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Salmos: Los Salmos: Cantos del corazón de Israel


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Salmos

Los Salmos: Cantos del corazón de Israel

(28-1) Introducción

“La música es parte del lenguaje de los Dioses y ha sido dada al hombre para que pueda cantar alabanzas al Señor. Es el medio de expresar, con palabras poéticas y en tonos melodiosos, los sentimientos profundos de regocijo y gratitud que hay en el corazón de quienes tienen testimonio de la divinidad del Hijo y de quienes conocen de las maravillas y glorias efectuadas para ellos por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. La música está en la voz y en el corazón. Todo verdadero santo encuentra que su corazón está lleno de cantos de alabanzas a su Creador. Aquellos cuya voz puede cantar las alabanzas que están en su corazón tienen una bendición doble.’Sed llenos del Espíritu’, aconsejó Pablo, ‘hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones’ (Efesios 5:18-19). Además ‘La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales’ (Col. 3:16).

“Lamentablemente no toda música es buena y edificante. Lucifer emplea mucho de lo que lleva el nombre de música para guiar a la gente hacia aquello que no edifica y que no es de Dios. Así como el idioma puede ser usado para bendecir o maldecir, también la música es un medio para cantar alabanzas al Señor o para sembrar malos pensamientos y deseos en la mente de los hombres. De la música que satisface las normas divinas y tiene aprobación suya, el Señor dice: ‘Porque mi alma se deleita en el canto del corazón; sí, la canción de los justos es una oración para mí, y será contestada con una bendición sobre su cabeza’. (D. y C. 25:12.)

“En vista de todo lo que el Señor Jesucristo ha hecho por nosotros, ¿no deberíamos cantar alabanzas a su santo nombre para siempre?” (McConkie, The Promised Messiah, pág. 553.)

Los salmos reciben en hebreo el nombre de Tehillim, vocablo que viene de halal, “alabar” (Clarke, Bible Commentary, 3:199). La misma raíz forma el vocablo hallelujah queriendo decir “alabad a Jah” (Jehová). A diferencia de algunas canciones modernas que tienden a deprimir el espíritu, los salmos tienen el poder de elevar al hombre hacia Dios. Los salmos son una colección de obras de la mejor literatura inspirativa del mundo.

COMENTARIOS SOBRE LOS SALMOS

(28-2) Los Salmos

Antiguamente los judíos dividían al Antiguo Testamento en tres partes principales: la Ley (los cinco primeros libros de Moisés), los Profetas y los Escritos. Los Salmos constituían la mayor parte de la tercera división.

El nombre hebreo de los Salmos era Tehillim, o cantos de alabanza. El título que nosotros usamos viene del griego psalterion, vocablo formado por la raíz psallo, que significa “cantar” (Clarke, Bible Commentary, 3:199).

Antiguamente los hebreos dividían a los ciento cincuenta y cinco salmos en cinco libros separados que incluían, de la Biblia actual, los Salmos 1 al 41, 42 al 72; 73 al 89; 90 al 106 y 107 al 150. Al final de cada división se incluía una doxología o declaración formal del poder y gloria de Dios (véase Salmos 41:13; 72:19; 89:52; 106:48). Todo el Salmo 150 es una doxología y usa el vocablo hebreo Hallelujah, “alabad al Señor”, en su comienzo y en su final, así como repite once veces más el vocablo alabad (alabe). Es una conclusión muy apropiada para los Tehillim o “cantos de alabanza”.

(28-3) ¿Quien escribió los Salmos?

Entre los eruditos de la Biblia hay mucho debate concerniente a quién fue el autor de los Salmos. Los sobrescritos en muchos de los Salmos mismos los atribuyen a distintos autores antiguos:

