2021
Mi testimonio de la historia familiar
Enero 2021


Voces de los Santos

Mi testimonio de la historia familiar

Para nuestro Padre Celestial nada es imposible. Desde que conocí el Evangelio quise tener una familia eterna, no solo quise tener mi propia familia esposo e hijos-, sino también quería incluir a mis antepasados; pero tenía un problema, yo no conocía a mi padre terrenal ni siquiera en fotos.

Sé que Dios conocía los deseos de mi corazón y en una mañana muy temprano, mientras todos dormían, comencé a orar fervientemente. Abrí mi corazón y le dije a Dios cuál era mi deseo: conocer a mi padre para hacer mi historia familiar y mi oración fue contestada casi al instante. Escuché una voz suave y dulce, llena de amor que me dijo: Búscalo. Y yo dije, pero ¿dónde? Al instante, vinieron a mi mente recuerdos de mi mamá que me decía que, de niño,mi papá vivía en un lugar de Viña del Mar que se llamaba Cerro Castillo y pensé, “Bien, iré a buscarlo allí”.

Todo el tiempo en que estuve orando, lloraba porque eso era algo que en verdad quería hacer para completar mi vida. Las cosas sucedieron de una manera extraordinaria. Esa mañana nos visitó mi cuñado, hermano de mi esposo, y le comenté la experiencia que viví y mi decisión de ir a buscar a mi papá. Él se ofreció a ayudarme, dijo que tenía un amigo de la universidad que vivía en ese cerro y que quizás podríamos comenzar allí.

Llegamos al lugar y el amigo de mi cuñado no estaba en su casa, pero encontramos a una señora que trabajaba allí. Era una señora mayor que había trabajado por años en Cerro Castillo y conocía a muchas familias. Mi cuñado le preguntó si conocía a la familia Brunet y ella dijo que sí y que vivían en el pasaje Iberia. Partimos de inmediato y allí preguntamos a unas personas que estaban saliendo de ese pasaje y nos dijeron que la familia Brunet vivía en una casa grande y blanca.

Encontramos el lugar y cuando pude hablar con la dueña de la casa, me dijo que mi historia le parecía increíble -de buscar a mi papá. Ella era la esposa del primo de mi papá y me contó de él. Me dijoque tenía una familia y que vivía en Calera de Tango, un lugar que está a las afueras de Santiago, Chile. Ese mismo día todos supieron de mi existencia, incluso mi papá.

Dos meses después de ese contacto, lo pude conocer. ¡Fue hermoso!; una gran bendición para mí. Le dije a mi papá que quería saber dónde estaba enterrado mi abuelo, para llevarle flores. Me dijo que en un mausoleo en el cementerio de Santa Inés en Viña del Mar. Fui a visitarlo, consulté con los guardias del cementerio quienes me mostraron el lugar. Al llegar allí comencé a llorar porque no solo estaba mi abuelo sino también estaban diez de mis antepasados, incluyendo a mis tatarabuelos. Sentí tanto amor por ellos. Siento que ellos estuvieron esperando mucho tiempo a que los encontrara, y eso no hubiera sido posible si yo no hubiera orado con tanto fervor aquella mañana.

Nuevamente fue una gran bendición para mí cuando llevé sus nombres al templo; fue maravilloso saber que ellos conocerían el Evangelio y que lo aceptarían. Soñé con ellos una vez que se llevaron a cabo las ordenanzas por ellos. En mi sueño, ellos venían a darme las gracias por todo lo que había hecho por ellos y yo les decía que era mi deber, que tenía que hacerlo; y asíme desperté conversando con ellos.

Esta experiencia es un gran testimonio en mi vida, nuestros antepasados nos necesitan; necesitan que hagamos las ordenanzas por ellos. Es una gran obra de amor en la que el Señor ha hecho volver el corazón de los padres a sus hijos y de los hijos hacia sus padres, para que podamos sellarnos como una gran familia eterna. Es mi testimonio y lo comparto en el nombre de nuestro Salvador Jesucristo. Amén.