozo de papel que tenga el mismo tamaño del billete verdadero. Luego pregunte a sus alumnos cuál de esos billetes aceptarían como pago por su trabajo. Esto podría conducir a un análisis sobre las enseñanzas que son genuinas y las que son falsas.

Escribiendo preguntas en la pizarra

Las preguntas escritas en la pizarra antes de empezar la clase ayudarán a los alumnos para que comiencen a pensar en los temas de la lección. Por ejemplo, en una lección acerca de tomar sobre nosotros el nombre de Cristo, podría escribir en la pizarra las siguientes preguntas:

  • ¿Cuáles son algunas de las cosas que han hecho a raíz de haber tomado sobre ustedes el nombre Cristo?

  • ¿Qué es lo que no hacen debido a que han tomado sobre ustedes el nombre de Cristo?

Relatando una historia

Los relatos pueden despertar el interés de los alumnos. Con frecuencia podemos enseñar más eficazmente un principio cuando empleamos un relato para ilustrarlo. Esto ayuda a los alumnos a comprender el principio con relación a sus experiencias diarias.