Salmos sin sobrescrito18

Salmos atribuidos a David70

Salmos atribuidos a Salomón2

Salmos atribuidos a Asaf (músico de la corte de David)12

Salmos atribuidos a los hijos de Coré (levitas)10

Salmos atribuidos a Hemán (un líder entre los músicos del templo)1

Salmos atribuidos a Etán (un líder entre los músicos del templo1

Salmos atribuidos a Moisés1

Salmos con títulos de cánticos4

Salmos de Hallelujah (”Alabad al Señor”)18

Salmos graduales (ver encabezamiento 28-4 para obtener una definición)13

Total 150

“Aunque los críticos modernos…habitualmente lo niegan, hay amplia evidencia de que David, el gran poeta y músico de Israel, fue el principal autor de los Salmos. Este punto de vista, a pesar de las discrepancias de la crítica negativa, es evidenciado por las razones siguientes: (1) El nombre de David es famoso en el período del Antiguo Testamento por su música y sus canciones y está íntimamente asociado con la liturgia (2 S. 6:5-15; 1 Cr. 16:4; 2 Cr. 7:6; 29:30). (2) David estaba especialmente dotado del Espíritu Santo (1 S. 23:1, 2; Marcos 12:36; Hechos 2:25-31; 4:25, 26). (3) La música y los dones poéticos de David parecen estar entretejidos indeleblemente en las páginas de la historia del Antiguo Testamento. Se le llamó ‘El dulce cantor de Israel’ (2 S. 23:1). Era un excelente músico y tocaba el arpa con maestría (1 S. 16:16-18). Fue autor de la grandiosa elegía escrita a la muerte de Saúl y de Jonatán (2 S. 1:19-27). Se le menciona como modelo de poeta-músico, y esta referencia es hecha por el profeta Amos (Amos 6:5). (4) Mucha evidencia tomada de los Salmos mismos señalan a David como su autor. La mayoría de los cantos atribuidos a él reflejan el espíritu de etapas de su vida, tales como los Salmos 23, 51 y 57. A la par de esta evidencia, un buen número de salmos indican a David como su autor. (5) En otros pasajes ciertos salmos son citados como de David. Hechos 4:25, 26 cita así al Salmo 2. Hechos 2:25-28 también cita en esa forma al Salmo 16; Romanos 4:6-8 también cita al Salmo 32. Hechos 1:16-20 se refiere igualmente al Salmo 69. Mat. 22:44; Marcos 12:36, 37; Lucas 20:42-44; Hechos 2:34 con el Salmo 110.” (Unger, Bible Dictionary, s. v. “Psalms”, págs. 898-99.)

(28-4) ¿Cuál es el significado de las palabras no traducidas que aparecen como subtítulos en algunos salmos?

Además de los sobrescritos que indican al autor del salmo, a menudo hay instrucciones que contienen palabras no traducidas y que están en el idioma original. Generalmente parecen haber sido instrucciones definidas para el cantor o los músicos, o han servido como nota en cuanto a ese cántico en particular.

“De los términos no traducidos o difíciles de comprender en nuestra Biblia, podría resultar útil ofrecer alguna explicación en este momento, tomándolos en orden alfabético por mera conveniencia…

“(1) Ajelet-sahar, Espalda de la Mañana, o sea, el sol, o el ocaso. Esta expresión aparece solamente en el Salmo 22, donde la podemos tomar como designación del cántico, posiblemente iniciándose con esas palabras, o llamado así con relación a la melodía con la cual tenía que ser cantado…

“(2) Alamot (Salmo 46) probablemente significa vírgenes y denota música para voces femeninas, o tiples…(voces sobreagudas)…

“(3) Al-taschith, No destruyas, se encuentra en los Salmos 57-59, y 75 e indica, según aceptación general, una oda bien conocida que comienza con esa expresión (confrontar con Isaías 65:8), o la música con la que estas composiciones tenían que ser cantadas.

“(4) Cántico gradual aparece al principio de quince de los salmos (120-34), llamados Cánticos graduales y ha sido explicado en distintas formas, de las cuales las siguientes son las principales, (a) Lutero traduce el título como cántico para el coro alto, suponiendo que los Salmos eran cantados desde un lugar elevado o ascendiente, o con voz alta, (b) Gesenius, Delitzsch y De Wette piensan que el nombre se refiere a un ritmo particular en estas composiciones, mediante el cual el significado avanza por grados, y así asciende de cláusula en cláusula, (c) Según la opinión más prevalente y probable, el título significa cantos de las subidas, o cántico del peregrino, indicando que se trata de un cántico compuesto para ser cantado durante los viajes de los israelitas hacia Jerusalén, sea cuando regresaban de Babilonia o cuando periódicamente el pueblo se congregaba para las solemnidades nacionales…Los viajes a Jerusalén generalmente se indicaban como subidas, con relación a la ubicación elevada de la ciudad y del templo (véase Esdras 7:9; Salmos 122:4). Esta explicación del nombre es favorecida por la brevedad y el contenido de estas canciones.

