Nefi profetizó sobre algunas de las condiciones difíciles de los últimos días, incluso las enseñanzas falsas y el orgullo de muchas iglesias que se establecerían. Nefi enseña la manera de reconocer las doctrinas falsas y las actitudes mundanas y señala las formas en las que Satanás intentará distraer a los hombres y mujeres para que no lleven una vida recta.
Nefi describe las iglesias e ideas falsas de nuestra época
En la mayor parte de las culturas hay señales de tráfico que avisan a los viajeros de algún peligro en la carretera o en el camino. En el país y la ciudad donde vives, ¿qué forma y color tienen las señales de tráfico que avisan a los conductores de la presencia de algún peligro? De manera similar, los venenos y otros materiales peligrosos suelen presentar símbolos y advertencias en sus envases y contenedores. ¿Cómo se marcan esos objetos en el lugar en el que vives?
Al igual que estos signos físicos de advertencia, el Libro de Mormón contiene advertencias para ayudarte a evitar aquellas influencias perjudiciales para tu espíritu. El presidente Ezra Taft Benson indicó la forma en que el Libro de Mormón puede avisarte y fortalecerte frente a los designios malignos de Satanás: “El Libro de Mormón pone al descubierto a los enemigos de Cristo; confunde las falsas doctrinas y pone fin a las contenciones (véase 2 Nefi 3:12). Fortalece a los humildes seguidores de Cristo contra los designios malignos, las artimañas y las doctrinas del diablo en nuestra época. La clase de apóstatas que se describe en el Libro de Mormón es muy parecida al tipo de apóstatas que se manifiestan actualmente. Dios, con su presciencia infinita, inspiró la formación del Libro de Mormón de manera que nosotros pudiéramos ver el error y supiéramos combatir los falsos conceptos educacionales, políticos, religiosos y filosóficos de nuestra época” (“El Libro de Mormón es la palabra de Dios”, Liahona, mayo de 1988, pág. 3).
El Libro de Mormón pone al descubierto las ideas falsas del diablo y nos fortalece en contra de sus malignos designios. Como queda registrado en 2 Nefi 28, Nefi señaló algunas de las enseñanzas falsas del diablo que son comunes para todas las generaciones. Estudia 2 Nefi 28:3–9 y marca las enseñanzas falsas y los engaños de Satanás que se mencionan allí. (Ten en cuenta que 2 Nefi 28:7–9 es un pasaje de dominio de las Escrituras. Si lo deseas, márcalo de una forma que lo distinga para que puedas localizarlo en el futuro).
En el diario de estudio de las Escrituras, marca una de las enseñanzas falsas que aparecen en 2 Nefi 28:3–9 que te parezca más perjudicial para la juventud actual y explica tus motivos. Incluye también un ejemplo de cómo los jóvenes pueden sentirse atraídos por esa enseñanza falsa.
Lee 2 Nefi 28:12–14 y busca la advertencia que Nefi hizo sobre lo que iba a suceder con muchas iglesias y personas, incluso con algunos de “los humildes discípulos de Cristo” (versículo 14). Estas cosas son consecuencia del orgullo y de la doctrina falsa sobre la que leíste en 2 Nefi 28:3–9. Lee 2 Nefi 28:15–16, 19 e identifica algunas de las consecuencias de las enseñanzas falsas. Podrías marcar la frase de 2 Nefi 28:19 que explica lo que el diablo hará con quienes no se arrepientan.
Lee en voz alta 2 Nefi 28:7–9. Dedica un poco de tiempo a memorizar 2 Nefi 28:8. Podrías escribirlo de memoria en el diario de estudio de las Escrituras o recitarlo a un familiar o amigo. En los últimos días muchos enseñarán doctrinas falsas, vanas e insensatas. Enumera en el diario de estudio de las Escrituras varias de las maneras en las que se fomentan esas doctrinas insensatas y explica brevemente cómo puedes reconocer las doctrinas insensatas del mundo y evitarlas.
Para prepararte para estudiar el resto de 2 Nefi 28, lee la siguiente experiencia del presidente Boyd K. Packer, Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles, en una visita que hizo a una reserva natural durante una asignación en África:
“Nos detuvimos también en las cercanías de una charca para observar a los animales que iban a beber. Había habido una gran sequía y el agua escaseaba por todos lados; realmente lo único que se veía eran barrizales…
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Presidente Boyd K. Packer
“Los antílopes, en particular, se ponían muy nerviosos al acercarse a los pequeños charcos. Lo hacían cautelosamente y después, sin razón aparente, salían corriendo asustados sin haber bebido. Miré alrededor para ver si había algún león o tigre en las inmediaciones, pero no vi nada. Entonces le pregunté a nuestro guía por qué no bebían. Su respuesta encerró toda una lección para mí: ‘Los cocodrilos’.
“Pensé que estaría bromeando y le pregunté con seriedad: ‘¿Cuál es el problema?’ ‘Los cocodrilos’, volvió a decirme.
‘No puede ser’, le repliqué. ‘Cualquiera puede ver que no hay cocodrilos ahí’…
“El joven se dio cuenta de que yo no le creía y supongo que decidió darme una lección. Dirigió el vehículo hacia un alto terraplén desde donde se podía ver toda la charca. ‘Allí los tiene’, me dijo. ‘Véalos usted mismo’.
“No podía ver nada más que el lodo, un poco de agua y, a la distancia, los animales nerviosos. ¡Pero de pronto, lo vi! Era un enorme cocodrilo, acechando desde el lodo que lo cubría casi totalmente, en espera de algún incauto animal que, vencido por la sed, bajara a beber.
