“Génesis 12–17; Abraham 1–2”, Antiguo Testamento: Manual del maestro de Instituto, 2026
Abraham on the Plains of Mamre [Abraham en el valle de Mamre], por Grant Romney Clawson
Génesis 12–17; Abraham 1–2
Abraham buscó al Señor y deseó ser un seguidor de la rectitud. El Señor lo libró milagrosamente de ser sacrificado a dioses falsos. Él hizo convenio de darle a Abraham tierras, posteridad y las bendiciones del sacerdocio. La posteridad de Abraham tendría la responsabilidad de bendecir a todas las naciones de la tierra con el Evangelio del Salvador. A este convenio se lo conoce como el convenio abrahámico. Como miembros de la Iglesia del Salvador, podemos recibir las bendiciones y asumir las responsabilidades del convenio abrahámico.
Recursos adicionales
Ayudas para las Escrituras: Antiguo Testamento, “Génesis 12–17; Abraham 1–2”
Nota: La “Introducción al curso” ofrece orientación sobre cómo utilizar los elementos estándar de la lección que se presentan a continuación.
Fomentar el estudio personal
Antes de la clase, considere enviar a los alumnos uno o más de los mensajes siguientes, o bien cree uno usted mismo:
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A pesar de haber tenido una infancia difícil, Abraham buscó a Dios. Mientras estudias Abraham 1:1–19, piensa en cómo puedes buscar al Señor con mayor dedicación.
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¿Qué sabes acerca del convenio abrahámico? Mientras lees Abraham 2, piensa en qué tiene que ver este convenio contigo.
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¿A quién conoces que sea un pacificador? ¿Qué has aprendido del ejemplo de esa persona? Reflexiona sobre estas preguntas mientras estudias Génesis 13:1–12.
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Al estudiar la experiencia de Agar en Génesis 16, piensa en ocasiones en las que Dios te haya demostrado que te ama y que está pendiente de ti.
Hacer preguntas y compartir
Dé tiempo a los alumnos para que hagan preguntas y expresen las reflexiones y verdades que hayan descubierto en su estudio personal de Génesis 12–17 y Abraham 1–2.
Opciones de actividades de aprendizaje
Se proporcionan varias opciones de aprendizaje para usted y sus alumnos. Con espíritu de oración, elija qué opción u opciones serán las más significativas para su clase.
Cómo mejorar la enseñanza y el aprendizaje
Ayude a los alumnos a buscar y reconocer la revelación personal y actuar de acuerdo con ella. Ayude a los alumnos a reconocer la revelación personal que reciban del Espíritu Santo y a actuar de acuerdo con ella. Una manera de hacerlo es mediante las preguntas que les haga, como: “¿Qué pensamientos o impresiones tuvieron al estudiar estos versículos?” o “¿Qué les ha inspirado el Espíritu Santo a hacer hoy?”. Para aprender más al respecto, véase “El Salvador ayudaba a las personas a buscar, reconocer y actuar de acuerdo con la revelación personal” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 18).
¿Cómo puedo buscar al Señor más diligentemente?
Considere leer la siguiente cita del élder Dieter F. Uchtdorf:
Jesús enseñó: “Buscad, y hallaréis” [Mateo 7:7].
Creo que esta simple frase no es solo una promesa espiritual, sino la declaración de un hecho […].
Rara vez encontramos algo que no buscamos (“Un gozo más elevado”, Liahona, mayo de 2024, pág. 68).
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¿Cómo puede nuestra vida ser moldeada por aquello que buscamos? (Considere pedir a los alumnos que mencionen algunos ejemplos que ilustren esto).
Explique que las Escrituras contienen muchas enseñanzas acerca de lo que el Señor desea que busquemos y lo que desea que evitemos buscar. Considere mostrar las instrucciones y los pasajes de las Escrituras siguientes.
Utilizando una escala del 1 (nada) al 5 (mucho), evalúen cuánto consideran que cada uno de los siguientes pasajes de las Escrituras refleja sus decisiones diarias:
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“Pero antes de buscar riquezas, buscad el reino de Dios” (Jacob 2:18).
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“Desecharás las cosas de este mundo y buscarás las de uno mejor” (Doctrina y Convenios 25:10).
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“Habéis procurado aquello que no podíais obtener, y habéis buscado la felicidad cometiendo iniquidades” (Helamán 13:38).
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“Allegaos a mí, y yo me allegaré a vosotros; buscadme diligentemente, y me hallaréis” (Doctrina y Convenios 88:63).
