Manuales y llamamientos
Cómo escoger métodos eficaces


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Cómo escoger métodos eficaces

El élder Boyd K. Packer enseñó: “Cuando enseñamos valores morales y espirituales, inculcamos cosas que son intangibles. Es posible que no haya enseñanza que resulte más difícil, pero al mismo tiempo dudo que la haya más gratificadora cuando se la imparte conéxito. Hay técnicas que podemos emplear e instrumentos que podemos utilizar. Mucho es lo que los maestros pueden hacer para prepararse a sí mismos y para preparar sus lecciones, a fin de que a sus alumnos… se les pueda enseñar y a fin de que sus testimonios puedan ser transmitidos del uno al otro” (Teach Ye Diligently, edición revisada [1991], pág. 62).

Los métodos eficaces de enseñanza hacen que las lecciones sean claras, interesantes y memorables. Cada vez que emplee un método determinado, hágase las siguientes preguntas para asegurarse de que sea eficaz.

¿Ayudará este método a que mis alumnos entiendan mejor los principios que les estoy enseñando?

Los métodos eficaces pueden emplearse para explicar principios y reafirmar las lecciones. Por ejemplo, una joven misionera estaba enseñándole a un investigador en cuanto a la necesidad de que el Evangelio fuera restaurado a la tierra. El investigador le respondió que su iglesia le había enseñado muchas verdades importantes y que siempre había sido suficientemente buena para su familia. Para ayudar al investigador a entender mejor el significado de la Apostasía y la necesidad de la Restauración, la misionera llevó a la charla siguiente una regla de medir. Le explicó entonces que la regla medía exactamente un metro y que, si sólo se le quitaban algunos centímetros, lo que quedara de ella podría todavía indicar ciertas medidas, pero no un metro completo. Después de la muerte de losApóstoles, algunas partes de la verdad se fueron perdiendo aquí y allá. Los cambios fueron introduciéndose en la doctrina porque ya no había profetas que hablaran por el Señor. Algunas partes de la verdad permanecieron y eran buenas, pero no representaban la plenitud de la verdad. Para que una iglesia pueda ser la Iglesia de Jesucristo, es menester que posea toda la verdad que Él enseñó. De otra manera, sólo enseña una pequeña parte de ella.

¿Utilizará sabiamente el tiempo este método?

Al principio de la lección, muchos maestros piensan que tienen bastante tiempo. En consecuencia, suelen usar indebidamente los primeros minutos al dedicar demasiado tiempo a un método divertido de enseñanza. Luego, en la mitad de la clase, se dan cuenta de que todavía les falta enseñar la mayoría de la lección. Para compensar entonces la falta de tiempo, se apresuran y omiten partes importantes de la lección. Frecuentemente se apresuran a terminarla en lugar de coordinar ideas y ayudar a que sus alumnos aprendan a poner en práctica los principios enseñados.

Planee con cuidado los métodos que habrá de emplear en cada lección y el tiempo que les dedicará. Esto le ayudará a utilizar una gran variedad de métodos sin que pasen a ser la parte principal de la lección.

Asegúrese de que los métodos que emplee no sean demasiado extensos en relación con los principios que está enseñando. Por ejemplo, el trabajar con grupos pequeños podría ser un método eficaz para enseñar un principio complicado, pero siendo que requiere bastante tiempo quizás no sea la mejor manera de enseñar un principio sencillo.

¿Habrá de satisfacer este método las necesidades de mis alumnos?

Los métodos que emplee deben ayudar a que sus alumnos entiendan el principio particular que les esté enseñando y a que incremente en ellos el deseo de vivirlo.

Aprenda en cuanto a los antecedentes, los logros, los cometidos y otras características de sus alumnos a fin de poder entonces emplear métodos que sean instructivos, memorables e inspiradores para ellos. Si comprende a quienes enseña, podrá entonces evitar el empleo de mé-todos que puedan ofenderlos o confundirlos.

¿Empleo el mismo método con demasiada frecuencia?

Aun los métodos persuasivos de enseñanza podrían, si se emplean con mucha frecuencia, resultar tediosos. Asegúrese de utilizar una variedad de métodos para enseñar.

Información adicional

Para mayor información en cuanto a cómo escoger mé-todos, véanse las lecciones 8 y 9 del curso Enseñanza del Evangelio (págs. 252–259).