“Éxodo 19–20; 24; 31–34”, Antiguo Testamento: Manual del maestro de Seminario, 2026
Moses and the Tablets [Moisés y las tablas], por Jerry Harston
Éxodo 19–20; 24; 31–34
Después de sacar a los israelitas de Egipto, Jehová los llevó al monte Sinaí y allí los invitó a hacer un convenio con Él. Moisés subió al monte a fin de recibir la palabra del Señor para el pueblo. El Señor reveló los Diez Mandamientos y el pueblo prometió obedecer Su ley. Más tarde, cuando Moisés estaba nuevamente en la montaña, los israelitas quebrantaron su convenio con el Señor al hacer un becerro de oro y adorarlo. Después de que sufrieron las consecuencias de quebrantar el convenio, el Señor les recordó que Él es justo, misericordioso y longánimo.
Recursos adicionales
Ayudas para las Escrituras: Antiguo Testamento, “Éxodo 19–20; 24; 31–34”.
Nota: La “Introducción al curso” ofrece orientación sobre cómo utilizar los elementos estándar de la lección que se presentan a continuación.
Fomentar el estudio personal
Antes de la clase, considere enviar a los alumnos uno o más de los mensajes siguientes, o bien cree uno usted mismo:
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¿Cómo crees que el hacer convenios con Dios puede ayudarte a llegar a ser más santo? Reflexiona al respecto a medida que estudies Éxodo 19:1–11.
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Al estudiar los Diez Mandamientos en Éxodo 20:1–17, piensa en lo que revelan acerca del amor que el Padre Celestial y Jesucristo sienten por nosotros.
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Reflexiona sobre la forma en que muestras tu amor por Dios en el día de reposo mientras lees Éxodo 31:12–18.
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Los hijos de Israel cayeron en la idolatría incluso después de haber tenido experiencias milagrosas con Dios. A medida que estudies Éxodo 32, considera cómo se podría manifestar la adoración de ídolos en el mundo actual.
Hacer preguntas y compartir
Dé tiempo a los alumnos para que hagan preguntas y expresen las reflexiones y verdades que hayan descubierto en su estudio personal de Éxodo 19–20; 24; 31–34.
Capacitación en técnicas de estudio
La actividad de aprendizaje de Éxodo 19:1–11 podría ser un buen momento para repasar la técnica “Buscar relaciones de causa y efecto en las Escrituras” que se describe en Técnicas para el estudio de las Escrituras.
Opciones de actividades de aprendizaje
Se proporcionan varias opciones de aprendizaje para usted y sus alumnos. Con espíritu de oración, elija qué opción u opciones serán las más significativas para su clase.
Cómo mejorar la enseñanza y el aprendizaje
Ayude a los alumnos a fortalecer su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo. “El propósito de enseñar y aprender acerca de Jesucristo es ayudar a cada persona a acercarse más a Él y a nuestro Padre Celestial. Ayude a las personas a las que enseña a no perder nunca de vista este propósito. Aliéntel[a]s a fortalecer su relación con el Padre Celestial y Jesucristo al estudiar las Escrituras, arrepentirse continuamente, hablar con el Padre en oración y testificar del Padre y del Hijo. Enseñe a los alumnos por medio de la palabra y el ejemplo de qué manera el hacer y guardar convenios nos une a Ellos. Ayúdeles a saber cuán preciados y amados somos para Ellos. Fortalezca su fe en que Jesucristo, en virtud de Su Expiación perfecta, es el único camino de regreso a nuestro Padre” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 9).
¿Por qué el Señor desea que haga convenios con Él?
Considere escribir en la pizarra la palabra convenios. Luego, invite a los alumnos a anotar sus respuestas a una o más de las preguntas siguientes:
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¿Cómo le describirían lo que es un convenio a alguien que no está familiarizado con ellos?
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¿Por qué creen que Dios desea que hagamos convenios con Él?
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¿Qué diferencia ha supuesto en sus vidas el hacer convenios con Dios?
Durante esta actividad de aprendizaje, anime a los alumnos a buscar verdades que puedan ayudarlos a comprender mejor la bendición de hacer convenios con Dios.