Explique que en el relato del libro de Abraham podemos aprender lecciones importantes sobre cómo buscar al Señor. (Si los alumnos no están familiarizados con el libro de Abraham, consideren leer juntos “Abraham 3. ¿Qué es el libro de Abraham?”, en Ayudas para las Escrituras: Antiguo Testamento).
Invite a los alumnos a estudiar Abraham 1:1–7 para saber lo que buscaba Abraham y los obstáculos que enfrentó. A fin de ayudar a los alumnos a hablar sobre lo que aprendieron, considere hacer preguntas como las siguientes:
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¿Por qué Abraham necesitaba “buscar otro lugar donde morar”?
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¿Qué era lo que Abraham buscaba y deseaba tener en su vida específicamente?
Invite a los alumnos a estudiar Abraham 1:15–20 o Abraham 2:8–13 para saber cómo fue bendecido Abraham por buscar al Señor y Sus bendiciones. (Podría ser útil señalar que en Abraham 2:8–13 se describe una experiencia que Abraham tuvo más adelante en su vida).
Después de que los alumnos hayan terminado de estudiar, invítelos a analizar las preguntas siguientes con un compañero que haya estudiado el otro conjunto de versículos:
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¿Cómo bendijo el Señor a Abraham en los versículos que estudiaron? ¿Qué revelan esas bendiciones sobre el carácter del Señor?
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¿Qué aprendieron o sintieron con ese relato que podría ayudar a los jóvenes adultos de hoy en día?
Invite a algunos alumnos a compartir lo que aprendieron durante el análisis con su compañero. Ellos podrían reconocer una verdad como la siguiente: Si buscamos al Señor diligentemente, lo hallaremos. Considere invitarlos a marcar en Abraham 2:12 las palabras de Abraham que reflejan esta verdad.
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¿Cuáles son algunos ejemplos de cómo podemos buscar diligentemente al Señor? (Como parte de este análisis, considere mostrar el video “Nutra su propia fe” [2:08]).
2:7 -
¿Qué consejo le darían a alguien que actualmente no siente muchos deseos de buscar al Señor?
Considere invitar a los alumnos a relatar una experiencia en la que hayan buscado diligentemente al Señor y cómo lo hallaron.
A fin de ayudar a los alumnos a poner en práctica lo que han aprendido, podría mostrar las preguntas siguientes y darles tiempo para anotar sus respuestas.
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¿Qué han aprendido o sentido hoy en cuanto a buscar al Señor que deseen recordar?
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¿Qué meta podrían fijarse que los ayude a buscar más plenamente al Señor? ¿Cómo se asegurarán de actuar de acuerdo con lo que se sienten inspirados a hacer?
Podría invitar a varios alumnos a que compartan sus respuestas con la clase, si no son demasiado personales. Testifique de las verdades que han analizado hoy.
¿Qué tiene que ver el convenio abrahámico conmigo?
Considere mostrar la imagen de Abraham que se encuentra al comienzo de esta lección. Invite a un alumno a leer la siguiente cita del presidente Russell M. Nelson:
Para nosotros, el honrado nombre de Abraham es importante. Este se menciona en más versículos de las Escrituras de la Restauración que en todos los versículos de la Biblia. Todos los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días están vinculados con Abraham (“El recogimiento del Israel disperso”, Liahona, noviembre de 2006, pág. 80).
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¿De qué manera los miembros de la Iglesia están vinculados con Abraham? (Si es necesario, señale que hablamos de Abraham cuando nos referimos al convenio abrahámico. Los alumnos podrían estudiar Abraham 1:1–7, 15–19 para aprender acerca de las circunstancias que llevaron a Dios a hacer Su convenio con Abraham).
Invite a los alumnos a copiar el cuadro siguiente. Podrían completarlo a medida que estudian Abraham 2:6–11. También podría pedirles que estudien “Génesis 12:1–3; Abraham 2:6–11. ¿Qué convenio hizo Dios con Abraham?” en Ayudas para las Escrituras: Antiguo Testamento.
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¿Cuáles fueron las promesas de Dios a Abraham? |
¿Qué tienen que ver esas promesas conmigo? |
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¿Cuáles fueron las promesas de Dios a Abraham? | ¿Qué tienen que ver esas promesas conmigo? |
¿Cuáles fueron las promesas de Dios a Abraham? | ¿Qué tienen que ver esas promesas conmigo? |
¿Cuáles fueron las promesas de Dios a Abraham? | ¿Qué tienen que ver esas promesas conmigo? |
Los alumnos podrían resumir con un compañero lo que aprendieron sobre el convenio abrahámico. También podría hacer preguntas como las siguientes:
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¿Qué les enseñan estas promesas acerca de los atributos del Padre Celestial y de Jesucristo?
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¿Qué enseñan estos versículos acerca de sus responsabilidades como miembros de la Iglesia en la actualidad? (Utilizando sus propias palabras, los alumnos podrían reconocer una verdad como la siguiente: Al igual que la descendencia de Abraham, tenemos la responsabilidad de llevar las bendiciones del Evangelio a todas las personas).
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¿De qué maneras pueden cumplir con sus responsabilidades relacionadas con el convenio abrahámico? (La siguiente cita del presidente Russell M. Nelson podría ayudar con este análisis).
El Señor ha mandado que difundamos el Evangelio y compartamos el convenio. Es por eso que tenemos misioneros. Desea que cada uno de Sus hijos tenga la oportunidad de escoger el Evangelio del Salvador y embarcarse en la senda de los convenios. Dios desea conectar a todas las personas con el convenio que hizo en la antigüedad con Abraham.
Por lo tanto, la obra misional es una parte esencial del gran recogimiento de Israel. Ese recogimiento es la obra más importante que se está llevando a cabo hoy en la tierra. Nada se le compara en magnitud; nada se le compara en importancia. Los misioneros del Señor —Sus discípulos— están embarcados en el desafío más grande, en la causa más grandiosa, en la mayor obra sobre la tierra hoy en día.
Sin embargo, aún hay más, mucho más. Hay una gran necesidad de propagar el Evangelio a las personas del otro lado del velo. Dios desea que todos, en ambos lados del velo, disfruten de las bendiciones de Su convenio (“El convenio sempiterno”, Liahona, octubre de 2022, págs. 8–9).
Considere invitar a los alumnos a comentar una experiencia que hayan tenido al participar con el Señor en el recogimiento de Israel. Invítelos a contar la forma en que el Señor los bendijo a ellos, o a otras personas, por medio de esos esfuerzos. Usted también podría compartir alguna experiencia personal.
Conceda tiempo a los alumnos para que elaboren un plan a fin de cumplir con su responsabilidad de recoger a Israel y compartir las bendiciones del Evangelio con los demás. Anímelos a que anoten su plan. Podría hacer un seguimiento de su progreso en una lección futura.
¿Cómo puedo ser un pacificador?
Invite a los alumnos a pensar en una ocasión en la que tuvieron un desacuerdo con alguien, ya sea en persona o en línea. Muestre la siguiente autoevaluación e invítelos a evaluar en silencio si tienden a ser pacificadores durante las conversaciones difíciles.
Responde las preguntas siguientes utilizando una escala del 1 (nada cierto) al 5 (muy cierto).
Cuando estoy en desacuerdo con alguien…
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Me motiva el deseo de demostrar que tengo razón.
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Procuro escuchar y entender lo que piensa la otra persona.
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A menudo le digo a la otra persona por qué debe cambiar.
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Procuro llegar a un acuerdo con la otra persona para que ambos obtengamos un buen resultado.
Señale que, después de vivir un tiempo en Egipto, Abram (quien más adelante fue llamado Abraham) y su familia regresaron a la tierra de Canaán. Invite a los alumnos a estudiar Génesis 13:1–12 y a determinar por qué comenzó la contienda entre el pueblo de Abram.
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¿Qué les llama la atención de la manera en que Abram respondió al conflicto con Lot? (Véanse los versículos 8–11).
Comparta la siguiente cita del élder Quentin L. Cook:
A fin de tener relaciones pacíficas, la lección es clara: debemos estar dispuestos a llegar a un acuerdo y erradicar las contiendas en cuestiones que no tengan que ver con la dignidad. El rey Benjamín enseñó: “Y no tendréis deseos de injuriaros el uno al otro, sino de vivir pacíficamente” [Mosíah 4:13]. Sin embargo, en las conductas relacionadas con la rectitud y los imperativos doctrinales es preciso mantenerse firmes e inmutables (“La paz personal en tiempos difíciles”, Liahona, noviembre de 2021, pág. 90).
Invite a los alumnos a expresar una verdad que hayan aprendido de Génesis 13 y de la cita del élder Cook. Podrían reconocer una verdad como la siguiente: Podemos ser pacificadores al estar dispuestos a llegar a acuerdos en asuntos que no tengan que ver con la rectitud.
