Capítulo 21
LOS AMLICITAS
Los nefitas que eran rectos no querían que Amlici fuera su rey; ellos sabían que él quería destruir la Iglesia de Dios.
Los nefitas se reunieron en varios grupos para decidir si Amlici debía ser su rey. La mayoría de ellos votó en contra de Amlici, así que no se convirtió en rey de ellos.
Amlici y sus seguidores se enojaron; se apartaron de los nefitas, nombraron a Amlici rey y se llamaron a sí mismos amlicitas. Amlici les dio órdenes de luchar contra los nefitas.
Los nefitas justos se prepararon con arcos, flechas, espadas y otras armas para defenderse.
Los amlicitas atacaron, y los nefitas, guiados por Alma y fortalecidos por el Señor, mataron a muchos de ellos. El resto de los amlicitas escapó.
Alma envió espías para vigilar a los amlicitas. Los espías los vieron unirse a un gran ejército lamanita y atacar a los nefitas que vivían cerca de Zarahemla.
Los nefitas oraron y Dios los ayudó de nuevo. Mataron a muchos soldados del ejército lamanita–amlicita.
Alma y Amlici lucharon el uno con el otro con espadas. Alma oró para que su vida fuera preservada y Dios le dio la fortaleza para matar a Amlici.
Los nefitas persiguieron a los lamanitas y a los amlicitas hasta el desierto. Muchos de los heridos murieron allí y fueron devorados por las fieras.
Al igual que los lamanitas, los amlicitas se marcaron de rojo, lo cual cumplió una profecía. Los amlicitas se habían separado a sí mismos de las bendiciones del Evangelio.