“(5) Gitit aparece sobre los Salmos 8, 81, 84 y tiene un significado bastante incierto, aunque no es de dudar que indique un instrumento o melodía proveniente de la ciudad de Gat…

“(6) Higaion aparece en el Salmo 9:16 y probablemente significa sonido musical según la opinión de muchos…o meditación de acuerdo con Tholuck y Hengstenberg.

(7) Jedutún aparece en los Salmos 39, 62, y generalmente es tomado como nombre de los coristas descendientes de Jedutún, del cual leemos en 1 Crónicas 25:1,3, siendo él uno de los tres músicos principales de David o líderes de la música del templo. Este empleo del nombre de Jedutún para designar a sus descendientes posiblemente es semejante al empleo de Israel para designar a los israelitas, Es muy probable que en el Salmo 39, se hable del mismo Jedutún y no de su familia. El Salmo pudo haber sido escrito para música compuesta por Jedutún o con un tema que llevaba su nombre…

“(8) Jonath-elem-rechokim, la paloma silenciosa en paraje muy distante o, posiblemente, la paloma del distante terebinto, que aparece en el Salmo 56, bien puede denotar el nombre o comienzo de una oda que acompañaba al aire con el cual se cantaba este salmo.

Imagen
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Paloma

“(9) Mahalat en el título del Salmo 88 es de significado no muy claro. Probablemente era el nombre de una melodía.

“(10) Mahalat aparece en los Salmos 53 y 88 y denota, de acuerdo con algunos, una suerte de flauta…sobre Mahalat (Salmo 88) posiblemente indique que había que cantarlo con el instrumento o melodía llamada mahalat.

“(11) Masquil aparece en el título de trece salmos. Delitzsch supone que significa meditación. Según Gesenius, De Wette, Ewald y otros, significa poema y es llamado así debido a su ingeniosa composición o por su significado sabio y piadoso. La interpretación común lo constituye en un poema didácticoenseñar o hacer sabio.

“(12) Mictam es antepuesto a los Salmos 16, 56-60 y es tema de muchas conjeturas. Muchos, después de Aben Ezra, toman el vocablo como derivado de oro y entienden que es un salmo de oro, calificándolo así en razón de su excelencia…

“(13) Mut-labén (Salmo 9) presenta un acertijo perfecto debido a los significados de manuscritos distintos y las conjeturas contradictorias que hacen los entendidos en la materia. Además del significado común a la muerte de los hijos, tenemos la misma palabra que es usada en el Salmo 46 (ver la anterior Alamot). Algunos explican que es el tema u ocasión del cántico, pero la mayoría lo relaciona con la música (”sobre Mut-labén“).

“(14) Neginot (Salmo 4; 61)…Este nombre, del vocablo hebreo que significa rasguear un acorde,…claramente denota que el Salmo debía ser cantado con el acompañamiento de instrumentos de cuerda.

“(15) Nehilot (Salmo 5) viene, en igual forma, del vocablo hebreo que significa perforar, y denota flautas.

“(16) Selah aparece setenta y tres veces en los Salmos, generalmente al final de una oración o párrafo; pero en el Salmo 57:3 aparece en el medio del versículo…la mayoría de los autores concuerdan en considerar que esta palabra de algún modo se relaciona con la músicaSelah probablemente era usada para instruir a los cantores a hacer silencio, o una pausa breve, en tanto que los instrumentos tocaban un interludio o composición. En el Salmo 9:16 aparece en la expresión Higaion selah, que Gesenius, con bastante acierto, traduce por música instrumental, pausa, o sea, permitir que los instrumentos ejecuten una pieza musical en tanto los cantantes hacen una pausa.

“(17) Seminit aparece en el Salmo 6 y significa octavo y denota, como algunos creen, un instrumento de ocho cuerdas, o, más probablemente, música en las notas bajas, o bajo. Este punto de vista se ve fuertemente respaldado por 1 Crónicas 15:20-21, donde los vocablos alamot y seminit claramente denotan partes diferentes de música: el primero indicando timbres altos (tiple) y el último el bajo o una octava más abajo.

“(18) Sigaión (Salmo 7) denota, de acuerdo con Gesenius y Furst, una canción o himno. Pero Ewald y Hengstenbeg la consideran derivada del vocablo hebreo que denota errar o peregrinar; y de ahí que el salmo sea una canción expresada agitadamente según la primera interpretación y, en la forma de ditirambos, o en medidas ditirámbicas, según la segunda.

