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Elegir un mentor

Toma apuntes y responde a las preguntas aquí.

Repasar

Piensa en alguien a quien respetes y en quien confíes para que te aconseje. Comparte lo que admiras de esa persona. ¿Por qué es importante tener personas así en tu vida?

Aprender

En Samoa, hay unas barcas alargadas llamadas fautasi que se utilizan en competiciones. Estas fautasi miden 30 metros de largo y tienen tripulaciones de 45 a 50 personas. Cada barca tiene un capitán y una persona que toca el tambor. El capitán da órdenes y el tambor va marcando el ritmo de remo.

Ilustración de un equipo de remeros en una barca

A menudo, los remeros más precisos, los que mejor mantienen el ritmo del capitán, se sitúan en la parte de atrás de la fautasi, más lejos del capitán. Los remeros más fuertes, los que son más grandes y pueden dar velocidad a la tripulación, se encuentran en el centro de la barca. Los remeros que necesitan más ayuda, porque quizás sean débiles o nuevos en la tripulación, son los que se sientan más cerca del capitán, así aprenden de él y se vuelven más fuertes y precisos.

Al igual que los remeros de una fautasi, a veces nos sentimos fuertes y podemos ayudar a las personas que nos rodean. A veces somos precisos y sabemos exactamente lo que hay que hacer. En otras ocasiones, necesitamos la ayuda adicional de un “capitán” o mentor. Un mentor es una persona a la que respetas y admiras, que puede ayudarte a superar los retos y darte consejos y ánimo. Los mentores también pueden ayudarte a superar los pensamientos y comportamientos negativos. A medida que avanzas en tu formación académica y piensas en tu futura profesión, un mentor puede ayudarte a alcanzar tus metas. 

Jesucristo es el mentor y capitán supremo. Por ejemplo, Él fue el mentor del apóstol Pedro con paciencia y amor, y vio su potencial. Hizo preguntas a Pedro que lo ayudaron a pensar de forma diferente, enseñó a Pedro y le mostró con el ejemplo cómo podía convertirse en un poderoso profeta para dirigir Su Iglesia.

Hay personas que también pueden orientarte, como tus padres, los líderes de la Iglesia o los maestros de la escuela. También es posible que conozcas a otras personas de tu comunidad que puedan ser tus mentores.

Actividad

Ilustración de un capitán de un equipo de remo

Piensa en personas que conozcas a las que respetes y admires. ¿Hay alguien de confianza que pueda aconsejarte sobre las decisiones que debes tomar sobre tu formación académica y tus futuras oportunidades laborales? ¿Quién podría ser tu “capitán” o mentor? Escribe aquí los nombres de dos o tres personas:

Fíjate en la lista de posibles mentores. Ora acerca de estas personas de la lista y pide a tu Padre Celestial que te ayude a seleccionar a alguien que pueda ser un mentor positivo en tu vida, y deja que el Espíritu te guíe.

Cuando hayas elegido un posible mentor, habla con esa persona y pregúntale si está dispuesta a ser tu mentor y a orientarte. Habla con la persona sobre tus metas y pídele ayuda para cumplirlas. Cuando solicites consejo a tu mentor, pídele que comparta experiencias y cosas que haya aprendido. Pídele que comparta cómo ha alcanzado sus metas y cómo ha superado los retos.

Podrías tener diferentes mentores en distintos momentos de tu vida; por ejemplo, un líder de jóvenes podría ser tu mentor durante la adolescencia, un presidente de misión podría ser tu mentor si decides servir en una misión; y, más adelante en tu vida, tu mentor podría ser un familiar mayor o alguien de tu barrio o rama.

Hablar con tu familia

Habla con tu familia sobre la persona que te gustaría tener como mentor. Pídeles que compartan experiencias que hayan tenido con un “capitán” o mentor que los haya guiado.