Seminario
Unidad 2: Día 3, 1 Nefi 3–4


Unidad 2: Día 3

1 Nefi 3–4

Introducción

El Señor mandó a Lehi que enviara a sus hijos de vuelta a Jerusalén para obtener las planchas de bronce de Labán. Mientras Lamán y Lemuel no veían cómo podrían cumplir con ese mandamiento, Nefi tuvo fe en que el Señor proveería una vía para que ellos lograran lo que Él requería. A pesar de los muchos obstáculos, Nefi persistió en hacer lo que el Señor había pedido. Como resultado, fue guiado por el Espíritu Santo y logró obtener las planchas. La experiencia de Nefi demuestra que la obediencia perseverante nos hace merecedores de la ayuda del Señor en situaciones difíciles.

1 Nefi 3:1–9, 19–20

Los hijos de Lehi regresan a Jerusalén

¿Alguna vez te has enfrentado a una situación difícil que no sabías cómo se resolvería? La lección de hoy te ayudará a fortalecer tu fe y determinación a ser obediente cuando enfrentes situaciones difíciles. Para empezar, lee 1 Nefi 3:1–6, y resalta en tus Escrituras el mandamiento que el Señor le dio a Lehi y que sus hijos debían cumplir. También observa la diferencia en la forma en que reaccionaron Lamán y Lemuel al mandato del Señor, en contraste con la reacción de Nefi.

Para entender la magnitud de lo que el Señor les había mandado, resulta útil saber que la distancia de Jerusalén al Mar Rojo (el Golfo de Aqaba) es alrededor de 290 kilómetros, a través de un territorio árido, de clima abrasador e infestado de ladrones. Desde este punto, Lehi y su familia habían viajado tres días más (véase 1 Nefi 2:5–6), y ahora el Señor le decía que sus hijos debían regresar a Jerusalén. Lee 1 Nefi 3:7–8, y encuentra la razón que dio Nefi por la que estaba dispuesto a obedecer el mandamiento del Señor.

Nefi testificó acerca del principio de que si nosotros hacemos lo que el Señor manda, entonces Él preparará una vía para que podamos lograrlo. Durante tu estudio de 1 Nefi 3, piensa en la forma en que el ejemplo de valor y determinación de Nefi puede inspirarte a ser más obediente y a demostrar mayor fe en el Señor. Presta particular atención a la manera en que Nefi reaccionó ante las dificultades. Aun cuando Nefi enfrentaría adversidades, al procurar obtener las planchas de bronce con sus hermanos, él escogió no murmurar (véase 1 Nefi 3:6).

Las planchas de bronce contenían “los anales de los judíos” (1 Nefi 3:3), que eran sus Escrituras. Contenían algunos de los escritos y de la información que se encuentra actualmente en el Antiguo Testamento, así como otros escritos proféticos. Lee 1 Nefi 3:19–20, y subraya lo que contenían las planchas de bronce que era tan importante para la familia de Lehi y sus descendientes.

Imagen
Icono de dominio de las Escrituras
Dominio de las Escrituras: 1 Nefi 3:7

Lee 1 Nefi 3:7 tres veces (quizás quieras variar la forma en que lo leas: en voz alta o en silencio). Cierra tus Escrituras e intenta escribir las respuestas a las siguientes preguntas sin mirar el versículo:

  • ¿A quién le estaba hablando Nefi?

  • ¿A qué se comprometió Nefi?

  • ¿Qué sabía Nefi que el Señor haría?

Abre tus Escrituras y compara 1 Nefi 3:7 con tus respuestas.

El profeta José Smith dijo: “…me impuse esta regla: Cuando el Señor te lo mande, hazlo” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 170). Puedes escribir esta declaración en tus Escrituras junto a 1 Nefi 3:7.

1 Nefi 3:10–31

Labán roba los bienes de Lehi e intenta matar a Nefi y sus hermanos

Dios nos bendice de diversas maneras cuando obedecemos Sus mandamientos. La experiencia de Nefi al obtener las planchas de bronce apoya su testimonio de que Dios provee una vía para que Sus hijos cumplan Sus mandamientos (véase 1 Nefi 3:7). Utiliza la siguiente tabla para estudiar los dos primeros intentos de los hijos de Lehi para obtener las planchas de bronce. Escribe la respuesta a las preguntas en la columna de cada intento o puedes hacer esta asignación en tu diario de estudio de las Escrituras.