“(19) Sobre lirios; Salmo 60. Este vocablo generalmente representaba a la flor de ese nombre y probablemente denotaba un instrumento que tenía algún parecido con el lirio (posiblemente el címbalo) o más probablemente era el nombre de una melodía. También aparece en el Salmo 80 dando el sentido de lirio del testimonio, nombre de una melodía.” (Fallows, Bible Encyclopedia, s. v. “Salmos”, 3:1406-7.)

Además de estos encabezamientos, el Salmo 119 está dividido en veintidós secciones correspondientes a las letras del alfabeto hebreo. En el Salmo 119 cada una de las veintidós secciones tiene ocho líneas. Cada línea, en cada sección, comienza con la misma letra del alfabeto hebreo. En otras palabras, los versículos 1-8 comienzan en el original con alef, los versículos 9-16 con bet, etc. En una época en que la literatura era a menudo aprendida de memoria y transmitida oralmente, tales estilos eran sumamente útiles como ayuda para poder memorizarlos. En los Salmos 25 y 34, cada nueva línea comienza con las letras del alfabeto en su orden establecido, pero este estilo se pierde en la traducción.

(28-5) ¿Cómo explicar la autojustificación y la petición de juicios tal como aparecen en ciertos salmos?

“Los cristianos que leen los Salmos indudablemente van a encontrar dos puntos especiales de duda. Uno es la autojustificación manifiesta en los salmistas; el otro es la tendencia a pedir y detallar la venganza más terrible. No podemos ignorar estos pasajes, ya que son parte de la palabra de Dios, junto con pasajes que nadie pondría en duda. Tampoco resultará disculpar a los salmistas en base a que no poseían la enseñanza de Cristo, dado que poseían la ley. Ellos sabían tan bien como nosotros que ningún hombre es perfecto según las normas de Dios; y se les enseñó a comportarse en una manera afectuosa para con los demás (Levítico 19:17-18), aun sus enemigos (Exodo 23:4-5). La ley no fomentaba la venganza sino que le establecía límites (ojo por ojo, y nada más).

Autojustificación. Dos comentarios pueden ser útiles. Primero, el salmista reclama una rectitud comparativa, no absoluta (en comparación con otras personas, no de acuerdo con las normas de Dios). ‘El hombre bueno tal vez peca, pero sigue siendo un hombre bueno.’ Existe toda una diferencia en el mundo entre los que se esfuerzan por hacer el bien y quienes deliberadamente se apartan de las leyes comunes de Dios y de la sociedad. David, en particular, era consciente de sus debilidades ante Dios (véase Salmos 51 y 19:11-13). En los salmos se hace evidente un arrepentimiento profundo junto a la autojustificación.

“En segundo lugar, el salmista muy a menudo se describe a sí mismo como ‘el demandante indignado’, exponiendo su caso delante de Dios, el Juez. Y, a pesar de lo mucho que nos disguste su tono de rectitud personal, desde este punto de vista él indudablemente está ‘en lo justo’.

Maldiciones y venganza. Antes de apresurarnos a condenar estos pasajes y tildarlos de extremadamente ‘no cristianos’, hay algunos puntos que debemos tener en consideración.

“El primero tiene que ver con la santidad de Dios. Al recalcar el amor de Dios, tendemos a ir demasiado lejos cuando nos referimos al mal. Pero los salmistas conocían a Dios como Aquel ‘cuyos ojos son demasiado puros para contemplar el mal’, uno que no puede ponerse frente a una mala acción. Y esto es lo que motiva su solicitud de venganza contra los malvados. El propio carácter de Dios —su buen nombre— demanda esta venganza.

“El segundo: los salmistas son realistas al reconocer que el bien no puede triunfar sin el derrocamiento real del mal y el castigo que corresponde a éste. Oramos y decimos ‘venga tu reino’ y luego nos sentimos horrorizados cuando los salmistas detallan lo que esto significa, posiblemente porque amamos menos al bien, estamos menos opuestos al mal que lo que estaban ellos; o porque muchos de nosotros no hemos conocido la verdadera persecución por causa de nuestra fe; o porque damos más valor a la vida que a lo justo.

“Sin embargo, si los salmistas son culpables de regocijarse en el destino de los malvados, si la venganza personal se adelanta bajo la capa del interés por el buen nombre de Dios, tenemos razón en condenarla, y atención: nosotros mismos podemos ser fácil presa de tal pecado. Pero en el caso del salmista, el mal pensamiento (si el mal pensamiento existe) nunca lleva a una mala acción. No hay duda respecto a que no tomó la ley en sus propias manos; no hay Inquisición. La venganza siempre es considerada como la providencia de Dios y de El solo.” (Alexander y Alexander, Eerdmans’ Handbook to the Bible, pág. 339.)