“¡Y de repente, creí! Cuando el guardia vio que estaba dispuesto a escuchar, prosiguió con la lección. ‘No sólo hay cocodrilos en los ríos, sino que están por todo el parque. Dondequiera que hay algo de agua, hay un cocodrilo cerca. ¡Más vale que lo crea!’…
“En otro viaje que hice a África comenté esa experiencia a un guarda de otro parque…
“Me mostró el lugar donde ocurrió una tragedia. Un joven de Inglaterra se encontraba trabajando en el hotel durante la temporada de verano. A pesar de las repetidas y constantes advertencias que le habían hecho, un día saltó la verja protectora para ir a ver algo del otro lado de un charco cuya agua no alcanzaba a cubrir los zapatos.
“‘No se había internado ni dos pasos cuando lo atacó un cocodrilo’, me dijo el guarda. ‘No pudimos hacer nada para salvarle’” (véase “Cocodrilos espirituales”, Liahona, octubre de 2002, págs. 10, 11).
¿Qué peligro entraña dudar la existencia de cocodrilos cuando no se pueden ver? ¿En qué se parecen la experiencia del presidente Packer y la del joven inglés a la que Nefi describió en 2 Nefi 28:22?
El presidente Packer explicó lo siguiente:
“Aquellos que los han precedido en la vida han inspeccionado las charcas y elevan su voz de advertencia para prevenirles contra los cocodrilos; no los grandes reptiles que pueden devorarlos en un abrir y cerrar de ojos, sino los cocodrilos espirituales, que son infinitamente más peligrosos, por ser aún más engañosos y menos visibles que los que se esconden al acecho en las charcas de África.
“Esos cocodrilos espirituales pueden matar o mutilar su alma y destruir su paz mental y la de aquellos que los aman a ustedes. Ésos son los reptiles contra los cuales es necesario que estén prevenidos, porque difícilmente encontrarán un lugar en el mundo que no esté infestado de ellos” (véase “Cocodrilos espirituales”, pág. 11).
En las líneas siguientes, responde la siguiente pregunta: ¿En qué manera los cocodrilos de África pueden ser similares a las tentaciones y tácticas de Satanás?
Lee 2 Nefi 28:20–21, 24–26 y busca formas en las que Satanás intenta destruirnos. (Puede resultarte útil saber que la palabra pacificar de 2 Nefi 28:21 significa calmar, apaciguar o adormecer espiritualmente). Según estos versículos, ¿qué métodos usa Satanás para intentar pacificarnos y conseguir que caigamos en su poder? .
En estos versículos se enseña un principio importante: Satanás usa muchas tácticas para intentar dominarnos, como provocarnos a la ira, pacificarnos, adormecernos y lisonjearnos.
Responde una o varias de las siguientes preguntas en el diario de estudio de las Escrituras:
¿De qué forma usa Satanás la ira para engañar y destruir a las personas, familias y comunidades?
¿Cuáles son algunas de las cosas buenas con las que Satanás intenta incitar a la ira a las personas?
Describe al menos dos ejemplos de cómo algunas personas han sido pacificadas y han quedado cegadas ante los peligros de Satanás.
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Obispo Richard C. Edgley
Lee la siguiente explicación del obispo Richard C. Edgley, consejero del Obispado Presidente, sobre el proceso gradual que Satanás usa para atraparnos: “No podemos darnos el lujo de decir que quizás podamos cometer algún pecadillo mientras somos jóvenes o hacer picar un poco la pelota sobre los límites del pecado; no se puede pecar un poco. Todas nuestras acciones, buenas o malas, tienen consecuencias. Toda buena acción mejora nuestra capacidad de hacer el bien y nos fortalece para resistir mejor el pecado o el fracaso. En cambio, toda transgresión, aunque minúscula, nos hace más susceptibles a la influencia de Satanás la próxima vez que él nos tiente; él nos atrapa poquito a poco, haciendo disminuir a nuestros ojos las consecuencias de lo que llaman ‘pecados leves’, hasta que nos aprisiona en sus redes al cometer uno grave. Nefi habla de esa técnica diciendo que el diablo nos pacifica y adormece, y nos lisonjea hasta que nos ‘prende con sus terribles cadenas, de la cuales no hay rescate’ (2 Nefi 28:22; véase también el versículo 21)” (véase “Tu confianza se fortalecerá”, Liahona, enero de 1995, pág. 46).
Satanás usa estas tácticas sutiles para persuadirnos a pensar, decir y hacer cosas equivocadas. Lee 2 Nefi 28:27–29 y busca otras advertencias.
El Señor nos dio otra advertencia y bendición, que aparece cerca del final de este capítulo. Lee 2 Nefi 28:30–32 y medita acerca de las siguientes preguntas: ¿Por qué llama el Señor benditas a algunas personas? ¿De qué manera prestar atención al consejo del Señor nos ayuda a vencer las tácticas del diablo?
Escribe en el diario de estudio de las Escrituras lo que has aprendido en esta lección que te ayudará a vencer las tácticas de Satanás. ¿Cuáles son algunos de los lugares, actividades o actitudes que deseas evitar para no exponerte a la influencia de Satanás?
Piensa en el análisis sobre las señales de advertencia que se encuentra al principio de esta lección. Dibuja en el diario de estudio de las Escrituras una señal de advertencia que ilustre un peligro espiritual sobre el que, en tu opinión, haya que advertir a la juventud actual. Prepárate para compartirlo con tu maestro y los miembros de la clase.
Escribe lo siguiente en el diario de estudio de las Escrituras, al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado 2 Nefi 28 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: