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Lección 23 — Material para el maestro: Cuando las bendiciones del matrimonio eterno o de los hijos se demoran


“Lección 23 — Material para el maestro: Cuando las bendiciones del matrimonio eterno o de los hijos se demoran”, La familia eterna: Material para el maestro, 2022

“Lección 23 — Material para el maestro”, La familia eterna: Material para el maestro

Lección 23 — Material para el maestro

Cuando las bendiciones del matrimonio eterno o de los hijos se demoran

Muchos miembros de la Iglesia tienen deseos justos de recibir las bendiciones del matrimonio eterno o de los hijos que se demoran o interrumpen. En esta lección, los alumnos analizarán cómo pueden actuar con fe en Jesucristo si afrontan ese tipo de desafíos. Los alumnos también determinarán lo que pueden hacer para incluir a otras personas de sus barrios o ramas, independientemente de sus circunstancias familiares.

Sugerencias para la enseñanza

Podemos elegir ejercer la fe en Jesucristo cuando las bendiciones deseadas se demoren

Muestre y lean juntos la declaración del élder Neil L. Andersen de la sección 1 del material de preparación. Podría resaltar o enumerar en la pizarra las circunstancias que él mencionó que no siempre concuerdan perfectamente con los ideales que se enseñan en la proclamación sobre la familia.

  • ¿Por qué creen que los líderes de la Iglesia continúan enseñando los ideales de la vida familiar si la mayoría de los miembros de la Iglesia actualmente no experimentan esos ideales? (Considere referirse a la declaración de la hermana Sharon Eubank de la sección 1 del material de preparación).

Muestre la lámina de Abraham y Sara de la sección 2 del material de preparación, y pida a los alumnos que resuman las bendiciones que se demoraron o que no se cumplieron en la vida de Abraham y Sara.

Invite a los alumnos a repasar Hebreos 11:8, 11–13 en forma individual y a buscar frases que resalten la fe de Abraham y Sara. Pida a algunos de ellos que compartan lo que hayan descubierto.

  • ¿Cómo podría el ejemplo de Abraham y Sara ayudar a los miembros de la Iglesia actuales cuya fe sea puesta a prueba cuando las bendiciones prometidas se demoren o no se cumplan en esta vida? (Después de que los alumnos compartan sus ideas, escriba el siguiente principio en la pizarra: A medida que seamos fieles al Señor y confiemos en Sus tiempos, recibiremos Sus bendiciones prometidas en la vida terrenal o en la eternidad).

Si lo desea, recuerde a los alumnos que recibir las bendiciones prometidas a menudo no es una cuestión de rectitud, sino de los tiempos del Señor. Muestre la siguiente declaración del élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles:

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Élder Jeffrey R. Holland

Algunas bendiciones nos llegan pronto, otras llevan más tiempo, y otras no se reciben hasta llegar al cielo; pero para aquellos que aceptan el evangelio de Jesucristo, siempre llegan, se los aseguro (“Sumo sacerdote de los bienes venideros”, Liahona, enero de 2000, pág. 45).

Considere hacer algunas de las siguientes preguntas para ayudar a sus alumnos a profundizar su comprensión del principio que está en la pizarra:

  • ¿Cómo podrían los miembros de la Iglesia en alguna de las circunstancias mencionadas por del élder Andersen (en su declaración de la sección 1 del material de preparación, a la que se hace referencia anteriormente en esta sección) seguir ejerciendo fe en Jesucristo y en Sus enseñanzas sobre la familia?

  • ¿Qué experiencias o enseñanzas han forjado su confianza en que el Señor cumplirá Sus promesas aun cuando las bendiciones deseadas se demoren? (Invite a los alumnos a repasar lo que anotaron en respuesta a la actividad “Anota tus ideas” de la sección 2 del material de preparación).

  • ¿En qué momentos ustedes, o alguien a quien conozcan, han avanzado con fe en el Señor cuando se demoró alguna bendición relacionada con casarse o tener hijos? ¿Qué aprendieron sobre el Señor debido a esa experiencia?

Como parte del análisis, considere compartir el siguiente relato de una joven adulta soltera que compartió el presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia:

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Presidente Dallin H. Oaks

Recibí una carta de una mujer que estudia en la Universidad de Harvard y me impresionó su contenido.

“Tengo solamente 26 años y he sentido que la prueba de estar soltera me ha sobrepasado”.