(28-6) La poesía de los salmos comparada con otra poesía clásica

“Los Salmos hebreos constituyeron la colección más antigua de poemas; fueron escritos mucho antes que aquellos poemas de los que la antigua Grecia y Roma se han glorificado. Entre todas las naciones paganas, Grecia tuvo el honor de producir no solamente al primero sino también al más sublime de los poetas; pero los temas en los que él empleó sus talentos tuvieron, en general, una tendencia muy débil de mejorar la condición moral de los hombres. Sus temas fueron una teología fabulosa, una religión falsa y ridicula, guerras quiméricas, un heroísmo absurdo, el amor impuro, la agricultura, los deportes nacionales, o los himnos en honor de dioses más corruptos que los más licenciosos de entre los hombres. Sus escritos sirvieron solamente para tornar afable al vicio, para honrar la superstición, para favorecer las pasiones más peligrosas y degradantes de los hombres, tales como el amor impuro, la ambición, el orgullo y la impiedad. Lo que se dice de los poetas griegos se puede decir con igual veracidad de sus sucesores e imitadores, los poetas latinos. De todos sus escritos sería difícil extraer aun las máximas comunes de una moral decente…Los poetas hebreos, por el contrario, se precian justamente de la mayor antigüedad: fueron hombres inspirados de Dios, santos en su vida, puros en su corazón, trabajaron por el bien de la humanidad; proclamaron, mediante sus composiciones incomparables, las perfecciones infinitas, los atributos y la unidad de la naturaleza Divina, estableciendo e ilustrando las reglas más puras de la moral más refinada y la piedad más exaltada. Dios, sus atributos, sus obras y la religión que El ha dado al hombre, fueron los grandes temas de su inspirada musa. A través de su arte maravilloso no solamente han embellecido la historia de su pueblo, que han relacionado íntimamente con la historia de la providencia de Dios, sino que por la luz del Espíritu de Dios que estaba en ellos han predicho con cientos de años de anticipación y con tal exactitud acontecimientos futuros cuya ocurrencia parecía poco probable, que ha sido para sorpresa y maravilla de mentes ilustradas de generaciones sucesivas; un hecho que, tomado en su relación con la santidad y grandeza de su doctrina, con la grandeza, osadía y veracidad de sus figuras literarias, demuestra que se trata de mentes dirigidas por la inspiración inmediata de Dios, cuya naturaleza es inefable, quien existe en cada momento de los tiempos y cuya sabiduría es infinita.” (Clarke, Bible Commentary, 3:208.)

(28-7) Naturaleza mesiánica de los Salmos

“Aunque los Salmos son en su mayoría himnos devocionales, alabanza sincera y testimonios personales de alabanza y gratitud al Señor, muchas de estas gemas poéticas aportan predicciones de largo alcance y son proféticas al mismo tiempo que expresiones de devoción con carácter didáctico. El Salmo 2 es un magnífico panorama profético de la carrera redentora del Mesías y de su retorno como Rey de reyes. El Salmo 22 es una profecía sorprendente detallada del sufrimiento y muerte de Cristo en su primera venida. El Salmo 110 es una profecía futura de Cristo como Sacerdote perpetuo. El Salmo 16 anuncia su resurrección; el 72 vislumbra la venida del reino milenario. El Salmo 45 pone ante nuestra vista una vasta perspectiva profética. En todo el Antiguo Testamento no hay un libro más práctico, instructivo, hermoso y popular que el de los Salmos.” (Unger, Bible Dictionary, s. v. “Psalms”, pág. 899.)

Otro erudito lo expresó así:

“El significado primario de los Salmos siempre debe ser buscado antes que su contexto inmediato o histórico. Pero esto no quiere decir que su significado no sea importante. Nadie puede leer los Salmos sin darse cuenta de que ciertos salmos y algunos versículos en particular tienen un significado más profundo, futuro, más allá del mero sentido de las palabras. El Mesías no es mencionado por nombre, pero su presencia está allí, tal como generaciones posteriores llegaron a darse cuenta. Y los escritores del Nuevo Testamento no fueron lerdos en aplicar estos versículos a Jesús como el Mesías anunciado.

