Seminario
Unidad 9: Día 3, Jacob 1–2


Unidad 9: Día 3

Jacob 1–2

Introducción

Tras la muerte de Nefi, los nefitas comenzaron a “entregarse un tanto a prácticas inicuas” bajo el reinado de un nuevo rey (Jacob 1:15). Jacob y José, los dos hermanos menores de Nefi, habían sido consagrados por Nefi como sacerdotes y maestros del pueblo y obraron diligentemente a fin de persuadir al pueblo a arrepentirse y venir a Cristo. Jacob obedeció el mandamiento de Nefi de registrar las predicaciones, revelaciones y profecías sagradas en las planchas menores. Fiel a la responsabilidad que recibió de Dios, Jacob llamó a su pueblo al arrepentimiento, advirtiéndole de los pecados del orgullo, del amor a la riqueza y de la inmoralidad sexual. Habló acerca de los peligros y las consecuencias de esos tres pecados.

Jacob 1:1–2:11

Jacob advierte al pueblo en cuanto a su iniquidad

Considera lo que dirías en la siguiente situación: Uno de tus amigos de la Iglesia adopta una actitud negativa hacia sus líderes del sacerdocio y dice que: “No parecen tener ni idea de lo que es el mundo real. Siguen advirtiendo contra tomar decisiones que en realidad no son nada del otro mundo. Ojalá no pasaran tanto tiempo diciéndonos todas las cosas malas que debemos evitar. Sólo deberían hablar de cosas positivas”.

Imagen
Jacob enseñando

Piensa por un momento por qué a veces los líderes del sacerdocio nos advierten contra el pecado. Jacob escribió que después de la muerte de Nefi (véase Jacob 1:9), el pueblo comenzó a entregarse a ciertas prácticas inicuas. Lee Jacob 1:15–16 y busca lo que el pueblo hacía, lo cual preocupaba a Jacob.

Si lo deseas, encierra en un círculo las palabras empezar y empezaron en Jacob 1:15–16. ¿Por qué es una bendición contar con líderes del sacerdocio que nos advierten de problemas cuando éstos surgen o incluso antes de que surjan?

Lee Jacob 1:6–8 y determina la razón por la que Jacob y los líderes que trabajaban con él aconsejaban al pueblo de Nefi que evitara el pecado. ¿Por qué crees que los líderes del sacerdocio de tu familia, así como los líderes locales y generales, te advierten en contra del pecado y te enseñan el Evangelio con tanta diligencia? Si lo deseas, marca las frases de Jacob 1:7 que contengan el siguiente concepto verdadero: Los líderes del sacerdocio trabajan diligentemente para ayudarnos a venir a Cristo.

Lee Jacob 1:17–19 y busca otros motivos por los que Jacob y su hermano José trabajaban tan diligentemente para enseñar al pueblo.

¿Qué crees que significa obtener un “mandato del Señor” (Jacob 1:17)?

Si lo deseas, marca otras frases que ayuden a enseñar el siguiente principio: Los líderes del sacerdocio tienen la responsabilidad divina de enseñar la palabra de Dios y de advertir contra el pecado.

Medita por un momento en la razón por la que es importante entender que los líderes del Sacerdocio son responsables ante el Señor del esfuerzo que hagan por enseñarnos lo que el Señor quiere que sepamos.

Lee Jacob 2:1–3, 6–7, 10–11 y busca las frases que indiquen lo que sentía Jacob en cuanto a su difícil tarea de llamar al arrepentimiento a su pueblo.

  1. Piensa en lo que puedes aprender de las siguientes frases acerca de la motivación de Jacob de cumplir con su difícil tarea: “hoy me agobia el peso de un deseo y afán mucho mayor por el bien de vuestras almas” (Jacob 2:3) y “debo obrar según los estrictos mandamientos de Dios” (Jacob 2:10). En el diario de estudio de las Escrituras, escribe una respuesta a las siguientes preguntas:

    1. ¿En qué ocasiones has sentido el amor y la preocupación de un líder del sacerdocio por ti?

