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LECCIÓN 1: LOS LÍDERES Y NUESTRO POTENCIAL DIVINO


LECCIÓN 1

LOS LÍDERES Y NUESTRO POTENCIAL DIVINO

“Recordad que el valor de las almas es grande a la vista de Dios” (D. y C. 18:10).

PRINCIPIO DE LIDERAZGO

El comprender nuestro potencial divino ayuda a los líderes a guiar a otras personas hacia Jesucristo.

CONCEPTOS DE LA LECCIÓN

  1. Tenemos un potencial divino porque somos hijos del Padre Celestial.

  2. Jesucristo es nuestro Salvador.

  3. Los líderes deben seguir la “Regla de oro”.

CONCEPTO 1: TENEMOS UN POTENCIAL DIVINO PORQUE SOMOS HIJOS DEL PADRE CELESTIAL.

COMENTARIOS

El salmista hizo esta pregunta: “…¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria?” (Salmos 8:4). Hay personas que creen que el hombre es simplemente un animal racional motivado por instintos subconscientes, fuerzas socioeconómicas o agresividad innata; hay otras que creen que la conducta humana se rige por la promesa de recompensas o por la amenaza de castigos. Y algunas afirman que nuestra existencia no tiene sentido.

En contraste, los Santos de los Últimos Días entendemos que todos los seres humanos somos hijos del Padre Celestial y que tenemos el potencial de llegar a ser como Él (véase Hechos 17:29; Efesios 4:6; Hebreos 12:9). La admonición del Salvador de ser perfectos como Él es una evidencia de ese potencial divino.

Creemos que toda persona tiene un gran valor (véase D. y C. 18:10, 15), que tiene la facultad de discernir el bien del mal (véase 2 Nefi 2:5), que gracias a la expiación de Jesucristo tiene la libertad de elegir entre lo bueno y lo malo (véanse los vers. 26-27) y que, por lo tanto, es responsable de sus decisiones (véase el vers. 10). Y afirmamos que el propósito de Dios al establecer el plan de salvación es que tengamos gozo (véase el vers. 25).

IDEAS PARA LA ENSEÑANZA

Trace una línea vertical que divida la pizarra al medio; arriba, del lado izquierdo, escriba Puntos de vista mundanos sobre la naturaleza humana; y del lado derecho escriba Creencias de los Santos de los Últimos Días sobre la naturaleza humana. Analicen los comentarios anteriores y escriba, bajo los encabezamientos correspondientes, resúmenes de los puntos de vista seculares y del entendimiento que nos dan las revelaciones sobre nuestra naturaleza y nuestro potencial. Llame la atención de los alumnos con respecto al hecho de que los Santos de los Últimos Días sabemos que somos hijos del Padre Celestial y que tenemos el potencial de llegar a ser como Él.

Analicen la forma en que el saber quiénes somos y lo que podemos llegar a ser contribuye a que seamos mejores líderes. Exhorte a los alumnos a cultivar una comprensión más profunda de la naturaleza humana y del plan de salvación. Explíqueles que el hacerlo aumentará el deseo que tengan de acercar a las personas a Jesucristo y su capacidad para lograrlo.

Analicen cómo puede influir la comprensión que tengamos de nuestra naturaleza divina en la planificación de los programas para la Iglesia y para la familia.

Diga a los alumnos que lean Moisés 1:27-39, y luego analicen preguntas como éstas:

  • ¿Qué nos dicen estos versículos acerca de quiénes somos?

  • ¿Qué nos dicen sobre el potencial que tenemos?

  • ¿Habrá estado Moisés mejor capacitado para dirigir a su pueblo después de la visión que describen esos versículos? ¿Por qué?

  • ¿Qué verdades contienen estos versículos que puedan ayudarles a ser mejores líderes?

Divida la clase en grupos pequeños y dígales que imaginen que se ha llamado a cada grupo para planear una conferencia de juventud de la estaca. Pídales que bosquejen la conferencia y planifiquen las actividades de tal manera que los jóvenes sepan que son hijos del Padre Celestial y que tienen un potencial divino. Dígales que consideren las diferencias que habría en los planes si fuera una institución mundana la que los hiciera para un grupo similar de jóvenes. Déles tiempo para llevar a cabo la asignación y pida a cada grupo que informe a la clase de lo que haya preparado.

CONCEPTO 2: JESUCRISTO ES NUESTRO SALVADOR.

COMENTARIOS

La comprensión que tengamos de la naturaleza y la misión de Jesucristo modificará nuestro punto de vista de la naturaleza humana. El Evangelio enseña que Jesús es el Mesías, nuestro Salvador y el Hijo Divino de Dios el Padre.

El ángel dijo a Nefi lo siguiente: “…Estos últimos anales [el Libro de Mormón]… establecerán la verdad de los primeros [la Biblia]… y manifestarán a todas las familias, lenguas y pueblos que el Cordero de Dios es el Hijo del Eterno Padre, y es el Salvador del mundo; y que es necesario que todos los hombres vengan a él, o no serán salvos” (1 Nefi 13:40).