“Algunos salmos, particularmente los ‘salmos reales’ (de los cuales el 2, 72 y 110 son los más sorprendentes), describen a un juez sacerdote y rey, divino e ideal, nunca concretado plenamente en ninguno de los reyes de Israel. Solamente el Mesías combina esos papeles en el reinado sin fin, universal, de paz y justicia vislumbrado por los salmistas.

“Otros salmos describen el sufrimiento humano en términos que parecen lejos de la experiencia corriente, pero que demostraron ser una descripción extraordinariamente exacta de los sufrimientos de Cristo. Bajo la inspiración de Dios, los salmistas eligieron palabras e imágenes que iban a tomar un significado que difícilmente soñaron. El Salmo 22, el salmo que Jesús citó al estar en la cruz (vers. 1, Mateo 27:46), es el ejemplo más sorprendente.” (Alexander y Alexander, Eerdmans’ Handbook to the Bible, pág. 329.)

El élder Bruce R. McConkie explicó en detalle algunas de las expresiones proféticas más destacadas:

“ ‘Era necesario que se cumpliese todo lo que estaba escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos’, dijo el Señor resucitado a los santos reunidos en el salón alto. (Lucas 24:44.) A Cleofas y a otros discípulos, en el camino a Emaús, Jesús resucitado dijo: ‘¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.’ (Lucas 24:25-27.) Ciertamente las cosas que ahora vamos a citar de los Salmos, expresiones detalladas, expresas, directas acerca de sus sufrimientos, muerte y sacrificio expiatorio, estaban incluidas en las que El les expuso.

“El Espíritu Santo, a través de David, dijo: ‘Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?’ (Salmo 22:1) revelando así, mucho tiempo antes, las palabras exactas que Jesús pronunciaría en la cruz en aquel momento en el que, sólo a fin de que pudiera beber de la amarga copa hasta la última gota, el Padre retiraría su poder consolador. Y así Mateo nos dice: ‘Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?’ (Mateo 27:46.)

“El mismo salmo dice: ‘Todos los que me ven me escarnecen; estiran la boca, menean la cabeza, diciendo: Se encomendó a Jehová; líbrele él; sálvele, puesto que en él se complacía’. (Sal. 22:7-8.) El cumplimiento, con Jesús colgado en la cruz, se encuentra en estas palabras: ‘De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y fariseos y los ancianos, decían: A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz y creeremos en él. Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios. Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él.’ (Mateo 27:41-44.)

“Luego el salmista habla del nacimiento de nuestro Señor, de su confianza en Dios, de sus dificultades y luego volviendo a la multitud al pie de la cruz, dice: ‘Abrieron sobre mí su boca como león rapaz y rugiente’. Luego agrega: ‘He sido derramado como aguas’ (Salmo 22:9-14), expresión semejante a la de Isaías de que ‘derramó su vida hasta la muerte’ (Isaías 53:12).

“ ‘Y me has puesto en el polvo de la muerte’, continúa diciendo el salmista, ‘Porque perros me han rodeado; me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies’, que es exactamente lo que ocurrió en el triste día de la crucifixión. Luego esto: ‘Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes’ (Salmos 22:15-18), predicción de la cual Mateo dice: ‘Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes’ (Mateo 27:35). Juan nos brinda este relato más completo del cumplimiento de esta promesa: ‘Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también su túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo. Entonces dijeron entre sí: No la partamos, sino echemos suertes sobre ella, a ver de quién será. Esto fue para que se cumpliese la Escritura, que dice: Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes. Y así lo hicieron los soldados.’ (Juan 19:23-24.)

“Después de esto el salmista indica que el Mesías dice, en palabras aplicables a su Padre: ‘Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré’ (Sal. 22:22), conducta que nuestro Señor siguió con diligencia durante todo su ministerio. Y luego este consejo: ‘Los que teméis a Jehová, alabadle, glorificadle, descendencia toda de Jacob, y temedle vosotros, descendencia toda de Israel’ (Sal. 22:23). Luego de esto viene la promesa de que el Señor será alabado ‘en la gran congregación’ (Sal. 22:25) y que ‘se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra, y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti. Porque de Jehová es el reino, y él regirá las naciones’ (Sal. 22:27-28). Claramente esto se refiere al triunfo milenario de la verdad, un triunfo que se producirá cuando el evangelio traído por el Mesías esté restaurado otra vez y llevado a todos los hombres según Su voluntad. Finalmente, en este Salmo, se habla del Mesías en las palabras siguientes: ‘La posteridad le servirá; esto será contado de Jehová hasta la postrera generación’ (Sal. 22:30); esto es, la descendencia de David, producida por el Padre, servirá en rectitud con este resultado: ‘Vendrán y anunciarán su justicia; a pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto’. (Salmos 22:31.) Y en armonía con esta profecía, ahora declaramos ante todas las naciones nacidas después del día del Mesías, la justicia del Padre en enviar a su Hijo y la justicia del Hijo en hacer todas las cosas para los hombres, cosas que tenían que ser hechas para llevarlos tanto a la inmortalidad como a la vida eterna.