Después de compartir más cosas en su carta, ella concluye: “Hace un año, en una tarde estaba caminando a casa desde mi trabajo, cuando derramé mi corazón a Dios y le dije que mi deseo más profundo era el de ser esposa y madre. Me detuvo un pensamiento y sentimiento potente que entró en mi corazón y mente y me dijo que estaba en lo incorrecto; que el deseo más profundo de mi corazón debía ser el discipulado de Jesucristo y luego el segundo sería el ser esposa y madre. Desde entonces, mi perspectiva de la vida ha cambiado y he invertido mis prioridades. Sé que todas las bendiciones prometidas serán mías, pero que ocurrirán en el tiempo del Señor y no en el mío”. ¡Qué pensamiento tan potente! (Facebook, 12 de julio de 2016, facebook.com/dallin.h.oaks)

Invite a los alumnos a anotar lo que podrían hacer para continuar ejerciendo fe en Jesucristo mientras esperan recibir las bendiciones familiares que desean.

Podría alentar a los alumnos a buscar la guía y el apoyo del Señor para aprender cómo obtener gozo, satisfacción y crecimiento ahora, sean cuales sean sus circunstancias familiares.

Cada miembro de la Iglesia es una parte importante del cuerpo de Cristo

Invite a los alumnos a repasar 1 Corintios 12:12–27 en busca de lo que nos enseña la analogía del apóstol Pablo acerca de la Iglesia y sus miembros.

  • ¿Qué verdades aprendemos de esa analogía? (Entre las verdades que los alumnos puedan reconocer, asegúrese de hacer hincapié en la siguiente verdad: Todo miembro de la Iglesia es necesario y puede hacer una contribución importante a la Iglesia).

Para demostrar que todos los miembros de la Iglesia tienen algo valioso para contribuir, podría mostrar el video “Las canciones que se cantan y las que no se cantan” (2:56), que se encuentra en la sección “¿Deseas saber más?” del material de preparación.

Para ayudar a los alumnos a considerar cómo incluir a otras personas y que elijan incluirse a sí mismos en el entorno de la Iglesia, podría compartir la siguiente situación hipotética (o adaptar la situación, según sea apropiado, para que sea más relevante para sus alumnos):

Victoria, quien se divorció hace poco, te confía que ya no siente que encaje en la Iglesia. Se sienta sola en las reuniones de la Iglesia y se siente fuera de lugar durante las conversaciones de la Sociedad de Socorro relacionadas con el matrimonio y la familia. Se cuestiona si acaso tiene algo que aportar a su barrio en su situación actual.

Considere organizar a los alumnos en grupos de dos y mostrar las siguientes preguntas. Invite a un alumno de cada grupo a meditar en cómo respondería las preguntas de Victoria desde la perspectiva de Victoria. Invite al otro alumno a meditar en las otras preguntas desde la perspectiva de alguien del barrio de Victoria. Cuando hayan pasado algunos minutos, invite a los alumnos a que compartan sus respuestas el uno con el otro.

Victoria

Miembro del barrio

No siento que pertenezca. ¿Qué puedo hacer para sentirme más incluida?

¿Cómo puedo apoyar a Victoria en su situación actual?

¿Cuáles son algunos de los puntos de vista y las contribuciones singulares que podría aportar a mi barrio?

¿Qué puedo hacer para entender mejor a Victoria y ayudarla a sentirse valorada e incluida en nuestro barrio?

¿Qué puedo hacer para permitir que el Salvador me ayude a entender y sentir mi valor y mi lugar en Su Iglesia?

¿Cómo puedo incluir más a los miembros del barrio que experimentan circunstancias tales como ser adultos solteros, ser madres o padres solteros, o estar casados y no tener hijos?

Después de darles suficiente tiempo, invite a algunos alumnos a compartir con la clase lo que aprendieron de esta actividad.

Dé tiempo a los alumnos para que anoten y planifiquen cómo actuarán de acuerdo con sus impresiones para apoyar a otros miembros de la Iglesia, independientemente de sus circunstancias familiares. Podría invitar a los alumnos a pensar en miembros específicos de su barrio o rama a quienes podrían apoyar.

Considere concluir la lección testificando del amor y del apoyo incondicionales del Padre Celestial por aquellos cuyas situaciones familiares son difíciles. Testifique también que cada miembro de la Iglesia del Señor es necesario y puede hacer una contribución significativa.

Para la próxima clase

Invite a los alumnos a pensar en personas que conozcan que tengan problemas de salud mental o emocional. Anime a los alumnos a estudiar el material de preparación para la próxima lección teniendo presentes a dichas personas. También podría alentar a los alumnos a buscar pasar algo de tiempo a solas para evaluar su propia salud mental.