Podría mostrar una imagen del monte Sinaí mientras explica que después de que el Señor liberó a los hijos de Israel de Egipto, los condujo a dicho monte. Para Moisés y los hijos de Israel, el monte Sinaí era como un templo: un lugar donde harían convenios con Dios.
Una fotografía de una montaña en Egipto que tradicionalmente se cree que es el monte Sinaí.
Invite a los alumnos a leer Éxodo 19:3–6 para saber cómo describió el Señor el convenio que deseaba hacer con los israelitas. También podría pedirles que lean “Éxodo 19:3–6. ¿Cuáles fueron las promesas por convenio del Señor a los hijos de Israel?” en Ayudas para las Escrituras: Antiguo Testamento. Luego podría hacer las preguntas siguientes:
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¿Qué aprendemos en estos versículos acerca del Señor y de lo que desea para Su pueblo?
Considere escribir la frase Si entonces . en la pizarra. Invite a los alumnos a compartir cómo podrían completarla basándose en su estudio de Éxodo 19. (Este es un ejemplo de cómo buscar relaciones de causa y efecto. Para obtener más información sobre cómo utilizar esta técnica de estudio de las Escrituras, véase “Buscar relaciones de causa y efecto en las Escrituras” en Técnicas para el estudio de las Escrituras).
Los alumnos podrían reconocer una verdad como la siguiente: Si obedecemos la voz del Señor y guardamos nuestros convenios con Él, entonces llegaremos a ser Su tesoro especial y un pueblo santo.
A fin de que comprendan mejor la manera en que el hacer y guardar convenios con Dios puede ayudarlos a llegar a ser más santos, considere mostrar las instrucciones siguientes y darles tiempo para anotar sus respuestas:
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Hagan una lista de los momentos de su vida en los que han hecho convenios con Dios.
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Escriban acerca de cómo los convenios que han hecho los ayudan a llegar a ser más semejantes al Padre Celestial y Jesucristo.
Cuando hayan terminado, invite a los alumnos a compartir algunas de sus reflexiones con un compañero, un grupo pequeño o juntos como clase.
Explique que, además de ayudarnos a llegar a ser más semejantes a nuestro Padre Celestial, el hacer y guardar convenios con Dios cambia nuestra relación con Él. Podría compartir la siguiente cita del presidente Russell M. Nelson y podrían analizar la pregunta que le sigue:
Una vez que ustedes y yo hemos hecho un convenio con Dios, nuestra relación con Él se vuelve mucho más estrecha que antes del convenio. Ahora estamos ligados en unión. Debido a nuestro convenio con Dios, Él jamás cejará en Sus esfuerzos por ayudarnos, y nunca agotaremos Su misericordiosa paciencia para con nosotros. Cada uno de nosotros tiene un lugar especial en el corazón de Dios. Él tiene grandes esperanzas en cuanto a nosotros (“El convenio sempiterno”, Liahona, octubre de 2022, pág. 6).
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¿De qué manera el hacer convenios con Dios y guardarlos ha influido en la relación de ustedes con Él?
Invite a los alumnos a pensar en acciones que podrían llevar a cabo para aplicar lo que han estudiado hoy. Anímelos a anotar sus pensamientos o impresiones espirituales.
¿Por qué son importantes los mandamientos?
Considere invitar a los alumnos a crear y compartir una analogía que demuestre los propósitos y las bendiciones de los mandamientos de Dios. A fin de ayudarlos a pensar en ideas, podría mostrar los videos “Ir a la casa de la abuela” (4:02) o “La parábola de la cometa” (1:04), o podría utilizar la siguiente analogía que compartió el presidente Dallin H. Oaks:
Nuestras experiencias en la vida terrenal se asemejan a un niño y su padre que volaban una cometa en un día ventoso. A medida que la cometa se elevaba, el viento tiraba del cordel que llevaba el niño en la mano. Inexperto ante la fuerza de los vientos terrenales, propuso cortar el cordel para que la cometa pudiera subir más. Su sabio padre le aconsejó que no lo hiciera, explicándole que el cordel es lo que sujeta a la cometa en su lugar frente a los vientos terrenales. Si perdemos el control del cordel, la cometa no se elevará más arriba, sino que será llevada por esos vientos e inevitablemente acabará estrellándose contra la tierra (“Seguir a Cristo”, Liahona, noviembre de 2024, pág. 24).
Explique que en esta actividad de aprendizaje los alumnos tendrán la oportunidad de estudiar los Diez Mandamientos. Podría ser útil recordarles que el Señor dio los Diez Mandamientos a los israelitas mientras acampaban al pie del monte Sinaí.
Entregue a los alumnos el volante titulado “Estudiar los Diez Mandamientos” y deles tiempo para completarlo. Explique que tendrán la oportunidad de compartir algunas de sus respuestas más adelante en la clase.
Luego de completar el volante, invite a los alumnos a compartir sus respuestas con un compañero o con un grupo pequeño. También podría pedir a algunos de ellos que compartan con toda la clase.
Para concluir la actividad, pida a los alumnos que reflexionen sobre lo que han aprendido o sentido durante su estudio. Anímelos a anotar maneras específicas de obedecer más plenamente los mandamientos de Dios.
¿Qué le dicen al Señor mis acciones en el día de reposo?
Para comenzar, invite a los alumnos a pensar en cómo demuestran su amor por el Padre Celestial y Jesucristo. Para ello, podría entregarle a cada uno una hoja de papel y pedirles que la doblen en cuatro secciones. Pídales que escriban una manera en la que demuestran su amor por el Padre Celestial y Jesucristo en la primera sección. Luego, pídales que le pasen la hoja a la persona que tienen al lado, quien puede escribir una respuesta adicional en la segunda sección del papel. Repitan este proceso hasta completar las cuatro secciones de la hoja de papel. Luego, pida a los alumnos que lean las respuestas escritas en la última hoja que hayan recibido.
Recuerde a los alumnos que el Señor pronunció los Diez Mandamientos desde el monte Sinaí a los hijos de Israel (véase Éxodo 20). Más adelante, el Señor escribió Su ley en tablas de piedra, lo que incluía más detalles sobre el significado y el propósito del día de reposo (véase Éxodo 31:13–18). Señale que santificar el día de reposo es una manera importante de mostrar nuestro amor y devoción al Padre Celestial y a Jesucristo.
Invite a los alumnos a leer Éxodo 20:8–11 y Éxodo 31:13, 16–17 para saber lo que el Señor enseñó acerca del día de reposo. Luego podría hacer las preguntas siguientes:
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¿Qué aprenden acerca del día de reposo a partir de estos versículos? (Algunas posibles reflexiones que podrían compartir incluyen las siguientes: El día de reposo es el día del Señor y es santo. Santificamos el día de reposo al descansar de nuestras labores. Nuestra observancia del día de reposo es una señal entre nosotros y el Señor).
A fin de ayudar a los alumnos a comprender mejor la manera en que nuestra observancia del día de reposo es una señal entre nosotros y el Señor, consideren leer juntos “Éxodo 31:12–17. ¿De qué manera la observancia del día de reposo representaba una señal entre los israelitas y el Señor?” en Ayudas para las Escrituras: Antiguo Testamento.
Muestre la pregunta siguiente e invite a los alumnos a analizarla en grupos pequeños:
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¿Cuáles son algunas señales que podemos darle al Señor para mostrarle nuestro amor en el día de reposo?
Podría pedir a un miembro de cada grupo que anote las ideas que se compartan. Luego del análisis, invite a los grupos a compartir sus respuestas con la clase. Considere escribirlas en la pizarra. Luego, podrían analizar algunas de las preguntas siguientes:
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¿De qué manera el día de reposo es un ejemplo del amor y de la misericordia del Señor?
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¿Qué le dirían a alguien que piensa que el día de reposo es demasiado restrictivo o que no vale la pena observarlo? (Como parte de este análisis, considere mostrar el video “En mi día santo—Honrar el día de reposo” [1:30]).
1:30 -
¿Cómo los ha bendecido el Señor por santificar el día de reposo?
Invite a los alumnos a pensar en una señal que mostrarán a Dios el próximo día de reposo para demostrarle su amor y devoción. Anímelos a anotar sus planes junto con cualquier impresión que hayan recibido del Espíritu Santo.
¿Cómo puedo evitar adorar ídolos hoy en día?
Para comenzar, podría compartir la siguiente cita del presidente Dallin H. Oaks y podrían analizar la pregunta que sigue:
Nuestros asuntos prioritarios determinan lo que buscamos en la vida (“Enfoque y prioridades”, Liahona, julio de 2001, pág. 101).
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¿Cuáles son algunos ejemplos de prioridades que las personas tienen en la vida?
Escriba en la pizarra las respuestas de los alumnos a la pregunta. Luego, invítelos a compartir ejemplos de la manera en que las acciones de una persona podrían cambiar dependiendo de qué prioridades de la pizarra decida centrarse más.
Invite a los alumnos a pensar en sus propias prioridades a medida que estudien hoy. Anímelos a buscar verdades que puedan ayudarlos a priorizar su relación con Dios por encima de las cosas menos importantes de la vida.
A fin de ayudar a los alumnos a prepararse para estudiar Éxodo 32, considere explicar que después de que los israelitas recibieron los Diez Mandamientos, concertaron formalmente un convenio con el Señor y prometieron guardar Sus mandamientos (véase Éxodo 24:2–8). Luego, Moisés regresó al monte Sinaí para recibir más instrucciones de Dios.
Invite a los alumnos a leer Éxodo 32:1–6 para saber lo que hicieron los israelitas mientras Moisés estaba ausente. Luego pregunte lo siguiente:
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¿Qué les llama la atención de las acciones de los israelitas?
Invite a los alumnos a leer Éxodo 32:7–10, 15–20 para averiguar cómo respondieron Dios y Moisés a las acciones de los israelitas.
A fin de ayudar a los alumnos a obtener contexto adicional, también podría pedirles que lean “Éxodo 32:1–8. ¿Por qué los israelitas crearon un becerro de oro para adorarlo?” en Ayudas para las Escrituras: Antiguo Testamento. También podría compartir la siguiente cita del presidente Dallin H. Oaks:
El segundo de los Diez Mandamientos profundiza la instrucción de no tener dioses ajenos e identifica lo que debe ser la prioridad suprema en nuestra vida como Sus hijos: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa alguna” en el cielo o en la tierra (Éxodo 20:4). El mandamiento luego agrega: “No te inclinarás a ellas, ni las honrarás” (Éxodo 20:5). Más que simplemente prohibir los ídolos físicos, establece una prioridad fundamental permanente. Jehová explica: “Porque yo soy Jehová tu Dios […] celoso […] y que hago misericordia a […] los que me aman y guardan mis mandamientos” (Éxodo 20:5–6). El significado de celoso es revelador. Su origen hebreo significa “poseer sentimientos sensibles y profundos” (Éxodo 20:5 ). Por tanto, ofendemos a Dios cuando “[honramos]” a otros dioses, cuando tenemos otras prioridades más importantes […].
La pregunta que plantea el segundo mandamiento es: “¿Cuál es nuestra prioridad suprema?”; ¿nos inclinamos ante dioses u honramos otras prioridades antes que a Dios, a quien profesamos adorar? (“No tendrás dioses ajenos”, Liahona, noviembre de 2013, págs. 72, 73).
Invite a los alumnos a compartir lo que esos recursos los hayan ayudado a comprender acerca de la gravedad de las acciones de los israelitas. Luego considere escribir la siguiente verdad en la pizarra: Ofendemos a Dios cuando servimos a otros dioses o ponemos otras prioridades por encima de Él.
Valore la posibilidad de mostrar las preguntas siguientes e invitar a los alumnos a analizarlas con un compañero o con un grupo pequeño:
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¿Cuáles son algunas prioridades que las personas pueden sentirse tentadas a poner por encima de Dios?
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¿Por qué creen que es ofensivo para Dios cuando ponemos otras prioridades por encima de Él? ¿Cómo puede perjudicarnos esto?
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¿Qué los ha ayudado a poner a Dios en primer lugar en sus vidas?
Invite a los alumnos a buscar la guía del Padre Celestial para determinar lo que pueden hacer a fin de ponerlo en primer lugar en sus vidas. Anímelos a anotar sus planes. Si se sienten cómodos, invite a algunos de ellos a hablar sobre sus planes con la clase.