“Otros salmos también revelaron, antes de los acontecimientos, detalles adicionales que acompañarían o estarían relacionados con la cruz de Cristo y la agonía y muerte que sobre ella sufriría. Con relación a las maquinaciones y conspiraciones que rodearon al arresto de nuestro Señor y los tribunales que lo juzgaron, la profecía fue: ‘Porque oigo la calumnia de muchos; el miedo me asalta por todas partes, mientras consultan juntos contra mí e idean quitarme la vida’. (Salmo 31:13.) En cuanto al papel de Judas en aquellas conspiraciones, el salmista dice: ‘Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar’ (Salmos 41:9). En la ocasión en la que lavó los pies de los Doce, Jesús habló en términos laudatorios acerca de ellos, pero dijo: ‘No hablo de todos vosotros; yo sé a quiénes he elegido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar. Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, creáis que yo soy’. Después de unas palabras más, mojó el pan y lo dio a Judas, identificando así al traidor en medio de ellos. (Juan 13:18-30.)

“ ‘Porque me consumió el celo de tu casa’ es la palabra mesiánica que anunció la expulsión de los cambistas del templo y que motivó a Jesús a decir: ‘No hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado’ haciendo que los discípulos recordaran las palabras del salmo (Juan 2:13-17). Pero la declaración mesiánica plena, la cual anuncia más que la purificación del templo contaminado entonces, dice: ‘Porque me consumió el celo de tu casa; y los denuestos de los que te vituperaban cayeron sobre mí…El escarnio ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado. Esperé quién se compadeciese de mí, y no lo hubo’. (Salmo 69:9, 20.) ¿Quién puede dejar de ver en estas palabras el estado, digno de piedad, de nuestro Señor, quien alabado ante los mandatarios de este mundo, no encontró a nadie que lo consolara y sólo encontró reproches por testificar de aquel Padre a quien los perseguidores judíos habían rechazado?

“Después de estas palabras viene la declaración sálmica: ‘Me pusieron además hiel por comida, y en mi sed me dieron a beber vinagre’. (Salmo 69:21.) Su cumplimiento es hecho notar por Mateo en estas palabras: ‘Le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; pero después de haberlo probado, no quiso beberlo’. Además, después que Jesús hubo llamado a Elias, según supusieron, el relato dice: ‘Al instante, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber’. (Mateo 27:34-35, 47-48.) El relato que Juan hace de este mismo acontecimiento relaciona la crucifixión con la predicción hecha por David diciendo: ‘Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed’. Es como si consciente y deliberadamente, aunque estaba en una agonía más allá de toda comparación, siguiera, hasta el último momento de la vida, con el propósito prometido de cumplir todas las expresiones mesiánicas concernientes a su ministerio terrenal.’Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca. Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.’ (Juan 19:28-30.)

“Como si estuviera viendo por adelantado este último momento sorprendente de la vida terrenal del Mesías, David escribió: ‘En tu mano encomiendo mi espíritu’. (Salmo 31:5.) Relatando posteriormente el hecho que tuvo lugar cuando el último aliento de vida llenó los pulmones del Hombre en la Cruz, Lucas dijo: ‘Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró’. (Lucas 23:46.)

“Con el último aliento de nuestro Señor, se cumplió todo lo que correspondía a aquel período cuando el aliento de vida sostuvo su vida y su ser.” (The Promised Messiah, pág. 530-34.)

RESUMEN ANALITICO

(28-8) De los quince salmos que eligió para estudiar (véase las Instrucciones al alumno, Núm. 3) elija uno (o dos, si ambos son breves) y escriba sus propios comentarios sobre ese salmo. Con el objeto de hacer este trabajo, busque diccionarios bíblicos (el de Editorial Caribe, por ejemplo), comentarios y otros materiales que haya en las bibliotecas y que pueden resultar útiles para este trabajo.

(28-9) El libro de los Salmos es citado más por los escritores del Nuevo Testamento, que cualquiera de los otros libros del Antiguo Testamento —más de 115 veces. Examine la lista siguiente de pasajes del Nuevo Testamento en los que los Salmos son citados. ¿En qué forma los escritores emplearon ese libro? ¿Cuál es la conclusión a la que llega por la forma en la que lo citan? ¿Alcanzó mayor comprensión por la forma en que el salmo fue empleado?

Mateo 5:35

Salmos 48:2

Mateo 8:26

Salmos 107:28–29

Mateo 21:9; 23:39

Salmos 118:26

Mateo 21:16

Salmos 8:2

Mateo 21:42

Salmos 118:22–23

Mateo 22:42–45

Salmos 110

Mateo 26:23

Salmos 41:9

Mark 15:24–25

Salmos 22:14–18

Lucas 4:10–11

Salmos 91:11–12

Juan 2:17

Salmos 69:9

Juan 6:31

Salmos 78:24

Juan 10:34

Salmos 82:6

Hechos 1:20

Salmos 69:25; 109:8

Hechos 2:27–32

Salmos 16:8–11

Hechos 4:25–26

Salmos 2:1–2

Romanos 3:4–18

Salmos 51:4; 14:1-3; 5:9; 10:7; 140:3; 36:1

1 Corintios 10:26

Salmos 24:1

Efesios 4:8

Salmos 68:18

Hebreos 1:7–13

Salmos 104:4; 45:6-7; 102:25-27; 110:1.

Hebreos 5:5

Salmos 2:7

Hebreos 10:7

Salmos 40:6–8

1 Pedro 2:7

Salmos 118:22.

(28-10) En la conferencia general de octubre de 1973, el élder Bruce R. McConkie dijo:

“Creo que el pueblo del Señor debería regocijarse en El y cantar alabanzas a su santo nombre. Expresiones de hosanna deberían ascender continuamente de nuestros labios. Al pensar en el conocimiento revelado que tenemos acerca de El que nos da vida eterna si lo conocemos, y del gran plan de salvación que ordenó para nosotros; al pensar en su Amado Hijo, que nos compró con su sangre y que trajo vida e inmortalidad a la luz a través de su sacrificio expiatorio; al pensar en la vida y ministerio de José Smith, el Profeta, que ha hecho más por la salvación de los hombres, con excepción de Jesús mismo, que cualquier otro hombre en este mundo, y que coronó su ministerio mortal al morir como mártir, mi alma se inflama de gratitud eterna y deseo elevar mi voz con los coros celestes en alabanza incesante a El que mora en las alturas.

“Al pensar que el Señor tiene un oráculo viviente que guía su reino terrenal y que hay apóstoles y profetas que andan por la tierra nuevamente; al pensar que el Señor nos ha dado el don y poder del Espíritu Santo para que tengamos las revelaciones del cielo y el poder de santificar nuestras almas; al pensar en el sinnúmero de bendiciones —los dones, los milagros, la promesa de que la unidad familiar seguirá para siempre, todas las bendiciones que son derramadas sobre nosotros y ofrecidas libremente a todos los hombres— mi deseo de alabar al Señor y proclamar su bondad y gracia no conoce límites. Y en este espíritu de alabanza y gratitud, que es el mismo espíritu que estuvo presente en las expresiones hechas por el presidente Romney esta mañana, finalizo con estas palabras de mi propio salmo:

Imagen
Bruce R. McConkie

El élder Bruce R. McConkie escribió un salmo de alabanza al Señor

¡Alabad al Señor:

Alabadlo por su bondad;

alabadlo por su gracia;

exaltad su nombre y buscad su rostro—

oh, alabad al Señor!

Bendito es el Señor:

Bendecidlo por su misericordia;

bendecidlo por su amor;

exaltad su nombre y buscad su rostro—

¡Oh, bendito es el Señor!

Alabad al Señor:

alabad a quien creó todo;

alabad a quien redimió todo;

exaltad su nombre y buscad su rostro—

¡Oh, alabad al Señor!

Buscad al Señor:

Buscad al que reina en las alturas;

buscad a quien conoceremos;

exaltad su nombre y buscad su rostro:

¡Oh, alabad al Señor!”

(” ‘Think on These Things’ “, Ensign, enero de 1974, pág. 48.)

Escriba un salmo (un cántico de alabanza) de su propia creación. Tal vez desee incorporar algunos de los elementos del paralelismo hebreo (véase el encabezamiento G-3) o escriba un himno sencillo de alabanza al Señor.