Seminario
Unidad 24: Día 3, 3 Nefi 6–10


Unidad 24: Día 3

3 Nefi 6–10

Introducción

Luego de su milagrosa liberación de los ladrones de Gadiantón, los nefitas y los lamanitas disfrutaron de paz por tres años. Luego, surgió el orgullo, la distinción de clases y las persecuciones, que dieron lugar a una mayor iniquidad y al colapso final del gobierno nefita. Las señales de la muerte de Jesucristo en Jerusalén apuntaban a una gran destrucción, en la que muchas ciudades nefitas serían arrasadas y sus habitantes inicuos morirían. La oscuridad cubrió la tierra por tres días. En medio de la oscuridad, la voz del Salvador invitó al pueblo a volverse a Él. Cuando se hubo disipado la oscuridad, el llanto de las personas se tornó en gozo y alabanzas a Jesucristo.

3 Nefi 6–7

Los nefitas se vuelven orgullosos, la Iglesia se desmorona, las combinaciones secretas acaban con el gobierno y el pueblo se divide en tribus

Piensa en alguna ocasión en que tuviste que tomar una decisión entre seguir o no seguir al profeta. Como se registra en 3 Nefi 6–7, algunos nefitas experimentaron las trágicas consecuencias de rechazar a los profetas, mientras que otros recibieron las bendiciones que vienen por arrepentirse y escuchar a los siervos escogidos del Señor.

Tú leíste en 3 Nefi 5, que los nefitas se arrepintieron y sirvieron a Dios diligentemente, por lo que fueron librados por intervención divina de las manos de los ladrones de Gadiantón. Luego, los nefitas prosperaron por un corto período de tiempo. Muy pronto, sin embargo, muchos de ellos se llenaron de orgullo, lo que dio lugar a divisiones dentro de la Iglesia. Se enviaron profetas a predicar contra la iniquidad del pueblo, pero los jueces los prendieron y ejecutaron secretamente (véase 3 Nefi 6:4–23). En unos seis años, el pueblo se había entregado “al poder de Satanás” (3 Nefi 7:5) y se volvieron tan inicuos que lucharon contra todo lo que era recto. Las combinaciones secretas destruyeron el gobierno de la tierra e hicieron que el pueblo se dividiera en tribus.

A pesar de la iniquidad del pueblo, Nefi continuó testificando en contra de sus pecados y llamándolos al arrepentimiento (véase 3 Nefi 7:15–20). Lee 3 Nefi 7:21–22, y marca algunos ejemplos de cómo fueron bendecidas las personas al seguir a Nefi. De estos versículos aprendemos que si nos arrepentimos y seguimos a los siervos del Señor, disfrutaremos de la influencia del Espíritu Santo en nuestras vidas.

  1. Escribe en el diario de estudio de las Escrituras sobre alguna ocasión en la que decidiste seguir el consejo del profeta o de otros líderes del sacerdocio. ¿Cómo fuiste bendecido por hacerlo?

3 Nefi 8:1–18

Grandes destrucciones dan cumplimiento a la señal de la muerte de Jesucristo

Imagínate cuando llegue el día de la segunda venida de Jesucristo. ¿Cómo crees que te sentirás cuando llegue ese momento? De manera similar, los nefitas habían estado esperando por mucho tiempo la venida de Jesucristo. Samuel el Lamanita había profetizado acerca de las señales que ocurrirían al morir Jesucristo (véase Helamán 14:20–27). Lee 3 Nefi 8:3–4, y observa las diferencias en lo que pensaban algunos nefitas acerca de las señales.

Lee 3 Nefi 8:5–7, y busca lo que ocurrió en el año 34, a partir de la señal del nacimiento del Salvador. Lee por encima 3 Nefi 8:8–18 para saber lo que ocurrió con los habitantes de las ciudades que fueron asoladas por la tempestad y los terremotos. Lee 3 Nefi 10:11–12, y marca quiénes pudieron sobrevivir a esa destrucción. Aun cuando los supervivientes fueron “la parte más justa” de los nefitas, ellos todavía tuvieron que arrepentirse y venir a Jesucristo.

  1. Utiliza una página del diario de estudio de las Escrituras para redactar un reportaje periodístico en el que informas acerca de los acontecimientos mencionados en 3 Nefi 8:5–18. Redacta el titular, dibuja una ilustración y escribe el reportaje de la destrucción.

3 Nefi 8:19–25

La oscuridad cubre la tierra por tres días

Piensa en alguna ocasión en la que estuviste completamente a oscuras en un sitio, por ejemplo, en una caverna o en una habitación sin ventanas cuando alguien apagó la luz (o imagínate cómo sería eso). ¿Cómo te sentiste en la oscuridad, sin poder ver? Lee 3 Nefi 8:19–23, y averigua qué pasó después que cesaron las tormentas y las destrucciones. (Podrías marcar las palabras o frases que revelen lo densa que fue la oscuridad.)

Lee 3 Nefi 8:24–25, e identifica lo que dijeron los nefitas, que hubiera evitado la muerte y destrucción de tantos de su pueblo.

  1. Responde las siguientes preguntas en el diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿En qué sentido son las consecuencias del pecado similares a estar en la oscuridad?

    2. ¿De qué manera el arrepentimiento es como dejar entrar la luz a una habitación en tinieblas?

3 Nefi 9:1–14

En medio de las tinieblas, la voz de Jesucristo invita a los que sobrevivieron la destrucción a que se arrepientan y vengan a Él

Durante los tres días de oscuridad, la voz del Salvador habló a quienes habían sido preservados. Lee 3 Nefi 9:1–2, 7, y descubre lo que dijo el Salvador acerca de las razones por las que había ocurrido tal destrucción entre el pueblo. Luego, lee 3 Nefi 9:13–14, y observa lo que dijo el Salvador para consolar a las personas en su sufrimiento. Podrías marcar las partes de estos versículos que sean significativas para ti.

El élder C. Scott Grow, de los Setenta, testificó que el Salvador nos invita a todos nosotros a venir a Él y ser sanados:

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Élder C. Scott Grow

“Jesucristo es el Gran Sanador de nuestras almas. Con excepción de los pecados de perdición, no existe pecado ni transgresión, ni dolor ni pena, que esté fuera del alcance del poder sanador de Su expiación.

“Cuando pecamos, Satanás nos dice que estamos perdidos. En cambio, nuestro Redentor ofrece la redención a todos, sin importar lo que hayamos hecho mal, incluso a ustedes y a mí” (“El milagro de la Expiación”, Liahona, mayo de 2011, pág. 109).

La invitación del Salvador que se halla en 3 Nefi 9:13 de venir a Él y recibir su poder sanador se aplica a cada uno de nosotros. Para que el Salvador nos sane, debemos aceptar Su invitación y venir a Él, arrepentirnos de nuestros pecados y convertirnos.

  1. En el diario de estudio de las Escrituras, escribe sobre algún aspecto de tu vida que se podría beneficiar del poder sanador del Salvador. ¿Qué debes hacer para invitarle a que Él te sane?

3 Nefi 9:15–22

La voz del Salvador proclama que mediante Su sacrificio se ha cumplido la ley de Moisés

Como parte de la ley de Moisés, que los nefitas habían estado guardando hasta entonces, el Señor había mandado a Su pueblo a ofrecer sacrificios de animales como un tipo y sombra del sacrifico final que Él realizaría en Su momento mediante la Expiación. Utiliza las palabras del Salvador que se hallan en 3 Nefi 9:17 para completar la siguiente frase: “la redención viene por mí, y en mí se ha ”.

El Salvador declaró que todas las ceremonias, las leyes, los ritos y los símbolos de la ley de Moisés, que habían sido dados para orientar al pueblo hacia Él, se habían cumplido tras haber efectuado Él Su sacrificio expiatorio. Lee 3 Nefi 9:19, para saber lo que el Salvador declaró que los nefitas no debían ofrecerle más. Luego, escudriña 3 Nefi 9:20, y marca lo que debían ofrecerle a cambio como sacrificio.

¿Qué crees que signifique ofrecer como sacrificio “un corazón quebrantado y un espíritu contrito”? Un espíritu contrito es ser humilde, enseñable y arrepentido. Para que comprendas con mayor profundidad lo que significa tener un corazón quebrantado y un espíritu contrito, lee la siguiente declaración del élder D. Todd Christofferson, del Quórum de los Doce Apóstoles, y marca las palabras que él empleó para definir “corazón quebrantado” y “espíritu contrito”:

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Élder D. Todd Christofferson

“En tiempos antiguos, cuando las personas deseaban adorar al Señor y buscar Sus bendiciones, a menudo llevaban una ofrenda… Al buscar la bendición de la conversión, puedes brindar al Señor la ofrenda de tu corazón quebrantado o arrepentido y tu espíritu contrito u obediente. En realidad, es la ofrenda de ti mismo, de lo que eres y de lo que estás llegando a ser.

“¿Hay algo en ti o en tu vida que sea impuro o indigno? Cuando logres deshacerte de ello, será una ofrenda para el Salvador. ¿Careces de un buen hábito o de una buena cualidad? Si lo adoptas y lo haces parte de tu carácter, le estarás haciendo una ofrenda al Señor” (“Cuando te hayas convertido”, Liahona, mayo de 2004, pág. 12).

Lee 3 Nefi 9:21–22, y observa lo que el Salvador enseñó de cómo debemos ser para poder venir a Él.

  1. Piensa en algunos niños pequeños que conozcas. En el diario de estudio de las Escrituras, describe las características de los niños pequeños que debemos poseer para poder venir al Salvador.

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Cuándo llegó a saber

Completa el siguiente principio con las palabras y frases apropiadas que encuentres en 3 Nefi 9:13–14, 20–22: Si venimos a Jesucristo con un corazón quebrantado y un espíritu contrito, Él . (Existen muchas respuestas correctas).

  1. Para ayudarte a aplicar esta verdad, responde las siguientes preguntas:

    1. ¿Cuáles actitudes podrían impedir que ofrezcamos un corazón quebrantado y un espíritu contrito al Señor?

    2. ¿Cómo te ha bendecido el Señor cuando has venido a Él con un corazón arrepentido y un espíritu obediente?

    3. ¿De qué manera podrías ofrecer al Señor un corazón más quebrantado y un espíritu más contrito?

3 Nefi 10

El Señor promete juntar a Su pueblo como una gallina junta a sus polluelos

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Cuántas veces

Luego de escuchar la voz del Salvador, el pueblo quedó tan asombrado, que hubo silencio en la tierra por el espacio de muchas horas. Y luego, la voz habló nuevamente a las personas (véase 3 Nefi 10:1–3). Lee 3 Nefi 10:4–6, y descubre lo que el Salvador dijo que Él había tratado de hacer para proteger y nutrir al pueblo. Marca la promesa que el Salvador hizo en el versículo 6 a quienes se arrepienten y vienen a Él con íntegro propósito de corazón.

El Salvador empleó la metáfora de una gallina que junta a sus polluelos debajo de sus alas para protegerlos del peligro. Piensa en cómo el Salvador es comparable a una gallina que busca proteger a sus polluelos del peligro. Y además, de acuerdo con 3 Nefi 10:4–6, ¿por qué no se juntó toda la casa de Israel?

Lee 3 Nefi 10:8–10, y observa lo que sucedió luego que las personas escucharon la voz del Salvador.

  1. Escribe lo siguiente en el diario de estudio de las Escrituras, al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado 3 Nefi 6–10 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: