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Lección 18 — Material de preparación para la clase: Cómo proveer para las necesidades temporales


“Lección 18 — Material de preparación para la clase: Cómo proveer para las necesidades temporales”, La familia eterna: Material para el maestro, 2022

“Lección 18 — Material de preparación para la clase”, La familia eterna: Material para el maestro

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una joven familia disfruta de cenar juntos

Lección 18 — Material de preparación para la clase

Cómo proveer para las necesidades temporales

El Señor se preocupa por nuestro bienestar físico o temporal. Él ha revelado verdades que pueden ayudarte a satisfacer tus propias necesidades físicas y las de tu familia de maneras que también te ayudarán a crecer espiritualmente. Al estudiar este material, considera cómo podrías poner en práctica estas verdades de una mejor manera.

Sección 1

¿Cuál es mi responsabilidad en cuanto a satisfacer las necesidades temporales de mi familia?

Poco después de la restauración de la Iglesia de Jesucristo, el Señor reveló algunas responsabilidades temporales de los miembros de la Iglesia.

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ícono, estudiar

Estudia a fin de prepararte para la clase

Lee Doctrina y Convenios 75:28–29; 83:4, y considera cómo se aplica a ti el consejo del Señor.

A través de los profetas de los últimos días, el Señor ha reafirmado que los “ padres tienen el deber sagrado de criar a sus hijos con amor y rectitud, [y] de proveer para sus necesidades físicas y espirituales” (“La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, LaIglesiadeJesucristo.org).

Para cumplir con dicho deber de satisfacer las necesidades físicas de sus hijos, los padres deben aprender a ser autosuficientes. La autosuficiencia es un principio fundamental del Evangelio. Es “la capacidad y el compromiso de proveer las necesidades del diario vivir para uno mismo y para la familia” (El proveer conforme a la manera del Señor: Resumen de la Guía para los líderes del programa de bienestar, 2009).

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un joven adulto prepara comida en un restaurante

El élder Robert D. Hales, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó los siguientes principios sobre la autosuficiencia:

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Élder Robert D. Hales

La autosuficiencia es el aceptar la responsabilidad de nuestro propio bienestar temporal y espiritual, y la de aquellos que el Padre Celestial ha confiado a nuestro cuidado. Solo cuando somos autosuficientes podemos en verdad emular al Salvador al servir y bendecir a los demás.

Es importante comprender que la autosuficiencia es un medio para lograr un fin. Nuestra meta final es llegar a ser como el Salvador, y el servicio desinteresado a los demás realza dicha meta. Nuestra capacidad de servir aumenta o disminuye según nuestro nivel de autosuficiencia (véase “Una perspectiva del Evangelio sobre Bienestar: La fe en acción”, en Principios básicos sobre bienestar y autosuficiencia [reunión mundial de capacitación de líderes, 2009], págs. 1–2; véase también LaIglesiadeJesucristo.org).

Considera la importancia de las siguientes instrucciones sobre la autosuficiencia:

Cuando eres autosuficiente, utilizas las bendiciones y aptitudes que Dios te ha dado para cuidar de ti mismo(a) y de tu familia, y para encontrar soluciones a tus propios problemas. La autosuficiencia no significa que puedas hacer todo solo(a). Para ser verdaderamente autosuficiente, debes aprender a trabajar con los demás y dirigirte al Señor para pedir Su ayuda y fortaleza (Para la Fortaleza de la Juventud [folleto, 2011], pág. 41).

El presidente Spencer W. Kimball enseñó: “Ningún fiel Santo de los Últimos Días que esté física o emocionalmente capacitado pasará voluntariamente a otra persona la carga de su propio bienestar ni del de su familia” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Spencer W. Kimball [2006], pág. 129; véase también 1 Timoteo 5:8). Recuerda que el Señor te ayudará en tus esfuerzos por llegar a ser autosuficiente. Jesucristo enseñó que “mediante [Su] providencia”, la Iglesia podría “sosten[erse] independiente”, tanto temporal como espiritualmente (Doctrina y Convenios 78:14). Del mismo modo, el Salvador “mediante [Su] providencia” puede ayudarte a ser autosuficiente y a ser capaz de proveer lo necesario para ti mismo y para tu familia.

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Medita a fin de prepararte para la clase

¿Qué piensas o sientes sobre la responsabilidad de proveer para las necesidades temporales de tu familia?

Sección 2

¿Qué puede ayudarme a desarrollar la autosuficiencia y convertirme en un mejor proveedor?

Poseer una ética de trabajo diligente es esencial para desarrollar la autosuficiencia y proveer para nuestra familia. Desde Adán, nuestro Padre Celestial ha mandado a Sus hijos que trabajen (véanse Moisés 4:25, 29; 2 Tesalonicenses 3:10–13). El trabajo arduo y la diligencia son características de Dios y de quienes se esfuerzan por seguirlo (véanse 2 Nefi 5:17; Mosíah 27:3–4).

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una joven adulta trabajando en una granja de ordeñe

El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, hizo hincapié en la importancia del trabajo arduo cuando enseñó:

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Élder D. Todd Christofferson

Dios ha diseñado esta existencia mortal de modo que nos exija un esfuerzo casi constante […]. Mediante el trabajo mantenemos y enriquecemos la vida; nos permite sobrellevar las desilusiones y tragedias de la existencia mortal. Lo que logramos con esfuerzo produce autoestima. El trabajo edifica y refina el carácter, produce belleza, y es el medio para servirnos unos a otros y a Dios. Una vida consagrada está llena de trabajo, a veces repetitivo, de poca importancia o no apreciado, pero siempre produce mejoras, establece orden, sostiene, eleva, asiste, impulsa (“Reflexiones sobre una vida consagrada”, Liahona, noviembre de 2010, pág. 17).

Además de la responsabilidad que tienen los padres de “proveer para [las] necesidades físicas y espirituales [de sus hijos]”, “[p]or designio divino, el padre […] es responsable de proveer las cosas necesarias de la vida para su familia” (“La Familia: Una Proclamación para el Mundo”). El élder Christofferson alentó a los que se están preparando para ser padres cuando dijo:

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Élder D. Todd Christofferson

[L]es decimos que se preparen ahora siendo diligentes en la escuela y planificando sus estudios superiores. La educación —ya sea en la universidad, una escuela técnica, un programa de aprendizaje u otro similar— es clave para desarrollar las destrezas y habilidades que van a necesitar (“Padres”, Liahona, mayo de 2016, pág. 96).

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un joven adulto trabajando

El consejo de procurar educación es importante para todos los discípulos de Jesucristo. El Señor nos instruye: “… buscad conocimiento, tanto por el estudio como por la fe” (Doctrina y Convenios 88:118; véase también Doctrina y Convenios 90:15). Con respecto a esta responsabilidad, el presidente Russell M. Nelson enseñó:

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Presidente Russell M. Nelson

Por el carácter sagrado que tiene para nosotros el intelecto humano, consideramos que el obtener una educación es una responsabilidad religiosa […]. Nuestro Creador espera que Sus hijos en todas partes adquieran una formación (véase “¿Dónde se halla la sabiduría?”, Liahona, enero de 1993, pág. 6).

Considera otras posibles bendiciones de la educación aparte de ayudarnos a satisfacer mejor las necesidades económicas de nuestra familia. Obtener educación puede traernos realización personal y ayudarnos a cumplir con las expectativas del Señor de que desarrollemos y usemos los dones y habilidades que Él nos ha dado (véase Mateo 25:14–30). Obtener educación puede mejorar nuestra capacidad de afrontar los desafíos de la vida. La educación también aumenta nuestra capacidad de servir a los demás y edificar el Reino del Señor.

El presidente Thomas S. Monson enseñó:

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Presidente Thomas S. Monson

Sus talentos aumentarán a medida que estudien y aprendan. Podrán ayudar mejor a sus familias en su aprendizaje y sentirán tranquilidad al saber que se han preparado para las eventualidades de la vida (véase “Tres metas para guiarte”, Liahona, noviembre de 2007, pág. 119).

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jóvenes adultos haciendo tareas escolares juntos

En algunos casos, debido a muerte o divorcio u otras circunstancias limitantes, la madre debe proveer para la familia (véase el párrafo 7 de la proclamación sobre la familia). En otros casos, ambos padres deben trabajar para ayudar a satisfacer las necesidades básicas de su familia. El presidente M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles, brindó una advertencia importante y un consejo útil al tomar decisiones con respecto al hecho de que ambos padres tengan empleo:

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Presidente M. Russell Ballard

En la actualidad, nuestro mundo materialista nos presiona para que tengamos y gastemos más dinero. Lamentablemente, esto hace que las madres casadas deseen trabajar fuera del hogar a fin de conseguir un segundo sueldo. Cuando el esposo, la esposa y los hijos distinguen la diferencia que existe entre las necesidades básicas y los caprichos materiales, alivian a la familia de cargas económicas y contribuyen a que las madres puedan permanecer en casa. Las decisiones respecto a trabajar fuera del hogar son difíciles y deben tomarse tras mucha oración, teniendo siempre presente el consejo de los profetas vivientes respecto a este complejo asunto (“Las sagradas responsabilidades del ser padres”, Liahona, marzo de 2006, pág. 31; véase también Alma 37:37).

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Medita a fin de prepararte para la clase

¿Cómo te ha ayudado el Señor o cómo puede ayudarte a desarrollar una ética de trabajo diligente u obtener más educación?

Sección 3

¿Qué principios financieros pueden guiarme a fin de proveer para mi familia?

La tierra pertenece al Señor (véase Salmo 24:1). Él nos da poder y acceso a los recursos terrenales para satisfacer nuestras necesidades temporales y espirituales (véanse Deuteronomio 8:10, 18; Doctrina y Convenios 59:18–20). Para el Señor, todas las cosas son espirituales, incluso sus leyes temporales (véase Doctrina y Convenios 29:34). Él conoce las bendiciones así como los riesgos espirituales relacionados con la búsqueda y obtención de dinero y posesiones. Ha revelado principios para ayudarnos a administrar esos recursos de manera que puedan bendecirnos y protegernos como personas y familias.

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un adulto joven sentado ante un escritorio
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ícono, estudiar

Estudia a fin de prepararte para la clase

Selecciona al menos dos de los siguientes pasajes de las Escrituras, o busca dos por tu cuenta, y determina los principios de administración financiera prudentes que enseñan. Asiste a la clase preparado para compartir lo que descubras.

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Anota tus ideas

Escribe algunas de las decisiones acertadas que has tomado para proveer para tus necesidades temporales, así como algunas de las formas en que crees que puedes mejorar en tus esfuerzos para proveer para dichas necesidades.