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Lección 12 — Material de preparación para la clase: Cómo nutrir la relación matrimonial


“Lección 12 — Material de preparación para la clase: Cómo nutrir la relación matrimonial”, La familia eterna: Material para el maestro, 2022

“Lección 12 — Material de preparación para la clase”, La familia eterna: Material para el maestro

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un esposo y una esposa felices

Lección 12 — Material de preparación para la clase

Cómo nutrir la relación matrimonial

¿Alguna vez has visto a algún matrimonio fuerte y feliz y te preguntaste cuál era la clave de su éxito? El presidente Gordon B. Hinckley hizo la siguiente observación: “Un buen matrimonio requiere tiempo; requiere esfuerzo. Tienen que dedicarle esfuerzo; tienen que cultivarlo” (“Las obligaciones de la vida”, Liahona, mayo de 1999, pág. 4). A medida que estudies la doctrina y los principios de esta lección, considera lo que puedes hacer para prepararte para un matrimonio feliz o para nutrir mejor el matrimonio que tienes.

Sección 1

¿Cómo podemos mi cónyuge y yo edificar un matrimonio eterno y gozoso?

En un mundo donde muchos matrimonios parecen tener problemas o terminar en divorcio, algunos podrían preguntarse si la felicidad conyugal en verdad es posible para ellos. El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, ofreció el siguiente mensaje de esperanza:

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Élder Jeffrey R. Holland

Permítanme declarar, inequívoca, absoluta y rotundamente no solo que sí existe aquello que llamamos matrimonios felices, sino que además los matrimonios felices son la norma, y no la excepción.

La hermana Holland y yo somos pruebas vivientes de que no solo pueden ser felices, sino que pueden ser extremadamente felices […].

Tienen que dedicarle esfuerzo al matrimonio. Para todo lo bueno que conozco de este mundo, hay que trabajar.

Dios los ayudará. Entre todas las cosas en este mundo en las que Él los ayudará se hallarán su matrimonio y su familia, porque a Él le preocupan tanto como les preocupan a ustedes (“You Asked—They Answered: Marriage and Family”, New Era, agosto de 2016, pág. 3).

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una pareja tomada de la mano en el templo

Lee la siguiente declaración del élder L. Whitney Clayton, que fue miembro de los Setenta, acerca de lo que contribuye a un matrimonio feliz y eterno. Si lo deseas, marca los principios que encuentres.

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Élder L. Whitney Clayton

He observado que, en los matrimonios más felices, tanto el esposo como la esposa consideran su relación como una perla de gran precio, un tesoro de valor infinito. Saben que no existe ningún otro tipo de relación que pueda aportar tanto gozo, generar tanto bien ni producir tanto refinamiento personal […].

… Los matrimonios de éxito se construyen sobre el fundamento de la fe en el Señor Jesucristo y la observancia de Sus enseñanzas [véase “La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, LaIglesiadeJesucristo.org] […].

… los matrimonios felices se apoyan en el don del arrepentimiento […].

La humildad es la esencia del arrepentimiento. La humildad es desinteresada, no es egoísta […]. La humildad significa que tanto el esposo como la esposa procuran bendecir, ayudar y elevarse el uno al otro, dando prioridad al otro en cada decisión […].

“Los matrimonios más felices que he visto irradian la obediencia a uno de los mandamientos más felices: “Viviréis juntos en amor” [Doctrina y Convenios 42:45] (“El matrimonio: Observen y aprendan”, Liahona, mayo de 2013, págs. 83, 84, 85).

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ícono, analizar

Analiza a fin de prepararte para la clase

Piensa en alguna pareja que conozcas que tenga un matrimonio feliz. Comunícate con ellos y pídeles que compartan los principios que hayan sido importantes para su éxito. Mientras hablan, anota lo que aprendas y prepárate para compartirlo durante la clase. Si no puedes comunicarte con nadie, mira el video “Expresiones de amor” (3:26) en busca de las claves de un matrimonio feliz.

Sección 2

¿De qué modo el seguir el ejemplo de Jesucristo puede ayudarme a nutrir mi matrimonio?

El presidente Russell M. Nelson enseñó sobre la importancia de nutrir el matrimonio:

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Presidente Russell M. Nelson

El matrimonio proporciona mayores posibilidades de obtener la felicidad que cualquier otro tipo de relación humana; aun así, algunos matrimonios no desarrollan plenamente el potencial que tienen […]; permiten que su romance se eche a perder, dejan de valorarse el uno al otro y permiten que otros intereses o que los nubarrones del abandono oscurezcan la visión de lo que su matrimonio podría llegar a ser en realidad. Los matrimonios serían más felices si se nutrieran con mayor esmero (“Nutrir el matrimonio”, Liahona, mayo de 2006, pág. 36).

Entre las instrucciones que el apóstol Pablo dio a los miembros de la Iglesia de Éfeso, se encontraban consejos relacionados con el matrimonio.

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Estudia a fin de prepararte para la clase

Lee Efesios 5:25, 28–31 y piensa en cómo el seguir el ejemplo de Jesucristo puede ayudar al esposo y a la esposa a nutrir el matrimonio.

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Jesús lavando los pies de los Apóstoles, por Del Parson

Seguir el ejemplo del Salvador puede ayudar al esposo y a la esposa a cumplir su “solemne responsabilidad de amarse y cuidarse el uno al otro” (“La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, LaIglesiadeJesucristo.org). Algunos de los esfuerzos por nutrir el matrimonio pueden ser grandes, pero algunas de los actos más eficaces y significativos son “pequeñ[os] y sencill[os]” (Alma 37:6). Tal como enseñó el presidente Dieter F. Uchtdorf, en aquel entonces de la Primera Presidencia: “Los grandes matrimonios se edifican un ladrillo por vez, día tras día, durante toda una vida” (“Un elogio a los que salvan”, Liahona, mayo de 2016, pág. 78).

La presidenta Linda K. Burton, quien fue Presidenta General de la Sociedad de Socorro, planteó algunas preguntas sencillas que podemos utilizar para evaluar nuestros esfuerzos por nutrir nuestro matrimonio:

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Presidenta Linda K. Burton

Adaptándolas un poco, estas preguntas se pueden aplicar a la mayoría de nosotros, ya sea que estemos casados o solteros, o cualquiera sea la situación en nuestro hogar.

  1. ¿Cuándo fue la última vez que elogié con sinceridad a mi cónyuge, ya sea en privado o en presencia de nuestros hijos?

  2. ¿Cuándo fue la última vez que agradecí, expresé amor o pedí fervientemente con fe por él o ella en oración?

  3. ¿Cuándo fue la última vez que me abstuve de decir algo que sabía podría causarle dolor?

  4. ¿Cuándo fue la última vez que me disculpé y humildemente pedí perdón, sin agregar las palabras “pero si hubieras” o “pero si no hubieras”?

  5. ¿Cuándo fue la última vez que decidí ser feliz en lugar de querer “tener la razón”? […].

¿Se unirán a mí en busca de la ayuda del Espíritu Santo para que nos enseñe cómo podemos elevarnos mejor unos a otros en nuestras funciones complementarias como hijos e hijas por convenio de nuestros amorosos padres celestiales? (véase “Ascenderemos juntos”, Liahona, mayo de 2015, págs. 31–32).

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Medita a fin de prepararte para la clase

Piensa en un ejemplo específico o en alguna enseñanza de la vida del Salvador que podría ayudar a alguien a nutrir su matrimonio o prepararse para hacerlo en el futuro.

Sección 3

¿Cómo me allego a mi cónyuge?

En una revelación que se dio en 1831, el Señor dio algunas leyes generales de conducta para los miembros de la Iglesia. Entre ellas, se encontraba este mandato: “Amarás a tu esposa con todo tu corazón, y te allegarás a ella y a ninguna otra” (Doctrina y Convenios 42:22; véanse también Génesis 2:24; Mateo 19:5).

En las Escrituras, la palabra allegarse significa aferrarse, apegarse o unirse. “Entonces, de acuerdo con la definición de las Escrituras, vemos que Dios espera que nos ‘aferremos’ a nuestro cónyuge o que nos ‘unamos’ a él o a ella” (Matthew O. Richardson, “Three Principles of Marriage”, Ensign, abril de 2005, pág. 22).

El presidente Spencer W. Kimball enseñó lo siguiente sobre la frase “ninguna otra” (Doctrina y Convenios 42:22):

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Presidente Spencer W. Kimball

Las palabras ninguna otra [ningún otro] eliminan a cualquier otra persona o cosa. De manera que el cónyuge llega a ocupar el primer lugar en la vida del esposo o de la esposa, y ni la vida social, ni la vida laboral, ni la vida política, ni ningún otro interés, persona o cosa deben recibir mayor preferencia que el compañero o compañera correspondiente (véase El Milagro del Perdón, 1977, pág. 256).

El élder Clayton explicó cómo se aplica el allegarnos a nuestro cónyuge al utilizar las redes sociales:

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Élder L. Whitney Clayton

Los profetas enseñan que los matrimonios de éxito son “ferozmente leales” el uno al otro [véanse Thomas S. Monson, “El poder del sacerdocio”, Liahona, mayo de 2011, pág. 68; Gordon B. Hinckley, “Las obligaciones de la vida”, Liahona, mayo de 1999, pág. 4]. Usan las redes sociales con total dignidad, en todos los sentidos. No se permiten experiencias secretas en internet; comparten libremente sus contraseñas de las redes sociales; no miran el perfil virtual de ninguna persona en manera alguna que traicione la confianza sagrada de su cónyuge. Nunca hacen ni dicen nada que se acerque a la apariencia de lo inapropiado, ya sea virtual o físicamente (véase “El matrimonio: Observen y aprendan”, Liahona, mayo de 2013. pág. 84).

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una joven pareja caminando juntos

Con respecto a la importancia de hacer de su cónyuge su máxima prioridad, el presidente Nelson enseñó lo siguiente en una sesión del sacerdocio de la conferencia general. Aunque este consejo estaba dirigido a los esposos, se aplica de igual manera a ambos cónyuges.

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Presidente Russell M. Nelson

… am[en] y cuid[en] de su esposa Lleguen a ser uno con ella; sean su compañero […]. Ningún otro interés en la vida debe cobrar prioridad por encima de edificar una relación eterna con ella. Nada en el televisor, los dispositivos móviles ni las computadoras es más importante que el bienestar de ella. Hagan un inventario de cómo utilizan su tiempo y a qué dedican sus energías; eso les indicará dónde está puesto su corazón. Oren para tener el corazón en sintonía con el de su esposa. Procuren brindarle dicha (“Podemos actuar mejor y ser mejores”, Liahona, mayo de 2019, pág. 68).

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ícono, actuar

Actuar

Sigue la invitación del presidente Nelson de hacer “un inventario de cómo utilizan su tiempo y a qué dedican sus energías” (“Podemos actuar mejor y ser mejores”, Liahona, mayo de 2019, pág. 68). ¿Qué ajustes necesitas hacer ahora para estar mejor preparado para allegarte a tu futuro cónyuge o para allegarte más completamente a tu cónyuge, si estás casado(a)? Anota un plan o una meta en la que puedas trabajar esta semana.