    2. ¿En qué momentos has sentido que las palabras o los hechos de un líder del sacerdocio fueron inspiradas por Dios para ayudarte?

Reflexiona de nuevo en la situación que se presentó al principio de la lección. Piensa en lo que dirías para contestar a tu amigo o amiga basándote en lo que estudiaste hoy.

Jacob 2:12–21

Jacob reprende a los del pueblo por el orgullo que tienen

Para ayudarte en tu preparación para estudiar lo que el Señor le mandó a Jacob que enseñara, piensa en las bendiciones que el Señor te ha dado en estas categorías: familia, amigos, líderes y maestros de la Iglesia, habilidades artísticas y musicales, aptitudes atléticas, talentos, estudios, oportunidades de superarte, conocimiento del Evangelio y bienes materiales. Piensa en otras formas en que el Señor te ha bendecido.

Lee Jacob 2:12–13 y determina lo que buscaban los nefitas. Observa que Jacob enseñó que “la mano de la providencia” había bendecido a los nefitas con riquezas. Esa frase se refiere a nuestro Padre Celestial.

  1. En el diario de estudio de las Escrituras escribe por qué consideras que es importante recordar que el Señor te ha dado las bendiciones y las habilidades que tienes.

Si no tenemos cuidado, podemos envanecernos con orgullo después de recibir las bendiciones que pedimos, tal como sucedió con los nefitas. En el espacio a continuación, escribe lo que crees que significa la frase: “os envanecéis con el orgullo de vuestros corazones”.

Según lo que dice en Jacob 2:13, ¿cuáles dijo Jacob que eran algunas de las causas del orgullo de los nefitas?

Piensa en una persona o un grupo de personas de nuestros días que maltraten, ignoren o persigan a otras personas por haber “adquirido más abundantemente” que las personas a las que maltratan (Jacob 2:13). Por ejemplo, debido a que algunas personas tienen más dinero, más amigos, más habilidad deportiva o incluso un mayor conocimiento del Evangelio que otras, piensan erróneamente que son mejores que otros o incluso los persiguen. Medita si ha habido algún momento en tu vida en que hayas actuado con orgullo.

Lee Jacob 2:17–21 y marca las frases que podrían ayudarte a vencer el orgullo.

  1. En el diario de estudio de las Escrituras, escribe dos o más de las frases que encontraste en Jacob 2:17–21 y explica cómo te pueden ayudar a vencer el orgullo. Para hacer esta asignación, podría servirte el considerar algunas de las preguntas que vienen a continuación: ¿Qué crees que significa buscar el reino de Dios? ¿Lograr una esperanza en Cristo? Si buscas el reino de Dios y logras una esperanza en Cristo, ¿qué influencia tendría en el concepto que tienes de los demás y en la forma en que los tratas?

Imagínate que tu mamá, tu papá o un líder te preguntara lo que estudiaste hoy. Escribe un principio de Jacob 2:17–21 que podrías usar para contestarle.

Un principio de Jacob 2:17–21 es: Debemos buscar el reino de Dios por encima de cualquier otro interés.

  1. En el diario de estudio de las Escrituras escribe una forma en la que puedes usar las bendiciones y oportunidades que te ha dado el Señor para ayudar a edificar el reino de Dios y bendecir a los demás.

Jacob 2:22–30

Jacob amonesta a su pueblo por su inmoralidad sexual

El presidente Ezra Taft Benson dijo lo siguiente. Adivina las dos palabras que completan la frase:

”La plaga de esta generación es el pecado de la ” (“Seamos puros”, Liahona, mayo de 1986, pág. 1; busca la respuesta correcta al final de esta lección).

Lee Jacob 2:22–23, 28 y marca las frases que usó Jacob para describir la gravedad de la inmoralidad sexual. Te podría ser de utilidad recordar que la palabra fornicaciones se refiere a los pecados sexuales.

