2020
La importancia de la salud física y emocional
Enero de 2020


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La importancia de la salud física y emocional

“Cuidar de tu cuerpo también bendice tu mente y te ayuda a recordar que eres hijo o hija de Dios, a tener confianza en ti mismo y sentirte feliz. Nuestra naturaleza emocional, física y espiritual están conectadas”. —Para la Fortaleza de la Juventud1

¿Por qué algunas de las personas que nos rodean parecen más alegres? Una de las razones son los hábitos. Si consideramos nuestro cuerpo desde una perspectiva espiritual y comprendemos que es un templo, un don de Dios, lo amaremos y lo mantendremos sagrado, ya que como hijos de Dios tenemos la capacidad de adaptarnos; aunque en ocasiones existen desafíos en nuestra vida donde necesitamos ayuda adicional. Para esto, ejemplificaremos las situaciones de nuestra vida como un electrocardiograma.

El electrocardiograma es la representación gráfica de la actividad eléctrica del corazón en función del tiempo, en ocasiones las ondas que marcan son variables ya que el mecanismo de activación celular muestra intervalos en movimientos distintos.

Cuando las líneas se mantienen inconstantes, nos dice que existe presencia de cambios lo cual representa la vida, sin embargo, cuando estas ondas se posicionan en un estado neutro, esto nos indica una inusual conducta de la que se tiene que tratar inmediatamente.

En nuestra vida, tenemos ondas que nos indican nuestro estado de ánimo y nos mantienen en constantes cambios, sin embargo, en ocasiones existen líneas rectas que nos posicionan con desafíos físicos y emocionales que nos llevan a revisar de forma inmediata nuestro bienestar.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”2.

¿Qué podemos hacer para mantenernos emocionalmente sanos?

Necesitamos identificar y evaluar nuestra salud física y emocional, lo cual implica saber cuándo podemos ocuparnos de nosotros mismos y cuándo pedir ayuda.

  1. Cuidate físicamente, come bien, duerme lo suficiente y haz ejercicio.

  2. Haz oración y pide ayuda en lugar de soluciones, nunca pierdas la fe en nuestro Padre Celestial.

  3. Escribir en tu diario, es una buena forma de procesar sentimientos.

  4. Expresa con sinceridad tus emociones con amigos y familiares, esta es una maravillosa válvula de escape.

  5. Emplea tu tiempo adecuadamente, dedicalo a tu familia, a ti mismo, presta servicio. Si algún aspecto te roba el tiempo y energía, por ejemplo, redes sociales, evalúalo.

  6. No postergues, visualiza resultados positivos y haz planes para lograrlos.

  7. Reconoce tus fortalezas y evita compararte con otros.

  8. Céntrate en las cosas que puedes mejorar, como tus hábitos, tu manera de tomar decisiones y tu actitud hacia los demás.

  9. Evita los pensamientos negativos, siempre viene uno después de otro.

  10. Busca un mentor, que tenga aptitud profesional y buenos valores.

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Notas

  1. Para la Fortaleza de la Juventud, páginas 52–53.

  2. La Organización Mundial de la Salud; https://www.who.int/features/factfiles/mental_health/es/