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¿Qué puede hacer que ser un pacificador sea difícil?
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¿Qué pueden hacer para ser más pacificadores con quienes los rodean?
Podría ser útil señalar que ser pacificador no significa evitar el conflicto a toda costa, ni tampoco que debamos permitir que los demás se aprovechen de nosotros o nos hagan daño. A fin de ayudar a los alumnos a comprender mejor cómo pueden seguir el ejemplo del Salvador como pacificador, considere ver “Bienaventurados los pacificadores” (2:17) o “Pacificadores en tiempos de desdén” (2:42). Como alternativa, podría darles tiempo para que estudien partes del discurso del presidente Russell M. Nelson titulado “Se necesitan pacificadores” (Liahona, mayo de 2023, págs. 98–101). También podrían compartir lo que descubran con un compañero o con toda la clase.
Considere invitar a algunos alumnos a analizar sus respuestas a una o ambas de las preguntas siguientes con un compañero o en un grupo pequeño.
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¿Qué resultados positivos han observado al esforzarse por ser un pacificador?
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¿De qué manera han sido bendecido por los esfuerzos que otros han hecho por ser pacificadores?
Para concluir, considere mostrar las preguntas siguientes. Conceda tiempo a los alumnos para registrar sus respuestas:
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¿Cuáles son algunas situaciones en sus vidas en las que podrían ser mejores pacificadores?
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¿Qué comenzarán a hacer hoy para ser un pacificador?
¿Cómo puedo saber que Dios está pendiente de mí?
Considere escribir las palabras siguientes en la pizarra: solitario, abandonado, invisible, incomprendido, ignorado. Pida a los alumnos que piensen en la última vez que tuvieron uno de esos sentimientos.
Invítelos a estudiar las experiencias de Agar y Sarai en Génesis 16 y a reflexionar sobre cómo pueden acudir al Señor en busca de ayuda cuando se sientan solos o invisibles.
Explique que, aunque Dios había prometido una posteridad numerosa a Abram y Sarai (cuyos nombres más adelante Él cambió a Abraham y Sara), Sarai llegó a la vejez sin poder tener hijos. Sarai dio a su sierva Agar a Abram como esposa plural para ayudar a cumplir las promesas del Señor respecto a la posteridad. Podría ser útil señalar que Dios mandó a Abram y a Sarai que hicieran esto (véanse Doctrina y Convenios 132:34; Génesis 16:1–3; véase también “Génesis 16:1–3. ¿Por qué Sara dio a Agar por esposa a Abram?” en Ayudas para las Escrituras: Antiguo Testamento).
Invite a los alumnos a leer juntos Génesis 16:4–6 para ver lo que ocurrió entre Agar y Sarai.
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¿Cómo se habrían sentido si hubieran estado en lugar de Agar? ¿Y en lugar de Sarai?
Invite a los alumnos a estudiar Génesis 16:7–16 para saber lo que ocurrió después de que Agar huyó.
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¿Qué pueden aprender sobre Dios a partir de la experiencia de Agar? (Podría ser útil señalar que el nombre de Ismael significa “Dios oye” [véase Génesis 16:11, nota a al pie de la página], y que el nombre Beer-lajai-roi, que se menciona en Génesis 16:14, significa “Pozo-del-Viviente-que-me-ve” [véase Génesis 16:14, nota a al pie de la página]).
Los alumnos podrían reconocer una verdad como la siguiente: El Señor nos oye y nos ve en nuestras pruebas, y nos ayudará a superarlas.
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¿Cuáles son algunas de las maneras en que Dios demuestra que nos oye y nos ve?
Considere leer la siguiente cita del élder Dieter F. Uchtdorf:
Ustedes no están sol[o]s en esta travesía; su Padre Celestial l[o]s conoce. Aun cuando nadie más l[o]s escuche, Él l[o]s escucha. Cuando se regocijan en rectitud, Él se regocija con ustedes. Cuando l[o]s acosan las tribulaciones, Él sufre con ustedes (“Su maravillosa travesía a casa”, Liahona, mayo de 2013, pág. 128).
Invite a los alumnos a reflexionar sobre ocasiones en las que sintieron que Dios estaba pendiente de ellos y sabía por lo que estaban pasando. Podría pedir a algunos que compartan con la clase experiencias que no sean demasiado personales.
Para concluir la actividad de aprendizaje, podría testificar que Dios ve y oye a todos Sus hijos en sus pruebas y que los bendecirá.