Imagen
Élder Richard G. Scott

El élder Richard G. Scott, del Quórum de los Doce Apóstoles, explicó algunos hechos que violan la ley de castidad: “Toda intimidad sexual fuera de los lazos sagrados del matrimonio, o sea, todo contacto intencional con las partes sagradas y privadas del cuerpo de otra persona, ya sea vestido o sin ropa, es un pecado y está prohibido por Dios; también es una transgresión estimular esas emociones intencionalmente en tu propio cuerpo” (“Las decisiones correctas”, Liahona, enero de 1995, pág. 44).

Los actos homosexuales y el ver pornografía también violan la ley de castidad del Señor.

Observa cómo trataron los nefitas de justificar sus pecados, tal como se registra en Jacob 2:23–24. Piensa por un momento en la forma en que la gente procura justificar la inmoralidad sexual en nuestros días.

Uno de los pecados de los nefitas fue la práctica no autorizada del matrimonio plural. Jacob enseñó el mandamiento del Señor de que un hombre debe casarse con una sola mujer (véase Jacob 2:27). El tener más de una esposa sin la autorización del Señor por medio de Sus líderes del sacerdocio es un ejemplo de un pecado sexual. A los ojos de Dios, los pecados sexuales son muy serios (véase Alma 39:5).

El pueblo del Señor tiene la autorización de practicar el matrimonio plural solo cuando el Señor lo manda (véase Jacob 2:30). En ciertas épocas de la historia del mundo, el Señor ha mandado a Su pueblo que practique el matrimonio plural. Por ejemplo, en los tiempos del Antiguo Testamento, Abraham y Sara practicaron el matrimonio plural (véase Génesis 16:1–3; D. y C. 132:34–35, 37) y su nieto Jacob (véase D. y C. 132:37), y también se practicó por un tiempo durante los inicios de la Iglesia restaurada, empezando por el profeta José Smith (véase D. y C. 132:32–33, 53). Sin embargo, Dios mandó a Su profeta Wilford Woodruff poner fin a la práctica del matrimonio plural (véase Declaración Oficial 1 en Doctrina y Convenios).

Lee Jacob 2:31–35 y marca las frases que indiquen algunas de las consecuencias del pecado sexual.

  1. Responde las siguientes preguntas en el diario de estudio de las Escrituras:

    1. Según Jacob, ¿cómo afecta la inmoralidad sexual a las familias?

    2. Algunos jóvenes podrían racionalizar que pueden ser sexualmente inmorales porque no están casados y, por lo tanto, no le son infieles a un cónyuge y además no tienen hijos. ¿Cómo podría la inmoralidad afectar a un adolescente y a su familia?

    3. ¿Por qué crees que el Señor considera que la inmoralidad es un pecado tan serio?

Repasa el comienzo de Jacob 2:28 y marca en lo que se deleita el Señor. (Observa que aunque Jacob mencionó específicamente a las mujeres en este versículo, es igualmente cierto que el Señor se deleita en la castidad de los hombres). En este versículo se enseña el principio: El Señor se deleita en la castidad.

Basándote en lo que has aprendido hoy, considera la razón por la que el Señor se deleita en la castidad de Sus hijos. Piensa en tu familia y también en la familia que esperas tener en el futuro. ¿Cómo serás bendecido y cómo serán bendecidos ellos debido a que tú hayas vivido de acuerdo con la ley de castidad del Señor? Medita en cómo se deleita el Señor por las decisiones que estás tomando de llevar una vida casta y limpia.

Tú puedes permanecer limpio. Si ya pecaste contra la ley de castidad, puedes arrepentirte y llegar a ser limpio mediante la expiación de Jesucristo. Busca la guía del Espíritu Santo y piensa en una o más formas en que puedes protegerte mejor para no quebrantar la ley de castidad. Si has cometido alguna transgresión sexual, haz lo que sea necesario, incluso hablar con tu obispo o presidente de rama, para confesar lo que hiciste en violación a la ley de castidad del Señor.

Imagen
Padre mío
  1. Escribe lo siguiente en el diario de estudio de las Escrituras, al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Jacob 1–2 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro:

Respuesta a las palabras faltantes de la cita al principio de esta lección: El presidente Benson dijo: “La plaga de esta generación es el pecado de la inmoralidad sexual”.