El Salvador sabía desde la infancia que Su misión formaba parte del plan de Su Padre Celestial. Como lo explicó el élder Neal A. Maxwell, del Quórum de los Doce Apóstoles: “Él sabía tanto desde tan pequeño” (Men and Women of Christ, 1991, pág. 115). El apóstol Juan escribió que Jesús “no recibió de la plenitud al principio, sino que continuó de gracia en gracia hasta que recibió la plenitud” (véase D. y C. 93:13). A medida que transcurría Su ministerio, Cristo habló con respecto a Su identidad y Su misión. “Yo y el Padre uno somos”, dijo a Sus discípulos (Juan 10:30). Junto al pozo de Jacob, reveló a la mujer samaritana que era el Mesías, esperado desde hacía tan largo tiempo (véase Juan 4:19-26, 42). El élder Bruce R. McConkie, que fue en vida miembro del Quórum de los Doce Apóstoles, resumió de esta manera el testimonio que el Señor dio de Sí mismo en el pozo de Betesda: “Él obraba por el poder del Padre, iba a llevar a cabo la Resurrección y se le honraría junto con el Padre; Él juzgaría a todos los seres humanos, predicaría a los espíritus que estaban en prisión y abriría los sepulcros de los que hubieran partido de esta tierra; Él tenía vida en Sí mismo, igual que el Padre… todo esto y mucho, mucho más [véase Juan 5]” (The Promised Messiah: The First Coming of Christ, 1978, pág. 154).

Amulek explicó esto a los zoramitas: “Porque es necesario que se realice una expiación; pues según el gran plan del Dios Eterno, debe efectuarse una expiación, o de lo contrario, todo el género humano inevitablemente debe perecer…

“Porque es preciso que haya un gran y postrer sacrificio; sí, no un sacrificio de hombre, ni de bestia, ni de ningún género de ave; pues no será un sacrificio humano, sino debe ser un sacrificio infinito y eterno…

“Y he aquí, éste es el significado entero de la ley, pues todo ápice señala a ese gran y postrer sacrificio; y ese gran y postrer sacrificio será el Hijo de Dios, sí, infinito y eterno” (Alma 34:9-10, 14).

IDEAS PARA LA ENSEÑANZA

Pida a los alumnos que busquen pasajes de las Escrituras que describan aspectos de la personalidad o el propósito divinos de Jesucristo; pida a algunos que lean a la clase lo que hayan encontrado. Analicen lo que enseñan las Escrituras y los profetas actuales sobre la identidad de Jesucristo y sobre lo que Él hizo por cada uno de nosotros mediante Su sacrificio expiatorio.

Explíqueles que la Expiación es el núcleo mismo del plan de salvación y es lo que hace posibles nuestra resurrección y retorno a nuestro hogar celestial. Analicen por qué es importante que las familias y los líderes de la Iglesia entiendan la función de Jesucristo en este plan.

CONCEPTO 3: LOS LÍDERES DEBEN SEGUIR LA REGLA DE ORO.

COMENTARIOS

Los líderes deben tratar a las personas con bondad y respeto. Toda persona es un hijo del Padre Celestial con potencial divino y por quien el Salvador sufrió y murió. La gente tiene la tendencia a responder mejor a los líderes que le demuestren amor y respeto.

El Salvador enseñó: “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas” (Mateo 7:12). Esta enseñanza se conoce como “la Regla de oro”.

Alma enseñó: “Pues he aquí, el Señor les concede a todas las naciones que, de su propia nación y lengua, enseñen su palabra, sí, con sabiduría, cuanto él juzgue conveniente que tengan” (Alma 29:8). Por lo tanto, no debe sorprendernos si los pueblos a los que no se ha revelado todavía el Evangelio entienden muchas de sus verdades.

Muchas religiones tienen preceptos similares a esta enseñanza del Salvador. El cuadro que aparece a continuación menciona varias.

Judaísmo

“Lo que tú aborreces, no lo hagas a tus semejantes. Ésta es toda la Ley; lo demás es comentario” (Talmud, Shabbat, 31a).

Budismo

“No hagas a los demás nada que tú consideres malo para ti mismo” (Udana-Varga, 5, 18).

Confucionismo

“Ciertamente, ésta es la máxima de la bondad tierna: No hagas a otros lo que no querrías que te hicieran a ti” (Analectas, 15, 23).

Islam

“Ninguno es creyente sino hasta que desee para su hermano lo mismo que desea para sí” (Sunnah).

Adaptado de la obra de David Wallechinsky e Irving Wallace, The People’s Almanac, 1975, págs. 1314-1315.

IDEAS PARA LA ENSEÑANZA

Pregunte a la clase si hay alguien que pueda repetir la “Regla de oro”; si nadie responde, dígales que lean Mateo 7:12 y explíqueles que a esa enseñanza del Salvador se le llama a veces la “Regla de oro”. Dígales que el Señor inspira a los maestros dignos en toda nación (véase Alma 29:8) y que en muchas religiones existe alguna versión de esa regla. El presidente Ezra Taft Benson enseñó que la Regla de oro es “la fórmula para tener buenas relaciones con otras personas” (The Teachings of Ezra Taft Benson, 1988, pág. 447).

Analice con la clase las características de los líderes que vivan de acuerdo con la Regla de oro y anote en la pizarra los comentarios que hagan los alumnos. Los siguientes ejemplos son apropiados:

Los líderes que viven de acuerdo con la Regla de oro:

  • Tienen una visión amplia de la gente y de sus propios deberes.

  • Son optimistas con respecto a las personas a quienes prestan servicio y a los deberes que llevan a cabo.

  • Desarrollan mayor habilidad y más deseos de servir a los demás.

(Véase también la lista que hizo el élder Vaughn J. Featherstone y que aparece más adelante, en la sección “Fuentes de recursos para el maestro”.)

Lean Lucas 10:25-37 y analicen lo que enseña esta parábola sobre la Regla de oro. Podría hacerles las siguientes preguntas:

  • ¿Qué podría costarle a una persona el ser un “buen samaritano”? ¿Podría ser el costo demasiado alto para los líderes? Expliquen.

  • Aun cuando los líderes no piensen que otras personas los van a tratar en forma similar, ¿deberían seguir la Regla de oro de todas maneras? ¿Por qué?

  • ¿Qué les parece que cambiaría en nuestro país si los líderes y los ciudadanos vivieran de acuerdo con la Regla de oro?

FUENTES DE RECURSOS PARA EL MAESTRO