Nota: En la época de Nefi, echar suertes era una manera común de hacer una elección (véase 1 Nefi 3:11). Al echar suertes, Nefi y sus hermanos procuraban la guía del Señor para cumplir el mandamiento de obtener las planchas de bronce (véase Proverbios 16:33; Guía para el Estudio de las Escrituras, “Suertes”).

Preguntas

Primer intento
(1 Nefi 3:10–18)

Segundo intento
(1 Nefi 3:21–31)

  1. ¿Quién fue?

  1. ¿Qué hicieron?

  1. ¿Cómo reaccionaron los hermanos al fracasar en el intento?

  1. Después que fracasara su primer intento por obtener las planchas de bronce, Nefi y sus hermanos se afligieron “en extremo” (1 Nefi 3:14). Repasa 1 Nefi 3:15–16, y describe en tu diario de estudio de las Escrituras en qué se diferencia la reacción de Nefi a la de sus hermanos ante el primer fracaso.

  2. Luego de meditar sobre el segundo intento (véase 1 Nefi 3:21–31), responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿De qué manera la ira, la murmuración y la incredulidad impiden que escuchemos a Dios?

1 Nefi 4:1–26

Nefi obtiene las planchas de bronce

Identifica las preguntas que Lamán y Lemuel hicieron en 1 Nefi 3:31. Si tú fueses Nefi, ¿cómo responderías a sus preguntas? Lee 1 Nefi 4:1–3, y busca las respuestas de Nefi a las preguntas de sus hermanos. ¿Por qué crees que Nefi escogió el ejemplo de Moisés y el Mar Rojo para responder sus preguntas? Escribe una frase de la respuesta de Nefi que te parezca inspiradora:

Moisés también se enfrentó a una tarea aparentemente imposible cuando se le pidió que sacara de Egipto a los hijos de Israel. Luego de reiterados intentos, seguía sin poder convencer al faraón de dejar ir a los israelitas. Sin embargo, Moisés persistió en hacer lo que el Señor le mandó, y el Señor le proporcionó un camino para que liberara a los israelitas.

Imagen
El cruce del Mar Rojo

Nefi aplicó el ejemplo de Moisés a sus circunstancias personales y confió en que Dios también iba a prepararle una vía para poder obtener las planchas de bronce de algún modo. A medida que estudies el final del relato, fíjate en los resultados de la perseverancia de Nefi y de su determinación a obedecer, a pesar de los fracasos iniciales.

¿Alguna vez has debido hacer algo o sentido la inspiración de hacer algo sin saber en el momento el porqué, el cuándo ni el cómo? El presidente Harold B. Lee observó que en esas situaciones, deseamos “ver el final del camino antes de comenzar a recorrerlo”, antes de seguir la instrucción del Señor, y ofreció el siguiente consejo: “Usted debe aprender a caminar hasta el borde de la luz y dar entonces algunos pasos más en la obscuridad; entonces la luz aparecerá de pronto y le mostrará el camino que hay delante de usted” (citado por Boyd K. Packer en , “Esfuérzate y sé valiente”, El Antiguo Testamento, Doctrina del Evangelio: Manual para el maestro, 2001, pág. 92).

Lee 1 Nefi 4:4–7, y descubre cómo Nefi, con fe, dio pasos en la obscuridad (en lo desconocido).

¿Por qué es significativa la frase “No obstante, seguí adelante” (1 Nefi 4:7)?

  1. En tu diario de estudio de las Escrituras, describe una situación en la que un hombre joven o una mujer joven puedan recibir una asignación o sentirse guiados por el Santo Espíritu a hacer algo sin saber de antemano cuál sería el resultado. Quizás haya habido una ocasión en la que actuaste por fe sin saber de antemano cómo ni cuándo Dios iba a ayudarte. Si es así, anota la experiencia en tu diario. Quizás también desees compartirla en la clase.

Nefi supo el porqué, el cuándo y el cómo el Señor le ayudaría a cumplir con el mandamiento de obtener las planchas, sólo después de permitirle al Espíritu Santo que lo guiara y después de decidir seguir adelante con fe. Lee 1 Nefi 4:8–26, y observa cómo le ayudó el Señor a obtener las planchas de bronce.

  1. En tu diario de estudio de las Escrituras, haz una lista de las razones que el Espíritu dio a Nefi para matar a Labán (véase 1 Nefi 4:8–13).

  2. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Qué aprendes de los esfuerzos finales de Nefi por obtener las planchas de bronce que pueda ayudarte a triunfar ante los desafíos que afrontes ahora o en el futuro?

En los momentos de tu vida cuando no sepas el cómo, el porqué ni el cuándo, recuerda el principio que ilustra la experiencia de Nefi: Cuando ejercemos fe en Dios y procuramos hacer lo que Él nos pide, aun cuando no podamos ver el resultado, Él nos guiará por medio de la influencia del Espíritu Santo.

Imagen
Nefi y Labán

Comentarios e información de contexto

El mandato de matar a Labán

El profeta José Smith enseñó que es el Señor quien establece la norma de lo que es correcto y lo que es incorrecto: “Dios dijo: ‘No matarás’ [Éxodo 20:13]. En otra ocasión, mandó: ‘los destruirás completamente’ [Deuteronomio 20:17]. Éste es el principio de acuerdo con el cual funciona el gobierno de los cielos: por revelaciones que se adapten a las circunstancias en que se hallaren los hijos del reino. Todo cuanto Dios requiere es justo, no importa lo que sea, aunque no podamos ver la razón de ello sino hasta mucho después que se hayan verificado los hechos. Si buscamos el reino de Dios primeramente, todas las demás cosas buenas serán añadidas” (véase Enseñanzas del Profeta José Smith, compilación de Joseph Fielding Smith, 1982, pág. 312).

Podemos entender mejor la razón por la que el Señor requirió que Nefi matara a Labán, si consideramos lo siguiente: El Señor le había dado dos oportunidades a Labán de entregar voluntariamente las planchas de bronce, pero “él no quería escuchar los mandamientos del Señor” (1 Nefi 4:11). Labán era un mentiroso y un ladrón y había intentado matar a Lamán y luego a los cuatro hijos de Lehi, lo que, bajo la ley de Moisés, se castigaba con la muerte (véase Éxodo 21:14). El Señor sabía que era esencial para Lehi y sus descendientes que tuvieran los anales de las Escrituras, aunque un hombre tenga que morir (1 Nefi 4:13) para que ello ocurra.

Las planchas de bronce no sólo fueron una bendición para el pueblo y las naciones del Libro de Mormón, sino que además preservaron y proporcionaron para nuestra época las enseñanzas de los antiguos profetas, cuando algunos de sus escritos fueron copiados en las planchas de oro de las que se tradujo el Libro de Mormón (como las citas de Isaías y la alegoría de Zenós). Mediante el Libro de Mormón, esas enseñanzas de las planchas de bronce han bendecido y continúan bendiciendo la vida de millones de personas, así como a las naciones del mundo. En definitiva, todo eso estaba en juego cuando Nefi estaba junto a Labán y siguió la voz del Espíritu.

Imagen
Presidente Ezra Taft Benson

El presidente Ezra Taft Benson sugirió “tres pruebas cortas” para evitar ser engañados en situaciones difíciles:

“1. ¿Qué dicen los libros canónicos al respecto? ‘¡A la ley y al testimonio! Si no hablan conforme a esto, es porque no les ha amanecido’, dijo Isaías. (Isaías 8:20.)…

“Debemos estudiar las Escrituras diligentemente. Para nosotros, los de especial importancia son el Libro de Mormón y Doctrina y Convenios…

“2. La segunda guía es: ¿Qué dicen los Presidentes de la Iglesia al respecto, en particular el presidente viviente?…

“Hay sólo un hombre sobre la tierra en la actualidad que puede hablar en nombre de la Iglesia. (Véase D. y C. 132:7; 21:4.) Ese hombre es [el] Presidente [de la Iglesia]. En virtud de que él nos hace llegar la palabra de Dios actualmente, sus palabras tienen incluso una importancia aún mayor que la de los profetas que ya han fallecido. Cuando él habla bajo la influencia del Espíritu Santo, sus palabras son Escritura. (Véase D. y C. 68:4.)…

“El Presidente puede hablar sobre cualquier tema que él considere necesario para los Santos…

“3. La tercera y última prueba es el Espíritu Santo: la prueba del Espíritu. Por medio del Espíritu podremos ‘conocer la verdad de todas las cosas’. (Moroni 10:5.) Esa prueba podrá tener un efecto total, solamente si nuestras vías de comunicación con Dios se mantienen puras, virtuosas y están libres de pecado” (en Conference Report, octubre de 1963, págs. 16–17).

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras, al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado 1 Nefi 3–4 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: